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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 13 de Octubre de 2006



Hablar.- Auckland

Hablar

Auckland, 13 de octubre de 2006

 

Es la primera vez que escribo. Llevo tiempo leyendo los testimonios. Al principio me sorprendí, después pensé que no puede ser: cuántos testimonios parecidos al que yo podría dar. En general lo que se escribe logra conmoverme. Tantos años viviendo las mismas cosas y con la misma sensación al salir.

Un día lees algo que te golpea especialmente, decides dejar de ser “durmiente” y aparecer a este lado de la pantalla. Para mi ha sido el escrito de Ottokar: nosotros somos vuestros hijos y hermanos. Me impresionó por su realismo y delicadeza.

Fui numerario diecisiete años, casi los mismos que hace que me marché. Nadie hizo mucho para que pitara –desde pequeño había ido por clubs ya que en mi familia hay personas de la Obra- y nadie hizo nada para que no me fuera. Después de tantos años –había pasado por diversos centros y un consejo local- pensé que llegado el caso alguien me echaría una mano. Mi proceso de marcha de la Obra fue lo más parecido al frío glacial. Tras bastantes años en que yo era muy claro respecto a mi estado de ánimo y darme largas –sólo pedía un poco de ayuda- pregunté si existía la posibilidad de dispensa de vida de familia ya que estaba agobiado. Tiempo después se me concedió. Hacía años que ejercía y me ganaba dignamente la vida. Cualquier persona normal en mi país sabe que para alquilar un piso hay que adelantar dos mensualidades y una tercera como fianza. Y los que hemos sido de la Obra sabemos que los numerarios no deben disponer de un euro y éste era mi caso. Alquilé un piso con dinero que me prestó un amigo en presencia del director del centro que ni se inmutó. Me marché a vivir allí sin despedirme. No tienes opción ya que te vas humillado y se facilita el momento en que no haya nadie, como si los demás fueran tontos. Apenas recibí ninguna visita de nadie de la Obra durante los meses en que viví solo, cosa para la que jamás puse dificultad alguna. Hablé en contadas ocasiones con el director de San Miguel en la dl. No recuerdo un solo gesto de cariño, de ánimo, de mínima comprensión. Nada.

Tiempo después pedí la dispensa y se me concedió.

Años después de marchar recibí la llamada de un numerario con el que había vivido y que ha sufrido lo suyo. Me dijo que años atrás me había visto sufrir en el centro en que vivíamos. Me dio un abrazo, me hizo y me dejó hablar, me consoló. Nunca lo olvidaré. Le tengo un cariño enorme, aunque nos vemos poquísimo porque vive lejos. Se jugó que le hubiera despachado sin más –no lo hubiera hecho con nadie de la Obra que quisiera saber algo de mí- pero ha sido la única persona de la Obra que se me ha acercado y lo hizo de manera absolutamente espontánea.

Me extraña que algunos califiquen estos escritos como rencorosos. Creo que somos muchos los que escribimos habiendo dejado pasar muchos años después de dejar la Obra. La mayoría son escritos extraordinariamente serenos. A muchos, fuera de aquello nos ha ido bien, estamos muy alejados de deseos de polemizar y únicamente nos mueve la necesidad de hablar.

Diría que a pesar de todo tenemos un sentimiento como de “espina clavada”, de herida abierta. No se nos escuchó, no se nos atendió, se nos trató con indiferencia cuando no con hostilidad. Podían habernos tratado de otra manera y tuvimos que sentirnos bichos raros.

Años después somos conscientes que no habrá posibilidad de explicar a los que están allí cómo nos sentimos en momentos tan duros y preguntarles porqué nos trataron así. Si la hubiéramos tenido, estoy seguro que la mayoría de testimonios de la web podían haberlos conocido de primera mano y a su tiempo. Pero no han querido. Aquello está organizado y estructurado de manera que en el improbable caso que reconocieran que nos trataron mal y quisieran algún acercamiento sería ya poco menos que imposible. No deben extrañarse, pues, de que aparezcan relatos que duelen. Es el espejo en el que no quisieran verse. Pero lo que se escribe aquí es veraz y ellos lo saben. Y responde a una necesidad.

Cuando te vas todo te pesa tanto –habría que ver porqué- que quieres sólo salir. Creo que ni los directores que liquidan el tema saben qué está pasando. Para saber qué nos pasa cuando nos vamos habría que gastar cariño, mostrar afecto, compasión, dejar hablar, desahogarse; hay que ponerse en la piel del otro e intentar hacerse a la idea de lo que está sufriendo.

Hablar es una necesidad vital, como el agua o el aire. Y creo que esto es lo que sucede en esta web, ni más ni menos.

