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OPUS DEI: Una herencia del franquismo español

EL PRIMER SANTO FRANQUISTA

Publicado el :2-10-2002
Fuente: Argenpress.info
Informes especiales
Por: Emilio J. Corbière*

El domingo 6 de octubre próximo será santificado José María Escrivá de Balaguer, personero del franquismo español. Emilio J. Corbière autor del libro “Opus Dei. El totalitarismo católico” (Editorial Sudamericana, 2002) señala aspectos del grupo integrista.

"La más fuerte manifestación integrista de poder en la Iglesia es, sin duda, el Opus Dei, de origen español. ...tiene gran número de cátedras universitarias en España y recientemente ha abierto una universidad propia en Pamplona; está íntimamente ligado con el régimen de Franco, posee altos puestos en el gobierno, bancos, editoriales, revistas, periódicos... La pertenencia al Opus Dei está concebida de una manera múltiple y complicada: desde unos amplios círculos exteriores, hasta grupos íntimos, secretos, células. Es innegable que la fundación del Opus Dei está marcado por el franquismo: ésta es la ley en la que ha sido formado".
Hans Urs von Balthasar, teólogo católico
"Integralismus", en Neue Zürcher Nachrichten, 23 de noviembre de 1963.

"Opus Dei: algo así como la catolización del dólar".
Juan Domingo Perón
Conversaciones con Juan Perón por Enrique Pavón Pereira,
Colihue-Hachette, 1978.

"Los modos secretistas e intimidatorios de la recluta escolar se continúan cuando el niño, el adolescente se hace del Opus. Apartamiento de la familia, censura de amistades y lecturas, imposición de horarios, estudios y lugar de residencia, manipulación de la conciencia, control profesional y económico, una versión y española de la grupalidad sectaria, hermética, en la que la religión funciona básicamente como cebo para atraer a nuevos sectarios".
Alberto Moncada
La evolución del Opus Dei en España,
Ponencia presentada ante el VI Congreso Español de Sociología,
La Coruña, 24/26-IX-1998.

En estos días, en España, se han abierto archivos y se ha comenzado a investigar las matanzas del franquismo. Interviene la ONU en la investigación a casi tres décadas que el régimen fascista hizo implosión luego de cuatro décadas sinistras de opresión y crímenes. Fue en esos años, especialmente desde 1952, cuando el franquismo se bonapartizó, que el Opus Dei logró presencia hegemónica en el régimen dictatorial. Hasta 1975, cuando el tirano Francisco Franco murió, se produjeron ejecuciones de opositores por fusilamiento o garrote vil, una especie de estrangulación medieval. En aquellos años de noche y niebla, los opusdeístas consolidaron su poder político y económico.

El 21 de diciembre de 1978, Egidio Viganó, superior de los salesianos, difundió en un boletín interno de la Orden una conversación con el entonces nuevo Papa Juan Pablo II. Viganó le había expresado que los salesianos eran unos cien mil miembros activos, a lo cual Wojtyla respondió: "Entonces, ¡sois más poderosos que el Opus Dei, que solo tiene setenta mil". Le contestó el salesiano: "Santidad, nosotros no somos poderosos, sino humildes e inquietos trabajadores"a lo cual el Papa Juan Pablo contestó con énfasis: ¡No, no!, para realizar el bien es necesario el poder, ya lo decía Santo Tomás de Aquino".

El poder es político y económico, de eso se trata en el caso de la prelatura del Opus Dei, grupo integrista desarrollado cuando el gobierno de Madrid giró hacia los Estados Unidos de Norteamérica, incorporándose a la política de bloques de la "guerra fría". Las funciones del Opus fueron las de un grupo tecnocrático al servicio del franquismo y de sus propios intereses como grupo de presión.

