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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA


3-2-2004


Querida Boira,

he leido varias veces tu correo de ayer y quisiera darte mi opinión.

Realmente no tengo todos los datos y no conozco la situación de fondo, pero pienso que tu amiga numeraria está pasando una crisis morrocotuda. Yo creo que no debes ser demasiado dura con ella. Me imagino si no estará pasando por dudas serias sobre la obra o su vocación, que lógicamente. llevando tu charla no iba a compartir contigo. También puede ser que empezara a tener contigo una relación no sana para la obra (y no hace falta pensar mal, cualquier intimidad es mala). Por eso quizá la han quitado de en medio. Como es natural, mientras ella siga en la obra a tí no te va a dar ni una explicación, lo que no quiere decir que no esté sufriendo mucho y tenga ganas de hacerlo. Ella, como yo, y como tantos testimonios de esta página, muchas veces hicimos lo mismo y, entonces no eramos libres (ella no ha rechazado pensar autónomamente, como dices) Vas poco a poco, haciendo dejación de deberes y derechos y llega un momento en el que estás atada de pies y manos y cuesta mucho soltarse.

Yo, sinceramente creo que ella no es la causa de todo lo que te está pasando.

Otra cosa, ¡no eres una ruina espiritual porque no cumplas las normas ni vayas a círculos!... Dios y tu trato con El es otra cosa.Tu lucha, tu sufrimiento, tu querer ser coherente, buena persona, santa... son oración y de la buena. Se ve en tu carta que te preocupa ser leal al Señor. ¿Qué más tienes que hacer?. Vuelve a leer lel texto tan bonito que nos mandaste de Teresa de Lisieux.

Quizá yo tengo una idea muy clara de la obra, pero es que en tu caso también me cuadra. Te están cuidando para que entiendas que tu amiga es inmadura, pero sigues queriendo creer, parece que con gran lucha y contra toda lógica, que la obra es maravillosa, que tú eres opus dei, que tienes que volver a vivir la ilusión del principio, que gracias a tus quejas la obra va a cambiar. Por cierto, ¿te han contestado algo? ¿También te han dicho que no vas a poder ser santa sola? Tu qué crees.

Boira, yo soy poco objetiva. En esta página casi todos los tesimonios coinciden. Lo que vives en el centro es totalmente opuesto. Date un tiempo. Busca a Dios dentro de ti con calma y deja que te hable. Dios da paz y no desazón. Haz lo que sientas cuando tengas paz. Cuentas con mi oración, mi cariño y mi ayuda, si la necesitas.

Un fuerte abrazo

Carmen Charo


Para ANA MARiA

Queridísima Ana María, ¡no sabes qué alegría me da saber que te ha ayudado mi testimonio! Sólo por ti ha valido la pena. Me pareces una mujer con una fortaleza admirable. Es muy duro lo que cuentas de tu familia. Mira, cada quien vivimos lo que vivimos para aprender algo. Al final, la meta de todos, sea lo que sea lo que hayamos pasado, es aprender a perdonar, a querer a todas las personas que nos han hecho daño. Esto no es que deba ser así como precepto moral, o porque es una obligación de buenas cristianas..., no. Dios nos ha hecho de una forma determinada y si funcionamos de acuerdo a las normas de montaje, nada salta ni chirría, es decir , somos felices y nos sentimos plenos.

Esto es dificil porque hemos aprendido a razonar de la manera opuesta, pero sin embargo, es la verdadera lección que podemos aprender en esta vida. Mis padres no fueron malos, como tampoco lo era tu madre. Ella se portaba así por pura limitación. ¿Qué sabes de su infancia, del trato que tuvo ella con sus padres, de la dificultad económica en la que simpre vivió? Todo tiene su explicación y justificación. No supo ni pudo hacer otra cosa, casi seguro. También puede ser que fuera mala persona y te hiciera daño a posta, aunque me cuesta creerlo. De ser así, ella era la primera desgraciada e infeliz. Tu, de toda aquella situación sacaste mucho dolor y la convicción de tu inmensa fortaleza y valía. Esto último es muy positivo. El dolor, tu, yo y todos debemos irlo sanando poco a poco.

¿Ves? Me choca, y no me choca, ver cómo en la obra hay esa falta total de unidad de vida. La santidad, como decía en mi testimonio está hecha de cumplir la normas, ir a los medios de formación, dar la aportación, tener amigas pitables y en tu caso, tener los hijos que Dios te mande... Pero, y ese odio que sientes ¿dónde lo encajas? ¿es normal?. Es normal que lo sientas, que lo dejes expresar, pero también, y por ahí creo yo que debe ir la santidad, es normal que vayas sanando tu corazón, viendo toda tu vida con los ojos de Dios. Tu donde primero te tienes que encontrar con Dios es ahí, poniendo orden en tu corazón, poniendo los medios para curar esa herida grande que tienes y Dios quiere que la sanes.

La solución no es decir que no debes odiar, que tienes que querer. Yo creo que a eso hay que tender, pero primero es bueno que hables de ese dolor, y despotriques lo que te haga falta hasta que vayas pudiendo perdonar.

