Hay tantas causas y formas de vivir en un sinfín de afanes personales como un sinfín de personas existen y existirán. En ello hay millones de hombres y mujeres que se aferran 24/7 a diferentes causas en vida, así como millones de hombres y mujeres depositan sus ideales de vida en otros… Así que si alguien desea ser o hacer cualquier cosa que le suponga su felicidad (evidentemente excluyendo todo lo que suponga un daño a los demás), ¿quién es quién para juzgarlo?

Aludiendo al “numerario de barrio”, la verdad es que da gusto ver tu video de un día “común” para ti. Es atractivo y arroja un sentido aspiracional positivo de ser cristiano -como anuncio de 30 segundos de la tv que simplifica todo aspecto de vida- y no dudo que de verdad esos momentos sean genuinos para ti… Si tú quieres vivir como lo anteriormente descrito, allá tú. En tus videos puede ser real la felicidad que vives y que animosamente deseas transmitir (o al menos así lo expresas) y eso no tiene absolutamente nada de malo. En esos videos demuestras que eres uno más de los millones de usuarios de redes sociales que dicen ser felices haciendo lo que hacen, desde como colocarse maquillaje, impartir clases de yoga, o compartir instrucciones precisas de como cambiar una llanta.

Pero el problema amigo numerario no es esencialmente tu estilo de vida, el problema para ti es que ese estilo de vida realmente NO LO ELEGISTE TU… A ti TE CAPTARON en el mismo marco de las prácticas sectarias que usan las más deplorables sectas existentes en este mundo mundano, por más cristinas justificaciones que te plantees o que te planteen. Y cuando verdaderamente seas consciente de ello, es en donde empezará TU CONFLICTO, y comenzará la proyección de lo que ha sido y pueda ser tu verdadera vida.

Pero mientras te llega ese momento amigo numerario de barrio, te invito a ti y a todos los numerarios(as) que leen esta página, a considerar la siguiente reflexión: ¿COMO SE ES FELIZ EN EL OPUS?

Enumerar todas las circunstancias de situación y de aspectos emocionales/espirituales por las que algún numerario(a) “en activo” pueda considerarse feliz en el Opus no podría hacerlo. Cada quien hará esa valoración en consciencia y sin engaños (o con ellos) pero de forma general sí encontramos algunos numerarios y numerarias que son felices allí.

Lo que sí puedo hacer es mencionar algunas características que, a mi parecer, definen el que un numerario del Opus sea y/o pueda ser feliz allí adentro (hay que considerar esta relación como una matriz y por categorías, porque cualquier única mención puede no brindar por sí sola esta felicidad). Lo hago para que puedas compararte con cualquiera de estas, y si encuadras o si logras adquirir alguna de ellas, capaz de que efectivamente serás de los poquísimos numerarios felices allí (digo poquísimos porque, sin desmotivarte en ese afán, la mayoría que llega a una edad adulta en el Opus lo hace con un altísimo grado de amargura y frustración).

EL NUMERARIO FELIZ EN EL OPUS ES:

De pensamiento:

• El numerario recién pitado -o el tiempo que le dure esta inercia que pueden ser muchos años inclusive- que, en el quehacer y quehacer “divino”, no le darán tiempo ni de respirar. Pensar en cualquier otra cosa es precisamente impensable, y en ese quehacer se vivirán muchos momentos alegres. Este numerario es feliz por ocupación (al menos por ahora).

• El numerario que en su férreo pensamiento piensa que su vocación y el mismo Opus es realmente divino, y tercamente nunca no se objeta en torno a ello. Si éste persiste en su desvirtuado razonar, puede ser feliz toda su vida allí. Este numerario es feliz por ingenuidad.

• El numerario que considera a su sacrosanto fundador como el ejemplo y modelo perfecto de humanidad y humildad cristiana, y no se atrevería a reconocer que su santo también era ególatra y cruel. Este numerario es feliz por idolatría.

De independencia:

• El numerario que logra su autonomía económica y en ello se acarrea mucha seguridad en su futuro al no ser ya un impedimento para seguir o no seguir dentro del Opus. Este numerario es feliz por tener abierta cierta capacidad de elección.