El poder político no cae del cielo ni lo articula la diplomacia. Tampoco lo dan los ejércitos. Ese poder -en el siglo XXI- lo suministra la información junto al poder económico y se potencializa en una estructuración operativa. En siglos anteriores, los papas utilizaron como base, después de la reforma luterana, a la Compañía de Jesús, pero desde el reinado de Wojtyla, el Opus Dei pasó a ocupar las preferencias de Roma. El grupo se transformó en puntal del conservatismo teológico y en correa de transmisión entre Roma y los gobiernos derechistas europeos y americanos. Varios opusdeístas ocuparon cargos claves en el Vaticano, el vocero papal Joaquín Navarro Valls y el reemplazante del controvertido obispo Paul Marcinkus, Eduardo Martínez Somalo, como secretario de Estado romano.

El ascenso opusdeísta se consolidó cuando los financistas de la Obra fueron en ayuda de Roma al quebrar el Banco Ambrosiano y quedar comprometidas las finanzas del Instituto de Obras Religiosas (IOR). Las conexiones del Opus en los Estados Unidos y España a través de la Continental Illinois Bank, el Banco Popular Español, Esfina, el Banco Atlas, Bankunion, Fundación General Mediterránea, Rumasa, entre otros, consolidaron en su momento al Opus como importante agente financiero antes que espiritual. Gianni Baget Bozzo ha explicado con detalle que fue la misma Iglesia el organismo sobre el cual el Opus Dei "ha aplicado el poder real de su organización y la estructura social sobre la cual ha ejercido su influencia".

Durante el menemismo

El presidente argentino Carlos Menem encontró al Opus durante su década de gobierno (1989-1999) como un interlocutor válido. Sus cuadros políticos y una conexión indispensable en Roma sirvieron para disciplinar en torno suyo a la Iglesia argentina, muy crítica hacia las políticas económicas neoliberales del menemismo. Los cuadros opusdeístas llegaron a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y al área política diplomática. De la mano del entonces Ministro del Interior, Gustavo Béliz, ocuparon diversas áreas políticas en Población y Relaciones con la Comunidad, en Coordinación, en la Secretaría General, en el Sistema de Información y en la Secretaría de la Función Pública. Entre los operadores opusdeístas figuraron Guillermo Haissinger, Diego Blasco Funes, Fernando Sotz, Jorge Passardi, Guillermo Salvatierra, Juan Franchino, André Zuyriani. Por otros canales han funcionado a favor del menemismo colaboradores de la Obra como Rodolfo Barra, Aldo Carreras y Antonio Boggiano, este último actual ministro en la Corte Suprema e integrante del sector favorable a las políticas oficiales durante la etapa menemista, llamada la "mayoría automática".

Conocidos empresarios han integrado sus filas como Guillermo y Rodolfo Lanusse, Angel Rafael Trozzo, presidente del Banco de Intercambio Regional (BIR), (protagonista de un conocido escándalo financiero en 1980), Juan Angel Rómulo Seitún (uno de los tres socios de Sasetru, Salimei-Seitún-Trucco), la empresa que registró la quiebra más importante de la Argentina y el banquero Francisco Trusso que, junto a sus hijos Pablo y Francisco Javier, se encontraban al frente del Banco Crédito Provincial de La Plata. Otras fuentes indican como opusdeísta al empresario Carlos Pérez Companc.

Se ha definido al Opus Dei en España, a partir del franquismo, como una versión ibérica modernizada, con rostro humano, de la organización política de extrema derecha llamada Acción Francesa, fundada y dirigida por Charles Maurrás, el responsable intelectual del asesinato de Jean Jaurés. Puede que haya tenido en sus orígenes esa orientación. Pero el Opus Dei, es la expresión de una corriente particular del fascismo español, la del "nacional-clericalismo autoritario", diferente de los fascismos populistas, como el falangismo o el fascismo "plebeyo" italiano de 1921 a 1924. El catedrático español, José Luis Aranguren sostuvo que la organización creada por Escrivá de Balaguer es la "expresión de un catolicismo de cruzada, de lucha y de exterminio, de exaltación de la voluntad con fines belicistas".

