Me gustaría hacer unas reflexiones que voy a dirigir a Antonio Moya pero haciendo saber que la respuesta a su correo dirigido a mí, es una formalidad, realmente es una reflexión en voz alta

Estimado Antonio,

Como bien dice es complicado expresarse por escrito en contraposición a verse cara a cara, aunque sea con mascarilla. Tanto es así que lo hice tan mal en mi último correo que al decir que fui numeraria 42 años, usted y sus amigas ex numerarias entendieron que soy un hombre y posiblemente catalán por la falta de cintura al entender los chistes. Le aclaro, de Madrid y mujer. Usted en cambio en el escrito al cual yo respondí escribió muy claro. De su frase “me dedique a las labores propias de mi sexo (bricolage del hogar, llevar la basura, tener a punto todos los artilugios electrónicos que hoy día tienen las casas, gestionar un nuevo contrato de electricidad, habida cuenta del revuelo ocasionado por las tarifas eléctricas, etc.)”, se podría entender que usted piensa así, que esas son labores que debe hacer un hombre o que era un chiste. Yo al menos lo entendí como un chascarrillo y por eso dije que era una frase mal elegida. Creo que en esto tampoco me expresé bien y como es muy importante para mí que no queden dudas, voy a intentarlo de nuevo...

Si yo, que soy mujer de 72 años, me despido de los miembros más jóvenes de mi familia (nietos de mis hermanos) diciendo que me voy a hacer labores propias de mi sexo: lavar los platos, planchar… se me van a echar encima diciéndome que no, que eso lo tienen que hacer tanto hombres como mujeres. Si su abuelo dice me voy a hacer las labores propias de mi sexo: bricolaje, cambiar la tarifa eléctrica… le dirán lo mismo. Si él o yo decimos voy a hacer las labores propias de mi sexo: hacer bricolaje, planchar el suelo, meter un pájaro a asar en la lavadora… sabrán que es un chiste y se reirán.

Antonio, como pienso, por lo que ha escrito aquí, que usted piensa como yo y que los hombres y mujeres valemos igual para un roto que para un descosido, por eso dije que era una frase desafortunada y quizás yo hubiera elegido otras tareas para hacer el chiste. Si usted entendió que le llamé machista, perdóneme. Me expliqué muy muy mal. Si en la sociedad actual es importante esto, escribiendo en esta web y hablando de numerarias auxiliares tengo la piel aún más fina.

En época de post verdad, el Opus Dei intenta enmascarar su historia y es, por ejemplo, el motivo por el que la jefa de las mujeres del Opus Dei sale en los medios de comunicación. Les interesa dar una imagen de modernidad y eso no lo pueden hacer con el Prelado que saldría con alzacuellos y roza los 80 años. Ella tiene unos 50 años y vistiendo de una forma juvenil, hablando de forma desenfadada y diciendo cosas como soy la mujer con más poder del Opus Dei, declaré en un caso de malos tratos de una amiga… creen que dan el pego.

La historia del Opus Dei es la que siempre nos contaron y contamos. Se pasó del "nunca habrá mujeres en el Opus Dei ni en broma" a, "los centros parecen cuarteles o monasterios y para dar ambiente de familia son necesarias las mujeres". Y ahí vino el 14 de febrero. Sobrenatural, campanazo y todo lo que quisieran contarnos que nos lo creímos y lo propagamos durante décadas. Incluso creo que se equivocan cuando mienten. Lógicamente nadie se cree que hay 93.000 personas en el Opus Dei de las que 50.000 son mujeres. Si nos quedamos en la mitad de la mitad… pero con esas cifras tenemos que para 43.000 hombres necesitan que 50.000 mujeres les den el ambiente de familia. Señoritos se queda corto. Como dice Mediterráneo, lo que necesita el Opus Dei de las mujeres es que les limpien y les den de comer y eso lo hacen las numerarias auxiliares. Quizás podríamos añadir que también necesitan a las supernumerarias para que nazcan más niños que con su buen hacer educacional terminarán siendo numerarios o supernumerarios que aporten grandes cantidades económicas.

En la mentalidad Opus Dei las supernumerarias no son capaces de aportar esas cantidades si no es por sus maridos. Es tan así, que si a los numerarios se les puede plantear la vocación de sacerdocio, a las numerarias siempre se nos dijo que tendríamos que estar disponibles para que si se nos pidiera, nos dedicáramos a la administración.

Sacerdocio o planchar suelos: igualdad y feminismo en el Opus Dei. En la última actualización de Opuslibros, escribe usted y escribe Mediterráneo sobre la situación actual del Opus Dei y son aportaciones brutales en contenido y sentido común. Les doy mi enhorabuena y las gracias a los dos por ello. Para mí tienen la misma importancia, fuerza y credibilidad estén escritas por alguien como usted con un nombre y dos apellidos en la firma que por ella con un Nick.

