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CORRESPONDENCIA

28 de noviembre de 2003

28-11-2003

Querida chat-o,

tu email me ha dejado de piedra porque tienes el valor de decir con gran lucidez cosas tan ciertas como: "allí dentro nadie quiere a nadie". No es fácil admitirlo pero creo que tienes razón y quiero ponerte un ejemplo partiendo de mí.

Muchas veces, después de haber salido, me he preguntado si quería a las personas con las que hice proselitismo: la respuesta es no.

No me interesaba lo que querían ni lo que pensaban: me interesaba que vinieran a la meditación, a al retiro o al Univ, para poder decir, en la charla, que había alcanzando los objetivos apostólicos, que hice tal llamada o invitado a tal persona a algunas actividades. Las personas estaban en función de lograr mi santidad, lo que equivale a decir, en función de mi narcisismo. Me sentía en forma cuando provocaba crisis vocacionales o "asfixiaba" a alguien para que se fuera a confesar: si la chica en cuestión no respondía era su culpa, no la mía porque yo hacía mi deber de cara a Dios (al que identificaba con la obra).

Yo no sé si también otros se han comportado así pero me avergüenzo mucho de ello porque me hizo ser una persona básicamente seca y árida. ¡¡No sabía cómo era la amistad fuera de la Obra!! Lo he descubierto después en la gente que me he ido encontrando -algunas de ellas sin fe - que me han recogido con cariño y que me ha enseñado a vivir.

Te doy las gracias por tu testimonio tan conmovedor y sincero.

A Alfredo quiero decirle que he apreciado mucho sus palabras: desde que descubrí este sitio, muchos nos han invitado a pedir perdón a Dios por lo que escribimos, pero nunca nadie se disculpó.

Frida


Ya me gustaría tener la chispa de nuestro ya amigo Satur para contar algunas cosas que, no por menos ciertas, os provocaran las carcajadas que me causan a mi sus escritos. A falta de esa gracia, va mi buena intención.

Rulo Loco, has dado en el clavo. Al menos en mi caso...

(El testimonio de Brisa está en Tus escritos y se titula "Supernumerarias")


Alucina,alucinanza.

Yo alucino. Resulta que José Carlos lo único que vio mal del Opus Dei en sus diecinueve años son chorradas del tipo de que ocho numerarios juntos en una habitación pequeña rezando las tres avemarías con los brazos en cruz.... colisionan. La verdad es que me lleno de sospechas, no lo puedo evitar. Y os voy a contar por qué.

Tiempo atrás participé (con el seudo "ñamñam”) en dos foros sobre el Opus Dei en que participaban ex miembros, casi todos gente de nivel. El proceso de destrucción de ambos foros fue igual: empezaron a proliferar participantes que se presentaban como ex-miembros y en realidad eran panegiristas ardientes (y estultos) del Opus Dei. Proliferaban como la peste. Se contestaban unos a otros, para así "ahogar" el foro. Al poco, comenzaron a quitarse la careta y pasaron al insulto directo con mensajes autocopiados, como virus informáticos... y realmente lograron que los auténticos interesados en el foro se largaran. Y yo aquí me lleno de sospechas, no lo puedo evitar.

Porque yo me pregunto: ¿Existe la figura del “ex-miembro en buen plan”? Me refiero a quienes hayan estado el suficiente tiempo para enterarse bien de cómo funciona todo y haber vivido a fondo el “espíritu”, leído documentos internos... No conozco a ninguno de esas características que luego de haberse ido siga alabando al Opus Dei. Por eso, cuando alguno aparece, esporádicamente, y sólo encuentra virtudes en la Obra, me lleno de sospechas, no lo puedo evitar.

Alguna de las críticas a José Carlos dan en el clavo. En mi opinión: no resulta creíble su historia. Su salida del Opus Dei es tan absurda y tan repentina como un marido divorciado que afirma que tras diecinueve años de feliz matrimonio rompió un buen día porque su mujer le propuso así, de repente, robar un banco. Hay algo que no encaja y me lleno de sospechas, no lo puedo evitar.

Quiero compartir con vosotros mi experiencia de lo que he vivido en el Opus Dei y que difieren sustancialmente de lo que José Carlos (y aquellos miembros de la Obra que asfixiaron los foros y los que están dentro) intentan salvar...

(El testimonio de Ñam Ñam está colocado en Tus escritos y se titula "Las inmoralidades del Opus Dei")


asuntos varios


A RP que vive en Méjico me apena mucho escucha que sigan pasando estas cosas. Escribí algo que tal vez le pueda servir al menos para enterarse cual es la vida que lleva su hija si es que se ha hecho numeraria, se titula Adolescentes en el opus dei, está en la sección Tus escritos en esta página web el día 17 de octubre.