El Opus Dei actúa como un grupo confesional de elite. En España su poder se cortó cuando fue asesinado por un comando vasco de la ETA, el marino Luis Carrero Blanco, heredero político de Franco. Esa relación estaba a cargo de Laureano López Rodó y los tecnócratas neocapitalistas Alberto Ullastres, Mariano Navarro y Gregorio López Bravo. Pero el golpe más severo se produjo con la quiebra de Rumasa, empresa integrante del grupo Ruiz-Mateos, que era asesorada por el socio supernumerario del Opus, Pablo Bofill Quadras, uno de los responsables financieros de la Obra.

El Opus, como en los casos de los argentinos Trozzo y Trusso, tomó distancia de José María Ruiz-Mateos, quien se habría negado, en un momento, a pasar apoyo económico a la organización, y por lo que este empresario respondió a los voceros del grupo integrista: "Si yo estoy procesado por un delito monetario también deben estarlo los directores del Opus Dei, Juan Francisco Montuenga y Alejandro Cantero, para quienes transferí a un banco suizo mil millones de pesetas" (aproximadamente siete millones de dólares). Si como ocurrió con Trozzo y Trusso, los empresarios caen en desgracia, la Obra niega su vinculación institucional o toma públicamente distancia de los mismos. Como toda organización cerrada, de elite, el Opus dice que actúa a través de sus miembros, pero en realidad lo hace institucionalmente; sostiene que carece de bienes terrenales (sus bienes eclesiásticos son escasos) pero sus propiedades y bienes civiles (mediante sociedades de bien público que denominan "sociedades auxiliares") son importantes.

La organización por dentro

A la Argentina, el Opus Dei llegó en los años cincuenta montando desde ese momento colegios e institutos terciarios hasta llegar a la actual Universidad Austral. Comenzó a desarrollarse durante la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, en donde colocó en el área de Educación varios de sus cuadros reaccionarios y en tiempos del régimen del general Jorge Rafael Videla, integrantes de la prelatura inspiraron el FORES (Foro para la Reforma Judicial), que reunía a abogados amigos del régimen militar. Pero la consolidación opusdeísta se produjo durante la década del menemismo. El periodista Héctor Ruiz Núñez, en La cara oculta de la Iglesia, señaló que el Opus, creado por un mediocre intelectual aunque dinámico propagandista, el sacerdote José María Escrivá de Balaguer, tras su fachada espiritual-religiosa es una "empresa privada de gestión".

El Opus Dei es una mezcla de congregación religiosa y empresa capitalista. Se trata de un movimiento integrista que se muestra en los hechos como modernizador, preocupado por la educación y los medios de comunicación pero fundamentalmente es un grupo de presión antes que la exteriorización de un sentimiento religioso.

Sus estatutos establecen que "no posee por sí mismo bienes materiales", pero actúa a través de diferentes sociedades paralelas a las cuales se inscriben sus bienes. En la Argentina, entre otras, se cuentan la Asociación para el Fomento de la Cultura (AFC) y la Asociación para el Intercambio de la Cultura (AIC) y en Estados Unidos, en la Costa este y en el oeste, se denomina Asociación para el Desarrollo Educacional (Asociation for Educational Development).

Jesús Ynfante que investigó minuciosamente y por espacio de treinta años al Opus Dei, considera que la organización forma parte del capital monopolista, a quien aporta de dóciles cuadros, provenientes de la pequeña burguesía y, a su vez, sus principales miembros y sus cúpulas, provienen de la oligarquía financiera y terrateniente. No es únicamente una forma de tecnocracia aséptica sino que busca y construye poder político y económico. Para el canon bíblico, donde se habla del camello, de la aguja y del reino de los cielos ("De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos", Mateo, 19.20), lo cierto es que la Obra ha modificado el concepto ya que entrarán al mismo los ricos que le aportan a sus arcas.

