Opuslibros - ¿Realmente necesitas ser numerario del Opus Dei?.- JasonJonas

JasonJonas :

Para quien es “ex”, este extenso correo tal vez le resulte más que repetitivo. Para ti amigo numerario, numeraria, este extenso correo espero sea de utilidad… Aquí voy:

Una persona común y corriente, con valores humanos y con valores cristianos (en términos de fe y religión, y si se quiere católico, apostólico y romano), atendería a un mensaje como el que reza: “llamada universal a la santidad”.

Este llamado siempre ha sido así para los hombres y más desde que Cristo vino a la tierra e instituyo su Iglesia. Puede ser que como las personas solemos ser olvidadizos y conformistas en el mundo, a veces nos aletargamos y entonces, eso que estaba instituido por siempre por Jesucristo, lo hayamos dejado un tanto en el desván (basta repasar la historia del hombre) y, en este sentido, el Opus Dei retoma el tema y procura llevarlo otra vez a la conciencia de la humanidad...

El Opus Dei replica este llamado: acércate a Dios, vive la presencia de Dios, fomenta la piedad, reza, encomienda, mortifícate, realiza sacrificios, ofrécelos por los demás, haz exámenes de conciencia, frecuenta la misa, confiésate también con frecuencia, acerca almas a Dios, santifica el trabajo, etc. (esto último por algunos calificado como algo “visionario”, sin embargo, esto siempre ha estado allí, el hombre fue hecho para trabajar).

Entonces, ¿Qué agrega el Opus Dei a este llamado?... En esencia nada…

Ahora bien, es seguro que, como numerario, numeraria, te empeñas en vivir lo que anotamos arriba: acercarte a Dios, vivir en presencia de Dios… etc. etc. Todo exactamente igual que cualquier otra persona, incluso si quisieras ser célibe -por los motivos que sean- también lo puedes ser.

Por tanto, estrictamente NO NECESITAS ser numerario o numeraria, para realizar y cumplimentar este llamado universal a la santidad.

¿Por qué eres hoy miembro del Opus Dei?... La respuesta inmediata para ti es que te dijeron y convencieron que tienes “vocación” para entregarte a Cristo, específicamente en el Opus Dei (que conveniente… y tú también te convenciste de ello, previa inducción de ellos, con tus mejores y genuinos deseos).

Sobre esto, checa estos dos aspectos de tu “vocación” al Opus Dei:

• Tú “vocación” al Opus Dei es solo producto de una manipulación selectiva. Revisa ¿Cómo entraste? ¿Cómo es que hoy por hoy eres numerario, numeraria? ¿En qué momento tu vida se transformó en esto? ¿Ese era tu plan? Tal vez ni siquiera tenías plan aun, pero ¿era esto? ¿crees que Jesús irrumpió en este tu destino específicamente para el Opus Dei? ¿Crees que era el plan de Dios?

• Tu vocación en la vida es algo que tu descubres verdaderamente viviéndola (no a los 14 años -o lo que sean- cuando “te pescaron”… dirán ellos “te pescó Cristo”) y no te dieron la oportunidad de nada. Tu vocación autentica y natural (como laico que eres), es la que pasa por tu adolescencia y juventud, llena de descubrimientos, asombros y de experiencias. Y que posteriormente pasa por un oficio, por un quehacer en la vida, por una profesión que tú eliges (incluso allí puedas equivocarte, pero la elección es tuya). Que pasa pues por TÚ elección de vida personal, con sus errores y fracasos, así como de sus éxitos y aciertos… Esa es la vocación que cada ser humano tendría para sí, dada en libertad por Dios, la que tú decides, no la que te inducen y convenzan (fíjate como las figuras más grandes de autoridad que tienes, que tenemos todos, que son tus padres, te guían, te aconsejan, te orientan, pero nunca te obligan a ser algo que tu no quieres ser...). Todo esto es un imperativo del sentido de nuestra existencia en Dios.

Agrego un argumento contundente en los hechos acerca de esto: Tantas deserciones, únicas en una institución de la Iglesia, es solo el reflejo del desastre de lo que es esta institución (con todo y su “carisma”). Estas deserciones no son porque “sea duro” el camino de entrega en el Opus Dei o porque no se es “suficientemente entregado a Cristo”, no, es porque hay tanta incongruencia y contradicción en lo que eres y en lo que se vive y se predica allí adentro, que la gente, cuando nos dimos cuenta, lo que hicimos es simplemente dar el paso natural, que es abandonar algo dañino.

Aquí una pequeña anécdota acerca de esto: Recuerdo que cuando yo tenía “problemas de vocación” y ya no vivía en una casa del Opus Dei, de vez en vez acudían a mi numerarios “hermanos” a recitarme una refucilata de objeciones en favor de volver… ninguno de ellos permaneció en el Opus Dei… Es decir, que curioso que aquellos que defienden tu permanencia, acaben ellos mismos por abandonar… desde el “nume” de tropa como los más altos directivos… Eso habla solo del ciclo de descubrimiento de un engaño en cascada, cual fichas enfiladas de dominó.

¿Entonces para que eres numerario?... Todo se reduce casi casi al tiempo y disposición que esgrime el Opus Dei para que te dediques a ello en tu “entrega total”, en las labores apostólicas propias de la Institución. Pero esto es muy poco argumento. El día a día y sus 24 horas para cualquier persona en este mundo, (casado o no, en pareja o no*), sin pertenecer a nada, haciendo apostolado de ejemplo en la propia cotidianeidad de lo común y corriente, es suficiente para una “entrega total” (la cantidad de “medios de formación” a los que te dedicas no son lo prioritario, sino tu ejemplo de vida normal, y ese ya es inherente a tu nacimiento, o en todo caso, a tu bautizo).