Auckland





Cuadernos 4: La ley de Dios.- Webmaster

CUADERNOS 4: LA LEY DE DIOS

Imagen escaneada de la primera página del libro

 

El tiempo comenzó cuando Dios creó la tierra y los cielos (1). Antes, el hombre, todo lo que ahora conocemos, los mundos lejanos y las insondables riquezas del universo, no eran más que un decreto de la sabiduría divina que está en los secretos de la ciencia de Dios, y es directora de sus obras (2).

Según un programa sapientísimo, comenzó el Señor en el tiempo la obra de la creación. Comunicó a las criaturas una extraordinaria variedad y abundancia de perfecciones, que imitan en grados diversos la plenitud de su único Ser, poseído en identidad por las tres Personas divinas (3).

[...]





Para Encarna González.- Ananaru.

Querida Encarna:

Cuando leí tu email pensé que quizá eras quien yo pensaba (no recordaba tu segundo apellido, y González es un apellido muy común), y me entraron ganas de contestarte. El escrito de Arancha Plaza me confirma que eres tú, y eso me llena de recuerdos.

Me diste clase cuando yo tenía entre 12 y 14 años. No sé por qué desde que te conocí sentí una fascinación por ti, y por eso no dudé cuando, estando ya en octavo de EGB, me propusiste ir a círculo. Recuerdo ese círculo como si fuera ayer (dónde estábamos, cómo estaba decorado el despacho, dónde estabas tú sentada, y quiénes estaban). Me encontré que también había algunas de mi clase que jamás habían ido antes por el club. Y sólo recuerdo una cosa de lo que dijiste en aquella ocasión: que si Dios no te hubiera escogido, quizá ahora serías una fulana (eso me impactó mucho).

Después yo me hice amiga de la directora del centro, y fue con ella con quien pité. Pero recuerdo una pregunta que nada más pitar, estando todavía en su despacho, me hizo la directora mientras rellenaba una ficha. De entre las de rigor (nombre, apellidos, DNI…), me preguntó qué bienes tenía (¡catorce años!, y con mis padres, gracias a Dios, vivos), a qué asociaciones o clubes pertenecía, y terminó preguntándome: “la primera persona del centro que conociste fue Encarna González, ¿no?” (no sé si porque eso significaba que el tanto de mi pitaje te lo iban a apuntar a ti).

También recuerdo que el primer gran palo de mi vida (aún no había muerto nadie cercano a mí) fue el día que me enteré que te ibas a otra ciudad (¡tanto te quería!).

En fin, perdona la nostalgia. Ahora lo que me sale decir es lo que reza un salmo de la liturgia: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. El Señor ha estado muy grande conmigo, y estoy alegre, con esa alegría y esa paz que el hombre no puede darse a sí mismo y que sólo Él da.

Muchas veces en estos años me he acordado de ti, y me preguntaba si seguirías en la Obra o no, y ahora compruebo que sigues. Si estás feliz, me alegro de corazón por ti. Con respecto a tu mensaje, yo no le echo cuenta. No me creo que un día te encuentres conmigo y me digas que estás mejor sin mí. Te conozco bien, y sé que me quisiste mucho. Y si algo es verdadero, es para siempre. Estoy cierta de que, si un día el Señor nos concede encontrarnos de nuevo, me darás un gran abrazo, y darás tú también gracias al Señor por mi vida.

¡Que Dios te bendiga!
Ananaru.





Observaciones al discurso del Prelado del Opus Dei en inauguración.- Trinity

Observaciones al discurso del Prelado del Opus Dei en la inauguración del curso en la Universidad de la Santa Cruz - Trinity

 

            Aunque otros ya se han referido al discurso del Prelado del Opus Dei en la inauguración del presente curso académico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, que la Prelatura dirige en Roma, no me resisto a hacer también algún comentario. Pues, si bien una está ya bastante acostumbrada a este tipo de actuaciones institucionales, he de reconocer que me ha costado dar crédito a la noticia de agencia que informaba de que los temas tratados por el Prelado fueron precisamente ¡¡¡la caridad y diálogo!!!

 

            ¡Vaya cara! Mira que podían haberle escogido otros muchos temas que no resultaran espinosos para la institución que preside: que si la santificación del trabajo intelectual, que si la relación entre fe y razón, que si la contribución de la universidad a la superación de la crisis occidental, o lo que fuera. Pero no: tal debe ser el nivel de fanatismo de sus asesores de imagen, que van y le ponen a disertar sobre caridad y diálogo. Hasta cabe maliciarse si no lo habrán hecho adrede, porque haya entre ellos alguno que pretendiera desacreditarle. Pues es como si aconsejaran a Felipe González que se pusiera a hablar en la ONU en pro de la no prescripción de los delitos de terrorismo de Estado, o al rey de Arabia Saudita que departiera sobre tolerancia y pluralismo religioso.