...

Galileo, tengo una anécdota, que fue mi primera misión como secretaria del centro de san Gabriel recién salida del centro de estudios. Me pidieron que fuera a recibir a la mujer del embajador de Venezuela que era super y al marido lo habían destinado aquí y fui a hacerle una visita a la casa a título de bienvenida, acababan de llegar. Ni siquiera estaba en mi grupo pero eran los honores. Después nunca vi que a una supernumeraria recién destinada al centro se le hiciera la visita de honores. Esta mujer decía de Buenos Aires algo gracioso “alguna vez me enteraré adonde van”. Se refería a la gente por la calle que le parecía mucha y apurada.

Trato de favor creo que tenían primero las madres de familia numerosa con muchos hijos, mas de 10 estaban en el “hall of fame”. Y a la de mas dinero, si, claro. Pero mis grupos siempre eran, las solteras, las que trabajaban, las que vivían lejos, las pobres, y no eran las tops. De las que aprendí mucho y solía yo decir “todas me doblan en edad en gracia y en sabiduría”. Y sigo pensando igual.

Había una que para hacer la aportación a veces reducía la cantidad en la compra de leche de la semana en su familia, para que le quedara un saldo. Para mí eso tuvo más valor que la que una vez me dio un sobre bastante abultado con miles de dólares que eran parte de una propiedad que había vendido. A ella la llamaron de la asesoría para agradecerle. En las aportaciones no siempre las que más daban eran las que más tenían.

...

Salvador, dijiste que las chicas teníamos que pedir permiso para hablar en las comidas????????? Con esto yo no hubiera durado dos días. ¿Qué es eso? A lo mejor me perdí algo. Antes las numerarias, antes que yo lo fuera usaban medias de nylon en invierno “y” en verano y mangas largas en verano también.

Me han salido profusión de anécdotas ....

Cariños
Rulo loco


José Carlos:

Déjalo ya. Las víctimas del Opus Dei somos nosotros.

Por favor, si no cambias de actitud porque crees que la tuya es la correcta o sinceramente porque no quieres, evita las frases como "todo esto -las contestaciones de los demás- es demasiado peso y ya me cansa llevarlo"

Mira, perdona amigo, pero el peso es el que llevo yo y muchos -la inmensa mayoría- de los ex-miembros: lanzada a los perros, con una demanda interpuesta contra mí todavía sin resolver, posteriormente despedida de otro trabajo, porque no se paró hasta llegar a eso, traicionada por un sacerdote que violó su sigilo sacramental (y eso te lo puedo asegurar, pues fui yo quién me confesé y me da igual si lo has visto en tus dulces años en la Obra o no; es verdad), difamada, injuriada, advertida en el momento de irme con un "atente a las consecuencias" y... ¿quieres que siga?. Estas cosas que cuento son "de hace cuatro días". El Opus Dei, como institución no cambia, José Carlos.

Todo esto me pasa a mí, que he sido SUPERNUMERARIA durante catorce años y muchas cosas más que no me apetece contar.

A lo mejor te parezco muy dura, pero en lo que a mí respecta, por favor no me incluyas en tus oraciones. Reza por tí, a ver si el Señor te toca el corazón. Por mí, gracias a Dios, ya lo hacen los que me quieren. Por si te queda alguna duda, sigo siendo católica practicante, pero cada día le pido a Dios que me libre de tener un corazón duro con mi prójimo, aparte de que me ayude a sobrellevar este infierno.

Perdona, no me interesa tu fría enumeración del correo de ayer (27-11) de asuntos "irrefutables". Ya sé que incluyes "que hay personas que han sufrido", pero sólo es una referencia a nuestro dolor entre toda esa farragosa relación de "cumplo" y "miento". El/la oreja de guardia te lo dijo claro: quizá esta no sea tu web, o a lo mejor lo sería si escuchases los gritos de dolor y de angustia de los demás en lugar de a tí mismo.

Y también otra aclaración por si se te ocurre pensarlo, ya que lo he tenido que escuchar varias veces: NO ESTOY AMARGADA. A pesar de estar en paro, viviendo del escaso subsidio mientras busco trabajo desesperadamente y me enfrento a la dura incertidumbre de una resolución judicial, intento ser feliz, estoy enamorada -mi chico es lo mejor, resistente como el Peñón de Gibraltar ante las dificultades y apasionado, tierno y comprensivo como el que más-, sigo creyendo en Dios y además -perdonad la soberbia- estoy empezando a verme guapa (pues mi inteligencia a decir de otros es bastante buena).