(*Otra anécdota ahora sobre la entrega del corazón y del amor de una pareja de la madre guapa: Un argumento “solido” de perseverancia que muchas veces se nos decía entre pláticas era que “la única diferencia entre un numerario y los que no lo son es 1 mujer”… ¡vaya clase de cimiento sobrenatural para tu entrega!... Indignante y discriminatorio, pero así era… y todo se creía… literalmente como “burros”…).

Aquí van unos cuantos hechos que te pueden ayudar aún más para que consideres lo irrelevante de tu condición actual:

1. Ser numerario, numeraria del Opus Dei estrictamente no agrega nada al sentido de una entrega total. La vida ya tiene por sí bastante carga y requiere de personas sin etiqueta ni membresía de nada para ser ejemplo de vida y salir adelante. Lo que sí agrega ser miembro del Opus Dei es una serie de normas y reglas efímeras, que sola y literalmente subyugan a las personas, las encadenan a un formato de vida que por más que se diga lo contrario, es carga pesada y banal.

2. Ser numerario, numeraria no significa que a solo a ti se le aplica “el ciento por uno” porque sigas en el Opus Dei muy “entregado en ella” (a pesar de los pesares)… Esta promesa de Jesucristo es para toda persona que se entrega a Él en cualquier circunstancia de vida (casada o no), y esto puede ser sin ser miembro de nada: solo ser verdaderamente una persona común y corriente que atiende el llamado universal a la santidad.

3. Ser numerario, numeraria del Opus Dei no te hace ser un “elegido”, un “predilecto”, no eres un “superhombre”, no eres un discípulo “especial”… Por pertenecer al Opus Dei no eres “más amado” por Nuestro Señor Jesucristo. ¿Estás en el Opus Dei simplemente porque eres “predilecto”? Discípulos lo somos todos, el llamado es universal, “todos somos 12”, todos los hombres viviendo nuestras vidas verdaderamente ordinarias en presencia de Dios y luchando por acercar a otras personas al bien (si quieres, en términos de fe y religión, los bautizados acercando almas a la fe cristina, y si se es católico, a la religión católica, apostólica y romana).

4. Ser numerario, numeraria del Opus Dei no conlleva mayor valor a nuestra misión de vida cristiana, solamente conlleva el engrosar una organización que ha perdido el rumbo eficaz de su mensaje y misión (que maravilla sería si no fuera tan obtusa y soberbia, otro gallo cantaría, hoy tiene mucha fe en sí misma, pero poca Fe en Dios).

Entonces, ¿para qué permanecer siendo numerario, numeraria?... Siendo esta supuesta vocación al Opus Dei una mera invención de ellos mismos y siendo miembro numerario, numeraria que como vimos, estrictamente nada agrega (pero sí te objetan el “tiempo y disposición” para la organización), ¿para qué permanecer? Si renuncias a ella y abandonas el Opus Dei, esto no supone para nada que abandones o traiciones una causa noble (ni mucho menos que traiciones a Dios), sino simplemente el reconocimiento de esa invención claramente orquestada, un engaño en el que ya no se quiere participar. La causa permanece, el llamado permanece, de lo único que se prescinde es del lastre, y vaya lastre.

Aquí otra reflexión neural: ¿se necesita que el Opus Dei exista? Es muy complejo tener una respuesta sin más, pero si sí, ¿necesita miembros que se dediquen a tiempo completo en ello? Caeríamos en cierta paradoja al tema de este correo; y digo cierta (no total) porque tal vez estas “categorías” de numerario, numeraria simplemente deberían desaparecer -junto con la forzada “vida en familia”, mera simulación en las casas de la Obra- como parte de la búsqueda de la solución. El ser numerario, numeraria es algo opuesto a lo que precisamente se predica.

Cerca de terminar y para no dejar el comentario: Quien en el Opus Dei se “ponga gallo” (en el buen sentido) y que diga que todo esto es un montón de sandeces y que el sí es una persona “común y corriente”, que lo ha sido siempre y que hace lo que le viene en gana (si realmente es todo lo que dice), ese, créeme, dentro del Opus Dei es un caso de excepción, y que curioso que para ser una persona común y corriente dentro de este mundo, en el Opus Dei tengas que lograr ser excepcional (léase también lleno de privilegios), pero al final, también creo que estas vidas dejan un profundo desazón de lo que pudieron ser.

Bueno, después de este extenso correo (espero que haya sido de algún provecho), concluyo para ti: Si quieres vivir el llamado universal a la santidad siendo realmente una persona común y corriente (tú tienes la mejor decisión al respecto), déjalos a un lado y empieza a vivir literalmente como tal.

Imagínate sin ser del Opus Dei, ¿te imaginas? ¿puedes vivir y fomentar exactamente igual el mismo mensaje de santidad? ¡Claro!, es más, hasta con mayor eficacia con tus iguales, precisamente porque verdaderamente serias igual a los demás.

Te paso un tip: En uno de los correos leí que una numeraria, al tomar esta decisión, simplemente dejó una nota en la dirección de su casa e incluso mencionó que sus Padres pasarían por sus cosas… muy práctico e inteligente para no caer en las garras de las amenazas del pecado mortal, de sus dichos acerca de la desgracia humana que incurrirás por el abandono y peor aún, de la condenación eterna… Nada más lejos del amor de Dios y de sus deseos porque te entregues a Él, pero en el respeto total de tu libertad.

Amigo numerario, numeraria, realmente no necesitas ser eso, hoy te juegas tu hoy y tu futuro, la meta en Cristo es igualmente alcanzable para todos, piénsalo bien. Para cualquier camino que elijas, deseo lo mejor para ti.

JasonJonas

Publicado el Wednesday, 03 June 2020