A mi a eso me está ayudando esta página con respecto a la obra. Voy pudiendo reconocer lo que han sido fallos personales de lo que ha sido daño de la institución.

Acerca de todo lo que dices de la obra, ¿qué quieres que te diga? Yo cada vez tengo más claro que en la obra hay personas buenas y santas, pero que es cierto que también la obra funciona como institución, y esta es mala y hace daño conscientemente. En mi caso y en el de muchas personas lo han comprobado y aún esperamos una ayuda, una palabra de aliento, una petición de perdón. A mi, en este caso, me pasa como a ti, que aun no soy capaz de perdonar.

Entiendo tu situación de no querer dejarla porque perderás la relación con personas que quieres. No te fuerces. Tomarás la decisión que sea cuando estés convencida y la hayas madurado bien ponderando lo que te compensa y lo que no. Creo que no es bueno mentir, pero también entiendo que a veces puede ser necesario si no quieres que te acosen. De todas formas, no creo que sea positivo humanamente mantener durante mucho tiempo una situación así. Creo que no te aporta nada bueno. Las personas, si realmente te quieren y valen la pena, sabrán acompañarte en cualquier situación.

Bueno Ana María para lo que necesites, cuenta conmigo. Un fuerte y cariñoso abrazo.

Carmen Charo


Queridos orejas:

Muy buena la aportación de ayer de E.B.E. . La frase de Hegel aclara muchas cosas: «El triunfo como criterio de legitimación del vencedor». A la interpretación dada por él añadiría otra: El triunfo del fundador por la acumulación de obras edificios y personas que le siguen, legitima su pasado, da vía libre a la mitificación del personaje y abre la puerta a la acumulación de más poder.

Los valores clásicos del cristianismo pasan a segundo término o desaparecen: el seguimiento de Cristo, la imitación de sus palabras y hechos evangélicos, el respeto supremo al individuo consagrado en el relato de la oveja perdida, la predilección por los pobres, el nacimiento en un pesebre y la muerte en cruz, símbolos de la pobreza y desnudez ante todo, el no decir a nadie "padre" para cerrar el paso a quienes quieren suplantar a Dios Padre, la atención a las víctimas del mundo, la estrategia de Dios desde abajo, no pescando por la cabeza, etc. etc.

En el opus, el poder del dinero legitima todo, en especial al fundador que acaba en los altares. Así nos va.

Saludos a todos

Jerónimo


He leído vuestros correos, Boira y Ana María. Los leí con muchísima atención porque, si algo hay de cierto en esta vida, es que ya está todo inventado, la historia se repite. Y en vosotras, en vuestra situación de ahora, se repite mi historia.

Fui supernumeraria muchos años, tampoco sé exactamente cómo vi mi vocación; lo que tengo clarísimo, ahora, es que nunca oí ninguna voz, sólo sé que era un momento difícil de mi vida, y el caso es que estuve en la obra mas de 16 años. Procuré hacer las cosas bien y vivir el "espíritu" del opus. Unas cosas las entendía y otras no, pero para eso preguntaba, y me di cuenta de que siempre tenían un as para matar un tres. Es decir, todo tenía su explicación. Explicación que unas veces me convencía y otras, sobre todo en temas de proselitismo, no lograba entender.

Tuve buenas amigas, eso pensaba yo, que me acercaron a la obra y que dejé de ver una vez conseguido el objetivo (el del opus, claro). Aunque he de decir que me consta que muchas de ellas sí me querían, lo que ocurre es que "el espíritu" es para todos. No parece normal el desapego que muestran, pero si lo piensas no es tan difícil de entender ya que se nos repite con machaconería que vivamos "el espíritu del Opus Dei", tanto a nosotras como a ellas. Y el espíritu de la obra no es mas que "de 100 almas nos interesan las 100" (yo siempre pensé que qué pasaba con el resto de la persona). Así que somos eso, almas, no amigas. Y como almas que somos da exactamente los mismo que se encargue una u otra de nosotras, con seguir el guión el éxito esta asegurado.

Lo que habéis planteado en vuestros escritos, y que me planteé yo en su momento, es si debéis seguir viviendo en esta gran mentira u optar por marcharos. Lo que hagais el 19 de marzo es algo en lo que tenéis que tomar vosotras la decisión, pero vosotras, no "inspiraciones" a través de nadie. Vosotras. Desde aquí os podemos escuchar y apoyar, pero la decisión es vuestra: que no os manipulen.

Desde ahora os digo que si optais por marcharos la presión va a ser mucha. Oiréis cosas tales como "si un día Dios te dio la vocación ahora no va a desdecirse", "Dios cuenta contigo para hacer el Opus Dei siendo tu misma opus dei", y mas. Y no olvidéis que aquí tienen un papel fundamental los curas que son los encargados del descabello en la suerte de matar. La única forma de que se os allane la salida es que vean que no vais a rendir lo suficiente, que lo que necesitais recibir es mas de lo que vais a dar. Ya veis, chicas, eso es lo que llaman fraternidad.

