JasonJonas :
“Un periodista español, un ingeniero ecuatoriano o un botánico nigeriano entre los 20 nuevos sacerdotes del Opus Dei” (Título en el portal ZENIT Noticias, Roma, 17.05.2023). A mi parecer, de forma sesgada, el encabezado no refiere preponderantemente que los susodichos recibieron este santísimo sacramento, sino más bien que los susodichos eran profesionistas de susodichos ramos.
Me asombra un tanto seguir leyendo encabezados como este sobre nuevas ordenaciones del Opus (que por cierto van en número decreciente por lustros ya). Es un ejemplo de muchas notas periodísticas que se aprecian siguen siendo diseñadas para tratar de enviar un mensaje alineado a una comunicación específica sobre el Opus: “Somos gente efectivamente normal, somos gente del mundo ordinario, somos gente realmente comunes y corrientes”. Pero sabemos que en el Opus SON MAESTROS DEL ENGAÑO y siempre tratan de comunicar algo que no necesariamente son (en aras de su “noble y santa” labor y como una forma de gancho y “appeal” para los demás).
Así el Opus puede enfatizar -entre otras cosas- cuatro aspectos...
1. El pretender comunicar ante el público en general ser personas “ordinarias del mundo” al tener estas profesiones.
2. Tener un cierto nivel académico-intelectual al haber logrado un título profesional.
3. Asumir en cierta forma que esta profesión fue ejercida (de no ser así, no tendría razón de ser nombrada).
4. Y que estas personas dejaron estas nobles profesiones para “entregar” su vida al Opus en el hoy sacerdocio (como decir también que vale la pena el sacrificio por el Opus).
Para las cuatro, aquí algunas objeciones REALES:
1. Los numerarios y numerarias no son gente del mundo, son prácticamente lo ajeno a ello. Es gente con vidas bastante rígidas con muy poco conocimiento del mundo real y de los verdaderos problemas de la gente normal (por más academia o profesión con la que cuenten). Podrán teorizar y pretender aconsejar a los otros sobre infinidad de mil temas humanos (por ejemplo sobre la pureza, de la cual son obsesivos por decirlo menos), pero son incapaces de entenderlos justamente por no vivirlos: Ellos están protegidos “de toda maldad” en sus casas y en sus oratorios, realizando normas de piedad cada minuto del día. El numerario(a) no tienen una consciencia real de la vida, pero sí tiene una consciencia completamente adoctrinada que PREJUICIA Y NUBLA la comprensión de la vida misma en el mundo real.
2. Reafirman su sentido de élite intelectual sin comunicarlo abiertamente como tal. El tener título universitario no es ni mucho menos malo por sí (aun sabiendo que un mínimo porcentaje de la población mundial accede a educación universitaria), pero sí lo es enfatizarlo como distintivo y requisito excluyente en una organización de carácter espiritual: Los sacerdotes del Opus TIENEN que haber sido numerarios, y para ser numerario NECESITAS haber obtenido un título profesional (un nivel intelectual que respalde este título).
3. Esto PARA NADA es certero, pudo alguien de los hoy aquí ordenados jamás haber ejercido su carrera profesional. Esto simplemente porque estuvo envuelto en todo momento en trabajos internos desde antes o desde el momento de haberse graduado; o haberla ejercido por muy poco tiempo sin que esto realmente represente su verdadero ejercicio. POR LO CUAL EL ENCABEZADO NO TENDRÍA VALOR ALGUNO AL SER COMUNICADO ASI: El recibir un título no lo hace a uno verdaderamente un profesional de aquello, en todo caso sólo un profesionista (que no es lo mismo).
¿Cuánta gente del Opus no ejerció realmente su VERDADERA VOCACION PROFESIONAL AL MUNDO? ¿Cuántos personas del Opus -rimbombantemente llamados periodistas, ingenieros, botánicos, abogados, doctores, arquitectos, contadores, etc. etc.- no desarrollaron a plenitud, medianamente o ni un solo día su labor profesional? (a costa de realizar trabajos internos de medición y control de almas). El Opus simplemente les arrancó este ideal desde la raíz, y de su profesión realmente no saben “ni jota” en la verdadera vida y ejercicio profesional.
4. Lo que entonces se pretende comunicar es el aprobar y respaldar a la Obra como algo bueno y que “vale la pena” tal sacrificio (“endorsement” dirían algunos políticos): Si jóvenes u hombres maduros PROFESIONISTAS de estos ramos toman esta decisión, entonces el Opus vale la pena o no es tan malo…
Repetimos, son MAESTROS DEL ENGAÑO: ¿El Opus vale la pena? ¿El Opus no es tan malo? Bueno, desde hace 20 años existen miles de testimonios y escritos REALES en esta página web -como también los hay en otros medios- que refieren al Opus como lo que es, destapando su real naturaleza y proceder (y pues que cada quien lo juzgue, pero ¡hay tanta tela de donde cortar!). Para mí el Opus no solo es malo, ¡es lo que le sigue!, sobre todo en la manipulación de las consciencias en niños y jóvenes porque no sólo se pretende acercarles a Dios sin más, sino que se pretende vincularlos e ingresarlos a las filas del Opus como institución (con todas las maldades que eso conlleva y arruinando sus vidas sin escrúpulos).
