A las numerarias auxiliares, a las ex numerarias auxiliares que nos leen: PERDÓN.

A las que se tuvieron que escapar del Opus Dei planificando su salida, con lo puesto, porque no tenían dinero para poder hacerlo ya que les retenían su salario, perdón.
- Salí por la puerta principal, con valija, mis cosas, con dinero de mi sueldo en mi cuenta bancaria, pues Yo, señorita.

A quienes limpian y planchan, me limpiaron y plancharon mi ropa, mis medias, mi ropa interior, perdón.
- No me encargué de mi propia ropa, pues Yo, señorita.

A quienes lavan y lavaron mis sábanas y toallas, perdón.
- No toqué ni planchas ni lavarropas, pues Yo, señorita.

A quienes me preparan y me prepararon el desayuno y la merienda y cocinan y me cocinaron el almuerzo y la cena los 365 días de los 17 años allí dentro, perdón.
- No lavé platos ni ollas ni sartenes. No cociné, no hice compras en supermercado, no pensé en mi alimentación, no pensé nunca en qué iba a comer pues Yo, señorita.

A quienes plancharon camisas y sotanas, limpiaron medias y calzones y le tendieron la cama de los sacerdotes que nos atendían en nuestros centros, perdón.
- A los sacerdotes les abrí la puerta de entrada y de salida, pues Yo, señorita.

A quienes no les dan permiso ni les daban permiso por años de visitar a sus familias con la excusa de la pobreza y la dedicación a las tareas de trabajo doméstico, perdón.
- Mi familia me visitó muchas veces, yo viajé otras tantas a verlos pues Yo, señorita.

A quienes no permiten ni permitían usar la misma vajilla que las numerarias y numerarios, perdón.
- Disfruté de las Fiesta A, B y C con todas las cosas ricas que había en la mejor vajilla que hubiera pues Yo, señorita.

A quienes no pueden y no podían disfrutar de tiempo de ocio para pasear, para descansar al sol, para salir con amigas, porque siempre hay mucho trabajo o normas que hacer, perdón.
- Estudiar y trabajar me permitió moverme con bastante libertad y pasear y tener tiempos de ocio creativo y no tan creativo pues Yo, señorita.

A quienes no pueden ni pudieron elegir cambiar de trabajo porque su vocación divina lo prohibía, pues Dios las quería empleadas domésticas hasta la eternidad, perdón.
- Estudié la carrera que me gustaba, cambié de trabajos y hasta probé con trabajar en algo que no era de mi profesión pues Yo, señorita.

A quienes no tienen ni tuvieron fines de semana y feriados con el pretexto de que el trabajo de la madre de familia es 24/7, perdón.
- En una casa llena de bebés la madre y el padre se encargan de todo. Yo no era una infante y nunca me hice cargo de mi casa pues yo, Señorita.

Lulu