Recuerdo que cuando yo estaba pensando en marcharme llamé a un amigo que había sido supernumerario y fui a verlo. Él al verme la cara y que había perdido unos kilos (!!) se extrañó. Le conté mi preocupación y a mi pregunta de "¿qué pasa cuando te vas de la obra?", se sonrió y me dijo, "nada, no pasa nada". Como sé que me aprecia porque es amigo, me dejó muy tranquila, o medianamente tranquila. Pero aún me dio otro consejo "si no quieres renovar, vete de la ciudad el 19 de marzo (para quien lea esto y no sepa que significa el 19 de marzo en el Opus Dei le diré que es el dia en que los supernumerarios renuevan su compromiso con la obra, y si no se renueva, el supernumerario queda automaticamente fuera de la Institución) y no vuelvas hasta despu s de las 12 de la noche". Ese último consejo no lo seguí y no tengo que explicar que tuve que esperar otro año mas para dejar el opus. Me pillaron a las 10 de la noche.

He de deciros que cuando te vas del opus no pasa nada. Todas esas preguntas que nos hacemos y todos esos temores que tenemos no son mas que fruto de la baja autoestima consecuencia de esa costumbre insoportable de tener que preguntarlo todo. De esa costumbre canalla de no poder tomar una decisión sin haberla consultado antes. De vivir para agradar a alguien, unas veces es a Dios, otras a "tus hermanas" o al mundo, porque si no, para empezar, te cae una correción "fraterna".

Y os voy a decir algo mas, si perdemos amigas por habernos ido, es que nunca las tuvimos. Y si queremos seguir con nuestra fe, podemos hacerlo. ¿O es que hasta el 2 de octubre de 1928 no había un solo fiel corriente que hubiese vivido su fe?.

Desde que dejé la Obra, y esto es mi experiencia, estoy encantada de la vida. Decido qué hacer con mi vida, tengo las amigas y los amigos que quiero y me acerco a ellos porque me gusta su compañía, no por segundas intenciones. Tengo tiempo para hacer muchas cosas, he dejado la carrera maratoniana del plan de vida, que Dios es una amigo no un inspector de hacienda. Incluso me tumbo (realmente me tiro) en el sofa con el mando a distancia en la mano, a hacer zapping. Y como leí en un correo en esta pagina, si veo "Aquí hay tomate", no tengo ningún cargo de conciencia. Y lo mas importante, estoy contenta conmigo.

Ojala os haya servido de algo lo que os cuento, para tomar una decisión en un sentido o en otro, la que sea, pero libremente. Y si decidís no renovar, marchaos de casa y apagad los móviles.

Mucha suerte y un abrazo

Brisas


Queridos Orejas,

Satur viene preguntándose desde hace tiempo si “Alguien sabe qué es el Opus Dei”. Sus razonamientos –llenos de sentido común y lucidez– los esperamos cada semana como agua de mayo y nos hacen pasar a todos un rato magnífico.

Yo, como Satur, he estado más de 25 años como numerario en la Obra y la respuesta a su pregunta es bien sencilla: El Opus Dei es una mayúscula pérdida de tiempo, una máquina de ganar dinero, un lobby que quiere hacerse con el Vaticano y una patética nostalgia de tiempos pasados. Punto.

Un abrazo para todos.
Edu


Para Ana María (correo de ayer)

Muchas gracias por compartir en esta página tus recuerdos -¡tan duros!– de tu infancia. Tienes nuestra comprensión y cariño.

Apenas queda un mes para el 19 de marzo y mi consejo de ex-numerario es que no renueves. Ahora bien, prepárate para recibir todo tipo de presiones. La experiencia de muchos demuestra que lo mejor es “pasar” de dichas presiones y mantenerse firmes. El Opus (que poco tiene que ver con la iglesia de Jesús) no te aporta nada, como puedes comprobar.

Sin embargo te va a pedir, exigir y quitar tu alegría, tu coraje, tus amigas, tu estima… y tu dinero.

Saldrás ganando.

Edu


Estimado Crítico Constructivo (1-2-04): A mi me parece que todo es relativo (distinguiendo que no es lo mismo la relatividad que el relativismo que
rechazo).

Dices que tomar como criterio de opción política el evangelio o a los primeros cristianos es algo más estrecho (y "restringe el pluralismo") que tomar la Doctrina Social de la Iglesia como criterio. Es relativo. Si apelas al Evangelio ampliarás la discusión con protestantes, ortodoxos y anglicanos, y podrás entender que haya gente que defienda una teocracia, según qué socialismos y qué capitalismos etc.. Si declaras como opción política católica la sublevación de Franco, o el golpe de la Junta argentina o la de Pinochet, el evangelio o la práctica de los "primeros cristianos" al que apelaba Escriva, se queda "estrecho" porque no encontrarás soporte para tales opciones. Sin embargo, la Jerarquía de los respectivos paises, apelando a la tradición política del catolicismo (que me imagino incluirá la Doctrina Social de la Iglesia), acomodó la opción milico.

Igual que la mayoría de los miembros de la Obra en España, Argentina y Chile. En ese sentido la Doctrina Social de la Iglesia es más "ancha".