La Opus Dei Awareness Network Inc

En un reciente informe de la revista vasca Kale Gorria se señala que la organización cuenta con aproximadamente dos mil sacerdotes, contando, entre otros, a los cardenales Alfonso López Trujillo, en Colombia; Juan Luis Cipriani, en Perú; Lucas Moreira Neves, en Brasil, obispos y, sobre todo, 85.000 miembros, entre ellos más de 30.000 en el Estado español. Los adeptos, según la publicación, alcanzaría a unos 450.000 católicos integristas, cercanos o camaradas de ruta del grupo.

El Parlamento belga ha incluido al Opus Dei en la lista de las diez sectas más peligrosas del mundo, mientras en los Estados Unidos se ha constituido la asociación Opus Dei Awareness Network Inc, para defender a los ciudadanos de las actividades de la Obra.

En Cataluña, la organización AIS cuenta con ex militantes de la Obra entre las personas que siguen tratamiento a causa de su antigua pertenencia a sectas. Especialmente, preocupantes son los casos de menores, en donde psicólogos catalanes como estadounidenses han detectado que las técnicas de captación del Opus Dei suponen en muchos casos "alejamiento de la familia, censura de amistades y lecturas, imposición de horarios, manipulación de la conciencia y el control profesional y económico".

El informe de la publicación vasca, titulado "Opus Dei, el poder omnipresente de la Mafia", dice: "Un reciente informe de la DIGI señalaba que "el Opus Dei posee muchas de las características de una secta peligrosa. Sus miembros se someten a un rito de iniciación secreto: se jura obediencia al prelado general y a 'otras personas autorizadas de la prelatura'". Una vez introducidos, deben someterse a lo que se conoce como 'normas formativas', una manera de condicionamiento mental. Entre ellas, figura el informe semanal a un 'director', que tiene derecho a supervisar todas sus actividades personales y profesionales. Confesarse una vez a la semana con un sacerdote del Opus Dei es preceptivo. Los solteros consagrados deben llevar cilicios regularmente y practicar la autoflagelación'. En todo este complejo engranaje tiene un papel fundamental el 'director espiritual', ante quien los devotos de Escrivá no pueden ocultar ningún tipo de sentimiento, acción o pensamiento. Ello incluye prioritariamente las cuestiones económicas, estando recomendado por la Obra el formular consultas a la superioridad antes de realizar cualquier tipo de inversión. Además, los numerarios (militantes solteros) deben firmar un documento en donde ceden la propiedad de sus bienes al Opus Dei".
Quien estudie al Opus Dei se enterará que son los "cilicios", la "autoflagelación", las formas de "control" de las conductas del adepto, la ideología que subyace en esta organización integrista.

Dineros son dineros

La Opus Dei Awareness Network Inc añadió en su estudio la siguiente información: los célibes deben donar su sueldo íntegro y sus "directores" están autorizados para supervisar el correo personal de estudiantes, adeptos, laicos o sacerdotes, que habiten los edificios y casas de la institución.

La revista vasca, a su vez, sintetiza la caracterización de esta Multinacional de la Fe: "El Opus es una poderosa máquina económica que, según algunos datos de estudiosos de la Obra, tiene unos ingresos mensuales asegurados de treinta millones de dólares" (seis mil millones de pesetas). Sanjuana Martínez, una firma imprescindible en temas del Opus Dei, señalaba que existen 53 documentos que prueban "el control jerárquico interno sobre todas las actividades económicas, aunque ocultadas bajo diferentes etiquetas. Los documentos atestiguan que hasta las sociedades auxiliares, incluidos los bancos propiedad de afiliados del Opus, están bajo control de la autoridad jerárquica del instituto y deben ser visadas al menos cada cinco años por el administrador general".

