A quienes mandan en el Opus Dei:

Dios quiera que en 2022 hagáis un compromiso con la VERDAD. Han sido ya muchos años de engañar, de simular, de usar eufemismos, de dar gato por liebre, de picardías deshonestas…

Habéis ocultado la verdad en innumerables ocasiones (a autoridades eclesiásticas, a autoridades civiles, a bienhechores, a familias, a jóvenes, a niñas y niños… la lista es interminable). A partir de hoy, sed transparentes. La “visión sobrenatural” no debería ser nunca más un salvoconducto para mentir.

Dios quiera que en 2022 hagáis también un compromiso con la CARIDAD. Los abusos de autoridad y de conciencia que se han cometido con los de dentro, y el abandono en el que han dejado a quienes ya no les servían más, ya sea porque se quedaron sin trabajo, enfermaron, envejecieron o se fueron de la Obra, dan escalofríos.

¡Basta ya de usar a las personas! Eso no es cristiano.

Acompañad como se debe a quienes decidan irse. No como lo habéis hecho con nosotros, que hemos salido a escondidas, llenos de “culpa”, sin un solo gesto amable, sin un mínimo “gracias” por haberos dejado en vuestra “empresa sobrenatural” los mejores años de nuestra vida.

¡No seáis burócratas sin corazón!

Y un último ruego: por el amor de Dios, ¡dejad de usar la expresión “aquellos que se han sentido heridos”!

O admitís que les habéis hecho un daño concreto a personas concretas o mejor ya no digáis nada. Esa expresión es de un cinismo insultante.

¡Que Dios os de fuerzas para hacer lo correcto!

Harto