Digo esto, porque 14 años en el Opus Dei, de la manera que los he sufrido yo, te marcan y en mi caso a base de decirme que "debía rendir la inteligencia" y "disimular mis formas" (femeninas, añado yo), terminé con la autoestima por los suelos.

Firmo con pseudónimo, porque sigo pensando que no es prudente identificarse. Los orejas tienen mis datos en correo privado. En ellos sí confío. El sufrimiento une y te hace establecer unos lazos firmes.

Abrazos a todos/as, cuidaros y seguid así.

José Carlos, espero que reflexiones, aunque yo lo dejo a tu entera libertad, pero si no es así, déjalo ya. Seguro que tienes cosas importantes en que ocuparte.

Marie Curie


¿existe la vocación al opus dei?

Pregunta Galileo (27.XI) y se contesta a sí mismo, la vocación de marras no existe. Sí, es cierto al final la vocación en la que creimos y por eso duramos lo que duramos no existe ahí dentro. Cualquier parecido con la religión, con una vivencia religiosa sincera es pura coincidencia.

Sin embargo ¡es tan duro admitir tantos años creyendo en una nada...! que yo he pensado -como muchos otros- que para opus dei lo que se dice opus dei de verdad, la vida misma. La vida corriente y moliente, rutinaria y normal de la gente normal que tiene que salir cada día a ganarse el pan, y que disfruta de las cosas sencillas de la vida que son muchas y tan al alcance de cualquiera. Por eso quizás puedo decir que he descubierto mi vocación al opus dei cuando me fui de una institución que ha malversado esta palabra, haciendo de ella un conjunto de cosas que en lugar de acercarte te alejan de la sencillez. Justo lo que a Teresa de Calcuta le sobra, sencillez. ¿Y no es Dios la Sencillez? creo que al salir de la obra es el atributo que más he aprendido a apreciar en las personas.

Salvador, (27.XI) haces una teórica sobre la fe certeza y otra que ahora no recuerdo que me mareas. Soy católica convencida y no le veo justificación ninguna al aborto, y creo que es compatible esta postura con la comprensión hacia las personas que se ven en semejante berenjenal o en cualquier otro. Por otra parte, viviendo lo que he vivido, me parece que ni la doctrina sin la caridad va a ningún sitio ni la caridad sin la doctrina. El equilibrio entre ambos aspectos parece difíicil de conseguir a juzgar por el panorama eclesial de hoy.

No creo que el ser católico de acuerdo con la doctrina lleve a tener que imponer y convertir en el sentido estricto de la palabra. Me parece que en el opus se confunde uno mucho con estas cosas, porque el apostolado cristiano creo que es bastante más fácil de lo que se presenta en el opus, obsesionados como están y estábamos con llevar gente a los centros. A la vez es difícil de contabilizar porque realmente es el testimonio que se da y que llega a quien Dios quiere que llegue y sin que nadie se lo proponga de forma especial, "el espíritu que sopla donde quiere... etc"

Un abrazo a todos
Chat-o


José Carlos,

A la luz de tu último mail, personalmente me siento mal por el nivel de agresividad que alcanzaron las argumentaciones contigo. Creo que esta web es algo fantastico y debería haber un lugar para cada exmiembro y cada postura. En ese sentido, si decides no volver a escribir será un fracaso de todos. Me hago cargo de la parte que me toca y te pido disculpas.

Quiero contarte algo. Antes de pitar, a lo largo de los años, asisitía voluntariamente a medios de formación y meditaciones. Me confesaba siempre con el mismo sacerdote y lo seguia en sus diferentes cambios de centros. Las meditaciones de este sacerdote estaban plagadas de historias fantasticas, en muchas de las cuales el protagonista principal era él mismo. Yo me sentia un gusano al lado de esta personalidad heroica, capaz de enfrentar situaciones de la más diversa indole y salir airoso, y conocer gente tan importante y talentosa. Era tambien un director espiritual exigente. Recuerdo que cuando llegó el primer verano me encargó que leyera una lista de 15 libros más toda la obra de Platon, Aristoteles y Santo Tomas (de ser posible en latin, idioma del cual no entenida ni jota). Yo asumia que él sí era capaz de despachar todos esos tomos en un verano, y me sentia un verdadero fracaso cuando al volver de vacaciones, habiendome perdido la mayor parte de los dias de sol encerrado leyendo, solo habia podido avanzar algo con la Metafisica y alguna otra cosa más. En fin, el resto te lo puedes imaginar: grandes exigencias y una enorme frustracion conmigo mismo. En ese tiempo veia cosas que no me gustaban nada en la Obra y en los numerarios, pero para mi este sacerdote era diferente: él sí explicaba la Obra bien, como realmente debia ser, y él si encarnaba el espiritu de la Obra genuinamente, era lucido y habitualmente me daba la razón en mis criticas. Recuerdo que me decia a mi mismo: si la Obra es posible en una persona, entonces es posible. Finalmente pedí la admision, y lo hice libremente, nadie me empujó ni me forzó. A la semana, para mi verguenza, este sacerdote que me habia dirigido durante años adoptó una postura de total indiferencia. Las veces que hablé con él se mostraba seco y cortante. Como estaba adscrito a ese centro, seguía escuchando sus meditaciones. Comencé a tener una seria sospecha de que muchas historias que contaba eran una creacion de su fantasia. Consulté una correccion fraterna y me la autorizaron. Efectivamente, para mi asombro sin limites, esta persona consideraba que era lícito inventar si eso ayudaba al bien de las almas. Luego entendí tambien que ni siquiera era medianamente culto, y que no habia leído ninguno de los libros que me recomendaba.