 

            No sé qué necesidad tenían de meterle en ese charco, haciendo hablar de caridad al máximo responsable de una institución que —en el Silas de El Código Da Vinci— ha quedado tipificada como paradigma de esas faltas de caridad que tantos vienen denunciando en esta Web, según acaban de comentar Bepo, Martina o Coplas; o haciéndole decir que «en el diálogo y en el intercambio de opiniones y experiencias se madura como personas y como buscadores de la verdad». Pues, ¿de qué diálogo hablaba la cabeza de esta institución, donde se ejerce una férrea censura intelectual; donde sólo se manejan manuales de Teología preparados por miembros de su confianza; donde no cabe discrepancia con las medidas adoptadas por los Directores porque aplican a la letra el lema del Fundador: obedecer o marcharse, y aplastan implacablemente a los disidentes; o donde está impedido el ejercicio –entre los fieles de la prelatura- del derecho natural y eclesial* al libre intercambio de opiniones?

 

            Bien les vendría, a los que escogen los temas para estos discursos, aplicarse mutatis mutandis el adagio: Si no eres casto, al menos sé cauto. ¡Hombre!, ya que no podéis presumir de sensibilidad ni de pluralismo, al menos tened la sensatez de no ir por ahí dando lecciones de espíritu humanitario y dialogante. ¡Menos poesía y más cordura!

 

____________

 

* JUAN PABLO II, Carta Apostólica El rápido desarrollo, 24.I.2005, n. 12: «Mi predecesor Pío XII, de feliz memoria, al encontrarse con los editores de los periódicos católicos les decía que algo faltaría en la vida de la Iglesia si no existiese la opinión pública. Este mismo concepto ha sido confirmado en otras circunstancias14; en el Código de derecho canónico, bajo determinadas condiciones, se reconoce el derecho a expresar la propia opinión15. Si es cierto que las verdades de fe no están abiertas a interpretaciones arbitrarias y el respeto por los derechos de los otros crea límites intrínsecos a las expresiones de las propias valoraciones, no es menos cierto que existe en otros campos, entre los católicos, un amplio espacio para el intercambio de opiniones, en un  diálogo respetuoso de la justicia y de la prudencia».

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     14 Cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, Lumen Gentium, 37; Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Instrucción pastoral Communio et progressio (23 mayo 1971), 114-117: AAS (1971), 634-635.

     15 Canon 212, § 3: “Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas”.

 

                                                           Trinity





Dedicado a Encarna, con cariño.- Amandus

Querida Encarna:

Yo también voy a aportar mi granito de arena a tu "curradísimo" a la par que "exhaustivo" escrito.

En primer lugar, no sé cómo te atreves a entrar en esta página que, sin duda, goza de una clasificación de un 6, como mínimo. Tal vez has pedido dispensa, perteneces al AOP o, simplemente, estás hasta el moño y buscas recursos para replantearte tu vida.

Dicho lo cual, me extraña asimimo que entres en una página de ex-miembros y damnificad@s, puesto que a ti, como asociada virtuosa, no te incumben nuestros asuntos sino los que te marcan tus Directoras. En cualquier caso, y gracias a internet y al respeto a la libertad, el real -no el que decís defender- puedes expresarte en este foro, cosa que nosotr@s nunca pudimos hacer durante nuestro paso por el OD. En fin, ánimo con tu "vocación", me das una lástima tremenda porque, pudiendo ser feliz, allí dentro tal vez no lo seas nunca.

Saludos, Amandus





Los buenos en el lado oscuro.- Dionisio

Queridos orejas y especialmente Australopitecus:

 

Todas las generalizaciones son falsas…

Incluida esta.

 

Perdona que me meta en tu conversación con Carocha, pero es que el tema de la gente buena en el lado oscuro es fascinante.

 

