Estimados Orejas:

La pregunta de Kika el pasado 16 de octubre es a primera vista ingenua, pero me ha dado para pensar en posibles cambios de estrategia en el lado oscuro. Hasta ahora, el opus ha tenido una estrategia de expansión. La expansión no se puede dar si el número de operarios no aumenta. Para que este número aumente no solo hace falta tener altas cifras de reclutamiento, sino que estas sean superiores al número de defunciones (fatídicamente inevitables) sumado al de bajas voluntarias e involuntarias. Las bajas involuntarias (gente que echan) es algo que ellos pueden controlar, cosa que les gusta mucho, no son un problema para la jerarquía de la Firma. Sin embargo las bajas voluntarias, los que nos largamos sin que ellos pudieran controlarnos, son un fenómeno que les revienta profundamente y tratan de evitar con todas sus fuerzas, son su verdadero problema. Hasta ahora, no ha sido algo calculado por la organización, puesto que se conoce que ha significado un frenazo en sus planes de expansión. En estos momentos, muchos cuadros directivos están incompletos, bastantes centros tienen menos personal que hace unos años, los numerarios y agregados están saturados de encargos, y en muchas labores apostólicas se ha tenido que recurrir a los supernumerarios para hacer trabajos que antes eran exclusivos de los numerarios y agregados.  A esto se suma que el reclutamiento se ha frenado considerablemente y el cuadro es francamente alarmante para el lado oscuro.

No pasará mucho tiempo, seguramente será una tarea urgente del próximo prelado (este no da para más ni por edad, ni por talento, ni por coraje), para que el lado oscuro haga un cambio de estrategia, para pasar de una de expansión a una de retirada organizada hasta que vengan tiempos mejores. Posiblemente en esa nueva estrategia de repliegue y basándose en datos estadísticos y demográficos convengan en contar con las bajas voluntarias como un presupuesto a manejar maquiavélicamente para que la organización sobreviva aunque sea en estado letárgico. Cualquier cosa se puede esperar de estos cristianísimos caballeros. Se sabe que ya en la actualidad cuentan con estadísticas de todo, por ejemplo, de qué porcentaje de nuevos reclutas terminan yéndose en los primeros meses. A este dato algunos directores bestias le llamaban mortalidad infantil.  

Saludos,

Dionisio