Como verás, José Carlos, es natural que desconfiemos de ti, ya que en la Obra la verdad se manipula sin escrúpulo, y sin escrúpulo se manipula lo que sea "por el bien de las almas".

Me da pena si nos abandonas. Te mando un abrazo. Envia de mi parte un saludo especial al niñito de Calcuta.

Otaluto


Para los que estuvieron dentro y hoy están fuera.

Antes que nada tendré que empezar diciendo que lo que escribo aquí es una opinión totalmente personal, por lo que todo lo incluido aquí son mis opiniones. En cuanto a mi, sólo les diré que no soy una persona de fuera, sin embargo, lo aquí escrito es desde un punto de vista lo más neutral que puedo. Me decidí a escribir esto porque hasta ahora creo que en muchos casos se lee la versión de la gente de afuera pero pocas hay de gente de adentro.

Tampoco es mi intención que este escrito sea algún tipo de documento de conversión, ni siquiera de tratar de contrarrestar ninguno de los escritos de aquí, veo que en muchos de ellos esta contenida una experiencia muy personal y en algunos casos muy aprovechable para saber en lo personal que se puede corregir para no hacer un daño a personas o en su caso no caer en una caridad mal entendida.

Algunos podrán pensar cómo es que llegue a esta página. Creo que igual que todos buscando información, aunque en mi caso fue meramente coincidencia el que entrara aquí. En un primer momento dado las caricaturas, frases, y algunos escritos, mi primera reacción fue de rechazo, no tanto por el contenido, sino porque me pareció que había mucho rencor detrás de todo esto. Conozco muchos otros que fueron miembros que piensan lo mismo y eso me llevo a preguntarme ¿Es esta la opinión de todos los que fueron? ¿No hay un punto intermedio de todo esto?. Finalmente y conforme me he ido adentrando en algunos escritos he llegado a entender -tal vez no del todo - el sufrimiento de muchas personas de aquí. Creo que la que me impacto más fue el de un conocido mío, al que aprecio mucho y sobre todo reconozco lo bien que escribe y lo inteligente que es.

Esto me ha llevado a pensar algunas cosas que aquí se discuten. En mi caso personal y después de darle muchas vueltas, creo que se puede hacer un símil de lo que pienso pasa con mucha gente de aquí (Por supuesto no quiere decir que sea 100% un ejemplo adecuado pero si muy cercano). Me parece que esto es parecido al matrimonio, en muchos casos uno empieza con un noviazgo, sale con la chica y en cierto punto de la relación decide que es la chica con la que quiere pasar toda su vida y decide casarse con ella. Pasa el tiempo y conforme va madurando el matrimonio, empiezan los problemas, tal vez, discusiones, malos entendidos, etc. En algunos casos el amor que era en un inicio se empieza a ver lastimado, pudiendo llegar casi hasta el punto irreversible. Aquellas cosas que antes nos gustaban ahora las aborrecemos, y pues peor si aparece otra mujer. Puede acabar todo eso en divorcio. Sin embargo en otros casos, los matrimonios van de maravilla hasta el final de sus días, otros no tanto pero se mantienen, otros acaban en divorcio pero en muy buenos términos, y un sin fin de posibilidades. Algunos acaban pensando que el matrimonio es un martirio, otros prefieren seguir por la libre, otros buscan otros amores, etc…. Pero el amor es como un bebé que tiene que ir creciendo tiene que ir madurando, pasa por su adolescencia, su crisis, para terminar finalmente en un amor maduro.