Primero te cuento algunas de mis vivencias interiores. Recuerdo claramente cierta etapa de mi vida en el lado oscuro en el que yo le repetía con amor y fuerza al Señor en el Sagrario: aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré. Esa era mi respuesta al ver lo mal que andaban las cosas por allí dentro. Yo estaba convencido de la autenticidad de la vocación, de la santidad de la obra, de la realidad de la Providencia obrando por medio de Escrivá para salvar a la Iglesia del desastre y de las garras del demonio. Sin embargo, me sentía impotente para hacer que las cosas cambiaran. Los que tenían el poder en sus manos no estaban interesados en cambiar lo malo. Sus criterios me resultaban incomprensibles. Mi único recurso y consuelo era la oración. Aunque todos te abandonen…; el Señor es mi Pastor, nada me falta. Perdona por los troncazos, Australopitecus, son expansiones de confianza. Recuerdo incluso, que ante la posibilidad de que uno de mis entonces “hermanos” abandonara, yo ofrecí mi vida al Señor a cambio de su perseverancia. Supongo que estos testimonios, junto con mi dedicación al apostolado y al proselitismo, la disponibilidad absoluta para toda clase de encargos (estupideces incluidas), el cariño sincero hacia mí de “mis” supernumerarios y de los chicos de San Rafael, me calificarían como que yo era uno de los buenos. Sin embargo, el sistema me fue corrompiendo hasta el punto que en los últimos meses que estuve dentro del lado oscuro me comporté como un verdadero hijo de puta, con perdón de mi madre, que es una santa.  Es más, en buena parte, me fui porque me estaba asustando de mi propia hijoeputez. Me avergüenzo de mi comportamiento, esto no es humildad, es vergüenza cruda. Si la tendencia se mantenía, yo no se qué clase de bicharraco sería en estos momentos. Salir del lado oscuro fue mi salvación. Creo que he recuperado mi sanidad (sin t) moral, mi salud espiritual. La salud corporal nunca la perdí, pero no descarto que el mal camino por el que iba hubiera empezado a tener repercusiones en el cuerpo. Por supuesto, a Él no le he abandonado. Mi vida espiritual está mucho mejor que nunca. Cumplo mis promesas.

 

Yo acepto que tengas una opinión diferente, pero, después de contarte estas intimidades, comprenderás ahora que mi opinión esté más cerca de la de Carocha que de la tuya. Es decir, admito la posibilidad teórica de que haya gente buena en el lado oscuro (agregados y numerarios con la fidelidad hecha, los supernumerarios son otra cosa, en general no se enteran de nada y mejor para ellos), sin embargo, afirmo que en la práctica, esa supuesta gente buena, son excepciones. Tales casos son muy aislados. Como tú, yo podría dar algunos nombres, no más de tres. Uno con más de setenta años y varios tornillos benignamente sueltos. Otro, un cura caído en desgracia, que se refugia en una intensa piedad para no ver lo que no quiere ver, para no dar una patada al tablero cuando está ya cerca de los setenta años. El otro, un hombre al que yo metí allá, un alma buena y sencilla, de esas que a uno le hacen poner en duda la universalidad del pecado original, al que no veo desde hace muchísimo tiempo, y del que lo último que sé es que no tiene ningún cargo de gobierno, que no es una persona de la confianza de los directores (gratias tibi Deus), y que se dedica a hacer apostolado con jóvenes de un barrio muy pobre. De verdad, muy poca cantidad comparada con la mayoría de elementos del lado oscuro que están integrados en su perverso sistema.

 

Termino aclarando que no he sido nunca rencoroso, ni escribo esto indignado. Es mi opinión, mi testimonio de lo que yo fui, de mi transformación y de lo que yo vi. Respeto tu diferente punto de vista. Por supuesto, coincido contigo en afirmar que entre los que nos hemos ido hay de todo. De algunos, entre los que no se incluye Australopitecus, diría parafraseando a no-me-acuerdo-quién: “que Dios los guarde, pero lejos de mi.”

 

Con todo cariño,

 

Dionisio, muy contento de que el Señor no aceptara su ofrecimiento e informando que la causa de su ofrecimiento también se ha ido del lado oscuro.

 

P.D. Entre unos y otros hemos puesto buena a la pobre Encarna. Yo no se porqué no escarmientan y dejan de venir a provocar. Creo que un aviso del Consejo General no estaría de más para frenar a algunos impetuosos personajes del lado oscuro. Les iría mejor, me parece a mí. Lo difícil sería redactar ese aviso. Quizá por eso no lo han hecho.





Se marchó la semana pasada.- Marsm

Hola amigos.

Me pongo en contacto con ustedes porque tengo una sobrina de 21 años que se marcho la semana pasada y no nos quiere decir donde esta, aunque si la llamamos nos coge el movil y podemos hablar con ella.

Ella estudio en Granada y el segundo año de estar allí, al no estar agusto con sus compañeras de piso, por contacto con una amiga, entró en una residencia que resultó pertener al Opus Dei. Al principio a sus padres no les pareció mal porque alli estaba bastante centrada en sus estudios y no conocian practicamente lo que era el Opus.

Pero con los años empezó a cambiar y a dialogar cada vez menos con sus padres y con nosotros de forma que la comunicación con los padres cada vez era más escasa y empezaba a rezar todos los dias, cosa que no había hecho nunca.

Su padre ha tenido unas normas bastante estrictas de educación y ella aqui en su pueblo no estaba agusto, practicamente no tenia amigas ni un grupo de referencia, solo a su hermana menor. Además sus padres empezaron a informarse acerca del Opus Dei y comenzaron a regañarla sobre las cosas que hacía allí, que aunque ella decía que estaba agusto, no eran para nada producentes para su futuro. Esas regañinas solo consiguieron alejarla más de sus padres.

