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 Tus escritos: La realidad supera la ficción.- Plutone

125. Iglesia y Opus Dei
Plutone :

—Oye, Patri, ¿nos ponemos con el trabajo de música? ¿Tú conoces algún opus?
—Ah, el Opus de no sé quién… Es muy famoso.
—¿Debalaguier?
—Sí, ese. En el piso de abajo hay un conservatorio o algo, ve a preguntar.

Ding, dong.
—Hola, ¿es el Opus?
—¿Por quién pregunta?
—Pues por alguien que me pueda informar.
—Muy bien, pasa. Mira, aquí está el oratorio.
—No, no, si yo no sé tocar.
—Bueno, la capilla.
—No, verá, tampoco busco ropa. Tengo que hacer un trabajo para el cole y quiero hacerlo bien. Yo soy de buenas notas, sabeusted. Por eso quería preguntarle por la obra de…
—Mira, vamos a sentarnos aquí. ¿Cómo te llamas?
—Pepi.
—Muy, bien, Pepi. ¿Tienes boli?
—Sí, claro, ¿hay que coger apuntes?...

—No, no, solo tienes que firmar aquí.
—¿Queridísimo Padre, quiero pedir la admisión como numeraria? ¿Eso qué es?
—Es para apuntarse.
—¿Y hay que pagar?
—No, qué va. Aquí vienen muchas chicas de tu edad. Ya verás, te va a gustar.
—¿Y qué hacéis aquí?
—Tú no te preocupes, lo irás aprendiendo por un plano inclinado.
—¿Un qué?
—Un plano inclinado. Poco a poco, a tu ritmo.
—Bueno, pero mi vecina y yo tenemos que entregar el trabajo la semana que viene.
—Estupendo, pues firma aquí y vente este sábado a las seis. Ah, y tráete a tu vecina, ¿eh?

Así es, poco más o menos, como Pepi llegó al Opus.
La situación era distinta, pero la cantidad de información que tenía sobre ellos, era exactamente la misma.
El plano inclinado resultó ser un tobogán de 25 metros que terminó en una piscina vacía. Digamos que se hizo un poco de pupa.

¿Ficción o realidad?
Ficción: Me he inventado una historia. Sí, pero ¿tiene algo de realidad? Veamos…
Realidad: El Opus Dei entra a degüello y a traición.

1. A degüello.
En nuestra historia, encaja el perfil.
En la realidad, si encaja el perfil, para el Opus Dei es más que suficiente.

¿Por qué encaja el perfil de nuestra historia?
1) La chica tiene más de 14 años y medio.
2) Es ingenua, se deja engañar.
3) Tiene buenas notas.
4) Su familia tiene dinero, porque vive en el mismo barrio, en el mismo bloque.
5) Es abierta; no hay más que ver que se ha plantado allí ella sola, es decir, no es tímida.
6) Tiene amigos con buen perfil: una vecina del mismo edificio y de la misma edad.
7) Si resulta que no son de tan buenas notas, como todos estamos pensando, no pasa nada, ya se arreglará. Es gente de dinero, todo tiene arreglo.

2. A traición.
En nuestra historia, el Opus Dei la engaña.
En la realidad, cuando un miembro del Opus Dei se acerca a ti brindándote su ayuda y amistad, te está engañando.
Ni su ayuda ni su amistad son sinceras cuando el fin es la captación. En su jerga, tu vocación.
Tu vocación, con la menor información posible.

¿Que no te ha gustado mi historia? (Jo…)
Bueno, veeenga, vaaaale, separemos la realidad de la ficción.

Segundo intento.
Pero ten cuidado, porque la realidad supera la ficción.

