Sobre mi camino a para (re)vincularme afectiva y físicamente con las mujeres

Rosarigasino, 12/02/2024

Este fin de semana vi por Youtube las dos partes de Ágora Coloquios: 

1. "Oír al cuerpo: 1 de 2 Conexión Cuerpo y Espíritu: Sensibilidad y Creatividad en el Opus Dei".
2, "Oír al cuerpo: 2 de 2 Conexión Cuerpo y Espíritu: Sensibilidad y Relación de Sexos en el Opus Dei." 

Qué valioso poder escuchar anécdotas en primera persona de exmiembros ahora outsiders; vivencias que forman parte de nuestro pasado pero que no deben perderse en el olvido ó quedar enterradas en el inconsciente envenenándonos, alimentando monstruos.  La destrucción psíquica por el proceso de "plano inclinado" no reconoce géneros, más allá del mandato de que los hombres no lloran, tan propios de generaciones anteriores y de la mía también.  (acertadamente mencionado en el coloquio.) En mi infancia, década de los 70s, si eras varón y llorabas, te cabía el mote de "maricón", que era lo peor y más denigrante que te podían decir en la escuela desde que tengo memoria. Que te dijeran "maricón" era una mancha que sólo podías limpiar con violencia, a golpes, a "las piñas" como se dice por acá.  

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