Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: Las cuentas y los cuentos del opusdei.- CRNUMEROBAJO

100. Aspectos sociológicos
CRNUMEROBAJO :

 

Las cuentas y los cuentos del opusdei

CRNUMEROBAJO, 27/04/2024

 Una vez le oí a un director regional repetir una frase que había oído, a su vez, a otro director local o regional. Uno de esos míticos personajes de la labor de los setenta-ochenta en España: “En el Opus dei no nos interesan los números (… según dijo Escrivá), pero los llevamos a rajatabla” (a rajatabla: de manera estricta y sin concesiones).

Ambas apreciaciones son mitad verdad, mitad falsedad. Veámoslo.

Primero: la cifra oficial de miembros. ¿Se conoce? ¿es cierta la que se afirma? ¿Se difunde verazmente? ¿Está redondeada al alza? Si es falsa: ¿Por qué?...



Cuando se da esa cifra de noventa mil (más o menos), no se dan nunca fuentes externas, documentos fehacientes o pruebas documentales que la avalan. Es decir, se da una cifra sin la esencia contable que cualquier cifra requiere: verdadera transparencia.

Para no darla se utilizan excusas y circunloquios de muy diverso tipo. Una es que el vínculo es personal y discreto, algo que sucede entre Dios y cada Alma y que, por tanto, no se puede difundir. Dos, que por un supuesto espíritu de humildad, carácter familiar y laicidad “no nos interesan los números”. Tres, por ser laicos, además, esa cifra no es importante, ni siquiera para la Iglesia, que solo necesita de ese otro supuesto 10% de clérigos numerarios.

Curiosamente no se da la cifra de laicos a una Iglesia a la que, luego, sí se le pide que se los mantenga como cooperadores orgánicos de un modelo jerárquico tipo prelatura (¿acaso no son, entonces, los fieles de esa pseudodiócesis personal?). Entonces ¿son o no son miembros? ¿En qué quedamos? ¿Si lo dirán cuando sean asociados o incluso alegarán esto para tener menos razón de darla?

En realidad, no hay nada más humilde que (la fría verdad de los números), diría la santa abulense. Ni nada de esto debería resultar problemático a una familia que muestra naturalmente cuántos son. Como tampoco existe nada más “laico” que la transparencia pública. También debería corresponder que fuera conocido, en puridad, bajo un régimen asociativo, a las autoridades civiles (evitando, así, que, como hacen, salir institucionalmente impunes de responsabilidad en cualquier proceso, pues pueden desvincular su pertenencia de un hecho delictivo o de un entuerto civil o mercantil, político y comunicativo de cualquier tipo; como, de hecho, hacen siempre).

En realidad, sí saben la cifra exacta, me consta que se guarda celosamente en Roma. El problema es que tal cifra debe doler: pocos vienen ya como n y agr varón o mujer. Los miembros mueren a mansalva por edad. Además se van más de los que entran, en términos globales; de hecho, ya debe haber más miembros fuera de los que hay dentro. La mera observación de cualquier región mediana o grande lo atestigua a ojos vista: USA, México, Argentina, España, Italia, Francia, etc. Su restructuración regional, los cierres de centros (inclusive los de estudios), el número de n en Roma para ordenarse, etc., son también pruebas indirectas, pero rotundas. Las propias cifras que Romana muestra de ordenaciones y de fallecimientos atestiguan este decrecimiento galopante.

O eso o para esa eterna cifra de los noventa mil también cuentan como miembros a todos los cooperadores. En cuyo caso la contradicción es todavía más palmaria y permanente. Incluso a la que viven en torno a su verdadera esencia estructural orgánica y jurídica como institución y, por tanto, de vínculo sus miembros, resulta todavía más palmaria.

Por todo ello, la cifra oficial es una pantalla, falsa, irrazonable, incoherente e insostenible.

Segundo: el manejo de las cifras internas. Pese a que la humildad llevaría a dejar actuar al Espíritu santo, los datos se llevan con precisión y sin compasión. En la obra todo se registra y se guarda con sus números precisos. Siempre haciéndolo de arriba abajo. Se guardan los nombres de miembros de todo tipo, los que aún están dentro y los que se fueron. Lo que hacen en su formación particularmente los supernumerarios. Se escribe en sus fichas personales (en los centros), de las que, luego, se sacan las hojas que se llevan a la comisión y/o delegación para ver cómo va “la labor”: sus retiros, charlas personales de dirección espiritual, aportaciones, círculos, etc. Se registran, también, los números de personas que no son de la obra que están dirección espiritual, el número de confesiones, los asistentes a meditaciones, cursos de retiro, retiros mensuales, convivencias de todo tipo, charlas de cooperadores, aportaciones, etc. Los tratados y los tratables. Se revisan en las oficialías correspondientes y se revistan en los despachos de directores con consejos locales de centros.

