Muy buen miércoles para todos los lectores.

Te agradezco de corazón lo que has contado de ese director miserable, hay que tener un corazón muy estrecho para decir que no era para tanto el servicio de hotel de 5 estrellas que se da en la administración, sobre todo a los señoritos como ese director.

He visto hace poco a una nax un sábado por la tarde que volvía a su centro para cumplir las normas, después de servirles el almuerzo a los señores. Y para mi sorpresa y la suya, nos volvimos a encontrar cuando ella regresaba al centro para servirles la cena.

No pude parar de pensar ese sábado en esa nax, la conozco, trabajé con ella, era alegre, eso ya no se notaba. Me hizo acordar lo que yo pasé los días sábados y domingos dentro del opus. En lugar de salir a caminar o a tomar un café con amigas, tenía que estar sirviendo a los señores. Hace una década que ya no. Gracias universo divino que tomé fuerzas y me fui.

Ese día yo salí a caminar y a charlar con una amiga, volvíamos felices, pero el ver a esta nax me dejó mucha indignación. Yo disfrutando y ella con la rutina de todos los días que tanto abruma y aburre.

No veo que hayan cambiado los directores del opus al respecto del trato con las numerarias auxiliares.

Un abrazo.

Lina