"¿No sienten que podrían dar la cara, no tener miedo, solidarizarse con el pedido de que nos hagan justicia y defender nuestra causa?" comenta Lucía en su escrito de viernes 17, refiriéndose a la escasa participación de los hombres.

Lucia, voy a explicar mi situación como ex numerario; las circunstancias de otros tres ex numerarios que conozco; y una reflexión final...

Cuando yo estaba allí dentro escuche de viva voz expresiones malévolas contra Alberto Moncada y María Angustias Moreno. He vivido "desprestigios que el opus dei ha hecho y puede hacer a los ex". Se corren ciertos riesgos a considerar. En unos casos, el opus puede ocasionar más daño, en otros casos menos, o ninguno.

En una institución que califica a los ex como "traidores a la Iglesia, traidores a Jesucristo, y traidores a las almas" puedo esperar todo lo intencionadamente malévolo por parte de quienes gobiernan allí dentro.

He trabajado hasta ser uno de los cinco mejores profesionales en mi especialidad en España. Evidentemente que podría firmar en apoyo a las nax. Pero, hay un "pero". El opus dei tiene mi historial clínico en el archivo de psiquiatría de la Universidad de Navarra. No soy tonto,-por así decirlo-; y considero que cuando interesa las situaciones personales se pueden "filtrar". En la Obra dirían, es para defender la obra; ó que mi firma "es un ataque la obra". (Esta última expresión la escuché yo en el caso Ruiz Mateos). De hecho al irme, habían personas en la obra que ya comenzaron a hablar de mi situación, haciéndome daño, dificultando mi re entrada en la sociedad. (Les he perdonado interiormente, y de viva voz a dos de ellos).

No me interesa firmar nada porque exponiendo mi nombre en público, iría contra mi mismo. Yo me quiero tratar bien a mi mismo, por la caridad que pide el primer mandamiento, (la misma que pide hacia el prójimo). 30 años de esfuerzo profesional, trabajando mucho, es un bagaje personal que defiendo. Además, por respeto a mis hijos, nietos, y el resto de la familia, mi historial psiquiátrico lo he mantenido en silencio. Solo mis padre y mi madre sabían de ello. Ambos ya fallecidos. Siete años empastillado, no suceden salvo que padezcas algo grave por dentro. Como he comentado, he llegado a ser de los 5 mejores profesionales en mi especialidad. No lo arriesgo por firmar con nombres y apellidos, y que algún miembro desde dentro, se le ocurra desprestigiar mi vida de trabajo.

Vamos a los otros ex numerarios que conozco personalmente. Uno es Jefe médico de un hospital importante, y tiene un hijo que es todavía es joven (fue padre tardío). Otro es catedrático de universidad, y el tercero es juez. Ninguno de ellos puede firmar y apoyar una petición a favor de las nax. Los juzgados, las universidades, y los hospitales son sectores en los que la obra está muy presente. ¿Para que identificarse y comprometerse en algo que puede ocasionar alguna represalia, y ciertos desprestigios? Dadas las consecuencias laborales que pueden ocurrir si firman, se exponen innecesariamente. Hoy en día, aparece en google todos los datos. Y en realidad, a estos tres no les da la gana, que es lo más importante porque son libres.

Te añado otro ejemplo. En la llamada "cacería a juez Garzón" desde un bufete dirigido por un numerario, se escribió un artículo, desprestigiando. Creo que en ABC. Cuando lo lei, pense... y ¿qué necesidad hay de esto? No quise indagar más pero sospecho el juez Garzón podía haber hecho algo que molestó a la obra. No sé si él era un ex). La obra actua asi cuando interesa.

Una reflexión final. El grueso de los ex que se han ido, están ahora inmersos en su vida profesional y familiar. Posiblemente están atravesando ese proceso de recuperación personal, social, económico, y de estabilidad emocional (e incluso quien sabe, de recuperación religiosa).

¿Sabes lo que es un "hit man"? Yo creo que la obra tiene sus "hit men". Les da encargos "especiales" para defender a la obra.

Los numerarios no teníamos la más remota idea de la situación que vivían las nax, y de los métodos de captación que se empleaban. A mi me hicieron una cf cuando contesté el telefonillo porque no había nadie de dirección en el piso. Cruzar información estaba prohibido.

También lamento que veas a los varones como "señoritos". Es cierto todo cuanto dices sobre los servicios que recibimos a través de vuestro trabajo doméstico. Ahora bien, considera que también estábamos nosotros muy cargados de trabajo. (Evidentemente diferente del vuestro). No te cuento las noches que yo me he quedado cuadrando la contabilidad del centro; además de mis estudios académicos, y los internos; atendiendo labor en otra ciudad los fines de semana; y con dos encargos más en el interior del centro; y a todo eso sumale una "labor personal" de la que yo era responsable y que daba dinero. De "señorito" nada.

En el centro de estudios me gustaba mucho una de las nax que nos servían, y creo que yo a ella, porque hicimos "contacto visual" mirándonos a los ojos.

un saludo afectuoso a todos, y en especial a las nax.

Hormiguita