Luego, la publicación vasca, incursiona sobre la orientación neoliberal económica, es decir, plutocrática, del Opus Dei. Dice la publicación: "El Opus practica una doctrina ultraliberal, nada que extrañar en una organización que extiende sus tentáculos económicos en Nueva York, Tokio, París, Zurich, Londres, Madrid, Panamá o Manila y que entre sus militantes cuenta con el presidente del Banco popular Español, Luis Valls Taberner, con el mandamás del Banco Comercial Portugués, Jardim Gonzalves, o con el gobernador de la Banca de Italia, Antonio Fazio".

Agrega después: "Vinculadas al Opus están la fundación suiza Limm-mat, la española General Mediterránea, las alemanas Rhin-Danube e Instituto Lidenthal y en Venezuela, la Fundación General Latinoamericana. Para abastecer de cuadros directivos a la Obra, funciona desde 1956 el Instituto de Estudios Superiores de la Iglesia (IESE), por donde desfilan los más importantes hombres de negocios del Estado español. En México pertenecen al Opus, entre otros, el Instituto de Alta Dirección de Empresas y la Escuela Superior de Administración de Instituciones".

Las redes del poder

El Opus Dei se mantuvo como apoyo y utilización de la tiranía franquista desde 1952 en adelante. Actualmente existe una evidente influencia en el gobierno del Partido Popular, de ideología conservadora y reaccionaria. Muchos de los actuales ocupantes de La Moncloa envían a sus hijos a colegios de la Obra. El próximo yerno de Aznar, Alejandro Agag, es un destacado militante del PP, sigue la estela de Escrivá de Balaguer. Uno de los ministros de Aznar, Federico Trillo también pertenece a la Obra y mira con cariño al opusdeísmo otros personajes del actual régimen, como Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, los dos últimos ministros del Interior. Hay otros funcionarios en Interior que pertenecen a la organización, como Juan Cotino y, probablemente, Pedro Morenés. Lo mismo ocurre en la judicatura, donde están implantados el derechista Jesús Cardenal y hasta fiscales de la Audiencia Nacional, como Jesús Santos y José Luis Requero.

Se expresa en la revista Kale Gorria: "Las ramificaciones del Opus llegan hasta los protagonistas de los episodios más rocambolescos de la vida española, como varios miembros de la familia Giménez-Reyna, personajes principales del escándalo Gescartera".

En el Partido Popular, los opusdeístas abundan, además de los ya nombrados, los siguientes: Juan José Lucas, Cristóbal Montoro, Loyola de Palacio, Margarita Mariscal de Gante, Isabel Tocino, José Manuel Romay Beccaría, Andrés Ollero, Julia García Valdecasas, Miguel Ángel Cortés, José María Michavila, Juan Luis de la Vallina, Jesús Pedroche, Juan Ramón Calero, Ignacio Salafranca, Ana Mato, Pablo Guardans Cambó, Joaquín Abril Martorell, Alberto de la Hera y Francisco Gilet. En la misma línea política funcionan los periodistas Cayetano González, Antonio Petit, Quino Molina, Vittorio Messori, Luis del Olmo, Mario Pentinelli y J. Giner.

La muchachada de abordo

Los opusdeístas se desparraman por diversos países y poderes en su abordaje integrista. El informe de Kale Gorria agrega como simpatizante del Opus a Hervé Gaymard, secretario de Estado de Finanzas; al ex premier francés Raymond Barre; Christine Boutin, secretaria estatal del CDS y el antiguo ministro del Interior, el príncipe Michel Poniatowski. Pero también están en las proximidades de la Obra los patronos de las aseguradores Axa o AGF, Claude Bebear y Michel Albert, además, del gran jefe de la Renault, Louis Schweitzer.

Otras figuras opusdeístas son: Bernardette Cordón de Courcel (esposa de Jacques Chirac), Ettore Bernabei (ex presidente de la RAI), Jeane Kirpatrick (ex embajadora de EE.UU. en la ONU), el dictador peruano prófugo Alberto Fujimori, Jacques Santer (ex presidente de la Comisión Europea), Fabiola de Mora y Aragón (ex reina de Bélgica), Françoise Seillier (coordinadora de varias asociaciones familiares europeas) y Mota Amaral (ex presidente de la región autónoma de Azores).

