Mensaje del prelado en la web oficial del Opus Dei. Me he tomado la libertad de completarlo.

Queridísimos: ¡Que Jesús me guarde a mis hijas y a mis hijos!

Acaba de terminar el Congreso general extraordinario y deseo escribiros estas líneas para agradeceros de nuevo vuestra oración.

Porque con vuestra oración hemos llegado a acuerdos que no os los digo porque la curiosidad no es propia de nuestro espíritu. Los congresistas han cumplido fielmente acatando todas las directrices.

Han sido días en que hemos pedido de un modo especial la ayuda del Espíritu Santo.

El vicesecretario general es muy amigo suyo...

Hemos constatado una vez más los lazos de filiación y de fraternidad que nos unen,

El estrecho vínculo de fraternidad que une a todos los miembros, por ser de carácter espiritual, no tiene ninguna manifestación externa en la vida social (Punto 121 de De Piis Servandis Consuetudinibus, página 71)  

así como el amor a la Iglesia y al Santo Padre.

Nuestra manera de inculcar el amor a la Iglesia no entiende que alguien ꟷnunca ha sucedido y con la gracia de Dios, nunca sucederáꟷ, pierda la fe tras su paso por la Obra. No querer atarse sogas al cuello es egoísmo. Del amor al Santo Padre seguid rezando para que cada día esté más cerca de Dios nuestro Señor.

Al mismo tiempo, en los ratos de familia que hemos vivido, resultaba fácil dar gracias a Dios por tantas iniciativas de evangelización y servicio a muchas almas en todo el mundo.

En los ratos de familia no hemos parado de reír. Se ha recordado cómo nuestro santo fundador obligaba a que se azotara en el culo, tras bajarle las bragas, a María del Carmen Tapia. Las numerarias congresistas aplaudían. Las iniciativas en todo el mundo, si chocan con las leyes civiles, son iniciativas personales que no tienen nada que ver con el Opus Dei.

Al confluir en Roma personas de tantos países, ha sido también natural tener muy presente todo el Opus Dei, a todos los cooperadores y amigos,

Alguien dijo que había que dar certificados de pertenencia a la Obra, que eso de no poder demostrar que somos o fueron ꟷcosa que nunca ha sucedido y con la gracia de Dios, nunca sucederáꟷ del instituto secular o la de la prelatura, supone un vacío legal. Otro hijo mío, psiquiatra, acudió en su ayuda. No ha habido numerarias auxiliares entre las congresistas, pero de su trabajo en atender a 300 hermanos y hermanas, lavar y planchar albas, amitos, bordar casullas, limpiar sotanas, hacer la comida, servir las mesas, y demás ocupaciones que les corresponden, no se olvidarán nunca.

rezar los unos por los otros y, especialmente, por los que vivís en naciones azotadas por la guerra, o por las distintas formas de pobreza y necesidad.

El mejor sitio para vivir y morir es el Opus Dei. Rezad por los pobres y necesitados, pero solo rezad.

Durante los días pasados, vuestras hermanas y hermanos congresistas han podido trabajar a fondo sobre las sugerencias llegadas de todas las regiones

Hemos tenido muy en cuenta incorporar veinte, veinticinco o treinta misterios del santo Rosario.

y va quedando perfilada una propuesta de ajustes a los Estatutos que responde a la petición del Papa en el motu proprio Ad charisma tuendum, y que será entregada en los próximos meses a la Santa Sede.

Los ajustes a los Estatutos quedan pendientes para otro día porque si no conocéis los actuales, sería muy largo hablaros de los nuevos.

Como os dije en el mensaje anterior, las sugerencias que no eran aplicables a lo que ahora pedía la Santa Sede se podrán estudiar durante las próximas Semanas de trabajo y como preparación del próximo Congreso general ordinario, que se celebrará en 2025.

Queda pendiente para la conclusión de cuántos misterios añadimos al santo Rosario para el año 2025. Ofreced la impaciencia.

Como también os adelanté, a diferencia de otros congresos en que se fijan algunas prioridades apostólicas, el objeto único en este caso era preparar la propuesta antes mencionada. Por esta razón, el resultado final sólo se podrá conocer tras el estudio de la Santa Sede, a quien corresponde la última palabra.

Sé que os extraña que sea a la Santa Sede a quien le corresponda la última palabra.

En los trabajos de estos días nos han guiado dos criterios fundamentales: la fidelidad al carisma que recibió san Josemaría el 2 de octubre de 1928 y la filial adhesión a la voluntad expresada por el Santo Padre.

El carisma, no es necesario que os lo recuerde, no está en los Estatutos. Está esculpido en nuestros Catecismo, vademécums, glosas, instrucciones, costumbres, decretos del prelado, las cartas de san José María… Todo aquello que algunos han dado en mal llamar “Documentos secretos” en lugar de “Documentos internos” como si no estuvieran a disposición de todos los que nos lo piden, incluso de vosotros.

Como pedía el Papa en el motu proprio, se ha procurado expresar con más claridad la dimensión carismática de la Obra (cfr. Ad charisma tuendum n. 4), que se vive y se realiza en comunión con las iglesias particulares y con los Obispos que las presiden.

Para expresar con más claridad la dimensión carismática de la Obra he pedido que se traduzcan a las lenguas vernáculas nuestros “Documentos internos” y que se repartan entre los obispos y especialmente se envíen al Dicasterio de la doctrina de la fe. Los informes de conciencia irán al Dicasterio de la Penitenciaría Apostólica.

La Prelatura del Opus Dei es una familia fruto de unos vínculos de paternidad, filiación y fraternidad.

¡Somos tantas cosas por la gracia de Dios! Fijaos en mí. Soy padre, hijo y hermano de todos vosotras y vosotros. También soy hijo de Dios e hijo de nuestro Padre. Soy nieto de los abuelos y sobrino de tía Carmen y tío Santiago. También soy hijo de mis padres de sangre, hermano de mis hermanas y hermanos de sangre, tío de mis sobrinos de sangre, nieto de mis abuelos de sangre... Un mar sin orillas.

Estas jornadas del congreso se han caracterizado por un ambiente de serenidad y también de buen humor, y por una activa participación de todos y todas.

Ved las fotos del congreso que están en nuestra página web. Respetamos los 5.000 kilómetros de distancia ¿o eran 10.000? entre santo y santa. Cuánta juventud, cuánta espontaneidad, cuanta variedad en el porte exterior. No se notaba que éramos de la Obra.

Cada uno se ha podido manifestar con total libertad, tanto en los grupos de trabajo como en las sesiones plenarias.

Comprended que no os diga cuáles han sido los títulos de las ponencias ni sus conclusiones. No tenemos nada que esconder, como sabéis.

Además, deseo subrayar que, al estudiar las sugerencias, se ha advertido una gran sintonía entre muchas personas de procedencia muy diversa, y de variada formación y cultura.

Venir con el español aprendido, vengan del país que se venga, es un signo más de la universalidad de la Obra.

Ha sido una manifestación elocuente de unidad en torno al “don del Espíritu recibido por san Josemaría” (Ad charisma tuendum, preámbulo).

La unidad ha sido tal que el próximo congreso lo vamos a celebrar entre los de la Comisión Central porque no hace falta tanto desplazamiento y tanto gasto para votar lo mismo. A la Asesoría Central le diremos que asista, pero sólo a la hora de votar, aunque ahora que me acuerdo ellas tienen voz pero no tienen voto.

Con la alegría de la Pascua y con todo cariño, os bendice

vuestro Padre y Agustina