Creo que como dije antes no es en un 100% adecuado este ejemplo, pero bastante cercano a lo que sucede dentro. Es decir, creo que en muchos casos empieza este enamoramiento, se sigue a una madurez en un camino de amar a Dios -no exclusivo de ninguna institución católica, sino de ser católico-, sin embargo en este proceso se puede llegar a confundir el amor con las formas, y empezar a dar más valor a las formas que al fin último buscado. En muchos casos empiezan al igual que en la adolescencia los cuestionamientos, los desencantos y un retorno a los ¿Porqués?. Un camino puede terminar en la pérdida de la fé y en otros casos en la reafirmación de esta. Cuando esta búsqueda empieza a volverse algo tormentoso algo que se ve inalcanzable, empieza el sentido de frustración, empieza a ser algo enfermizo y se pierde de vista el objetivo final de cualquier cristiano, que es agradar a Dios y conseguir el cielo. La óptica desde donde se ven las cosas cambia completamente y es vuelve una camisa de fuerza que no nos permite respirar. En este momento crítico de la vida se debe de aclarar la mente, tratar de mantenerla fría y buscar a toda costa no dejarse vencer por la depresión y la frustración. En mi opinión personal si una persona llega a este punto de no retorno, tiene que tener el valor de enfrentarse a ello dando el paso hacía afuera, sobre todo si se vuelve enfermizo y pierde de vista ya el objeto final que es Dios, ya que la cuesta hacia El se vuelve pesada e inalcanzable. Por esto, doy razón a todos aquellos que después de esto dicen que ahora buscan con más verdad y sin ningún tipo de atadura a Dios, y creo que finalmente ese regreso es algo bueno, ellos nuevamente están en el camino adecuado, el camino a Dios (No quiere decir esto que porqué ellos hayan llegado así a este punto, todos los demás tengan el mismo camino, mucha gente de dentro llega a este punto sin ataduras, sin formalismos a un encuentro con Dios de corazón, y eso lo he visto con mis propios ojos encarnado en gente que conozco).

Pero también me ha tocado ver casos en los que el estirón los llevo a perder la fe, para mí parecer este es el punto extremo al que uno puede caer, y en ese caso espero que en algún momento esas personas den la vuelta a la fe. En mi caso personal me he alegrado mucho de ver que personas que se les veía mal en su vida espiritual, con su salida vuelven a retomar fuerzas y sentido para vivir su religión. Especialmente los formalistas, los que buscan hacer todo por que se les ha indicado o por quedar bien y no maduran a motivos de hacerlo por amor, aún cuando se vean muy firmes acaban en un proceso de rebeldía contra su mismo formalismo, y en cambio otros que parecen menos santos, con errores, con imperfecciones, pero que hacen las cosas por amor, siguen en su camino felices, luchando por ser mejores cada día. Como el esposo que hace todo bien, trabaja, lleva a los hijos, ayuda en la casa, pero no ama a su esposa. Tarde o temprano acabará por reventar eso.

Ahora creo que aún después de todo esto, sería equivocado culpar a la Obra de lo sucedido -como tampoco quitarle su responsabilidad con esa persona-, no lo veo así. Creo que en muchos casos es una persona o un grupo de personas las que se equivocan, yo en experiencia propia lo puedo ratificar así, incluyendo dentro de ese grupo a personas que ahora escriben en sus páginas y que personalmente me dijeron muchas de las cosas que de ahora se quejan y las cuales podrán culpar de su actitud a que se vieron obligados a decir ciertas cosas o que en ese momento tenían lavado el cerebro, pero el hecho es que sea cual fuere la razón ellos en su momento tomaron actitudes equivocadas y por lo tanto son responsables de sus actos. De igual manera se les podría culpar de haber tomado tal o cual actitud o de no haber entendido del todo el espíritu que se les inculco o el haber decidido por cuenta propia algunos asuntos que dañaron a otros. Pero visto desde un punto positivo a muchos de ellos varias personas que conozco les reconocen el haberlas ayudado a superar determinadas crisis: matrimoniales, personales, profesionales, etc… que de otra manera nunca las hubieran hecho.

El cariño que en lo personal yo le tengo a muchas de estas personas no se ha visto reducida en ningún momento con su salida -tal vez en un primer momento aún siendo chico me impactaba una decisión de este tipo, costaba trabajo entender lar razones- pero hoy a vista de algunos años me doy cuenta de todo lo que hicieron por mi y les estoy infinitamente agradecido. Por esto creo que no hay culpas, ni culpables, sino decisiones que en algún momento de su vida tomaron, con sus respectivos derechos y obligaciones.