• El numerario que logra un balance entre el “te obedezco” y “yo hago esto y aquello”. A conveniencia le dirán que esto ha sido siempre de su bendita libertad (claro, después de décadas de manipulación…). Este numerario es feliz porque experimenta esa cierta libertad (aquí encuadras amigo numerario de barrio al “permitirte” ser muy “moderno” con el uso de las redes sociales).

• El numerario que, por las razones que sean, logra vivir “fuera de casa”. Esta es una característica que abona enormemente para que un numerario pueda llegar a ser feliz. El hecho de no verse sometido al plan rígido de horarios le provee de mayor ligereza en su actuación y vive lo más parecido a lo que un simple cristiano común y corriente vive todos los días. Este numerario es feliz porque experimenta justamente “algo” de lo ordinario.

• El numerario que, en las mismas circunstancias anteriores, no tiene que convivir con “hermanos” fanáticos, pedantes, altaneros, soberbios y “friegaquedito”, todos tristemente amargados por la vida llevada dentro de. Este numerario es feliz simple y sencillamente por no verse contagiado por la “depre” y el triste ambiente “dentro de casa”.

(Dicho sea de paso, los espacios de la casa que proyecta el numerario de barrio para quien no conoce al Opus, pueden parecer muy normales, pero estos espacios -con mobiliario en muchos casos impecables o en apariencia muy ordinarios- son espacios muertos, lúgubres, fríos… Nunca podrán emular verdaderamente el entorno vivo de tu verdadera familia natural. Todo ello se vuelve una continua y habitual simulación teatral de los numerarios y numerarias para esforzarse por aparentar esa vida que ya no tienen, por eso cualquier cuchitril -expresión un poco ruda- para alguien de ellos que ya no vive allí es infinitamente mejor que “convivir” en tan lujosas u “ordinarias” casas).

De madurez:

• El numerario que logra desarrollar sensatez y carácter y ya no se anda con medias tintas con respecto a nada. No se cuece en lo absoluto con los típicos argumentos inverosímiles del Opus para todo. “Torea” todas las imposiciones del estilo de vida del Opus porque ya las conoce de pe a pa. En su madurez, hace TODO lo que se le pega la gana (cualquier cosa…). A mi parecer, sin ser lo ideal, es la RAZON MAS CONSISTENTE CON SEGUIR EN EL OPUS, aun en el caso de la doble vida (cada quien tendrá sus razones para ello). Este numerario es feliz por ver las cosas realmente como son.

• El numerario, en su caso contrario, en la que persiste su inmadurez a pesar de ser adulto. Se ve a sí mismo con un altísimo grado de entendimiento y comprensión del mundo y del hombre que hasta encumbrados doctorados filosóficos tendrá, pero en su nivel de inmadurez no ha sido capaz de contrastar su pensamiento con la “realidad real” de la cual es verdaderamente ajeno. Este numerario es feliz por infantilidad.

De consuelo y estabilidad:

• El numerario que, al observar amigos o conocidos, comprueba que la vida de los otros no ha sido del todo maravillosa. No está afectado por las vicisitudes ordinarias que ciertamente conllevan mayor estrés y preocupaciones. Este numerario es feliz por el consuelo de no tener problemas de algo que nunca vivió.

• El numerario que hace lo que profesionalmente lo mantiene estable y contento. Ojo, no hablo de ilusiones cumplidas porque esas se esfumaron desde el primerísimo momento de entrar al Opus. Este numerario es feliz como parte de un equilibro entre resignación y estabilidad.

• El numerario que se encuentra cómodo con este estilo de vida y se adapta a ello de una u otra manera. Tiene ya estructurada su vida y la visualiza solucionada por el resto de sus días (techo, comida, etc.). Este numerario es feliz por materializar su área de confort.

De cargo:

• El numerario que ya está acomodado en alguna posición muy “pipirisnais” dentro de la estructura jerárquica y de mando dentro del Opus. Ostenta su función y ejerce autoridad por sobre otros y eso le brinda satisfacción y propósito (además cree que sus decisiones tienen un impacto “divino” superlativo). Este numerario es feliz por encontrar cierto sentido de utilidad en su vida, pero el día que lo retiren de dicho encargo, ¡el derrumbe total!

NOTESE que no refiero que el plano religioso o espiritual dentro del Opus sea un factor diferencial de felicidad. Es decir, toda la fe y vida doctrinal vivida allí no es un elemento que realmente se distinga en la felicidad de los muy pocos que así se consideren dentro del Opus.

