Opuslibros - Todo está justificado o todo está permitido.- JasonJonas

JasonJonas :

Con estos amigos… para qué quiero enemigos” reza el viejo refrán. En estos momentos turbulentos para el Opus, por las sacudidas de orden y corrección jurídica eclesial que les ha impuesto el Papa (que derivarán también en una sacudida normativa en su cotidianeidad, lo quieran o no), leemos muchos titulares de quienes defienden al Opus y sienten que todas estas acciones son del mismo demonio, encaminadas a dañar o exterminar a una institución que procura y hace el bien (muchos incluso llaman anticristo, antipapa o sede vacante al papa Francisco). Algunas de estas personas -no digo que todas, porque las hay siempre fanáticas, recalcitrantes e intolerables- pueden actuar en buena conciencia, porque lo que ellos tal vez han experimentado han sido cosas positivas del Opus...

¿Cómo no decir del Opus que es una institución necesaria para la Iglesia si hablan en todo momento -cuanto más en tiempos difíciles de descomposición social y de pérdida de valores- de amor a la iglesia, de amor al Papa, de oración y de hacer todo por Dios? ¿No es esto lo que Ocariz replica decir de su fundador en la defensa del carisma de la institución en todos los fieles del Opus?

Hace poco mencionaba que en el Opus lo que existe en pura demagogia, y que las frases positivas o de experiencias individuales llevan a forjarse una idea convincente -llena de convicción- sobre el Opus; sin embargo, para quien ve con buenos ojos al Opus, hay que recordarles un principio básico en el hombre: absolutamente nada malo justifica el más grande o el más ínfimo bien (en sus diversas formas, escalas o circunstancias). La moral cristiana (que no es única) habla de que en un momento dado se permite el menor mal, cuando en sus circunstancias no hay otro desenlace, pero ojo, repito, permite pero no justifica: hay un abismo enorme entre ambas. Por eso la frase de Maquiavelo jamás será correcta.

Aun en estos tiempos de motus proppios, nuestros “amigos” del Opus nuevamente están perdidos en sí mimos, en la siempre autoalabanza hacia su Marqués de Peralta, y en una obsesión enfermiza en donde todo, absolutamente todo lo que ellos hacen y dicen, ES DIVINO. De aquí que sigan HACIENDO EL MAL UN DIA TRAS OTRO y se defiendan -sin reconocer en nada todo lo que se les objeta- con estas publicaciones y frases muy cristianas que bien se decía los hacen ver más como víctimas.

Creo que un gran problema neural dentro del Opus es precisamente considerar todo lo que son como si fuera divino, sin mancha y error. Por eso el Opus no tienen la capacidad de ni siquiera plantearse el juzgar ningún dilema. Para el Opus los dilemas no existen porque o todo está justificado, o si no justificado, todo está permitido. Para ellos no hay dilema alguno que atender en “tratar” a un niño(a) de 14 años y llevarlo -por todos los medios posibles a su alcance de feroz apostolado, engaño y PROSELITISMO- a ser numerario(a) del Opus. Esto para ellos es totalmente válido y es un acto de bien. Así actuó y enseñó su sacro-santo-bala fundador porque así, según él, actuó NSJ (que yo lea, jamás en la biblia Jesús ejerció coacción permanente y constante sobre nadie, ni muchos menos en niños; sí invitaba, sí sugería, incluso hacia planteamientos exigentes sobre de, pero siempre en un total marco de libertad en donde jamás presionaba ni amenazaba con ninguna condena de no hacerlo, ni muchos menos engañaba a ninguno sobre ese camino a recorrer -plano inclinado le llaman ellos- para ser su apóstol).