En referencia a si la Obra es culpable de todo lo que les paso -cómo lo he tratado de explicar- creo que hay momentos en la vida en que uno empieza a cuestionar ciertas formas de vida, en las que uno no esta dispuesto a hacer esta o aquella cosa, que no quiere seguir viviendo de una determinada manera. En esos casos creo que lo más coherente es decir -cómo un buen amigo lo hizo, y lo escribe aquí-, que uno no esta dispuesto a seguir viviendo de esa manera, ya sea porque es insoportable, por falta de generosidad, por que no lo ve claro, porque lo está llevando a perder la fe… razones miles, pero finalmente que acaban en un: "No me da la gana seguir viviendo así". ¿Es esto bueno o malo? Pues como dice San Pablo: "¿De que le sirve al hombre ganar a todo el mundo si pierde su alma?". Creo que si ese camino ya no le lleva a Dios sino se vuelve un obstáculo pues llega la hora de dar un paso fuera. No se necesitan dar explicaciones, ni culpar a nadie, ni buscar excusas, simplemente es una decisión tomada y adelante. La vida cómo en miles de casos aquí descritos no se acaba sigue adelante, nos abrimos a un nuevo camino que recorrer, pero creo que si cualquiera de ellos nos lleva a ser felices pues adelante. Ya vendrán nuevos compromisos y obligaciones, como en todo pero cómo en todo dependerá de nosotros cómo los afrontemos.

Por eso me ha disgustado un poco leer algunos escritos de gente que se fue, donde se quejan de que aquellos que consideraban sus amigos, les han dejado de hablar una vez que se fueron, pero les pregunto: ¿no se han cuestionado que ellos también pudieron llamar, que en muchos casos ni siquiera hay forma de contactarlo o que esperamos que ellos contacten?. En mi caso personal he ido contactando con algunos después de varios intentos. Creo que muchos a su salida se apartan como es natural y son ellos los que dejan de tener contacto -tampoco quiero generalizar, digo lo que me ha tocado vivir, supongo que en otros casos se da también lo otro-.

Una vez me dijo un amigo algo: "Si alguna vez te sales no trates de recuperar el tiempo que crees que perdiste, mejor aprovecha lo mejor que puedas lo que aprendiste. No busques culpables, mejor mira para adelante". Me pareció una buena recomendación, el no es de nada de la Obra aunque la conoce bien. En cuanto a la figura de San Josemaría Escriva y del Opus Dei se podría hablar mucho también. Pero creo que en que la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica, y que tenemos una sola fe (Misma que enseña la obra y que su fundador después de un proceso de canonización ha sido santificado). Así que en mi muy personal opinión creo que un camino como el Opus Dei, recorrido por tantas personas, puesto en discusión por tantos teólogos y filósofos, teniendo la aprobación de la Iglesia etc… no veo el porqué hablar mal de ella, al menos a mi me parece que se pueden cuestionar algunas formas de vidas y podemos cuestionar cosas en las que no estamos de acuerdo -no forzosamente malas- pero es por eso que hay tantos caminos en la Iglesia, y lo importante es que, el que elija cada uno lo lleve al cielo.

En lo personal por ejemplo, la vida en clausura a mi se me haría insoportable, no se cómo hay gente que puede vivir así. Pero eso no quita que sea un buen camino y que hay gente que encuentra ahí su salvación. De igual manera, sino el camino de la Obra no fue el tuyo, pues a seguir adelante, aunque no veo necesario el estar regresando y regresando a hablar de lo que paso.

Por último, se que muchos de los que entran a platicar sus experiencias -sobre todo si fueron malas o dolorosas- encuentran aquí un foro de expresión, el cual me parece bien. Pero también hay muchos casos de gente que fue de la Obra, y aún continua formándose en esa espiritualidad y tienen a sus hijos de igual manera formándose ahí, porque saben que es algo bueno. En el fondo creo que pensar en un organismo retorcido desde dentro, con estrategias bien implementadas, y donde se busca sistemáticamente captar gente para tenerlas bajo el dominio, al menos a mi me parece algo tan diabólico que simplemente no concuerda con la realidad que me ha tocado vivir. Simplemente es imposible pensar en que pueda haber gente tan malvada que esta dispuesta a mentir y hacer daño manipulando a las persona, y también me cuesta trabajo pensar que gente tan preparada, tan distinta, de tan diversas nacionalidades, culturas, razas, niveles socioeconómicos sean captados de manera sistemática y que ninguno de ellos se de cuenta. Tantos libros escritos, tanta bibliografía, tanta historia toda inventada y manipulada. Creo que cuando se pierde de vista a alguien todo empieza a verse distinto y creo que ese alguien es Dios.