El año pasado acabó sus estudios en Granada y este años dice que se había matriculado en Murcia para estudiar otra cosa, pero desde que se marchó para empezar el curso no sabemos de su paradero.

Sinceramente, no sabemos que camino tomar. Tenemos conocimiento de que ella tiene problemas psicologicos, es muy insegura, no está cómoda con su aspecto, aqui no tiene amigas y su padre es bueno pero algo severo.

Pensamos que está otra vez en contacto con el Opus pero no nos dice nada, aunque ayer hablé con ella durante una hora. En la conversación que mantuvimos, hicimos un repaso de su vida y sus problemas y por primera vez, en estos ultimos dos años, conseguí un dialógo fluido con ella y ella se mostraba motivada a conversar. Sacamos en claro que le ha afectado mucho la severidad de su padre y el no encontrar un lugar ni un grupo de referencia aqui en su pueblo. Pero no quiere decirnos donde está, aunque dice que volvera en unas semanas...

¿Cual es el mejor camino a tomar en estas situaciones?, no lo sabemos. Agracederíamos que alguién nos diese información al respecto.

Muchas gracias a todos...

Marsm





Desmontando el mito de la obra como santificadora.- Australopitecus

Hola a tod@s:

Estoy muy de acuerdo con Dionisio, Karen y Claire Fischer en sus correos del ultimo miercoles. Hay que desmontar esa imagen que vende la prelatura de la opus de ser camino de santificacion (que no lo es) en medio del trabajo (menos) y del cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano (tampoco).

La verdad es un descaro que se quieran apuntar como tantos a su favor los exitos y los buenos trabajos y las buenas obras de los exmiembros de esa institucion-cosa.

Yo solo llevo un año por fuera y cada vez recupero mas aquellos buenos habitos de trabajo que tenia antes de entrar a la opus, y que me hicieron carne de cañon para sus reclutadores (alguno amigo mio actualmente, pero que conste que yo opino que no todo en la opus se hace por la mala voluntad de la gente, es que las sectas aprovechan algunas cosas buenas de las personas). Y con esa recuperacion, que cuesta lo suyo, veo aumentar mis posibilidades profesionales y personales.

Es mas ya puedo cumplir, por si hiciera falta decirlo de esa manera tan fria, con el "dulcisimo precepto". O sea en castellano vulgar, ya puedo ser un apoyo para mi verdadera familia, que paz!

Ademas, en lo personal encuentro menos obstaculos entre mi y las demas personas, eso gracias a no tener que rendirle cuentas a nadie de mis asuntos personales, cuentas que ademas se dan con criterios muy alejados de la verdadera caridad.

O sea, una vez mas les digo: Gracias a Dios me fui, y creo que muchas personas le dan gracias a Dios porque ven que la salida de la obra me hizo bien.

Tampoco es que sea santo canonizable, menos mal, ufff, de la que me salve. La verdad me sentiria ridiculo teniendo gente que a toda hora anotara lo que dijera o que me filmara a toda hora para recoger datos para mi canonizacion y tener una de esas ridiculas estampitas realmente me haria salirme de mi tumba, jajaja.

En fin dionisio & co. me ahorraron algun tiempo, ya que yo tambien queria decir algo respecto a ese mito de la prelatura como el mejor metodo para el mejoramiento personal. Lo que yo mejore por mi contacto con la prela fue bastante accidental, pero de hecho me empequeñeci en otros aspectos humanos (como en el profesional). Yo creo que es compatible el ser numerari@/agregad@ o lo que sea de la prelatura con ser un perfecto mediocre en muchos aspectos centrales de la existencia humana.

Saludos,

Austral



Derecho a la soltería.- José Antonio.

Querida Isabel Nath (11-10):

 

                                       En mi correo del pasado lunes (9-10) yo no argumentaba lo que tú me atribuyes, o desde luego no lo pretendía, solamente comenté lo que le había oído al párroco y realicé alguna deducción, pero creo que no hice mía la argumentación.

 

En todo caso, siempre estaría dispuesto a modificar mis argumentos para no excluir a los solteros... hubo uno famosísimo hace más de dos mil años...

 

Un abrazo.

 

José Antonio.





Para Cooper y Australopitecus.- Carocha

Para Cooper: Gracias ! :))))))))

Para Australopitecus: Gracias tambien, pero por discrepar (aunque se trate de una ya vieja cuestión en esta web...)
Que bien se está cuando se puede utilizar la cabeza para pensar, verdad?