Con afecto,
Salvador


Con cariño, para Boira y Ana María

Testimonios como los de Boira y Ana María, del correo de 2 de febrero de 2004, justifican por sí sólos esta página web, y el trabajo de los amigos que la organizan. No me gusta llamaros orejas, porque creo que no sólo os dedicáis a oir, que ya es importante, sino a obrar, con esta página.

Es curioso que ambos correos coincidan en el mismo día. Ambos hablan de uno de los peores vicios del Opus Dei: la instrumentalización de la amistad. Desde el principio, desde el momento en el que pité, pensé que eso no estaba bien hecho. Que la costumbre que dice que "en la Obra no existen amistades particulares" es un grave error. Es imposible que uno tenga un amigo muy amigo, hasta el punto de pitar por seguir sus pasos, y que luego deje de serlo, por arte de birlibirloque. ¿Qué clase de amistad es esa?

En realidad, no era así. Todos sabíamos que unos eran más amigos con otros. Que los biólogos eran amigos entre sí, como los informáticos, o los "futboleros". Pero esa amistad, que es normal, se llevaba de forma vergonzante. No se podía ser muy "amiguito", ni ir a la casa de uno de la obra, ni pasear por la tarde, o a comprar, porque enseguida te caía una corrección fraterna de aúpa. Y tengo entendido que entre las mujeres era peor, porque por muy poco te podían colgar el sambenito de una amistad "extraña"·

Esa costumbre, por otro lado, sólo la vivían los peones de brega, es decir, todos menos el fundador. Que me lo expliquen como quieran, pero la relación entre José María Escrivá y Alvaro del Portillo era amistad. Una amistad muy íntima, a la que nadie puso peros. Se dijo que era providencial, que Dios había querido que fuera así. Pero es curioso que la providencia sólo se fije en los jefes, nunca en los indios.

Y aquí entra otro de los vicios de la obra: que los jefes están exentos de cumplir las normas rígidas que se imponen a todos los indios, sin distinción. Pondré unos ejemplos, que todo ex- conoce. Nadie podía tener amigos especiales, menos monseñor Escrivá, véase Portillo y Echevarría. Todo el mundo tenía que pasar los veranos de convi donde le dijera el director, excepto el trío de amiguetes, que una vez la pasaban en Irlanda, otra en Alemania, otra en Suiza. Vamos, lo mismito que yo.

Sigo: nadie puede elegir director espiritual, menos monseñor Escrivá, que primero eligió a un jesuíta, al que pusieron tibio en muchos escritos. Y luego eligió a uno de la Obra, el que quiso, y para siempre. Lo mismito que los demás.

Ningún numerario puede vivir con su familia, menos monseñor Escrivá, que los tuvo en casa, y hasta los enterró en su casa. Otro ejemplo de "providencia selectiva", que no cupo en suerte al resto de numerarios, muchos de los cuales no ven a sus familias en largos periodos de tiempo.

Nadie puede tener dos relojes en la obra, menos el director del centro, que puede utilizar (y de hecho lo hace) todos los que los agregaditos le han entregado después de Reyes, y que guarda en el primer cajón de dirección.

Todo el mundo tiene que hacer apostolado, menos los directores, que sólo se dedican a dar la brasa a los del centro, y a perseguirles para que traigan gente a la meditación, o al retiro, o al círculo. Oye, majo, y tus amigos, ¿dónde están?. Silencio impenetrable.

¿Hace falta que siga?

Pero eso no es nuevo. Todo está inventado. Jesús ya les decía a los fariseos que eran una raza de víboras, que cargaban pesadas cargas en los hombros de los demás, mientras que ellos no las tocaban siquiera con un dedo. Nunca entendí qué quería decir el Señor con este ejemplo. Pero me ha quedado claro después de mi etapa opus, ¿a vosotros no?

Por cierto: Jesús tenía amistades particulares. Eran los apóstoles. Y entre ellos, había tres amigos especiales, san Pedro, Santiago y San Juan, con los que se iba a rezar, ante los que se transfiguró, etc. Jesús era un hombre normal, y por ello cultivó especialmente la amistad. Y era un hombre sensato, y por eso tenía amigos muy íntimos entre las personas que no formaban parte de su apostolado (como Lázaro o Nicodemo), pero también tenía amistades particulares entre sus discípulos, como las ya dichas.

Lo dicho: qué anti-cristiana es la costumbre de no tener amistades particulares. Y si no, que se lo pregunten a Boira y a Ana María, dos buenas cristianas que se han visto defraudadas por las personas que las atrajeron a la Obra, y que las olvidaron cuando consiguieron meterlas dentro. Porque eso no se hace, señoritas. No se puede atraer a una mujer a un centro, para dejarla aparcada un segundo después de pitar. Parece que sea: ya está dentro, vamos a por otra. ¡¡¡Cuánto amor de Dios!!!