Además, se guarda todo en términos económicos, mediante programas informáticos específicos en los centros que, luego, se trasladan mensualmente como resúmenes a la comisión o delegación. Esto incluye un presupuesto anual personal y colectivo. Además de las cifras globales, se registra cuánto aporta cada miembro, en qué gasta su dinero, cuánto entrega y cuánto usa, cuánto cuesta cada gasto común del centro, qué va a la administración, qué va a gastos generales; cuánto son donativos, a dónde van, quiénes los hacen, cómo se computa todo eso para estimar cómo se vive la pobreza personal, etc. Todo se traslada con cada miembro a los lugares a los que puede ir yendo. Así se sabe perfectamente todo lo que ocurre en términos económicos en el opusdei entero. Un oficial los revisa y se mandan indicaciones sobre todo ello o se ve qué hacer con la situación general si se va de madre… Un director regional sabe todo de la labor, también de las obras corporativas y asemejadas.

Se guarda todo lo que tiene que ver con la administración de cada centro. Medias de gasto en cocina, extras, adornos, oratorio, ropas, etc. Todo. Se revisa en las asesorías y delegaciones correspondientes para corregir situaciones. Nunca he visto una felicitación por nada.

También se registran todos los documentos “internos” que entran y salen de las delegaciones y comisiones hacia los centros. Los libros internos, documentos, cartas, las crónicas/noticias y se revisa, centro-a-centro, cada año. También se lleva un cuidadoso registro de su uso (y posible abuso). Hay un encargado de eso en cada centro y un oficial en las delegaciones o comisiones, en estudios, que vela por ello. Como vela por los estudios de cada miembro que hace sus convivencias de estudios: dónde va, qué materias debe cursar, cuáles le quedan, cómo se examina, quién lo atiende, cuándo hace cada cosa de estudios, etc.

Haber pasado como miembro de consejos locales y oficialías de una delegación me permiten dar fe (otra cosa es que la paulatina aglomeración de delegaciones y comisiones, la falta de oficiales lleve a que esos datos sean cada vez más tenues e incontrolado; aunque la informática y la IA pueda ayudar a simplificar tal trabajo en el futuro inmediato).

Tercero. De cien Almas, nos interesan las cien. No. De cien Almas solo nos interesan las que un director, con total opacidad externa determina que interesa. Por razones, también internas, diversas y algo discrecionales: “nos entiende”, tiene recursos (o visos de tenerlos), es de “buena familia”, está sano/a, es intelectualmente adecuado, brilla un poco pero aparenta ser dócil, puede dar o tener chance, no es gay ni afeminado (lo cual trata de confirmarse por varías vías y pruebas). Según el barrio, la familia, el nivel escolar, el ambiente, el lugar, sus propios estudios, se le dirigirá a ser numeraria/o, agregada/o, auxiliar o… supernumerario/a. Es cierto que, últimamente, se vigila y cuida especialmente a supernumerarios de la edad que sean que tratan a personas influyentes en el ámbito social, político, económico para que apunten alto y lleguen lejos. Para generar círculos de poder e influencia en lugares convenientes. Ese registro se lleva siempre muy arriba y habitualmente su formación queda en manos de directores senior (incluso a nivel regional).

Con el paulatino paso de la prelatura de algo centrado en los laicos a algo más clerical, todo lo anterior, con cierto caos por la naturaleza de la función sacerdotal, se ha trasladado a la labor de la SSS+ con respecto a sacerdotes diocesanos y los centros atendidos por ellos para labor con curas. Por si acaso. Prestando especialmente a la labor con obispos, curiales (y obispables).

Entonces, resulta cuanto menos curiosa –cuando no “chocante o extraña”– esa paradójica, incoherente y dolosa, mezcla de opacidad y transparencia. La contradicción entre “no nos interesan las cifras” con que se lleven tan celosamente. Dicen exteriormente una cosa, en tanto que practican internamente otra. La cara, oficialmente, es siempre discreta, cuidada, a su gusto y medida. Por eso señalan ser (moderadamente) muchos, con el fin de parecer una institución sólida, fiable, importante e influyente. Aunque, en realidad, la cifra no es así (o lo es si contáramos la masa de exmiembros… en cuyo caso deja de ser las cualidades dichas).

Además se da como cifra de quienes son la de quienes, en realidad, no lo son en términos canónicos estrictos. De los cuales, a su vez, por otro lado se señala que no se dicen quienes son, por cuanto se trata de “laicos comprometidos internamente”, sin votos…, sin vínculo canónico.

A la par que, internamente, todo se sabe, registra y lleva de manera completa y opaca. Lo cual implica que se guarda memoria documental y personal de todo. Y por eso se sabe perfectamente quien es un “rebotado” (se fue o estuvo “en mal plan”) y quien no y, por tanto, puede volver a la labor en un futuro (o ser buscado para ser tratado y que la cifra aumente). Y siempre, en todo caso, se huye de cualquier cosa que pudiera resultar “escandalosa”. Pero es escándalo acompaña a este cúmulo de mentiras oficiales.

No es que no les interesen los números. Sino que no les interesan, salvo para su gloria humilde, lo que los números dicen de ellos. Particularmente no les interesa mostrarlos así, como son. Fríos y despiadados.

CRNUMEROBAJO




Publicado el Wednesday, 27 March 2024



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 100. Aspectos sociológicos


Noticia más leída sobre 100. Aspectos sociológicos:
OPUS DEI’S IRISH ACTIVITIES DESCRIBED


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.140 Segundos