Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Detector de mentiras.- Hondo

070. Costumbres y Praxis
Hondo :

Tal vez por las circunstancias dolorosas que estamos atravesando, tal vez por haber estado tantos años allí, en estos días sueño con frecuencia que estoy otra vez dentro. No es exactamente una pesadilla, es verdad, pero sin ir más lejos anoche mi amigo Frankestein (¿qué será de él... y de los que viven con él?) me hacía una COF por llegar tarde al comedor, que resultó ser una especie de establo... cosas que pasan en sueños.

También he visto en estos días, para distraerme, series de policías y escenas del crimen. Y con frecuencia aparece la "prueba del detector de mentiras". He decidido tomar la prueba...

Técnico: -Colóquese esto, bien. Algunas preguntas irrelevantes para probar el sistema... Correcto, ahora vamos a lo que interesa, ¿a qué edad pidió usted la admisión?

Hondo: - A los 14 y medio.

T: ¿Qué significa ese "y medio"?

H: 14 años, 6 meses.

T: ¿Lo consultó con sus padres?

H: No.

T: ¿Por qué?

H: Me dijeron expresamente que no lo hiciera.

T: ¿Quién se lo dijo?

H: El director del centro y el sacerdote.

T. ¿Y usted qué hizo?

H: Obedecí. De lo contrario, podía perder mi vocación.

T: ¿Cómo supo que tenía vocación de numerario?

H: Ellos me lo dijeron. "Grande como un castillo", aseguraron.

T: ¿Y usted les creyó?

H: Sí, ellos eran los expertos. Yo quería hacer lo correcto.

T: En esos años, ¿quiso irse alguna vez de la Obra?

H: Muchas, pero me convencieron de que si lo hacía ponía mi salvación eterna en grave peligro. Me dijeron que meditara escritos del Fundador sobre los que no perseveran. Eran aterradores.

T: ¿Debía dar cuenta de conciencia en la Obra?

H: Cada semana. Fe, pureza y vocación. Normas, apostolado, pobreza, etc. Aprendí que debía vivir una sinceridad salvaje. Que había que contar primero lo que más me avergonzara. Lo hice hasta la semana en que me marché.

T: ¿Usaba usted cilicio?

H: Sí, dos horas diarias durante seis días a la semana, si no había fiestas. Tengo las cicatrices en mis muslos.

T: ¿Eso era voluntario?

H: No, era obligatorio. Materia de confesión si se omitía, lo mismo que las disciplinas, la ducha de agua fría o dormir en el suelo una noche a la semana.

T: ¿Sabía todo eso al pedir la admisión a la Obra?

H: No tenía idea, lo supe varios meses después, en las charlas del Apartado II.

T: ¿Qué otras cosas se enteró en esas charlas?

H: No creo que pueda decirlas todas. Que ya no podría ir al cine, teatro ni a ningún espectáculo público. Que no podría ir a casamientos (excepto a la ceremonia religiosa) ni ser padrino. Que no podría recibir regalos. Que para leer algún libro, de ficción o de estudio, debía consultar. Lo mismo para comprar ropa o lo que fuera... Creo que solo sabía que los numerarios no se casaban cuando pité.

T: ¿Hizo proselitismo?

H: Sí. Plan apostólico diario. Lista de pitables. Planes para conocer gente nueva. Invitaciones a círculos, convivencias y cursos de retiro. Debo haber hecho más llamados que un "call center" durante los años que estuve en la labor de San Rafael.

T: ¿Clasificaba a la gente en valiosa y no valiosa?

H: Sí, la selección era tema de frecuente consideración. Los directores decidían a quién valía la pena dedicar tiempo y a quien no.

T: ¿Llevó charlas fraternas?

H: Sí, de numerarios unos diez años, de supernumerarios unos veinticinco años...

T: ¿Informaba a los directores de esas confidencias?

H: Sí, especialmente de las de los numerarios.

T: ¿Hizo informes escritos?

H: Sí, cuando había algún tema de pureza se consignaba con unas referencias al Apartado II. Todos sabíamos qué significaba.

T: ¿Mintió a sus padres?

H: Mientras fui adscrito, muchas veces. Después, ellos ya no contaban conmigo.

T: ¿Hizo campaña para la beatificación del Fundador?

H: Sí, hice lo que me dijeron: suscribí a la Hoja Informativa a cientos de personas, la mayoría de ellas desconocidas. Y repartí miles de estampas entre 1977 y 1992.

T: ¿Sufrió alguna crisis depresiva?

H: Lo estaba pasando muy mal, por lo que los directores me enviaron a un numerario psiquiatra. Diagnosticó depresión.

T: ¿Fue medicado?

H: Sí, según los que me trataron después, fui medicado de manera exagerada e imprudente.

T: ¿Quedaron secuelas por esa medicación?

H: Sí. Vivo con eso.

T: Durante sus años de numerario, ¿entregó todo su sueldo a la Obra?

H: Sí. De hecho, al salir, era un caso de analfabetismo bancario.

T: ¿Lo ayudó el Opus Dei después de su salida?

H: No, no es costumbre.

El técnico revisa su polígrafo: "Ha dicho la verdad, aunque todo esto suene disparatado. ¿Puedo hacerle una pregunta más?

H: Adelante.

T: ¿Cómo aguantó tantos años allí dentro?

H: No lo sé.

T: También aquí ha dicho la verdad.

Terminada la fantasía de la prueba, miro a través de la ventana. Yo era un robot, pero ahora no lo soy. No sé cuantos años sanos me quedan. Ni siquiera sé si el virus no me atrapará en su cosecha de muerte.

Supongo que mi memoria va olvidando algunas humillaciones, algunas tristezas, algunas paranoias ("¿Tienes un minuto...?) Es una bendición, olvidar.

Pero anoche recordaba una meditación durante un curso de retiro. "¿Para qué tenemos la libertad?", se preguntaba el predicador, desde su mesa apenas iluminada en la penumbra, y con fuerza respondió: "¡Para obedecer!" Todavía me estremece esa locura.

Tiempo después de aquel retiro, una frase enviada al azar por un contacto de Facebook, me hizo abrir los ojos, en medio de esa densa tiniebla de normas, costumbres, criterios, vademecums, praxis e instrucciones...y juntar el coraje para salir de ahí: "Cuando me toque morir, nadie morirá en mi lugar. Así que hoy he decidido vivir lo que nadie vivirá por mí: mi vida."

Y en eso estamos. Viviendo la propia vida. Libre, a pesar de la pandemia.

Rezo para que estén bien. Dios proteja a Agustina y a todos.

Hondo




Publicado el Monday, 18 May 2020



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 070. Costumbres y Praxis


Noticia más leída sobre 070. Costumbres y Praxis:
Catecismo del Opus Dei.- Agustina L. de los Mozos


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.121 Segundos