Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Álvaro del Portillo y las insignias pontificales.- Haenobarbo

125. Iglesia y Opus Dei
Haenobarbo :

 

Álvaro del Portillo y las insignias pontificales

Haenobarbo, 5/09/2022

 

 

Esta ha sido una historia contada de atrás para adelante. Cuando el 19 de marzo de 1983, en ceremonia llevada a cabo en la basílica de San Eugenio in Valle Giulia, confiada a sacerdotes del Opus Dei, el Nuncio Apostólico acreditado ante el gobierno de Italia, monseñor Rómulo Carboni, por expreso mandato pontificio procede a ejecutar la Bula de erección de la Prelatura Personal del Opus Dei, se inicia para la institución, un período de ajustes en todo orden: no siempre se es el primero en algo.

 

Contra los deseos y los planes de sus ideólogos, la prelatura había nacido un poco enclencle…



El Pontífice, a última hora y ya con la resolución tomada y anunciada de erigir la prelatura dirigió una carta a todos los obispos en cuyas diócesis había centros de la obra manifestándoles su decisión. El presidente de la Conferencia episcopal española, como ya nos ha contado Antonio Moya, dijo por entonces que él no recibió ninguna carta y que no sabía de algún obispo español que la hubiera recibido. En todo caso, hubo obispos que hicieron saber a la Santa sede su opinión negativa.

 

Por otra parte, el cambio de ubicación en el código de derecho canónico, que saca a las prelaturas personales del ámbito de las estructuras jerárquicas y la introducción de la cooperación orgánica de los laicos, en lugar de hablar de pueblo propio o de fieles, terminó de descolocarlos.

 

Lo que había quedado de la idea original de las prelaturas personales, ya no era lo suficientemente contundente y claro, como para que el prelado se presentara de un día para otro vestido como un obispo.

 

Es entonces cuando comienza la campaña por instalar en el ámbito de los teólogos y canonistas, que las prelaturas personales no podían ser otra cosa sino parte de la estructura jerárquica de la Iglesia, que era congruente con la naturaleza de la institución que el prelado fuera obispo y que los cooperadores orgánicos en realidad eran fieles que componían el pueblo propio de esa estructura, aunque con una doble obediencia: al obispo diocesano y al prelado, en las materias que les eran propias.

 

Se trataba pues de aplicar la famosa "psicología del anuncio" de la que hablaba el fundador: machacar tanto una idea hasta que se haga sustancia en la mente del que recibía el anuncio. Así, con el tiempo, la opinión construida de esta manera lograría lo que la ley escrita no había logrado.

 

En mi nota publicada el 24 de agosto pasado Sobre el uso de insignias pontificales, decía cómo el uso de estas por parte de los sucesivos prelados fue cosa progresiva; y lo fue así, tanto por la novedad de la institución, como por el deseo de ir ganando terreno poco a poco, sin llamar mucho la atención, sin provocar comentarios en los ambientes de la curia. No lo voy a repetir.

 

En una nota titulada "La última piedra", el número de Crónica de marzo de ese año, relata la ceremonia de San Eugenio, en la que no hay rastro alguno de insignias pontificales. Tampoco en Crónica de abril y mayo siguientes aparece el nuevo prelado usando la cruz pectoral o el anillo, lo que muestra que su uso no fue inmediata consecuencia de la erección de la Obra en Prelatura Personal.

 

Hay que esperar hasta 1985, más de dos años después de aquel 19 de marzo de 1983, cuando Álvaro del Portillo asume la plenitud de las insignias pontificales, para recordar, en dos misas solemnes sucesivas en Santa María de la Paz, el 14 y el 15 de septiembre, los 10 años de su elección a la cabeza de la Obra.

 

El Congreso General comenzó el día 14 de septiembre de 1975, cuando 8 directoras residentes en Roma y 23 delegadas regionales se reunieron para designar al que creían más apto para suceder al fundador. El día 15, se reunieron 124 electores, para - luego de oída la opinión de las mujeres- proceder a la elección, en la que como era de esperarse, resultó elegido don Álvaro.

 

 

 

La fotografía corresponde pues al solemne pontifical del 15 de septiembre de 1985, celebrado para la sección de varones. Flanquean al prelado, Juanra Areitio, maestro de ceremonias y un jovencísimo Tomás Alvira

 

El día anterior, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, lo había celebrado para las mujeres, y había estrenado mitra y báculo, aquella bordada por sus hijas.

 

La nota de Crónica cuenta que la noche anterior, es decir el 13, don Álvaro había colocado en el báculo, un trozo de la sotana que el fundador llevaba cuando falleció en 26 de junio de 1975 y con la que fue enterrado

 

Y el redactor explica, usando ya de la psicología del anuncio: 

 

"Cerrando la procesión, detrás de los ministros, de los maestros de ceremonia y de los diáconos, venía el Padre, que portaba la mitra y el báculo, insignias propias de los prelados con potestad de jurisdicción en la Iglesia. Nos emocionamos al ver a nuestro Padre y Prelado revestido con las insignias pontificales, que manifestaban bien a las claras su responsabilidad como Buen Pastor de esta porción del Pueblo de Dios que es la Obra.”

 

Habrá que esperar hasta el 7 de diciembre de 1990, poco más de 5 años de este 15 de septiembre de 1985, para que del Portillo sea nombrado obispo por San Juan Pablo II y recibiera la ordenación episcopal de sus manos el 6 de enero de 1991.

 

Al ver esta foto, caigo en cuenta que hay dos báculos distintos, este, barroco y dorado y uno más sencillo plateado con una almendra en la voluta, con un esmalte del Buen Pastor. La voluta del báculo que usa don Álvaro en esta foto, la compró el fundador, probablemente en un anticuario y se conservaba en la Casa del Fiume, la zona reservada para el Padre en Cavabianca. Para esta ocasión, se le hizo la caña, seguramente en Talleres de Arte.  

 

El otro báculo, el plateado con el Buen Pastor, que usaron don Xavier y don Fernando al tomar posesión de su oficio, es el que usó don Álvaro en la Basílica de San Pedro el día de su consagración episcopal. El dato no tiene mayor importancia a los efectos de esta nota, pero rectificar siempre es bueno.

 

Gracias mil a quien nos ha proporcionado los datos.

 

Haenobarbo

 




Publicado el Monday, 05 September 2022



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 125. Iglesia y Opus Dei


Noticia más leída sobre 125. Iglesia y Opus Dei:
El Opus Dei, Instituto Secular (III): Conmemorando las bodas de plata.- Idiota


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.116 Segundos