Ahora que han ido subiendo documentos internos a la página web, uno pensaría que opuslibros le está haciendo un favor a los miembros del Opus porque pone a su disposición escritos a los que casi no tienen acceso. Pero déjenme decirles que no es así. O por lo menos a mí solo me creó problemas.

Mi experiencia fue la siguiente: cuando todavía estaba dentro se me ocurrió bajar de la página web algunos escritos, como los vademecums y los tomos de meditaciones. Los convertí a un formato de fácil acceso para mí (formato palm), y los empecé a utilizar en la oración y en otros momentos. El problema fue cuando lo dije en la charla. Dije que me estaba sirviendo mucho, porque normalmente me distraía mucho cuando otros leían el texto, pero al tenerlos yo, podía irme a mi ritmo. ¿Qué creen que fue lo que sucedió? ¡¡Me obligaron a borrarlos!! Se me hizo una estupidez muy grande: si cualquier hijo de vecino, musulmán, ateo, o lo que fuera, podía tener acceso a esos documentos por internet, ¿cómo era posible que yo, siendo del opus, no podía tenerlos? No lo podía creer.

Me esforcé y no lo logré. Argumenté como pude, y aún así, me obligaron a borrarlos. Hubieran visto la cara de escándalo que puso el que recibía mi charla. Como si le hubiera contado  que había pecado gravemente contra la castidad. Y les aseguro que ese consejo local no estaba formado por tres "pardillos" (inexpertos). Eran gente "top". 

Todavía hoy no lo entiendo.

chanoc