¿Alguna vez te cuestionaste el trabajo que suponía las opíparas celebraciones navideñas en los centros de la sección de varones? ¿Te hizo chirriar el cerebro ante el argumento "somos familia numerosa y pobre" con aquellos montajes? ¿Fuiste ayudante del Niño Dios o de los Reyes Magos y descubriste el clasismo al momento de la compra o adjudicación de regalos? ¿Eras de los que pedías una agenda de cuero Luxindex en tu carta al Niño o a los Reyes Magos? Y la pregunta del millón ¿Qué solías pedir en esas misivas y qué consecuencias traía consigo tal petición? 

Sin que esto parezca el examen de conciencia del círculo breve (que nunca era breve), han sido las preguntas que hemos tratado. Desde Centroamérica.