Nos reímos a carcajadas con la anécdota que nos contó una amiga en una reunión on-line que finalmente logramos tener varias exnumerarias auxiliares y yo.

Una numeraria auxiliar (asisstant numerary, en Irlanda), hermana de una de mis contertulias, salió a servir la mesa del director en un día muy ajetreado, fiesta A o algo así. Estaba recogiendo los platos con ambas manos llenas cuando sintió claramente que el cilicio se desató y cayó al suelo. Ahí lo vio, imposible de recuperar. En una reacción estelar, lo pateó y lo envió volando certeramente a una esquina del comedor. Acto seguido se dirigió a la puerta con cara de “aquí no pasa nada”, y entro al office anunciando agitadamente “the chain fell off, ¡the chain fell off!”. Por esas tierras el cilicio se llama ‘the chain’, la cadena. Entre la conmoción y las risas de las otras auxiliares, el artefacto tuvo que esperar a que ese terminara la cena para ser recuperado.

Tras esto, hablando de críos, la conversación derivó a un aspecto del que yo no había tenido conocimiento. A las numerarias les estaba prohibido cargar bebés o niños pequeños, para no despertar ‘el instinto maternal’. En algunos países esto no se aplicaba a las auxiliares (carecían de tal instinto?) y en otros sí, según me contaron las interesadas.

Noob