En la Firma, como lo sabrás muy bien después de 10 años dentro, no se puede, ni constructiva ni desconstructivamente. Y sí, soy responsable de todo lo que hice cuando numeraria. Es que a mí, en un primer momento, no me interesan "las enseñanzas de Jesus de Nazareth", como tu dices, sino solo la prosaica posibilidad de usar mi limitada y poco interesante razón en libertad. Ahí reside la radical "bondad" o "maldad" de la cosa. Sin eso... bah!

Mi indignación no viene de "revivir aquellos dias de la obra", sino de mirar a mis hijos y verlos como posibles presas de la Firma. Como ves, todo esto es muy anterior a cualquier consideración de "caminos de santidad" o cosa semejante.

Gracias por intentar ayudar a "aclarar ideas", pero no voy por ahí - y amigos como antes!

Saludos cordiales,
Carocha





Escrivá no es un modelo de virtud, según un relator de su causa.- hemeroteco

ESCRIVÁ NO ES UN MODELO DE VIRTUD, SEGÚN UN RELATOR DE SU CAUSA

Javier Pérez Pellón –El Mundo, marzo 1992

 

- El testigo principal para beatificar al fundador del Opus era su confesor, afirma monseñor Luigi De Magistris.

 

ROMA.- “No sería constructivo ofrecer como modelo de virtud a un sujeto tan problemático en ciertos aspectos”. El hecho de que los críticos de Escrivá sean numerosos y estén todavía vivos “hace absolutamente desaconsejable su beatificación”. Palabra de uno de los nueve jueces canónicos eclesiásticos, relatores de la causa de beatificación de José María Escrivá de Balaguer, marqués de Peralta.

         Palabra de monseñor Luigi De Magistris, que junto con otro relator de la causa, el español D. Justo Fernández, rector de la Iglesia de Montserrat en Roma, -iglesia donde están sepultados los dos papas de la familia Borgia (italianización del apellido español Borja, originario de Játiva), Calixto III y Alejandro VI, a los que se negó la sepultura en el Vaticano-, han sido los dos jueces que se han opuesto a la beatificación del fundador del Opus Dei en el proceso que se ha seguido para su elevación a los altares.

         En los procesos normales de canonización que se desarrollan en la Congregación para la Causa de los Santos, basta un voto contrario dentro del colegio de jueces que examinan la causa en cuestión, para que se abra de nuevo todo el proceso instructorio. Algo que no parece haber valido para el tan discutido monseñor español y el próximo beato del santoral de la Iglesia.

         Monseñor Luigi De Magistris basa su oposición a la beatificación de Escrivá en los datos “lagunosos y tendenciosos” recogidos como pruebas en el proceso. “Se ha llamado como testigo princeps, -argumenta De Magistris-, a aquél que por 31 años ha sido su confesor habitual”, es decir a Álvaro del Portillo, el actual presidente del Opus Dei, el sucesor del Fundador a la cabeza de la Obra, aquél al que con el militaresco estilo de jerarquía de cuartel muchos de sus adeptos llaman “jefe”.

         “Según mi opinión, -dice el juez italiano que se opone a la beatificación-, este testimonio debería haber quedado anulado”, porque, en efecto, hasta hace poco tiempo, y por razones obvias, el testimonio del confesor estaba expresamente prohibido por el Derecho Canónico. Por el contrario “se han excluido los testimonios de todos los oponentes a la causa de monseñor Escrivá, no sólo los de aquéllos que han abandonado el Opus Dei, sino algún que otro testigo ex officio honesto e inteligente que podía aportar la contribución dialéctica de la crítica” como por ejemplo los testimonios de varios jesuitas, orden con la cual Balaguer se enfrentó duramente en muchas ocasiones en Roma.





El cristianismo es una religión de la conducta (Cap. 10 de 'Consejos...'.- Ivan

Consejos A Un Joven Del Opus Dei

Capítulo 10: El Cristianismo Es Una Religión De La Conducta

 

Iván, 13 de octubre de 2006

 

 

Leo Boig nos escribe el 31 de octubre de 2005:

 

He conocido a gente maravillosa que no tiene, ni quiere tener ninguna relación con la Iglesia, ni cree en Dios. Por supuesto que no estoy haciendo apología del escepticismo o agnosticismo, tan solo mostrarte caminos que también conducen a la felicidad. Nos dicen que fuera del Opus Dei no hay felicidad y es falso, pues yo creo que igual pasa con la Iglesia y con Dios o con ciertas visiones de la Iglesia o de Dios.

 

Jesucristo dice:

 

Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.

 

Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver’. Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’. Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’.

 

Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’. Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’. Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo’. Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna”. (Mateo 25, 31-46.)

 

¿Acaso en todo ese discurso Jesús exige a los hombres creer en algo? No, la condición necesaria y suficiente que Cristo nos pide para ser santos es que con nuestra conducta procuremos la felicidad a cuantos nos rodean. Ni más, ni menos.

