Recuerdo las horas eternas que pasaba encerrada haciendo las Bromas de Navidad que cada una del centro debía recibir. Me tocaba porque tenía facilidad para el dibujo.

Recuerdo la última vez que las hice, ya cansada de dibujar, recortar, pegar, armar... Esto no es "pérdida de tiempo"? Hace 5 horas que estoy acá sin parar. Además de tener la presión de que debían estar bien hechas porque era el momento de "cariño fraterno" ya que era el único momento del año en que alguien hacía algo así, de broma, de pensar en anécdotas graciosas que te habían pasado, de cosas de modo de ser. Algo que debiera ser espontáneo, que todas pudiéran hacer, decicandole tiempo, caía en una o dos personas y era algo "institucionalizado": te tocaba como encargo.

Hoy me preguntó si se seguirá haciendo, si en la sección de varones también lo viven... Qué triste la vida afectiva en los centros donde no podés tener amistad con tus hermanas y que hacia afuera llaman "las de.mi casa". Qué despersonalización convivir con hermanas eventuales, roommates con las que te une la Obra, su doctrina, y ese Espíritu Sobrenatural querido por Dios desde la eternidad para vos, no permite que tengas con ellas conversaciones personales, espontáneas, que compartas intimidades, sentimientos, emociones... Son hermanas en el lenguaje interno de la Obra pero en el lenguaje hacia afuera no se las puede nombrar como hermanas.

Raras. Distantes. Inconexas.

Y para tener un detalle de calidez y risa... debe ser Navidad, debe pasar por el filtro de la directora y debe hacerlo alguien como encargo. ¡Qué hermosura! ¡Qué dulzura! ¡Qué locura! Así es la casa de esta familia muy normal.

Lulu