Amigas Boira y Ana María: no sé si seguiréis. Eso os toca a vosotras decidirlo. Pero en cualquier caso, no os disgustéis por la falta de cariño de vuestras "hermanas". A lo peor, olvidáis esa familia, la de verdad, la que habéis formado con vuestros esposos y vuestros hijos. Ellos os quieren de verdad, aunque no recen las tres partes del rosario cada día. O ni siquiera un Ave María.

Un abrazo. Y ánimo.

Gregory P.

P.D. Contesto a las personas que dicen que lo criticamos todo. Yo no. Lo mejor que me ha pasado ha sido encontrar las personas, los amigos y los ejemplos que he conocido en la obra. Casi siempre para bien, aunque las cosas malas también enseñan.

Desde el primer momento, en mis intervenciones he dicho lo mismo: lo malo de la Obra no son las personas, sino las exigencias de unas costumbres escritas en los años cuarenta, en un ambiente post-bélico, y que son más propias de un cuartel que de una familia. Costumbres como la que he dicho, o como la del cilicio y las disciplinas, o la de dormir las numerarias encima de una tabla, impuestas por el fundador, y otras muchas, crean un clima irrespirable. Hacen que muchas personas no puedan contar lo que hacen, porque en su interior se dan cuenta de que no es normal. Y todo el mundo tiene derecho a ser normal.Y a sentirse normal. Lo contrario crea enfermedades mentales.


El silencio del Opus Dei: sobre la locura y las palabras.

Amigos:

Estos días he leído algunos mensajes que me han conmovido mucho: me refiero a la última entrega del texto de Satur: ¿Alguien sabe qué es el Opus Dei?, al escrito de E.B.E, "La enfermedad humaniza", y al de Ántrax, "Felices por pelotones".

Comienzo citando unos versos de Sor Juana Inés de la Cruz:

"Finjamos que soy feliz, triste pensamiento un rato/...
sírvame el entendimiento alguna vez de descanso"

Los cito como una guía en asuntos tan delicados, y de tanta gravedad.

Como dice Ántrax, en la Obra, ridículamente, pragmáticamente, las personas están obligadas a ser "felices", "siempre alegres", y la pregunta fatídica es: ¿estás contento/a?.

No se podía no estar contento, si no se estaba "contenta", "alegre", algo estaba mal con una. Era signo de infidelidad, de falta de oración, de entrega, de visión sobrenatural, de unidad, una larga lista de "faltas"...

(El correo completo de Flavia está colocado en Tus escritos y se titula:"El silencio del Opus Dei: sobre la locura y las palabras".
Próximamente colocaremos todos los escritos de Flavia en un sólo documento, con sus varias y variadas entregas, -como hacemos con Satur y otros-, para que todas sus reflexiones vayan formando un solo documento con todas sus aportaciones. ¡La cantidad de libros que se han escrito y se están escribiendo sobre el Opus Dei en esta web! Y van a estar todos aquí, para ayudar a unos y hacer pensar a otros.)


El significado del rejalgar

¡Hola! ¿Como están? Hace tiempo no escribía en parte porque en Argentina estamos en verano y aprovecho a hacer un poco mas de vida al aire libre, y también porque ultimamente se han tocado temas acerca de la vida interna de la obra, de los que no puedo ni debo opinar porque en esto siempre "he tocado de oído" y a través de terceros.

No obstante me quedó presente esta frase de las Meditaciones del fundador:

«No encontraréis la felicidad fuera de vuestro camino, hijos. Si alguien se descaminara, le quedaría un remordimiento tremendo: sería un desgraciado. Hasta esas cosas que dan a la gente una relativa felicidad, en una persona que abandona su vocación se hacen amargas como la hiel, agrias como el vinagre, repugnantes como el rejalgar».

La palabra "rejalgar" me sonaba lejana pero no desconocida hasta que hace unos días recordé y casi digo ¡eureka! Desempolvé mi viejo diploma nunca ejercido de profesora de quimica (luego estudié económicas) y ojeando viejos apuntes encontré el significado de "rejalgar".

Se llama así al sulfuro de arsénico, un potente veneno usado en la edad media para matar ratas y posteriormente en versión mas desconcentrada como insecticida y en pirotecnia para emisión de luz blanca brillante.

Lo de "repugnante" es difícil saberlo ya que al tratarse de un compuesto muy venenoso, difícilmente el fundador del Opus lo haya probado (aunque vaya a saber uno la verdad, con tanta mortificación que según dicen se provocaba) lo cierto es que se trata de una sustancia muy pero muy fea y no apta para el consumo humano. Un ejemplo del uso del rejalgar puede hallarse en esta página donde en una suerte de cuento se relata la muerte de Diego de la Hoya.

Como he dicho en otras oportunidades, esta página es para mi un canto a la esperanza, me sirve de ejemplo y me hace mucho bien leerla cada día. Es evidente que todos los que han tomado la serena y sabia decisión de salir, no solo han aprendido a vivir cada minuto con felicidad sino también a expresarla a través de estas páginas y sus escritos. ¿Y el rejalgar? ¡el rejalgar no existe!