Una vez mas reafirmo, que este es mi punto de vista, lo que pienso. No busco hacer un documento complicado con argumentos contundentes, ni para convertir a nadie. Es lo que rectamente veo y opino. Tampoco se si todos mis argumentos son validos pero al menos en mi pequeña cabeza tienen coherencia. Si alguien cree que me equivoco en algo estoy dispuesto a leer sus opiniones.

Saludos cordiales,
Matrix


testimonio

quiero expresar mi opinion en vuestra web soy hija de padre supernumerarios y no me averguenzo para nada de ello, conozco a mucha gente del opus dei y nadie se siente marginado, explotado o cualquiera de las infamias que publicais en esta web, tambien me ha llamado la atencion, que comparan la obra como algo de lo que te quieres salir y no puedes, como cuando alguien te maltrata y necesitas dejarlos, todo eso son solo calumnias, y no veo correcto que publiqueis eso, a pesar de ser opiniones, otro punto aparte, esto no creo que sea legal ya que la Iglesia ni el Estado lo permite asi que vayanse buscando otro lugar pero esto lo comentaré para que no se publiquen esta serie de tonterias por internet.

Laura

(Se nota que eres muy joven y de poco valdría una disertación sobre las "calumnias" e "infamias" que dices encontrar aquí. Haces bien en no avergonzarte de tus padres ¿por qué habrías de hacerlo? Y please, no utilices tus influencias con Bill Gates porque nos gustaría seguir estando en internet. Un cariñoso saludo.)


Otra anécdota:

Se desarrolla en una universidad del opus (por excelencia) y tiene como protagonista a una profesora ya entradita en años (60 años) y numeraria para más señas… ah! y un poco extraña...

Esta señora ejercía de directora de tesis de un amigo mío. Un día se planteó la opción de ir a un congreso (creo que era un congreso, no me acuerdo bien..) y para ahorrar dinero, esta mujer le propuso a mi amigo (su doctorando) realizar el viaje en una camioneta que ella conducía para mayor peligro de los infortunados peatones que se cruzaban en su camino... Sin embargo, tras unos momentos de duda, la numeraria exclamó: “¡Imposible, no podemos ir los dos solos! A no ser que le digamos a fulanito…” a lo que mi amigo, con cara de no entender, le preguntó: pero por qué? Y ella contestó: “PORQUE LA CARNE ES DÉBIL” … y claro, ante semejante contestación se planteaban dos posibilidades: o esta mujer se refería a que a mi amigo, con 20 y pico años, entraría en fase lujuriosa por estar en un espacio cerrado con una venerable señora, lo cual supone pensar que mi amigo está más salido que un balcón, de hecho, seriamente enfermo... o la segunda opción es que también podría decirlo por ella misma, porque igual veía peligrar su voto de castidad, que a una edad tan avanzada tiene mérito la cosa! Sinceramente, no sé cual de las dos opciones me da más escalofríos….

¿Por qué esa obsesión con el sexo? ¿Como puede ser algo tan enfermizo como para pensar siempre de manera tan sucia ante cualquier situación? ¿por qué ese miedo tan terrible? ¡¡Qué horrible tiene que ser la represión que ejercen sobre muchachos adolescentes que son auténticas ollas a presión en lo que a hormonas sexuales se refiere… por Dios, que crueldad!!

Besos y abrazos para todos
Sara


Gracias Alfredo y perdón Jose Carlos

Ayer el correo vino extenso y jugoso.

Solo quiero decirle a Alfredo que le agradezco sea el primer numeario/a que ha mostrado en el correo de esta web capacidad para superar prejuicios y compasión por los sufrimientos ajenos.

A José Carlos le pido perdón por haberle contestado con vehemencia a sus correos. Justamente ayer, dia en que se publicó mi correo "Las bases del diálogo", leo que Jose Carlos se despide un tanto apenado por la dificultad para el diálogo entre los que participamos de la web. Espero que reconsidere su decisión.

Un abrazo a todos
Crítico Constructivo


Reseña y opinión sobre “El Código da Vinci”, de Dan Brown

Queridos todos:

Les envío un saludo enorme y un abrazo de agradecimiento a Carmen Charo por sus palabras del día 24. Y perdonen que no diga más, pero mi correo de hoy es un poco extenso.