En Estados Unidos el Opus cuenta con tres mil miembros repartidos en 64 centros; en Italia, con 4.000 militantes; en Portugal, con 2.500 simpatizantes y 200 numerarios. En el Vaticano además del vocero papal figuran Joaquín Pacheco Klaus Becker, Fernando Ocariz y Felipe Rodríguez. A ellos se suma el embajador del Estado español en San Pedro, Alberto Riera, ex cónsul en Miami, que está en las proximidades de la Obra. El círculo de poder del Opus en el Vaticano lo completan el cardenal Martínez Somalo, Julián Herranz (copresidente del consejo papal), Stanislaw Dziwisz (secretario del Papa), el consejero del Vaticano para asuntos de Televisión Alberto Michelini y el miembro del consejo financiero Gianmario Rovero. En el plano mundial, uno de los objetivos de la Obra es el de colocar a sus cuadros en puestos de dirección en las Naciones Unidas y en otros organismos internacionales.

La estrategia actual del Opus Dei

La estrategia actual del Opus Dei, las nuevas redes de poder que teje, se basan en el intento de controlar las telecomunicaciones y dominar la informática y la tecnología de punta aplicada a las comunicaciones.

Escrivá decía que "tenemos que envolver el mundo en papel de periódico". En 1979, el Opus Dei controlaba, en todo el mundo, 52 emisoras, 12 productoras de cine, 694 publicaciones de diverso género y 38 agencias de información. En España controlaba las editoriales Rialp, Palabra, Scriptor o Eunsa (Ediciones de la Universidad de Navarra) y empresas tipográficas como Anzos SA. Otro tanto ocurre en España, en Irlanda (Four Court Press, en Dublín) y hasta en Italia donde apareció hace dos décadas una lujosa edición de Camino preparada por Mondadori.

Pero el interés del Opus no es solo en acumular medios de prensa sino en tratar de controlar las herramientas con que se elabora y transmite la información.
La Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad del Opus Dei en Navarra y el colegio Centro Tajamar de Vallecas son importantes centros informáticos en España. De ambos lugares salen técnicos especializados en ingeniería de software, microelectrónica, diseño de base de datos, comunicaciones por fibra óptica y aplicaciones de la informática a las artes gráficas que, generalmente, son absorbidos al poco tiempo de terminar sus estudios por empresas próximas a la Orden.

En relación al Opus funcionan otras empresas de tecnología de la comunicación en España: Promoción Tecnológica y Comercial SA (Protecsa) que es una de las empresas que aneja la instalación de sistemas informáticos Edicomp 3000 y Edicomp 4000. Con sus dos sistemas se elaboraron diarios nacionales como El Mundo, Diario 16, Marca, entre otros. Y alrededor de 40 periódicos locales o provinciales.
Protecsa representaba la firma informática norteamericana Autokom y desarrollaba, además, tecnología de filmación en prensa y artes gráficas, procesadoras, pasado de planchas para rotativas y sistemas de informatización de archivos. Personajes cercanos a la Obra como Eugenio Galdón, de la empresa Multitel, se dedicaron a la televisión por cable haciendo inversiones de cientos de millones en el cableado televisivo de Madrid y Sevilla.

Durante el menemismo, el Opus Dei ha tratado de expandirse en los medios de comunicación. Algunos ejemplos es el fuerte implante en la redacción del diario La Nación, un diario de información económica El Cronista a través del grupo Recoletos (Telva, Marca y Expansión) de España que adquirió el antiguo diario de escasa circulación pero que sirve de fuente de información para las empresas españolas radicadas en la Argentina, donde el Opus Dei tiene intereses económicos.

* Emilio J. Corbière es periodista y analista político. Es autor de Opus Dei. El totalitarismo católico (Acerca del integrismo y progresismo cristiano) (Editorial Sudamericana, septiembre de 2002).


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