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 Tus escritos: Mi historia completa (4).- Mercy

077. Numerarias auxiliares
Mercy :

MI HISTORIA COMPLETA (4)

Cuarta entrega
MERCY, 5 de noviembre de 2004

 

Sé doblemente fiel...

Cuando llegué a vivir a este centro también era centro de estudios de numerarias axiliares, el año siguiente dejaría de serlo. Un buen día desapareció una auxiliar que por lo menos tendría unos 15 años en casa, pregunté por ella y me respondieron que fuera a preguntar a la directora, así lo hice y ella solo me dijo que rezara mucho para que Dios la iluminara y siguiera un buen camino. Esta auxiliar regresó unos días después pero ya estaba decidida a marcharse solo pasaron dos semanas y se fue. La directora me llamó para decírmelo, para que yo no hiciera preguntas por otro lado y añadió que ahora yo tenía que ser doblemente fiel para desagraviar al Señor por esta vocación que ya no quiso serle fiel...



Y luchaba por serlo, de verdad que sí, nunca me quejaba de nada y mi entrega al trabajo era incondicional y lo seguiría siendo mientras estuviera en casa.

Vivía en este centro una numeraria que todo mundo admiraba solo por el hecho de haber vivido en Roma, a mí eso siempre me pareció una exageración, eso no los hacía ni mejores ni distintos, pero tampoco me importaba mucho. Cada quien era libre de admirar a quien quisiera.

Pues bien un buen día le asignaron la misma área de limpieza en la que yo me encontraba y al llegar comenzó a hacer una serie de indicaciones totalmente ilógicas para quienes sabíamos cómo se hace una limpieza, las dos auxiliares que en ese momento estábamos ahí intercambiamos miradas de ¿queee?, y yo tuve el atrevimiento de decirle que ordinariamente las cosas no se hacían así y estaba por explicarle cuando me calló en seco y me dijo: a mi nadie me da indicaciones y mucho menos usted. ¿Qué quiso decir con ese mucho menos?, ¿acaso yo era diferente?; en ese momento ya no dije nada y continué con mi trabajo. Al regresar a la administración me fui a mi habitación para tratar de ordenar mi cabeza y acabar de pasar ese mal momento cuando alguien tocó mi puerta.

Abrí y para mi sorpresa era la subdirectora, quien ya había sido puesta al tanto de cómo habían ocurrido las cosas por boca de la ejemplar numeraria en cuestión y sin importarle mucho mi versión de las cosas me dijo que tenía que aprender a obedecer aun cuando lo que se me mandara me pareciera que no era lo mas indicado, lo acepté y me hice el propósito de no volver a pensar en eso. Pero era imposible, era como si ese hecho insignificante me hubiera quitado un velo de los ojos y comencé a ver cosas que antes no veía o no quería ver.

Las diferencias entre numerarias y numerarias auxiliares, en el vestir, en los comedores, en los festejos de cumpleaños, en el trato con las enfermas, todo era distinto y yo no estaba dispuesta a continuar en un lugar donde se predicaba una cosa y se vivía otra así que decidí marcharme.

Llamé por teléfono a mi hermano, ya saben a quien me refiero, y le dije: ven por mi ya no puedo estar mas tiempo. Nuevamente me sorprendió ya que sin pedirme ninguna explicación me dijo: en tres horas estoy por ti.

Para mi desgracia ese día había amanecido con un cólico como de caballo y me sentía fatal pero con todo y eso fui con la numeraria que estaba en ese momento de encargada y le dije sin mas preámbulo que me iba. Poco le faltó para colgarse de la lámpara y comenzó a soltarme un sermón casi sin respirar y cuando le dije además que si me podía dar algo para mi malestar me dijo que seguramente eso era un castigo de Dios por serle infiel, y sin darme ni un mejoralito siquiera me mando a la recepción del centro de estudios, obedecí pero la otra auxiliar que estaba en recepción de la comisión me mando a la cama y me dijo: no me importa si me regañan tu estás muy mal y necesitas descansar.

Acababa de llegar a mi habitación cuando llegaron a avisarme que mi hermano había llegado, el subió a verme y platicamos de lo que me estaba pasando, el comprendió que yo tenía razón pero que en ese momento no me podía ir, se despidió de mi con la promesa de que regresaría en cuanto me pusiera mejor para hacer el viaje.

Solo que ninguno de los dos sabíamos que ese viaje se haría muchos años después...


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Publicado el Friday, 05 November 2004



 
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