Aunque en este u otro casos el Opus argumentará no tener nada que ver con la edición o redacción de tales encabezados (incluso que así fuera el hecho, y su oficina de prensa no estuviera en nada inmiscuida), tampoco en nada se excluyen las cuatro argumentaciones formuladas hacia el Opus, ESTAS SE SIGUEN DANDO EN ESTA U OTRAS CIRCUNSTANCIAS.
Además, enfatizar en el encabezado o en el cuerpo de la noticia que el susodicho sacerdote “era” un profesionista (quien sabe, ya lo dijimos) no es algo realmente a resaltar: ¿Qué a lo largo de la historia miles y miles de sacerdotes diocesanos o religiosos no provenían justamente de alguna profesión? (ya sea haberla obtenido a la par del seminario o monasterio, o antes o después de haber ingresado a él). Pero el Opus ve esto como si fuera algo notable -insisto- para validar aún más el hecho de proyectar ser gente supuestamente común y corriente, COSA QUE NO SON, aunque ellos mismos se traten de convencer a ellos mismos con semejante idea.
Lamentablemente hay un 5to argumento -que se desprende de estas circunstancias- que origina y propicia el Opus con sus argumentos falaces y falsos con respecto a sus inventadas, maquinadas y manipuladas “vocaciones”. Y es justamente el que estas profesiones SE CORROBORAN NULAS por muchos ex numerarios(as) cuando dejan el Opus por diversas razones. En ese momento esa persona se pregunta a sí mismo: ¿Soy en realidad un periodista, ingeniero, botánico, abogado, doctor, arquitecto, contador, etc. etc.? ¿Lo soy?? ¡Si nunca he ejercido este oficio! Y el Opus se desentiende de ellos tal como se desecha un papel o cartón inservible que va directo a la basura de donde ya jamás se sabe de aquello (directo al olvido); y además poniendo trabas a todo tipo de relación laboral con todo el círculo de personas que hayan tratado con él en su momento (sobre todo en sus llamadas “obras corporativas”).
Muchos ex numerarios(as), después de años, lustros o décadas de haber pertenecido al Opus, tienen que volver a comenzar “picando piedra” como si fueran unos recién graduados, cuando en realidad la edad y la falta de haberse actualizado en su oficio ya es un factor muchas veces insalvable. Y otros JAMÁS podrán retomar lo que su verdadera vocación profesional les llamaba a contribuir a su propio crecimiento y desarrollo como personas, y jamás poder contribuir con estos oficios a sus ámbitos de sociedad y comunidad en positiva influencia. El Opus acabó de tajo con esos sueños, y el Opus -cínico como siempre- argumentará que ya no es su problema -que nunca lo fue- porque el vínculo era estrictamente espiritual: Cuando ya no se es del Opus, “allá tú y tus asuntos personales”... ¡Qué viles! Ese es el grado de enorme caridad en Cristo que su santo-bala les infundió y les legó como forma de actuación institucionalizada… ¡Y vaya que aprendieron muy bien al ejercerla!
Para todo miembro hoy del Opus: No se trata de preservar a la manera que el Opus te dice que tienes que seguir y continuar “fiel a tu supuesta vocación” (ya hablamos de eso en otro correo), sino se trata de despertar a la vida -incluyendo por supuesto al verdadero ejercicio de tu verdadero oficio y vocación profesional- a la manera que tú mismo y tu consciencia abierta y libre así lo decidan.
En fin, en el Opus siempre existe la DOBLE CARA y el mensaje escondido, que cuando uno se da cuenta ya está ENVUELTO EN LA COACCION Y EL CHANTAJE de “la entrega generosa a Dios”. El Opus, cual mata inútil, seguirá haciendo su luchita por aquí y por allá, utilizando chapuzas como estos encabezados y mil artimañas más. El Opus se empeña en no desaparecer a pesar de que se deba de extirpar de todo terreno fértil para la libertad de tantos y tantas hombres y mujeres del mundo que NO LOS NECESITAN EN LO ABSOLUTO; pero tristemente seguirán atrapando a muchos ilusos, ingenuos, inocentes y BIEN INTENCIONADAS almas como las de este periodista, este ingeniero y este botánico -y sus 17 colegas más- que el 17 de mayo dejaron ser lo que verdaderamente deberían ser y hoy son pobres* sacerdotes numerarios (y que más de alguno así lo reconocerá al paso del tiempo).
Total, en este mundo siempre habrá matas dañinas que remover para el propio desarrollo de todo hombre y mujer en él, y por eso el alertar sobre el peligro del Opus nunca estará por demás. Por eso deseo verdaderamente, amigo(a) miembro del Opus, que cada vez que leas sobre todos estos correos y alertas, te muevas a la acción y te vuelques a tu libertad, alejándote y dejando al Opus atrás de tu camino personal y profesional.
JasonJonas
*Pobres por ser del Opus, no por ser sacerdotes.
Publicado el Friday, 23 June 2023
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