Navegando por internet, casualmente descubrí que la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Pilar, en Canfranc (Pirineo Aragonés), es obra de Don Miguel Fisac. Fue construida en 1.963. Rebuscando más, también he sabido que igualmente hizo la restauración del puente de San Miguel, en Jaca, muy cerquita de allí, en el año 1.950. Y también he leído muchas anécdotas suyas, entrevistas, ...

Aclaro que soy aragonés, y mi vida ha estado siempre unida de un modo u otro, al Pirineo, y muy particularmente a Canfranc. Para los que no conozcáis la zona deciros que... os encorrería a gorrazos por no visitarla. Es broma, claro. Canfranc es el último pueblo del Valle del Aragón antes de la frontera francesa, y su nombre viene de "campo franco". Está dividido en dos, Canfranc pueblo y Canfranc estación, que es donde está la iglesia en cuestión. El primero es el pueblo realmente antiguo, pero quedó destruído por un incendio en los años 40 del siglo pasado. Debido a ello, la predominancia pasó a Canfranc estación, a unos 6 kilómetros, y que en realidad es un núcleo urbano que creció alrededor de su estación internacional, bien durante su construcción y la del túnel que enlazaba con Francia, bien en los años posteriores gracias al tránsito ferroviario. Ahora el antiguo pueblo está totalmente reconstruido y habitado. No cuento más cosas, pues la zona encierra mil historias que podéis encontrar en las librerías y en internet. Y el que no haya estado, aunque fuera de excursión en el curso anual, le recomiendo que lo visite.

Decía que mi vida ha estado muy ligada a Canfranc estación. Mi abuelo fue Guardia Civil allí (entonces se llamaban Carabineros), mi padre también. Ambos me relaban sus "batallitas" en la frontera, y me hablaban de las cantidad de personas conocidas que vieron. Me vienen mil recuerdos más, allí acudía con mis padres de excusión, las "Montañeras de Santa María", que tienen un refugio allí, el Padre Gracia... Finalmente, fue hasta hace un par de años el lugar de vacaciones de mis padres y mío. Ahora me voy al cercano Valle de Tena (no sé cual es más bonito), pero no falto nunca a la visita obligada.

Muchas historias contaría de ese lugar. Allí me pilló un alud tremendo que desembocó precisamente en la Iglesia, y destruyó parte de sus edificios. Era mi primer invierno fuera de la obra (el anterior no lo cuento), y había ido allí en busca de tranquilidad para preparar unas oposiciones. ¿Tranquilidad?, ¡ja!. Estába cagado de miedo, llevaba 5 ó 6 días nevando sin parar, la nieve llegaba hasta la cintura, y como colofón, el alud. El próximo febrero hará veinte años.

Bueno pues todo esto era para, más de 40 años después, felicitar a Don Miguel por su obra. Es de corte modernista, sencilla, pero muy acogedora, y aunar esas cualidades, y otras, es prebenda de los genios. ¡Después de tantos años descubro quién es su autor!. En fin, espero que me perdone por mi ignorancia. ¡Cuánto me gustaría encontrar alguna anécdota sobre su construcción!.

Un abrazo. Miguel Ángel.