Un fuerte abrazo y a seguir adelante que cada día hay mas gente (de los ex y los que siempre estuvimos fuera) que les sigue y les desea mucha felicidad, mucha miel y mucho amor en vuestras vidas. Dios les bendiga

M. de A.

(Amiga, bienvenida de nuevo)


La libertad de expresión dentro de la Obra

Habiendo leído algunos mails muy reaccionarios contra quienes critican al Opus Dei, recordé algo que ahora es corriente para mí como para tantos que salieron de la Obra, y es la libertad de acceso a las fuentes de información.

Dentro de la Obra uno sólo recibe la información del canal oficialista, un verdadero bombardeo: las revistas internas, las notas y avisos escritos, los medios de formación, las charlas, las lecturas, etc., y además todo redactado o dicho con una seguridad tal que quien duda es un hereje. O sea, las dudas se reemplazan por afirmaciones. Es como la política de «partido único». La creación de mitos –convertir cosas ordinarias en extraordinarias sin que medie razón- en la historia interna de la Obra refuerza su hermetismo (porque los mitos subsisten en un ambiente de gente «convencida»)...

(El resto del escrito de E.B.E., está en Tus escritos y se titula "La libertad de expresión dentro de la Obra".
Todos los escritos de E.B.E., los vamos a recopilar próximamente en un solo documento -como hacemos con los de Satur, Capitan Cook, Gustavo...- y cada nueva entrega de sus vivencias y reflexiones, las iremos añadiendo y os comunicaremos cada vez que envíe una nueva.)


Respuestas varias

Estimados Orejas y todos:

Me da una gran alegría haberme puesto un poco al día con todo lo que se escribió este último tiempo (mucho y muy bueno).

Quiero mandarle todo mi apoyo a ATP (correo de fecha 17/01/04). Obviamente no te voy a “encomendar” —vio, ahora no me sale—, pero si unas palabras de ánimo. Seguro que tu puedes superar tus problemas. Como diría el Quijote “ladran Sancho, señal que cabalgamos...”, o en una versión mas propia “ ladran Sancho, señal de que son perros...”. Quédate con la que mejor te venga.

Me parece también muy buena la idea de buscar hacer algo en conjunto. Alguien lo propuso hace un tiempo (perdón, no encuentro la fecha del correo). Somos muchos y parecería que esto ya comienza a molestar. ¿Qué se puede hacer? ¿Hay alguna ONG relacionada con los ex-opus?. Me cuesta creer que a nadie dentro de la Iglesia le importe este tema.

Muy buena la pregunta de Elena (19/01/04) y la mayoría de las respuestas que le han dado. Si, Elena, un ex-numerario puede volverse a enamorar y volverse loco de amor. Habrás visto muchos testimonios aquí de ese tema y al que sumo el mío. Igual depende de cada persona, no todos somos iguales por el hecho de haber sido ex-opus.

Perdón por dar la lata con correos viejos, pero quería hacer estos comentarios.

Con respecto a lo que pregunta Fernando ayer (2/02/04) creo que ha quedado claro el asunto. Cada uno de los que aquí participa tiene su propia opinión y te darás cuenta de ello con sólo leer algunos correos.

Mas complicado me parece lo de Juan Diego (2/02/04). Juan Diego, no sé si tu eres el de la vocación, el director de dicha vocación o sólo un curioso. Si eres el que crees tener vocación haz oración y consulta con alguien que tenga experiencia en almas y experiencia de vida. No te quedes con una sola respuesta, pregunta que si es lo tuyo lo descubrirás. Si eres un “director”, hombre, actúa con responsabilidad y dale a ese alma toda la libertad para que decida sobre su vida. No lo presiones y reza por él.

Para cuidar tu vocación, en primer lugar haz caso a lo que sale de tu oración, de tu corazón y a tu razón. Solo te darás cuenta si vale la pena cuidarla o no. Nadie puede asegurarte que tienes vocación a algo y mucho menos que esa vocación es eterna, por eso cualquier decisión implica un riesgo. Puedes equivocarte o no. Si alguien te dice lo contrario, creo —a mi modesto entender— que te miente (aunque sea de buena fe).

Boira, (02/02/04) ya que coincidimos en la realidad de la obra, está en ti ver qué vas a hacer. Puedes quedarte, quejarte, mandar notas a la Delegación o Comisión Regional y tratar de cambiar el opus desde dentro. Tarea difícil y titánica si las hay. Te anticipo un camino de espinas y no de rosas. Durante un tiempo largo yo también me quejaba de esas cosas, mandaba cartas al Padre (que después ¡oh sorpresa! encontré guardadas en el escritorio del director del centro en el que vivía). Me dijeron que mis hermanos me querían tanto que “darían un brazo por mí”. Todavía estoy esperando que aparezca algún numerario manco... Bien, verás que estoy fuera, no?. No sé si eso te dice algo. Pero esta página además te va a ayudar a ver que hay vida después del opus y – en mi caso – soy mucho más feliz ahora que cuando estaba allí.

Felipe (no el príncipe) (2/02/04), un gazapo, ¿no es conejo pequeño?. Era lo que te quedabas dentro cuando no eras totalmente sincero, ¿no?