Cuando me enteré de que en libro de “El Código da Vinci” se hacía una denuncia sobre las prácticas internas del Opus Dei, corrí a comprarlo. Además, soy gran admiradora de la obra de Leonardo y de todo aquello que tiene que ver con la simbología del arte. (A los 16 años escribí un ensayo sobre el dualismo y la simbología del yin-yang ocultos en la novela de Demian, de Herman Hesse, así que como verán, me apasiona el tema).

Pero francamente, ¡qué decepción! Cuando uno escucha los comentarios sobre “El Código da Vinci”, e ilusionado y curioso corre a comprar el libro, espera encontrar entre sus manos un trabajo que conjunte imaginación, creatividad, buen estilo literario, una investigación seria y profunda y, -en nuestro caso, queridos todos- una denuncia sobre la realidad de la vida dentro del Opus Dei.

Pues sí, al comenzar a leer el libro esperaba todo eso. Pero… olvidé que a fin de cuentas es el típico bestseller, que busca apantallar y escandalizar como estrategia de mercadotecnia.

Mi desilusión fue grande al comprobar la falta de seriedad del autor, así como la débil excusa del hilo conductor de la historia para justificar la exposición de ideas confusas y aleatorias del feminismo a ultranza y los ataques sin fundamento ni análisis crítico a la Iglesia Católica.

Me encontré con una novela policiaca medianamente interesante, que mantiene la atención del lector a partir de una tensión generada por lo que llamo “El síndrome de la búsqueda del tesoro” -aprovechando, como me decía en un correo M. de A, que estamos con lo de los síndromes-.

Con este término me refiero a que lo único que te mantiene interesado en la trama es el juego del gradual descubrimiento de ingeniosas claves encriptadas en distintos lugares Francia e Inglaterra. Vamos, esto es un “rally” y sigues leyendo porque quieres saber quien gana (por cierto, ganan los buenos, ¡qué original!).

La historia es la siguiente: El conservador del Museo de Louvre, Jacques Sauniére, es asesinado por un “monje” albino del Opus Dei, llamado Silas. Sauniére era en realidad el último Gran Maestre de El Priorato de Sión, una sociedad secreta que supuestamente, guarda la llave para destrozar los fundamentos del cristianismo. Sauniére, antes de morir, deja las claves necesarias para desvelar el secreto a su nieta, Sophie Neveu, criptógrafa de la policía francesa y a Robert Langdon, historiador de Harvard, experto en la simbología de la divinidad femenina perdida.

A través de la novela, Langdon y Neveu tienen que descifrar una cadena de pistas para encontrar el Santo Grial, que, según el autor, es la clave para terminar con el “mito” de la divinidad de Cristo. Durante la larga búsqueda, los protagonistas son perseguidos por la policía francesa, el dueño de un banco suizo, un teatral lord inglés (con su inseparable mayordomo) y por supuesto, por el Vaticano y el Opus Dei que a toda costa quieren destruir la “evidencia” de que “el cristianismo es una farsa”.

A estas alturas de la novela el autor lleva cuando menos 300 páginas describiendo, - a partir de fragmentos de investigaciones y referencias a la simbología de lo femenino y lo masculino en antiguos cultos y religiones-, cómo la Iglesia Católica ha minimizado el papel de la mujer hasta lo más bajo, lo más sucio de la creación... Y no desvelo el final para los que estén leyendo el libro.

Brevemente les diré que lo único que vale la pena de esta fantasiosa novela es el momento en que el Vaticano le dice al Obispo Manuel Aringarosa (ficticio prelado del Opus Dei) que le regresarán a la Obra los millones de dólares que dieron al Vaticano para lograr la designación como prelatura personal. Esto, porque debido a sus controvertidos y agresivos métodos de reclutamiento, lavado mental y mortificación corporal, el Papa ordena la total separación del Opus Dei de la Iglesia católica por ser una carga y un motivo de vergüenza para la misma.

Sin embargo, en lo referente a las prácticas reales de la Obra, el libro no pasa de magnificar el uso del cilicio y las disciplinas. Nada más. No hay denuncia real ni controversia que pudiera fundamentar la verdadera manipulación que existe dentro del Opus. Decepcionante y risible. Nada más.

¿Mi recomendación? Si quieren leer algo original y bien escrito, fundamentado y apasionante, que cuestione coherente y seriamente el papel del ser humano en una institución de inspiración divina y disfrutar al mismo tiempo de una historia interesante y bien hilada… 'El nombre de la rosa', de Umberto Eco, es la opción. Pero bueno, seguro aquí todos los habrán leído ya. Lean otra cosa entonces con la que no sientan que el autor les escupe en la cara pensando que son personas sin cultura y sin capacidad para pensar y criticar.

Un beso para todos,
Helena C.

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OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?