 

Por eso, siguiendo el mensaje de Jesús (que es el único ante quien cualquier discípulo suyo ha de ponerse boca abajo), hay santos de Cristo que creen en Dios, y que no creen en Él; que están bautizados, y que son musulmanes o budistas o…; que van todos los días a misa, y que no han pisado nunca una iglesia;… porque a cada uno de ellos Él les puede decir, y les dirá en su momento: Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver. Y los interesados se extrañaran, porque nunca pudieron imaginar que lo que Dios quería de ellos –sobre todo lo demás– era su buena conducta con quienes les rodeaban.

 

Y también hay muchos católicos que cumplen mil normas y rituales: que van todos los días a misa, que se levantan por la mañana de un salto, mascullándole a Dios que le servirán; que se confiesan todas las semanas… a los que Jesús increpa: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo, 7, 21-23). Y ellos, cuando sean reprobados, también se extrañaran, porque creyeron que solamente con su fe fatua iban a asaltar el Cielo, que serían santos por acosar y angustiar al prójimo en nombre de Dios, porque estaban seguros de que con el soborno de sus mil normas y rituales iban a comprar el Cielo… Pero Cristo les dirá que el Reino no es para ellos, porque Dios es insobornable.

 

Iván.

 

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Lo que un sueño me hizo pensar.- Emevé

Cuando una viene callando por mucho tiempo, muchos años, muchos muchos años una misma cosa, y derrepente descubre un lugar en el que puede decir lo que le pasa con toda libertad, que habrá gente a la que le pasó lo mismo y que sabe de lo que hablas, no hay forma de despegarla de allí. Es como niño con juguete nuevo, se espera una todos los lunes, miércoles y viernes para actualizar, copiar y pegar o leer como sea, y sin que nadie más se entere (que de eso se encarga skyman). Veo que me pasó a mi, y le pasa a muchos y muchas ahora, y me da un gusto verlos, lunes, miércoles y viernes con algún comentario publicado, y contándonos cómo les va.

 

A veces uno los siente parte de la familia, y les toma un cariñito que ni ellos se imaginan. El otro día leí que era el cumpleaños de Armando y que Armando entraba al chat, entonces me puse como niña lista para ir a un cumpleaños y armé mi equipo de cómputo para entrar al chat y ver “in person” a un hombre de tantisisisisimos años... me hacía ilusión “verlo”, sin saber por qué. Y he de decir que a Armando no lo conozco ni “en pelea de perros” como dijo una sabia ex congresista peruana. De Armando solo sé lo que cuenta. Y como digo Armando, digo Escriba, EBE, Satur, Ana Azanza, Carmen Charo, Andreiya, Arancha, Gusramca, Jacinta y elcétera elcétera, montones de nics de gente con la que ni siquiera intercambio correos electrónicos, pero de quienes me gustaría saber más y deseo que les vaya super bien y sean felices y coman perdices y se saquen la lotería y ... todo lo demás.

 

Me resistía yo a reconocer esto que acabo de reconocer, porque aún queda algo de mi alergia a aquello de “familia sobrenatural” y a “vínculos más fuertes que los de sangre”, no vaya a resultar que al final ser del opus sí imprime carácter y armamos nuestra Prelatura Personal de Ex Opus Anónimos Inc. S.A. A lo mejor algunos no escriben aquí y no leen aquí justamente por eso. Muchas veces me lo he planteado en serio: “Emevecita ¿no será que no puedes llevar tu vida sola como la gente normal y necesitas andar relacionada con otros exopus como tú que a lo mejor están igual de desquiciados?”. Y es que muchas veces todos sonamos como iguales, nos reímos de los mismos chistes, y entendemos la misma jerga y solemos escandalizarnos de lo mismo.

 

No se enojen, o si quieren, enójense lo que les de la reverenda gana. Pero, he pensado muchas veces que nos parecemos mucho y nos juntamos justamente porque nos parecemos. Sin embargo llega un día en que escribe una tal Encarna. En mi, para mi sorpresa, no hubo “click”, simplemente la leí, di un bostezo, me acordé de la pobre Encarnita (la mítica) desterrada del lado de Dei a causa de su pobre hermano desvalijador de las arcas del opus y ahora enterrado en alguna tumba anónima en mi Sudacia natal, y nada más. Pero entro a la web y leo el escrito de Arancha y se me conmueve hasta las pepitas del alma. Hombre, no todos somos iguales, hay algunos que todavía tienen corazón. Bien por ti Arancha, y bien por todos los que contestaron a esta mujer con un cariño tal, pensando en que a lo mejor en dos o tres meses más vamos a estar conversando en el chat con Encarna, que se ríe de las tonteras que dijo y que espera que la directora la llame para darle la dispensa y reírse en su cara porque la dispensa es una tontera, nadie necesita un llamado telefónico para ser libre.