Saludos a todos y muy buena la nueva web.

Gustavo


Ni negro ni blanco

Tanto a Lydia como a Aquilina (29 de enero) como a J.M. (30 de enero) les quiero agradecer su atención. La verdad.... no lo esperaba.

Os aclaro que ya hace varios años que deje la obra... varios... BASTANTES, casi 10 años... un montón.... Mucha gente pensará que en tanto tiempo una ya tendría que tener la cabeza amueblada... yo también lo pienso.... pero como dicen por ahí, parece que la cosa me va a costar 19 días y 500 noches... Chic@s... qué quereis? Soy así!

Normalmente soy una tipa simpática, mi vida me gusta, tengo una familia que me da la vida, y unos amigos que también. Vivo acomodada... de pronto, caigo en que me gustaría darle "volumen" a mi vida, darle una visión espiritual, así que me pongo por la labor... y, como si cogiera una via directa... caigo en los mundos del opus... si es que siempre me pasa lo mismo.

Por eso cuando Aquilina me habla de paciencia porque piensa que acabo de dejarlo.... me da un poco de vergüenza... sí, ella le ha echado "un par" (...de ganas) y como bien dice, ha ido cogiendo velocidad. Pero la realidad es que yo ... "corté" y la mayor parte del tiempo no tengo ni ganas de ponerme a luchar. Aquilina... no me he puesto "trabajar" en esto... y la culpa es mia.

De estos años, nueve de ellos el tema ha estado aparcadísimo. Como no tenía posibilidad de contrastar mis pensamientos y mis ansiedades deje la solución por inútil. Pero hará un año más o menos parece que he entrado en la órbita. Normalmente lo llevo bien, si me sermonea alguna amiga del cole, si me llama la profesora en cuestión, etc... lo capeo con bastante cinismo, pero a veces.... estoy como estaba el otro día, con la sensibilidad a flor de piel.

Por eso titulo: ni negro ni blanco, hay tantos matices... depende de quién y en qué momento puedo ser la más absoluta imagen de "soy-mujer-no-me-detengas" y ojito con atreverte a opinar sobre como debería de llevar mi vida....a: "no- puedo-seguir-viviendo-así" y necesito que alguien me "guíe".

No todo fue malo y eso sumado a que soy "buena gente" hace que no siempre envíe a paseo cualquier cosa del opus que entre en contacto conmigo. Lamentar, ahora, después de tanto tiempo, lo que se dice lamentar, solo lamento lo artificial que se ha quedado mi relación con Dios. Es que creo que es imposible sacarme de encima todas mis "muletillas" y encararme con confianza a El. De tanto encomendar con estampitas (que-si-se-lo-pedimos-a-np-no-nos-lo-negará) y luego ver que ¡vaya que si nos lo negaba!!... pero "la culpa era mía, que no me mortificaba lo suficiente, que no tenía la fe suficiente,ni el buen espríritu suficiente". Vamos, que mi confianza y mis maneras estan completamente trastocadas. No se relacionarme con Dios sin que aparezcan mil fantasmas. Y al final... lo acabo dejando por imposible... hasta el siguiente "golpe de cincel con el que Dios vuelva a tocarme".

J.M... el tema es que a mi me "tira" la relación con Dios basada en el amor paterno-filial... creo que eso Molamazo...es lo único que me hace de punto de encuentro con Dios... pero en cuanto doy el siguiente paso, en cuanto intento un "compromiso más" tipo... "¿Qué mas puedo hacer por demostrarle a Alguien que yo también le quiero?" Aparecen todas, TODAS, las pijadillas maniáticas del opus, que si la misa hay que vivirla en plan militar, que si 10 minutos de acción de gracias... y es que de "repenente"... socorro que me veo haciendo un plan de vidaaaaaaaaa... y hala! reculo pa'trás todo lo que puedo como si fuera un gato escaldado.

Os leo con ganas, con muchísmas ganas. Ultimamente tengo mucho trabajo así que voy con días de retraso y siempre espero actualizarme en algún momento pero lo que está claro es que me sirve de terapia, creo que este puede ser el principio de mi reconversión... para que luego otros lean odio, rencor luteranismo y no se que más...

Para todo ellos, ya veis! tal vez pueda encontrar a Dios a través de tod@s.

Asher


Teruel

No sé, tengo el día tonto, me he encontrao con antiguos compañeros de Albalat por medio de ustedes y me he puesto nuevamente a recordar.

Cinco veranos he ido a Teruel: del 75 al 79. Me parece que los tres primeros años para hacer cursos anuales y los dos últimos para hacer el semestre. O al revés. En cualquier caso muchos recuerdos muy gratos tengo de aquella época. Pero vayamos por partes.

Tras pedir la admisión el día 13 de junio de 1975 (a los catorce años y medio), me dijeron que ese mes de agosto tendría que ir a Teruel a un curso anual. Mis padres se negaron en redondo (no tenía ni quince años) pero al final cedieron un poco y me dejaron ir una semana.

