Cuando he leído en Opuslibros el paso de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei al dicasterio del Clero, no me he sorprendido en absoluto. Y no nos engañemos, los directores o prelaturianos, como yo los llamo, tampoco se han sorprendido.

Recuerdo perfectamente una tertulia en el año 1991 en la que varios directores hablaban, sin disimulo y sin hacerlo a escondidas, sobre que si se conoce bien lo que es una Prelatura personal, los laicos no forman parte de ella, solo los seminaristas. -¿Y los numerarios que están en el Centro de Estudios?, pregunté yo. Y uno de los directores me respondió "bueno, puede ser considerado un seminario menor. Serían parte de la Prelatura en potencia. Pero solo los alumnos de Cava Bianca y del seminario de Navarra son los únicos laicos que forman jurídicamente parte de la Prelatura". Otro director añadió en la misma tertulia que también son seminaristas de la Prelatura los varones con los estudios teológicos terminados y con disposición para ser ordenados. 

Esa tertulia la recuerdo como si fuera ayer. No digo los nombres y apellidos de los dos directores (uno de ellos director senior que trabajaba en delegación) por respeto. Pero podría decir el centro y los nombres de buena parte de los asistentes. Fue en una tertulia de medio día en Madrid. Aquí me planto. 

No nos chupemos el dedo. Ellos lo saben y lo han sabido siempre. Los laicos, excepto los seminaristas, NO FORMAN PARTE DE LA PRELATURA. Con catecismos de la obra y engañabobos similares intentan tener en una burbuja irreal a los de abajo. Pero ellos lo saben desde antes de 1982, antes de la bula UT SIT, donde ya vislumbraban el desastre.

Este Papa ha empezado a poner las cosas en su sitio. Pero, insisto, para ellos el cambio de dicasterio no supone una sorpresa. Son los reyes de la SIMULACIÓN. Para mí tampoco es sorpresa: un jesuita está poniendo a la Prelatura en su sitio. Para Escrivá esto tampoco sería una novedad. GRACIAS DE NUEVO, PAPA FRANCISCO.

Un abrazo a todos y a todas,

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