Ningún miembro de mi familia ha sido nunca del Opus Dei. Al contrario lo han odiado desde que yo, a mis 17 años entré en la institución. Yo conocí el Opus Dei en la universidad, en primer curso y mis padres no me pusieron nada fácil ser numeraria. Entonces la mayoría de edad estaba en los 21 años y hasta entonces no pude ir a vivir a un centro del Opus Dei. Mis padres amenazaron con denunciar al Opus Dei y a las numerarias de mi entorno por secuestro de menor. Durante años casi no tuve relación con mis padres y hermanos pero cuando con más de 40 años de numeraria me plantee dejar de serlo, se lo conté. Mi padre hizo dos cosas: poner a mi disposición un piso para que viviera mientras dejaba el Opus Dei con mi promesa de no darles esa dirección (la de mis padres la tenían) y poner a su abogado a trabajar conmigo en hacer una salida total y definitiva.

Cuando alguien ha estado tanto tiempo en una institución tan absorbente, tan totalitaria, tan injusta… ha firmado cosas, tiene a su nombre participaciones, acciones… en empresas, asociaciones etc., que no se llaman Opus Dei pero que están muy ligadas a él. Cuento un poco mi proceso por si puede ayudar a los que ahora dejan el Opus Dei. Lo primero fue revocar los testamentos previos. Fui a un notario e hice nuevo testamento haciendo expresa mención de que los testamentos previos eran sustituidos por éste y que únicamente ante notario podría yo cambiar el mismo. Esto es por la posibilidad de que, si el Opus Dei conserva un testamento mío no presentado en el registro de últimas voluntades, a mi muerte puedan hacerlo pasar por más reciente que el realizado por mí ante notario. También (esto es un poco paranoia mía) y como hay notarios y notarias que son del Opus Dei, reviso una vez al año que no han registrado otro posterior.

En internet vimos que mi nombre estaba asociado a mi trabajo profesional pero también a esas asociaciones y empresas vinculadas al Opus Dei. Los abogados me recomendaron que no me fuese sin saldar esas participaciones mías en la seguridad de que ni a ellos ni a mí nos convenía seguir ligados. Yo tenía miedo que hicieran alguna ilegalidad/alegalidad en esas empresas y que me cayera a mí el muerto. Ellos tenían miedo de que les pidiera dinero por esas acciones y se sorprendieron cuando les dije que solo quería no volver aparecer en nada que tuviera relación con ellos y que ni un céntimo quería, incluso que yo pagaría lo que correspondiese del incremento patrimonial que me supusiese. Se firmó todo y mandé la carta de dimisión dictada por mi abogado. Me llamaron para decirme que era muy fría y si no quería cambiarla, le dije que me alegraba que la hubiesen recibido y que no cambiaba nada. Desde ese día me considero fuera del Opus Dei.

Ayer vi una noticia sobre un hombre que perdió su herencia de su primera mujer porque ella había puesto como condición que no volviese a estar con otra mujer. Mis padres hicieron algo parecido conmigo y el Opus Dei. Tuve la suerte de tener padres longevos y pudimos pasar años después de mi salida. Con mi padre 4 años y mi madre 9. Su testamento, aunque yo ya no era numeraria, incluía a todos los hermanos a partes iguales y que mi parte (salvo la legítima y que está también amarrada a entregas periódicas) se la repartirían ellos si yo tenía alguna relación con el Opus Dei. Mas me vale no volver porque no sé de donde iba yo a sacar lo que llevo fundido para devolvérselo (chascarrillo, ni harta de buen vino).

Tengo amigas y amigos que no han sido del Opus Dei, amigas ex numerarias y también numerarias. En estos años algunas de las en activo pasaron a ser ex numerarias y, ya jubilada y por tanto con mucho tiempo, hemos intentado ayudarlas a nivel particular e individualizado de la misma forma que hizo mi familia conmigo (ayuda material y legal). El abuso sobre los miembros de esa institución es tan fuerte sobre todo sobre los numerari@s ordinarios o auxiliares que les marca la vida de forma irreparable, también en el aspecto económico.

Como decía usted en su último escrito el Opus Dei no debería entrar en el fuero externo y de forma tangencial lo debería hacer en el interno. Pero la realidad es que eligen donde vives, qué firmas, a qué te dedicas, para quien lo haces… y esos años no vuelven. El caso de Antonio Esquivias es muy generalizado entre numerarias y en la medida que puedo, ayudo a las conocidas a que antes de irse puedan conseguir algo de justicia. A las CONOCIDAS, recordemos también el caso de la numeraria auxiliar a la que intentó ayudar desde OpusLibros alguien y terminó siendo una trampa del Opus Dei que casi le cuesta una denuncia a un ex numerario. Esto es un ejemplo del por qué es preferible el Nick en algunos casos. Si algo nos caracteriza a los que fuimos del Opus Dei es el pánico al asociacionismo y realmente creo que solo desde el anonimato y de forma individual se puede denunciar casos y ayudar a personas concretas. ¿Cree usted que con los datos que estoy dando muchas numerarias y alguna ex numeraria no saben quien soy? No me importa. No quiero que se me asocie (y por transitiva a mi familia y amigos que poco tienen que ver con ello) con una secta, ni a favor ni en contra.

Gracias Antonio por sus escritos en OpusLibros donde creo que es muy positivo que usted los publique con su nombre (supongo que habrá muchos miembros del Opus Dei que lo conocen o hayan oído hablar de usted, no es mi caso) y como en todo, de la mezcla, de la diversidad de opiniones, se hace una gran web. Un saludo cordial.

Voliyo