Cualquier numerario(a) adulto, si es realmente maduro (y, porque no decirlo, inteligente) distinguiría que la fe y religiosidad vivida dentro del Opus -a diferencia de toda la sociedad a su alrededor- no le supuso un camino “exclusivo” de paz y enriquecimiento espiritual. El vivir “cobijado” bajo las “mantos amorosos del Opus” no supone esa felicidad por sí (que además es puro alarde, no es real). La espiritualidad la puede vivir cualquiera en cualquier ámbito del mundo y en multiplicidad de formas posibles (para los cristianos por igual). Repito, solo si es maduro e inteligente lo verá, de lo contrario pensará que el Opus le ha brindado un aurea protectora y “divina” de fraternidad y de amor que supone su felicidad actual. De ser así, seguiría siendo tan ingenuo y -perdón por la expresión- tan tonto por la inmadurez que supone el no ver lo que tiene ante sus ojos (a todo esto, el numerario “pura sangre” diría: “A palabras necias, oídos sordos”, manteniendo su grado de felicidad, si es que tuviera alguna).

Es importante comentar que todas estas razones mencionadas por supuesto ocurren en cualesquiera otras circunstancias en la vida normal de cualquier persona sin ser del Opus (de hecho, el ser del Opus es un agregado circunstancial a estos aspectos comunes para todos). Es decir, se puede ser feliz en esta vida manteniéndose ocupado en lo que sea, siendo ingenuo o fanático, idolatrando cualquier cosa, viviendo de consuelos y resignaciones, teniendo una mentalidad infantil o, lo que sería más consistente con la madurez, teniendo una mentalidad objetiva y desarrollada acerca de la vida y de la realidad. A fin de cuentas, reitero, cualquier cosa que te haga feliz, ¿quién es quién para objetarte?

Sin embargo, lo que hace tristemente diferencial a estas formas de ser feliz específicamente en el Opus, es que su PUNTO DE PARTIDA fue una falsedad, una “vocación” inventada que derivó en la incorporación al Opus. El numerario no fue fundamentalmente quien decidió ser lo que es (no estaba completamente informado del todo y no es realmente consciente del engaño). Eso de que Dios lo eligió es una mera invención de la institución. Con ello el numerario lamentablemente nunca vivirá lo que hubiera podido el mismo decidir qué hacer o no hacer de su propia vida -ya sea que les haya ido bien o mal, eso no sería lo relevante-, sino que fueron ATRAPADOS sin tener tiempo de ver las cosas en real perspectiva. De allí que para el numerario con madurez estas razones no los convenzan ya y termine casi siempre por abandonar esa obra que lo ha manipulado desde el principio.

Habrá otras circunstancias en las que cada numerario pueda discurrir en razón de su felicidad, y todas ellas, en la valoración personal, son más que válidas (gente que de verdad se sienta ya muy compenetrado y a gusto con esta forma de vida dentro del Opus). Pero ojalá que estas no sean sustentadas con los argumentos simplones de un evangelio manipulado por el Opus: “Soy feliz porque soy FIEL a esta vocación para ser numerario(a) del Opus que me fue dada desde toda la eternidad…”. Si crees que tu felicidad consta de esto, bueno, pues como decíamos, cada quien con lo suyo… Este argumento es respetable por supuesto, pero la relación FIDELIDAD-FELICIDAD más bien consta de ser TÚ quien decide que es lo que quieres ser en tu vida, pero siendo numerario, eso ya no es factible para ti (aunque recuerda que hay más tiempo que vida -como dice el viejo refrán- y Dios siempre está contigo para lo que decidas hacer hoy).

Para concluir, ¿crees que serás feliz en el Opus? ¿Crees que vale la pena literalmente “apostarle” a ello? La felicidad siempre será algo relativo a cada persona; yo solo te diría que en el Opus te será muy difícil encontrar esa verdadera felicidad que surge de nuestra propia elección de vida y que humana y divinamente buscamos de forma genuina todos (aun a pesar de lo “fantástico” que aparenta ser la vida allí que nos comunica el hoy youtuber numerario del barrio).

LA ENTREGA CRISTIANA CONLLEVA FELICIDAD, pero la entrega en el Opus serán más engaños, incongruencias y desconsuelos que cualquier otra cosa.

JasonJonas

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