Ficción: Nombre de los personajes y situación. Sí, ya lo he dicho: toda la historia. Sigamos…, ¿te atreves a ver la realidad?
Realidad: Muchas personas entran en el Opus Dei sin saber lo que es.
Realidad: El Opus Dei no considera necesario dar esta información.
Realidad: En muchos casos, lo que esas personas saben es que el Opus Dei es una organización de la Iglesia.
Realidad: Desde hace unos años se sabe algo más: que su fundador ha sido canonizado.
Realidad: La conclusión lógica para muchas de estas personas es: si el fundador es santo, la Iglesia lo apoya y con esto me vale.
Realidad: En consecuencia, la Iglesia es tan responsable como el Opus Dei ante el engaño y la manipulación.
Realidad: El Opus Dei anima a los niños y adolescentes a escribir la carta de admisión sin que sus padres lo sepan.
Realidad: El Opus Dei les aconseja que tampoco informen a sus padres una vez que han entrado en la organización.
Realidad: Muchos niños que entran con 14 años, pasarán 3 o 4 años en el Opus Dei antes de que lo sepan sus padres.
Realidad: De las personas que entran conociendo la organización, casi ninguna sabe lo que comporta la vida como miembros.
Realidad: Incluso después de haber entrado, hay que seguir un “plano inclinado” por el que se te hará llegar esa información.
Realidad: En el momento de entrar, muchas —pero muchas— personas no saben los distintos tipos de miembros que hay.
Realidad: En consecuencia, no pueden elegir qué tipo de miembro desean ser.
Realidad: El Opus Dei trata de evitar esa información.
Realidad: De este modo, es la organización la que decide cuál es tu vocación, qué tipo de miembro debes ser.
Realidad: Es decir, tu vocación viene establecida por el Opus Dei.
Realidad: Es el Opus Dei el que decide: si eres joven, nume; si estás madurito (o durillo) de más, super.
Realidad: Es el Opus Dei el que estudia tu caso. Te analiza. A ti y tu situación familiar.
Realidad: El primer análisis lo realiza tu supuesto amigo o amiga.
Realidad: Ese amigo o amiga te está mintiendo. Su amistad no es real, puesto que lleva implícita un doble fin. Por ejemplo, si te deja unos apuntes, su fin real no es ayudarte a aprobar el examen; él (o ella) lo que quiere es que pases por el centro a recogerlos. Es decir, utiliza el hacerte un favor para que veas su casa, para que conozcas a otras personas y, sobre todo, para que otras personas te conozcan a ti, para analizarte.
Realidad: El segundo análisis lo hace el consejo local: director, subdirector y secretario de un centro. Personas a las que en muchos casos tú ni conoces.
Realidad: Estas personas se reúnen para hablar de ti a tus espaldas, te estudian a tus espaldas, te llevan la cuenta de todo.
Realidad: Estas reuniones son periódicas. Si, por ejemplo, eres hijo de supernumerario o alumno de un colegio del Opus Dei, serás sujeto de análisis, observación y conversación durante años y años.
Realidad: Son personas que te analizan a ti y a tu familia, tu estado de salud, carácter y hasta belleza, y el estado económico de tu familia.
Realidad: La información recopilada llegará a la delegación. Ahora sí, personas que de ningún modo conoces.
Realidad: En muchos casos, esas personas viven en otra ciudad.
Realidad: Estas personas, a su vez, informarán a otras. Incluso presentes en otros países.
Realidad: Se ha creado una red de personas que te conocen, a ti y a tu familia, y siguen tus pasos allá donde vayas.
Realidad: De nada de esto serás informado en ningún momento.
Realidad: Si no entras, y dejas de interesarles, jamás lo sabrás.
Realidad: Si entras, te darás cuenta al ver cómo se sigue este mismo proceso con otras personas.
Realidad: Si no estás de acuerdo en poner en práctica este proceso con otras personas, serás expulsado del Opus Dei.
Realidad: Los medios de expulsión son muchos y en todos ellos te harán ver que no tienes vocación o no has sido fiel. En cualquier caso, te harán ver que la culpa es tuya.
Realidad: Los métodos de expulsión también siguen procesos estudiados y personalizados de manipulación.
Realidad: Tras años de manipulación, muchas personas pierden la fe.
Realidad: Si la Iglesia permite la existencia del Opus Dei, la verdadera responsable de la pérdida de la fe es la Iglesia.

Plutone
Si ya lo decía Julio Verne, la realidad supera la ficción.
Y la verdad no solo la supera, sino que es aún más enrevesada.
Los ingleses lo saben muy bien: Truth is stranger than fiction.


Publicado el Monday, 22 June 2020



 
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