Cogí un ferrobús en la estación del norte de Valencia sobre las seis de la tarde y no llegó a Teruel hasta pasadas las doce (144 kilómetros). Paró en todas partes, hasta en descampados que apenas tenían andenes (puerto escandón, por ejemplo). Los ferrobuses eran trenes compactos de un aspecto metálico con bancos corridos que no permitían ninguna lindeza. Además, hasta pasado Segorbe iba de bote en bote. Así que me armé de paciencia e, ilusionado como iba, afronté el viaje.

Al llegar a Teruel me estaban esperando. Subimos la larga escalinata, nos metimos en un coche y, tras cruzar el viaducto, nos adentramos hacia la zona del hospital y luego hacia el final de la ciudad de Teruel, donde estaba el colegio menor San Pablo.

Dos pabellones tenía el citado colegio menor: uno más moderno que acogía a los que hacían el semestre y uno mucho más antiguo que acogía a los del curso anual. En medio una cancha de básket. Me dijeron donde dormiría en el antiguo pabellón y allá me instalé. Todo me pareció estupendo y maravilloso. A la mañana siguiente, tras las oraciones de rigor, desayunamos junto con los del semestre en el comedor grande del pabellón nuevo. Y empecé a comprobar la crudeza de la dieta turolense. Solo por poner un ejemplo, los domingos ponían para desayunar un peaso cacho chorizo frito con mendrugo de pan. En fin, comida “macrobiótica”.

Disfruté como un enano. A mediodía normalmente nos acercábamos al pueblo (a Teruel) y nos dábamos un “golpe” (forma de denominar a las cervecitas). Las tertulias me parecían muy entretenidas, y muy solemne el Rosario a la caída de la tarde todos juntos paseando por la cancha de baloncesto.

La ducha, por cierto, era fría. Pero fría, fría. Y a chorro. Nada de alcachofas ni otras lindezas: mando de agua fría y remojón que te crío. En fin, que a la semana me volví al lugar en el que había veraneado toda la vida hasta que comenzó el curso siguiente.

El segundo verano tampoco me dejaron ir entero. En esta ocasión fueron diez días. Así que, a primeros del mes de agosto de 1976, cogí un autobús en la estación de autobuses de Valencia y me fui para Teruel. El autobús se averió a mitad camino y, lo que iba a ser un viaje de unas tres horas se convirtió en un viaje de más de cinco. Y además hacía un calor de narices. Cuando llegué, como que era de día, me fui a pata hasta el colegio menor que, además, ya sabía donde estaba. Otra vez al pabellón antiguo. Esta vez también todo muy divertido.

El tercer verano me dejaron ir todo el verano, aunque ahora no recuerdo si ese año fui otra vez al curso anual o al primer año de semestre. Así que esa vez salí con el autobús en el que salían el resto de compañeros hacia Teruel. Me parece que en esta ocasión ya estuve en el pabellón nuevo. Habitaciones con literas y con una ducha criminal. La dieta, la de siempre. No había administración sino que la cocina la atendían las mismas personas que en invierno atendían el colegio menor.

Recuerdo especialmente los “shows” que se hacían. Se preparaban cuidadosamente decoraos y contenidos y salían cosas muy graciosas. También recuerdo en cierta ocasión que alguien puso una traca por el hueco de la escalera del pabellón nuevo y la encendió de madrugada. El petardo gordo estaba atado justo arriba del todo de tal manera que la traca fue ascendiendo por el hueco de la escalera hasta estallar el más gordo en lo más alto. Yo personalmente no la oí porque mi habitación estaba justo al otro extremo de uno de los corredores, pero parece ser que hubo taquicardias, cabreos y demás movidas.

De cuando en cuando íbamos a Torreciudad que pillaba muy a mano. Un larguísimo viaje por esas carreteras aragonesas del dimoni en unos autobuses prehistóricos que no acababan de llegar nunca. Pero eran entretenidos.

El cuarto verano fui al semestre los dos meses enteritos y más o menos lo mismo. No sé cuando se hizo la piscina que, por cierto, tenía el agua gélida y estaba un poco apartada. Yo, personalmente, prefería jugar a fútbol en el campo municipal Santa Emerenciana que pillaba muy a mano. Al volver ese año, ya no volví a casa de mis padres con las maletas sino que me presenté en casa y les dije de sopetón que me quedaría en Albalat. Lo aceptaron. Incluso aceptaron pagármelo. Yo tenía diecisiete años y medio.

El último verano volví a ir al semestre los dos meses y más o menos lo mismo. Quizá ya no fue tan divertido como los primeros años, pero en cualquier caso no estuvo mal.

Ya no volví a Teruel en mucho tiempo hasta que, un buen día, pasé por allá. Me llegué hasta el colegio menor San Pablo y allá estaba. Pero costaba llegar. La ciudad se lo había comido. Bloques de edificios por todas partes. Teruel ha ensanchado por ese lado.

El colegio menor tenía aspecto de abandonado. Quien sabe, quizá la especulación inmobiliaria lo acabe devorando.

En fin, que Teruel existe. Y que es una ciudad encantadora.

Atentamente.

ACD

Mucho tiempo después volví a Teruel


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.



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