 

Es cuando se mira de cerca cuando vemos que no somos “legión”, que cada uno tiene una historia qué contar, a pesar de que todos nos creímos elegidos por Dios y así nos haya durado 3 días como a Trujamán o 30 años como a Dionisio, todos en algún momento creímos lo que nos dijeron, y a todos en algún momento algo se nos rompió en el alma. Amigos exes tengo desde el que me manda postales de Roma diciéndome que me encomienda en Villa Tévere hasta el que me dice que ahora mismo es musulmán, pero que no sabe si más tarde cambiará de opinión porque él es poliFEcético...

 

Empieza a costar trabajo mantener mi postura de “no quiero ser parte de ningún grupo/rebaño nunca más”... mientras una se va alegrando de que EBE que es un genio, ya no desgaste su mente pensando en cosas profundas del opus y que ahora mismo que no escribe tanto es porque a lo mejor ha empezado a vivir sin acordarse de ellos, que R. no haya aparecido por aquí desde hace mucho porque seguramente está tomando las riendas de su vida en sus manos y vale la pena no saber de él, porque ausencia de noticias son buenas noticias, de que Escriba y Armando sean casi habituales porque escribir aquí los descarga y los libera... y así, así... una se da cuenta de que ¡qué diantres! Se le metieron en el corazón y un día de estos los llamo a todos y los invito a que cantemos juntos eso de “yo quiero tener un millón de amigos” mientras nos damos un abrazo.

 

Y eso nunca me pasó en el opus. A mis hermanOs no podía ni mirarlos, encomendarlos cuando mucho, pero sin pensar mucho en ellos que “entre santa y santo, pared de cal y canto”. A mis hermanas, quererlas solamente lo que se debe, porque luego dicen que son “amistades particulares” y empieza el mal espíritu y una no quería ser infiel ni un milímetro. Total, que una no podía querer a ninguna en especial sino a todas en general, sin saber de sus vidas ni lo que les pasaba en el alma, sin dar una palabra de cariño ni un abrazo salido del alma.

 

Así que a lo mejor no es cierto que haya una pasado de la “familia opusina” a la “familia exopusina”, sino que pasó una de la “estrechez de corazón” a un sitio en donde se puede querer sin vergüenza, sin fronteras, con toda confianza y con todas las ganas del mundo, a muchísima gente a la que ni siquiera se le ha visto, y puede una soñar con mucha libertad con que su ex directora es ahora “ex” y necesita un fuerte abrazo y para eso estamos querida mía, para querernos mucho, ven a mis brazos y olvídate de todo lo anterior.

 

... Emevecito ya me deja dormir en las noches, y ya ven, he vuelto a soñar.

 

Besos a todos y todas...

 

Emevé





La diferencia entre el fanatismo y la verdad.- Armando

Hola a todos!

La carta de Arancha Plaza ha sido impresionante. Es el contraste positivo de la nota recibida el lunes pasado y que dio lugar a esa respuesta. Si se colocan ambos escritos uno frente al otro, el que leímos el lunes firmado por Encarnación es el fanatismo en grado puro y la respuesa de Arancha la verdad que es sencilla, noble, directa y honesta.

A la larga debo reconocer que gracias a la intervención de Encarnación es que pude conocer a una persona tan encantadora como Arancha por medio de su carta. Y sobre todo, gracias al fundamentalismo que destila la nota de Encarnación es que pude también aclarar muchas cosas de mi vida que me han venido bien.

De esa cuenta junto a  mi agradecimiento a Arancha por su carta, quiero destacar las cartas de Dionisio, Karen30, Bepo, Mabel y Claire Fischer por sus aportes al análisis del tema del trabajo. Cada uno lo trató desde una perspectiva que me ha permitido comprender que yo aprendí a trabajar en casa de mis padres. Y que mi maestro en esas lides fue mi madre y mi padre que a la vez lo fue de mi abuelo. Asimismo la piedad y el amor a Dios se lo debo a mi padre y a mi madre, nadie más puede arrogarse autorías de algo que encontró ya debidamente forjado en mi.

¡Os debo otra amigos!

¡Qué tengáis un feliz fin de semana!

Armando

P.D.  Estimada Sara Suarez ¡¡¡a ti te debo más que una!!! ahora ya tengo la solución para que mi madre y mis hermanas dejen de quejarse, las he dado de alta en TELVA para que cada mes les llegue la revista a sus respectivas casas. Ojalá tomen nota y las Navidades ya podamos celebrarlas en un crucero por el Caribe muy cristianamente gracias a los consejos de Telva. Genial tu escrito, he pasado un momento muy divertido y delicioso con su lectura. A la vez que es una denuncia valiente y concreta.




 

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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
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