Aunque estuve a punto de dejar de leer en el primer párrafo del escrito del lunes de Antonio Moya Somolinos, me alegro haberme calmado y terminarlo porque me gustó mucho. La esencia de buenas personas en su familia, el acuerdo, el respeto a las ideas y que prime el cariño es fantástico. Toda su argumentación y datos sobre la realidad del Opus Dei y su relación pasada y presente con la curia, con el resto de la iglesia y con el Papa es magistral y le agradezco su aportación. Eso sí, desde mi libertad discrepo del comienzo de su escrito y proclamo que no hay tareas propias de ningún sexo. Ni el bricolaje, ni sintonizar la tele o poner lavadoras son tareas propias de ninguno de los dos géneros (se complica ahora si alguno se considera no binario). Es muy importante que esto lo dejemos claro cuando estamos hablando y defendiendo del tema de las numerarias auxiliares. Espero el prometido escrito del señor Moya sobre el tema de la denuncia en Argentina y su desafortunada frase de ayer no empañará el mismo y nos aportará una buena visión...

No sé, ni necesito saber, como Antonio ni ninguno de nosotros se organiza en su casa, como se reparten las tareas, si las tienen externalizadas… no sé si es solo un chascarrillo o es la realidad. Antonio tiene toda la libertad de escribirla y yo la mía de discrepar. No lo he compartido nunca. Seguramente como tampoco lo oculté en mis 42 años como numeraria, nunca estuve en labores de supernumerarias.

Recuerdo tertulias en los 80 en las que alguna comentaba lo buen marido que era algún supernumerario joven porque “ayudaba” a su mujer en la casa. Por entonces ya muchas supernumerarias trabajaban fuera del hogar y yo me enfadaba con la supuesta ayuda. Los hombres no tienen que ayudar tienen que hacer, al igual que las mujeres. Insisto, otra cosa es que libremente, en una pareja se repartan las tareas como mejor consideren pero sin achacarlo al género del ejecutante. Estoy convencida de que el Opus Dei nunca triunfó en el norte de Europa y en otras partes del mundo por el tema de las administraciones y las numerarias auxiliares. Las mujeres de esos países nunca aceptaron esos papeles pero creo que también a los hombres les chocaba esa forma de desenvolverse en los centros del Opus Dei. Estas formas cada vez están más desfasadas en todas las sociedades y quizás también sea una de las causas por las que el Opus Dei decae en todas ellas.

Si nos fijamos dentro de los cánones del machismo, el Opus Dei siempre se queda con lo que más le conviene. Adjudica a las mujeres una inclinación a las tareas domésticas y crea la figura de la numeraria auxiliar para que sea la que, dentro de esa familia que dice ser, se dedique a cocinar, limpiar, coser, planchar para que no lo tengan que hacer los demás. Además para organizarlo y seguramente para que “controle al servicio”, pone al frente a “la administradora” numeraria cuyo trabajo es ese control de las casas. Incluso crea en los 70´ una facultad de ciencias domésticas para formar a esas administradoras (nunca se admitieron hombres y terminó por desaparecer). Pero no se queda con la parte del bricolaje, de la fontanería, de la electricidad… artes en las que según el machismo el hombre es mejor.

No crea la figura del numerario auxiliar que se haga cargo de esas tareas para los demás. No crea en los centros de mujeres una zona de “chapas” para que vivan esos numerarios auxiliares que estén disponibles 24 horas para hacer el mantenimiento de todos esos edificios tan vistosos que posee el Opus Dei. No existe tampoco el numerario a su cargo (supongo que también se llamaría administrador) ni nunca ha existido una facultad de ciencias del mantenimiento (solo para hombres, por supuesto). Qué curioso que no exista la vocación de numerario auxiliar. Que el Santo, visionario y feminista según los miembros de su Obra, solo viera la parte ultra del cuento.

Por otra parte, es cierto que las numerarias auxiliares tienen un camino para reclamar las cotizaciones a la seguridad social no realizadas pero no son las únicas. No dejemos en sus manos la “caída” del Opus Dei (he leído estos días que muchos ven en esta vía un camino para que el Opus Dei desaparezca). Cuando dejé el Opus Dei se estaba viendo la forma de cotizar a la seguridad social no solo por numerarias auxiliares sino también por las numerarias (en la parte masculina supongo que era igual) que realizaban labores internas. Se hablaba de ver por quien se hacía y por quien no en cuanto a la edad. Se les dijo a las mayores de 50 años que no valía la pena hacerles contrato ya que no llegarían a cotizar por los entonces 15 años mínimos para tener pensión y que solo se haría con las más jóvenes. Me estoy centrando en España que es donde vivía. Con esto vemos dos cosas: a esas personas se les engaña ya que las cotizaciones no van solo a pensión sino a derecho a sanidad pública o derecho a paro si se deja de trabajar para esa empresa. Al resto de los españoles se nos engaña al no aportar a la caja común un dinero que toda organización está obligada a pagar por sus trabajadores.

El cotizar por los trabajadores también conlleva que esos trabajadores deben pagar sus impuestos por esos salarios. Al no hacerlo, también defraudan a la Hacienda Pública por el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. No sé si los pocos contratos que se hicieron siguen en vigor, desconozco quien es el pagador y la cuantía de los salarios. Por ejemplo, cuando me pongo a divagar cada vez que la mujer más poderosa del Opus Dei dice de sí misma que dirige a más de 50.000 mujeres, pienso ¿Cuánto cobra esta mujer con tantas personas a su cargo? Incluso me temo que con las subidas del salario mínimo interprofesional en España de los últimos años alguna modificación se haya hecho. Incluso ahora pienso que, si se empieza a hacer contratos a las personas que trabajan en labores internas (incluyo a las numerarias auxiliares) en el 2005 por poner un ejemplo, se reconoce que hasta la fecha se ha hecho mal.

A ninguna numeraria se le ocurrió demandar laboralmente al Opus Dei para que al menos cotizase por ella desde 2000 ya que la ley solo permite reconocer pagos no realizados por 5 años. Tampoco el Opus Dei buscó la forma de resarcir a esas personas de alguna forma, creándoles un plan de pensiones privado con cantidades acordes al tiempo trabajado. Eso daría lugar a que si esa persona dejaba el Opus Dei tendría algún soporte económico. En eso el Opus Dei no pensó. En España, si alguien ha salido del Opus Dei tras trabajar para ellos sin haber cotizado, podría reclamar esos últimos 5 años – a contar hacia atrás desde el día de presentación de la demanda- y no solo las numerarias auxiliares. Lo que sí sé es que numerarias de más de 65 años y que siempre han trabajado en temas internos y por tanto no han cobrado jamás un sueldo, cobran una pensión no contributiva. No es mucho, debe estar por debajo de los 500 euros mensuales, pero uno a uno de esos euros son robados al resto de españoles.

De forma anónima se puede hacer denuncias en la web de la Tesorería de la Seguridad Social de los casos que cada uno conozca. Lo que no te informan al ser anónimo es de la resolución. En Argentina y en España creo que sería buen momento de hacer estas denuncias de tipo económico dado el sesgo político de los dos gobiernos. Eso sí, por el apellido del ministro de Inclusión y Seguridad Social en España, me inclino hacia dos ministras, la de Trabajo y la de Hacienda.

Voliyo