Hace unos días leí el artículo de Mediterráneo en el que salía un pantallazo de un wasap de una directora pidiendo a una auxiliar sus datos para firmar una carta. Hoy, día 3 de octubre de 2022, me he encontrado con la carta que en ese artículo se mencionaba, y me he llevado las manos a la cabeza. Ante la duda de que alguien la pueda borrar, me la he descargado en mi ordenador por si alguna auxiliar la necesita en el futuro y hubiera desaparecido. A fecha de hoy la carta está publicada en Internet, como muestra el enlace.

 En dicha carta aparecen los nombres y apellidos de 427 numerarias auxiliares, si no me he equivocado contando, ordenados alfabéticamente por nombre.

Si hay un tipo de información que es de máxima sensibilidad en la ley de protección de datos de los distintos países, es todo lo referente a la pertenencia religiosa. Y no sé qué habrán firmado esas numerarias auxiliares, pero una cosa es firmar una carta, y otra cosa muy distinta es autorizar para que un tercero publique en Internet, con nombre y apellido, que esa persona vive el celibato apostólico en la Iglesia católica como numeraria auxiliar del Opus Dei.

¿Y si alguna de ellas el día de mañana decide dejarlo? ¿Va a quedar de por vida registrado en Internet que ha sido numeraria auxiliar? ¿Dónde está el derecho a la intimidad de esas personas? ¿Y tienen en esa web las 427 autorizaciones firmadas para publicar esos datos suyos en Internet? Y aunque las tengan, ¿es legal hacerlo? Porque yo jamás he visto publicado en Internet un listado de nombres de los miembros de ninguna asociación, y menos aún si implica una pertenencia religiosa.

Y hay otro asunto. Con la campaña que sabemos que se ha hecho por parte de las directoras para que las numerarias auxiliares firmaran esa carta, haciendo una estimación a la baja, deben haberla firmado aproximadamente un 80% de las auxiliares que actualmente existen. Es decir, que el número de auxiliares debe rondar en la actualidad, como mucho, entorno a las 535 auxiliares en todo el mundo. Y el problema que plantea la publicación de esa carta no es solo para las que están en ese listado, sino para las que no están. Ahora todo el mundo (auxiliares de su centro y de otros, numerarias, agregadas, familias de las auxiliares, chicas que trabajan con ellas…) sabe quiénes han firmado la carta, y por tanto quiénes no. ¿Qué va a pasar con las auxiliares que siguen dentro y que no la han firmado, ahora que es público y notorio que no lo han hecho? ¿Alguien se ha planteado el daño que se le está haciendo con esa carta a quienes libremente no han querido firmarla? Porque se les está señalando.

En fin, cada día deseo más que la Iglesia intervenga a la Obra cuanto antes.

Agustina, gracias por todo lo que haces.

Aprovecho para decir que estamos con saldo negativo, para los que queráis contribuir económicamente.

Ananaru