Beren :
"A quien te aconseja encubrir de tus amigos, más le gusta engañarte que los higos"(cuento XXXII, El Conde Lucanor)
Pienso que la discusión sobre la adecuación del traje jurídico de la única prelatura personal, que con el reciente motu proprio reciente ha mostrado o iniciado el Papa Francisco, es sólo la punta del iceberg.
Pareciera ser que hubo ya, una discusión más esencial en el seno de la curia y la jerarquía opusina, con ánimo de ayudar y no de demoler, según cuenta este artículo...
Este debate se dará en la obra, en el próximo Congreso General? Conociendo el modus operandi, será un debate limitado, orientado, con temas y posturas previas, como adelantó el protonotario supernumerario en su carismática carta del 6 de octubre pasado. Ojalá el normal debate permita que sea vital, de fondo y no formal, sobre la vida misma de los laicos en el Opus Dei. En relación a los laicos que fuimos parte de esa institución, estoy seguro que somos escuchados mediante opuslibros, que fue y es un libre "comité", auténtico y diverso, donde hay testimonios de gente de a pie, realidades vitales, canonistas, juristas y profesionales. Agradezco a Agustina esta iniciativa y este espacio, abierto y pionero y que libró sus batallas para que se mantenga vivo y libre.
Por otra parte el Ad Charisma Tuendum no sorprendió a la jerarquía opusina, hay tela y conversaciones atrás, mitigación de daños, ríos de tinta y teorías teológicas desde Ratzinger y Ghirlanda hasta Fuenmayor e Illanes sobre las prelaturas personales. También amistad y respeto entre Bergoglio y algunos laicos y monseñores de la obra (Nannei, Fazio) que se habrán juntado a compartir unos mates cebados y ver algún partido de fútbol en Roma - sin selfies para l''Osservatore Romano o Crónicas, claro. Apuesto a que los lineamientos principales están ya trazados por el Papa y Ghirlanda, y que el "dilatta" no será una opción, siendo Bergoglio un hombre de hechos y práctico, aunque argentino. Menos mal que como Papa Francisco viene con gracia de estado y del Espíritu Santo. Con cosas peores tuvo que lidiar: tanto en la época de la dictadura siendo superior jesuita, como cuando fue apartado y relegado por su misma orden, como en la época del unicato peronista en la que fue duramente criticado y difamado por el poder político.Están también los resultados reales y vitales de una prelatura que hoy se pueden evaluar, después de 40 años, algunos buenos, algunos inconfesables otros pareciera ser bastante malos.
En todo caso, el motu proprio deja bien sentado que la vida actual y futura de una prelatura personal, es carismática y no jerárquica, es clerical, no es una prelatura nullius, ni una prelatura cum proprio populo, ni un ordinariato (qué bien les vendría ahora!) , ni una abadesa con pantalones y jurisdicción como la de las Huelgas. El traje elegido, querido, rezado y pedido por décadas e intención especial es el de la prelatura personal, escrito está en el Código de Derecho Canónico, en el Libro II Parte I "De los Fieles Cristianos", y no en la Parte II "De la Constitución Jerárquica de la Iglesia", por si hubiera dudas.
Interpela el Ad Charisma Tuendum esencialmente el rol de los laicos, así llamados hasta ahora, "del Opus Dei": pertenecen o cooperan? Que no vendan, confundiendo, una cooperación contractual con una pertenencia o con una vocación religiosa . La potestad del prelado sobre los laicos, si existiera canónicamente, es delegada hasta en sus aspectos más íntimos en un no siempre iluminado director local. Una potestad que obliga a entregar tiempos,dineros y trabajos, que impida ir al cine o comprarte calzones en soledad, ver tu familia y o entregar tu destino y tu forma de pensar y tu inteligencia. Una potestad ineludible, so pena de rechinar de dientes y dejar el barco. Esa potestad ni la tiene ni la tuvo ni un obispo,sea ordinario o extraordinario, ni los padres que nos engendraron ni las madres que nos parieron. Qué tipo de cooperación es esa? Que vínculo contractual temporario o definitivo puede ser tan profundo sin ser abusivo en el fuero interno y externo?
