El pasado viernes 19 de junio murió el Magister, así le decíamos, Julio Cueva Cuellar y ese fue el comentario del vocal de San Miguel en la comisión regional. El difunto, economista de la Universidad Nacional, buen amigo de José Ángel Gurría, actual Secretario General de la OCDE, al que se empeñaba en llevar al Centro de Estudios en la Ciudad de México, CIES, para pitarlo. “Le llevé, le traté, le pité”. Así decíamos en el Centro de Estudios como una muestra de poder proselitista y cuando se llenaba esa casa para 40 numerarios jóvenes,  que se volvió insostenible económicamente cuando ya eran 10 con todo y directores, curas, etc por lo que se tuvo que mudar a un edificio más grande, que era Residencia Universitaria, pero dónde hay otros dos centros de numerarios, Mercaderes e Iztaccíhuatl, que comenté en mi escrito del pasado 8 de junio y otros dos centros de supernumerarios, para ver si entretantos centros y gentes pueden mantener lo que fue una Residencia para 110 universitarios y sus directores, incluidos los curas y las instalaciones adjuntas de las mujeres con todo y escuela (Yazkin o Yalbi) para otras 50 residentes. La Residencia Universitaria se mudó frente a la Universidad Panamericana al edificio donde estaba el CIES y donde es más fácil llenarla con 40 Universitarios que con 110...

Le decíamos a Julio, hiciste millonario a tu Padre (epidemiólogo reconocido mundialmente), porque antes era billonario, pero por tus negocios quedó millonario. Lo conocí en casa de sus padres entre la Plaza de Toros México y el Parque Hundido en los rumbos de Mixcoac.

Murió en la ciudad de Guadalajara y con la salud ya muy deteriorada de tiempo. Al menos trabajó fuera de la órbita opus y tenía una pensión que le daba tranquilidad e independencia de tanto director correteando dinero, tema que estresa a los miembros del opus por la insaciabilidad de la cosa en ese tema.

Tres numerarios muertos en 20 días, siete en poco más de 9 meses, es casi un centro grande del opus que tienen entre 9 y 11 numerarios. Según el “chairo” vocal de San Miguel, un Catalán con apellido de bebida alcohólica, que éstas muertes recientes muestran la pujanza de la labor en México, que tiene a otros tantos numerarios viviendo por su cuenta; ahora recuerdo a Enrique P, Güicho M, Lázaro M, Gerardo N, Juan L-P, P. José Luis A, que tal vez ya no siga en la opus. Hace 10 años nadie estaba en esa situación o eran los que ya estaban por dejarla en lo que recibían su dispensa, pero la pujante labor los ha expulsado a vivir por su cuenta alentados mañosamente por la obra.

El Golfista del traje talar, o sea, el anterior consiliario en México quiso llevar el opus a la Ciudad de Mérida en el Estado de Yucatán pero no atinó con la familia “potente” en esa ciudad que lo pudiera ayudar con contactos y dinero y ha menguado en su intento de abrir una nueva ciudad como un éxito personal y de Dios.

Así como hablo de los centros que se cierren y gente que se va, deseo hablar de un caso muy particular que sucede en México, en concreto en la ciudad de Mexicali que es la capital de Baja California, estado pegado a California Estados Unidos Ciudad que en verano llega a superar los 50 grados centígrados, cuya principal actividad es la producción agrícola.

Resulta que, en esa ciudad, de alrededor de 750 mil personas, hace como cuatro años se abrieron centros de numerari@s, para atender decenas de supernumerari@s, al grado de que hubo que abrir un curso de estudios para ellos, de una labor que inició por su cuenta hace poco más de diez años, una mujer que fue numeraria inscrita, directora del centro de estudios de mujeres en la ciudad de México a principios de los años noventa. Casada con un supernumerario.

Por cierto, ese centro de estudios en la época de esa directora tenía llenos sus tres pisos, ahora lo han tenido que cerrar y lo abren cada que se junta un grupito de alumnas.

Ésta profesionista, madre de varios hijos, que le ha devuelto el esplendor de los tiempos del fundador al opus, no ha logrado que la readmitan como supernumeraria a pesar de que lo implora con todas sus fuerzas y que con su labor y obras demuestra sus deseos de regresar. Su celo apostólico, ser muy de casa, su vida interior, su buen espíritu, su razón de eficacia, con hijos que cuando cumplan la edad sin duda pasarán a ser miembros de la cosa en ambas secciones, pues resulta que con todas esas cualidades y su celo ardiente por las almas, no es pitable, toda esa vida opus no ha sido suficiente para que la admitan de vuelta a la obra por el gran pecado de haber sido una numeraria que abandonó su vocación y traicionó todas las maldiciones del fundador para los que se van.

Pero también les puede más la soberbia institucional y envidia clerical. Cómo una mujer va a conseguir más en su ciudad que el Golfista del traje talar con sus viajes mensuales a la ciudad de Mérida, sus oraciones, cilicios, disciplinas, pedir encomendar y el ser conducto de la voluntad divina sobre las almas de miles de personas. No Dios no se puede equivocar, no puede ser que una mujer consiga más en su ciudad que lo que hacen los directores de ciudades como León, Torreón, Chihuahua, Puebla, donde la cosa no ha prendido y su presencia es meramente marginal y para la propaganda y estadística interna que se machaca a sus miembros en crónica o noticias.

