Emeve :
Estimado, pensaba ponerte estas líneas en privado, pero la comunicación en privado solo tiene gracia cuando se cuentan cosas privadas.
Te confieso que al ver publicado tu escrito, y como había coincidido contigo un par de veces en el chat, me dije "más tarde lo leo", y en una mirada rápida vi que me mencionabas, leí el saludo, enfurecí porque no soy ni piureña ni incendiaria. De tantos adjetivos hermosos y otros no tan hermosos que hay en el diccionario has elegido dos que no me gustan y que no me alegraron.
Como ya había empezado a leer tu escrito me dije "pues lo leo todo, qué más da". Aunque seguía pensando en que cómo es posible que me diga piureña y no piurana que suena mejor (aunque no es del todo cierto)" y en lugar de incendiaria me pudiste decir, qué sé yo, algo que sea más cierto y no el producto de una broma que te gasté (como a tantas otras personas).
Destaco ese pensamiento por dos razones, en primer lugar porque así soy yo, no soy perfectita y me jode cuando no me dicen cosas bonitas, porque la verdad, hay tan pocas oportunidades de comunicarse entre la gente que perder el tiempo para decir cosas no-bonitas es... perder el tiempo, y la segunda (y más importante) es para que veas el estado de ánimo (no muy favorable) con el que te leí.
Y descubrí una joya, no digo de la literatura universal, que finalmente no soy sabedora de esas sapiencias, sino una joya que me ha servido para aumentar mi amor a Jesucristo, porque el amor siempre puede crecer. El considerar al Maestro curando la oreja de Malco, y explicándole a sus discípulos el por qué lo hacía. En fin, tú lo cuentas mejor, yo sólo quiero darte las gracias. Había hasta olvidado esa escena, y nunca la había considerado con tal profundidad.
No te despidas nunca, por muchas razones, en principio porque tus escritos están publicados aquí y lo que se publica no tiene tiempo, quien entre en diez meses y se tope con lo que se publicó el 26.03.07 recibirá (quizá) la misma lección de amor a Dios que me diste a mi. Y la otra ventaja es que si no te despides, siempre puedes volver, sin dar explicaciones, que son una pérdida de tiempo y un enorme aburrimiento.
Nuevamente gracias y un abrazo.
Emevé
Publicado el Wednesday, 28 March 2007
|