Opuslibros - Carta del Protonotaro sobre la fraternidad.- Tienesunminuto

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Hoy ha llegado a todos los miembros del opus la última carta pastoral del protonotario. Monotemática: la fraternidad.

(Nota de Agustina. La carta se puede leer hoy en https://opusdei.org/es/article/carta-prelado-opus-dei-fraternidad/, no sé si mañana seguirá en la misma dirección)

¡Cómo estará el patio dentro para tocar este tema!

Ocáriz dice que...

la caridad exige comprensión. Que se deben evitar las reacciones de incomprensión hacia otras personas. Pero eso, amigo mío, no se le puede pedir a nadie cuando la incomprensión es hacia quienes en su forma de actuar, de dirigir o de exigir no tienen la misma actitud comprensiva.

No se le puede exigir comprensión a una persona cuando tiene que atender a alguien mayor con necesidades especiales sin tener ni idea de cómo hacerlo. Pero te lo mandan porque lo exige la fraternidad.

Si hubiera verdadera fraternidad, esa persona mayor estaría bien atendida por profesionales en una residencia especializada. Pero eso cuesta un pastón y ya se sabe, el dinero que dan los miembros de la obra sin recibo alguno se dedica a mantener delegaciones, comisiones, edificios, numerarios en labores internas, santuarios, etc, etc. Ellos son pobres.

El cuidado de los mayores del opus es un problema que ya les ha explotado en las manos. Nadie quiere ir a vivir a esas residencias de gente mayor que han montado donde hay un ambiente enrarecido; lo mejor es ir a dormir ahí y salir pitando por la mañana para no enfrentarse con todo tipo de enfermos. Uno acaba deprimido ahí. Quizás Ocáriz podría pasar una temporadilla ahí, a ver si sigue exigiendo comprensión a los demás.

Insiste Ocáriz en la necesidad de hacer correcciones fraternas. Pero ha llegado un momento en que los miembros de la obra se han dado cuenta que la corrección fraterna solo está al servicio de la obra: mantener el espíritu intacto, con todos sus pormenores y centenares de detalles que llegan a ser como obligaciones cargantes, yugos durísimos y absurdos. ¿De qué sirve que te digan en una corrección fraterna que has apagado las velas del oratorio en el orden equivocado?¿O que lleves una chaqueta a misa? ¿O que has merendado en sábado? ¿O que has dado un beso a una chica al saludarla, como es costumbre y natural en muchos paises? ¿De qué sirven, Ocáriz, todos esos preceptos? Para amar más a Jesús, sin duda que no. Para ser más opus dei seguro que sí. La corrección fraterna ha perdido en el opus el valor evangélico que debería tener. Por eso no se hace corrección fraterna, porque está al servicio de la institución. De la misma forma no se hace la cuenta de gastos, porque este acto está al servicio de la institución, para controlar, para fiscalizar la vida de los miembros.

Pero volvamos a la carta. Leed entre líneas el punto 4 de la carta:

De muchos modos nos ha insistido nuestro Padre en esta manifestación –a veces heroica– de la caridad: «Practicad la corrección fraterna, ne sit populus Domini sicut oves absque pastore (Nm 27,17), para que no aparezca esta Familia sobrenatural, que es la Obra de Dios, como un conjunto de ovejas sin pastor. Siempre he enseñado, hijas e hijos míos, que en la Obra cada uno debe ser pastor y oveja»

O sea, Ocáriz dice: "ahora mismo la Obra de Dios es un conjunto de ovejas sin pastor". Me alegro que lo vea tan claro como tantos miembros que viven el espíritu de la obra como les da la gana. La charla semanal solo la hacen unos pocos, el uso del cilicio y las disciplinas es irrisorio, la confesión semanal opcional, ...

En el punto 5 Ocáriz dice "Todos somos débiles y no podemos extrañarnos de que surjan en nosotros reacciones de contrariedad o de incomprensión hacia otras personas. Pero no debemos aceptar esas reacciones justificándolas". No te preocupes Ocáriz. Vas a ser tú el que se meterá en la piel de las personas que tienen esas reacciones y tratarás de comprenderlas y buscarás la causa de esas actuaciones y finalmente les justificarás y les pedirás perdón porque tienen razón en actuar así. Están hasta las narices.

Os cuento una anécdota de mi centro. A Un agregado mayor, delicado de salud, le animaron a dejar su casa donde vivía solo para ir a vivir a una de esas residencias donde al final acaban viviendo agregados muy mayores y muy necesitados de servicios médicos profesionales. La respuesta fue: yo no voy a vivir a esa casa de locos.

En el punto 7 dice "La comprensión tiene también una relación estrecha con esa realidad de extraordinaria importancia que es el perdón: pedir perdón y perdonar". Bien, pues dé ejemplo señor Ocárz y empiece usted pidiendo perdón a todos los miembros por tenerles bajo engaño. Dígales lo que le dice el Papa claramente, dígales que no son miembros del Opus Dei, dígales lo que se tiene que cambiar en los estatutos porque usted lo sabe; no les oculte nada porque todo se acabará sabiendo y luego será peor. Arrodíllese ante ellos y pídales perdón porque quizás así usted hallará perdón ante Dios el día del juicio. Ande, hágales este favor a los suyos.

En el punto 10 dice "Deseamos servir a los demás, sabiendo que así servimos a Jesucristo". Sí, muy bonito. Recuerdo esas convivencias de celadores en Castelldaura, una estupendísima casa de Barcelona, costosísima de mantener, cuando en las comidas aparecían las mujeres de la administración, sirviendo en silencio la comida a los señoritos. Sentía vergüenza ajena. Me recordaba las películas del oeste donde la servidumbre negra servía a los señores en la época de la segregación.

Perdone usted, protonotario, pero no creo que Jesucristo querría ser servido de esta manera, ¿o usted sí lo cree?

Mi consejo para los que siguen dentro: vivid la vida de familia con vuestras familias de sangre. La vida en los centros no es vida de familia. Esa no es vuestra familia. Cuidad a los vuestros y procuraos vuestro cuidado en un futuro próximo porque a vosotros el opus os va a dejar tirados o malcuidados, aunque os hayáis pasado vuestra viva entregando el sueldo.

Tienesunminuto

Publicado el Friday, 17 February 2023