Retomando el artículo que escribió Tuces sobre las auxiliares en su papel de instructoras, publicado el miércoles 8 de marzo del 2023

Cuando era niña recuerdo como me gustaba recibir mi muñeca en Reyes, solía ponerla al frente de las otras, para lucirla, enseñar a las otras que debían de ser igual de bonitas que la nueva. Así pasaba con las nuevas vocaciones…

Las presumían. Si tenían alguna preparación o estudios la ponían al frente. Si los años no nos habían maltratado lo suficiente nos ponían a un lado como la auxiliar madura, pero si pasaba con nosotros como con las muñecas, que con el tiempo se ensucian o se les rompía algo entonces nos escondían, nos dejaban atrás, para que las nuevas no nos vieran, no las fuéramos a asustar o a darles mal ejemplo.

Yo estudie en una escuela en México el "Instituto tecnológico Ondare". Aquel ambiente era muy jovial, todas las instructoras eran amables, alegres, siempre positivas y sobre todo muy deportistas, tenían que serlo para aguantar aquel ritmo.

Todas eran como aquellas muñecas nuevas, daban ganas ser así. Después ya siendo de la obra yo misma trabajé como instructora en esa misma escuela. Qué distinto se veía todo de este lado, qué presión nos ponían para que fuéramos casi perfectas a los ojos ajenos. Se nos capacitaba con clases, cursos, algunos incluso de un año. Sé de varias que acabaron yéndose después de esos cursos en los cuales, además de trabajar maratónicamente, había que estudiar y hacer apostolado y estar de buenas.

Esta imagen es una de las casas de retiros que administrábamos en la escuela, se llama Toshi, en otro momento hablare de ella y explicaré un poco.

El problema empezó cuando -como las muñecas- nos empezamos a romper, empezamos a bajar el ritmo, a sentirnos mal. Entonces las directoras decidieron enviarnos a otro centro, dejamos de ser las muñecas nuevas. Venían muchas detrás de nosotras ya que los internados eran los semilleros de las vocaciones de auxiliares, no importaba, venían más, hasta que dejaron de venir, hasta que fuimos más las que nos rompimos.

Sé que al día de hoy se están cerrando escuelas, Ondare ya no funciona como escuela porque las alumnas “ya no pueden ser menores de edad”. Qué ironía después de haber funcionado así desde los 80´s.