Esta mujer hizo al opus ir a Mexicali cuando lo que le gusta a la cosa es llegar y conquistar una plaza, dominar la ciudad. En Mexicali, una mujer, madre de familia conquistó al opus con su apostolado y los obligó a ir para atender a esas decenas de miembros que se iban incorporando rápidamente.

Ciudades como Hermosillo, San Luis Potosí, Culiacán, Querétaro, Aguascalientes o Montefalco donde hay colegio o universidad de hace más de 30 años, la labor de la obra se ha quedado congelada, detenida y es gracias a esos centros educativos que la opus tiene un poco más de notoriedad.

Las grandes ciudades del país como México, Guadalajara y Monterrey, gracias a las escuelas y/o universidades, y ahora parroquias, tienen un poco más de movimiento que se apaga año con año. Los centros que se cierran no se reponen y los cada vez menos miembros ahora más viejos, desilusionados y encabronados con la obra.

Ciudades más grandes que Mexicali que atiende el opus porque hay algún miembro como Acapulco, Morelia, Cuernavaca, Toluca, Tampico, Juárez, Obregón, Los Cabos, La Paz, Tijuana, Veracruz, Mochis, Celaya, se han convertido en un fardo para la obra que las tiene que mantener enviando numerarios, si es que aún van, a atender con cierta periodicidad y sin sacar provecho o beneficio para la prelatura salvo que un par de pitajes de supernumerari@s muy de vez en vez.

La prelatura se queja de que algunos miembros que abandonan, los atacan, pero cuando esos miembros que ya no siguen en la prelatura ayudan y trabajan por la cosa, no los dejan figurar y menos pertenecer.

Lo peor es que el opus ya ni siquiera reconoce cuando las cosas salen bien o les ayudan, quieren ser ellos los que mueven todo, vivir su alegría y tristeza, pero solo ellos, o tal vez la única alegría que entienden es la del dinero.

Los directores en México están vacunados de que alguien que deja de ser agregad@ o numerari@ regrese como supernumerario. Lo viví. Era el año 1983 en uno de los viajes de Portillo a mi país. En la casa de Mercaderes junto al Colegio Cedros. Pues resulta que del Portillo fue a visitar al difunto Manuel García Galindo, numerario residente en dicha casa, que llevaba años paralizado como resultado de una mala operación quirúrgica. Producto del entusiasmo, durante la tertulia, Casciaro le suelta a Portillo con gran alegría que Pepe Grinda acaba de pitar como supernumerario a lo que Portillo inmediatamente y frente a todos le responde, pues muy mal, eso no puede pasar.  Casciaro y todos nos entumimos por la fulminante corrección “del Padre”. Es que José Grinda fue de los numerarios que vino con Casciaro para empezar en México en enero de 1949 y dejó la opus después de unos años pero se quedó a vivir en el país y trabajar como ingeniero manteniendo contacto con Casciaro.

Por eso a Isabel M. no la dejan regresar ni a Mari Carmen B. o a Luis H de la T. que ruegan cada día a la corte celestial y a los directores de la prelatura que los admitan de vuelta como supernumerarios. El difunto Rafael Fiol se refería burlonamente a esas situaciones como sus hijos de banqueta, esto es, nunca serás de casa y tampoco puedes figurar si haces algo por nosotros, no te reconoceremos. A lo más que puedes aspirar es a estar en la banqueta del opus para que te sacies de las migajas.

Completo mi escrito del 9 de mayo de 2018, donde  faltó incluir otros médicos militares que pitaron en esa época, uno es el Sacerdote de la Prelatura Andrés Ocaña Cornejo que tengo entendido vive en El Salvador o Guatemala y otro es Miguel Ayala Fuentes que después de unos años dejó la cosa. Creo recordar otro más de apellido Cal y Mayor pero debo confirmar. Seguramente hubo otros muchos médicos militares que pitaron en esos años de estudiantes entre 1947 y 1953, además de los ya mencionados, y no siguieron. Espero que alguien sepa algo pueda aportar datos al respecto.

Esos eran los tiempos de muchos pitajes por lo que el opus se acostumbró a tratar a las personas como números o refacciones pues para los que se van siempre vendrán otros, sin embargo, eso ya no sucede. Ya no vienen. Se cuentan con los dedos de una mano los que pitan al año en México.

Por el Covid-19 se suspendieron las ordenaciones sacerdotales en mayo de éste año. Por lo que agregados o numerarios de México ordenados en los últimos años es, en el año 2017 no se ordenó nadie y en 2018 un agregado; en 2019 un numerario y en 2020 tal vez no se alcancen a ordenare los tres diáconos ungidos el año pasado. Posiblemente las ordenaciones sean en 2021. Esto está lejos de los pronósticos que se hacían en los años noventa del siglo pasado que arrojaban más de diez ordenaciones al año de numerarios, los agregados eran un “pilón”, o sea, un extra. Lo que era creer que tenían materia prima que podían malbaratar que ahora se les ha esfumado.

En Mexicali se han dado nuevamente los años de esplendor fundacional, ahora con los supernumerari@s, luego vendrán, posiblemente tal vez, sus hijos a pitar como numerari@s, ahora que se quejan en la prelatura de que por una sociedad cada vez menos cristiana no produce vocaciones. Creo que más bien al opus perdió el camino, si es que alguna vez lo tuvo, si no ayudas a la obra a su manera, no le gusta, de la misma manera que el opus quiere sufrir a su manera. Se puede decir que se han vuelto profesionales del sufrimiento y les encanta.

Lo digo Al chile

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