Leía lo de las 42, algunas menores de edad, llevadas de aquí para allá con pasaporte de dudosa procedencia, para trabajar gratis y dormir en tablas o en el piso, comiendo sobras, de ciudad en ciudad. No nos suena fantasiosa ni irreal a los que estuvimos, aunque suene a trata de blancas para la prensa, porque también es parte de nuestra propia historia. Tamaña cooperación! como que te subas al barco en Madagascar a los 14 años y medio y despiertes un día en el mercado de esclavos portugués del siglo XIX siendo mayor de edad. "Cooperación orgánica", será la de una gallina en una tortilla de papas, pero no la del cerdo en un buen jamón. Me tomo la libertad de aliterar el refrán, tanto tiempo puesto como ejemplo en charlas de formación de la obra.
Interpela el motu proprio también al mismísimo prelado y a su clero incardinado, no tanto en su forma de vestir, si importa algo hoy: que si la sotana tiene bordes rojos o púrpuras, que si hay que llamarlo notario, protonotario, obispo o prelado, que si puede llevar birretes, mitras o cruces pectorales, o zapatos rojos de Prada. Pero hete aquí que las futuras cabezas del Opus Dei no podrán ordenar sus sacerdotes sin la aprobación de la Congregación del Clero, medida prudencial que suele tomar la Iglesia desde hace milenios, para evitar que proliferen pastores que se crean propietarios de las ovejas, digo yo. Con un par de miles de sacerdotes y un par de seminarios internacionales, un par de cardenales y decenas de obispos opusinos, con alguna prelatura territorial encomendada y con un rebaño de unas 90.000 cabezas y otras tantas - o menos o más, sin contar las que se fueron del corral- no era un riesgo aceptable.
Francisco señala o sugiere una solución, la vuelta al carisma, a buscar la santidad en el trabajo ordinario y no en una obra corporativa o atendiendo señoritos, a ser laico normal sin ser asimilado a un religioso camuflado, ni creerse especiales o andar con narices paradas oliendo rosas de Rialp. Con sus derechos y deberes, que no son distintos a los de otros laicos, por más prelatura personal que sea. El camino para la obra pareciera no limitarse a reescribir nuevos estatutos secretos ni legislar sin más, sino a observar y escuchar la realidad vital, para plasmarla luego en la teológica y jurídica; sobrarán - quizás- praxis, ordos, y catecismos internos, glosas y cuadernos que hoy son impublicables, como ropa interior usada y remendada. En ese sentido el Opus Dei es experto en diseñar y ponerse los primeros trajes (primer Instituto Secular allá por el ''47, primer Prelatura Personal), y rezan y van a Misa diaria. Hay que confiar "a pesar de los pesares". Quizás llegó la hora de cambiarse el traje y de paso también la ropa interior, que no ajuste en los pechos ni barriga, tirar las fajas y corsés y que sea para bien. Nada nuevo bajo el sol, cuantas instituciones y órdenes en sus primeros 100 años se fueron adaptando.
Qué sucede si durante 40 años te quedas con el mismo traje - que se ve que no era tan a la medida del laicado ni de la Iglesia- y nadie más lo compró? Seguro que es impresentable y difícil de arreglar ya, con poca tela sana. Aunque haya prolíficos y pícaros canonistas que describan y justifiquen la conveniencia del traje, "el rey va desnudo" (o demasiado vestido), como el consejero Patronio expuso al Conde Lucanor en "Lo que sucedió a un rey con los burladores que hicieron el paño" (Cuento XXXII) Francisco hizo del negro palafrenero que, como no tenía honra que perder, verbalizó la desnudez al moro rey. Ya Ghirlanda y los Dicasterios aprobarán qué puede ponerse y qué sacarse.
Qué haría el santo fundador, con su santa pillería también ? Quizás iluminar las inteligencias de la jerarquía opusina ya no tan jerárquica.
Lo dijo él -o lo escribieron otros- cuando la obra andaba desnudita o en pañales: «yo no me encerré en un rincón a pensar a priori qué ropaje habría que dar al Opus Dei. Cuando nació la criatura, entonces la hemos vestido; como Jesucristo que primero hacía y después enseñaba.(...) Ni por un momento pensé abrir una acequia antes de contar con el agua. La vida, en el Opus Dei, ha ido siempre por delante de la forma jurídica. Por eso, la forma jurídica tiene que ser como un traje a la medida»
Un siglo después, pocos aceptan dogmas o verdades sin el tamiz de la inteligencia y de la verdadera fe, pocos firman contratos sin asesorarse antes, la libertad no admite esclavitudes, un padre o un presidente no es un rey. Las violencias de género, las "psicopateadas", los abusos económicos, laborales o morales, tienden a desaparecer y hay pocos secretos que valga la pena mantener, siempre que no haya nada que esconder.
Beren
Publicado el Friday, 21 October 2022
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