Es importante analizar que para un observador externo (persona con capacidad crítica, capaz de razonar y discernir, y no como alguien del Opus ya adoctrinado, que ya no tiene dicha capacidad) que en primera instancia en esa acción de dizque “trato de amigo” habría una manipulación total de consciencias, lo cual sería algo completamente INJUSTIFICADO a todas luces. Pero incluso si el Opus se defendiera diciendo que esta labor procura un seguimiento a Cristo y resultaría en un bien mayor espiritual para aquella persona (como puede argumentar todo el que defiende la labor del Opus), ese mismo observador -pensante- vería entonces que en el Opus en todo momento lo que se realiza son cantidad de actos PERMISIBLES para llevar a ese niño “a una entrega total a Cristo”, más allá de su libertad, y más allá de instrumentar y materializar el engaño como sus medios. Resultado: Maquiavelo en su más pura expresión (en el Opus seguramente no estarán de acuerdo con su dicho, pero en los HECHOS son sus más fieles ejecutores, liderados por su “santo de sí mismo” Escribá, en donde este actuar fue su constante de vida).

Una consecuencia irremediable de este proceder es que, en el Opus, por un lado, NO SE VE dilema alguno en estas y todas sus obras como institución (incluso nunca se plantean si aquello acaso fuera JUSTIFICADO): Ellos hacen el bien y todo lo demás de forma colateral ni siquiera se observa. Y, por otro lado, si alcanzara el Opus -en alguna circunstancia en donde haya consecuencias- argumentar en razón de bienes mayores por sobre bienes menores (viceversa en los males), entonces todo lo que ellos hacen es totalmente PERMISIBLE (en razón de esas frases bonitas de amor y caridad que mencionamos arriba). Repito que más de alguna persona -miles también- hayan experimentado cosas positivas dentro del Opus, pero cada una de esas personas deberían voltear y mirar LOS HECHOS y RECONOCER LO MALO en su camino, y jamás justificar ni permitir el haber realizado de origen ninguna obra que acarree el mal, por más bien que esto suponga.

Puedo definir al Opus de forma contundente: UN ESENCIAL SUBYACENTE DE MAL EN UNA SUPERFICIE DE BIEN. De aquí su enorme peligro y la dificultad de verlo con claridad para quienes solo “han visto” o solo “desean ver” las cosas positivas en esta institución.

Así pues, todo está JUSTIFICADO en el Opus, o todo está PERMITIDO en el Opus (cualquiera de las dos), porque TODO EN EL OPUS -así lo creen- es de Dios: manipular consciencias, explotar laboralmente, no remunerar, testamentar a favor, engañar a los padres, coaccionar a los niños, medicar sin reparo, defender sus patrimonios (que dicen no tener, todas fincadas en sus asociaciones derivas), desprenderse de quienes ya no son útiles, decir que quienes actúan lo hacen a título personal y no por influencia del Opus, etc. etc. etc. todo esto es colateral y no tiene ni razón de perdón ni razón de omisión.

¿Y cómo no estar así cuando su mismo Prelado, Protonotario o Moderador no quiere ver las cosas con la claridad de hechos que estos conllevan? El mismo Ocariz está perdido en estas consideraciones: Recientemente da a entender que mucho (o todo) de lo que se piensa del Opus es producto de “equívocos” … ¿Equívocos? Tan claro es el Papa y tan claro es el daño que ocasiona el Opus que aquí no hay en lo absoluto equívocos, más bien Ocariz continua en la demagogia y en sus propias razones de justificación y permisividad de siempre (jamás de reconocimiento y perdón).

Para quienes defienden al Opus (que están en todo su derecho) hay que recordar que también es un principio humano el siempre defender lo que es defendible (como todas las frases bonitas de arriba MIENTRAS QUE SEAN HECHOS y no solo palabrería), y lo que no es defendible -ni moral ni racionalmente- jamás debe procurarse defensa, como lo son todos los actos comunes y constantes del FRAUDE NORMATIVO de los que el Opus ha justificado y permitido hacer desde su fundación. Aquí no hay defensa, solo demagogia.

Retomo la frase inicial: “Con estos “amigos” para qué quiero enemigos”... ¡Ay Opus! Si acaso hoy abrieras tus estatutos a una real REFUNDACION, e hicieras realmente tuyas esas palabras de Cristo y nada más: “Ama al prójimo como a ti mismo…”. ¿Dejarías entonces de justificar o permitir tus acciones de constante mal?... ¿Permanecerías sin cambio en el “actual carisma” del Opus? Esperemos que el Papa ni justifique ni permita.

JasonJonas

Publicado el Friday, 01 September 2023