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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 04 de Diciembre de 2013



Siete años en Matrix (I).- Iason

SIETE AÑOS EN MATRIX
Iason, 04/12/2013

Hola.

Estuve en el Opus Dei de los 15 a los 21. Un tercio de mi vida hasta aquel momento. Me fui hace más de veinte años (¿ya!). Desde que salí procuré mirar hacia adelante, no convertirme en estatua de sal. La Obra de Dios (OdD) desapareció de mi vida. Olvidé todo. Me abracé al mundo de donde nunca había salido -en teoría. Como todos, supongo, tuve que aprender a vivir en la realidad concreta y compleja, palpable, falible, relativa, engañosa, cambiante, auténtica y diversa. Qué rica. Era tan simple la vida en aquella caverna de las sombras, con su escala de valores en blanco o negro, sin matices, maquinal, insípida, incolora, inodora.

Fue un tremendo error no mirar atrás. Un cierre en falso. Hoy me he dado cuenta. Cicatricé sin desinfectar, no me hice cargo pleno de mi mismo.

Tenía que haberlo contado todo ese mismo día hasta el agotamiento, a deudos amigos familiares policías camareros, a cualquiera, echar el sapo fuera, vaciarme totalmente, hasta arrancar toda la roña viscosa babosa y pegajosa (“Deja poso!”) que dejé empegotada en los bajos más fondos del alma. Después de media vida abriendo dócil el alma de par en par, semana a semana y mes a mes y año a año, largándolo todo todo sin pudores en confidencia o confesión toque quien toque, contando chuminadas de novicio y pecados de beata, voy, me callo y me trago sin ayuda semejante camello existencial...



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El verdadero rostro del Opus Dei traducido al francés.- Agustina

Se publica en francés el documento “El verdadero rostro del Opus Dei”.

Le vrai visage de l’Opus Dei

 





Al que tenga ojos para ver que vea.- Janabenito

El lunes pasado tuve que pasar parte de la mañana en una residencia para mayores que ese mismo día abrían, dirigida por religiosas pertenecientes a una congregación francesa.

 

Los ancianos empezarían a entrar al día siguiente, tan solo iba a entrar ese día una señora. Por el cariño con que hablaban de ella, el haberle preparado la mejor habitación y otros detalles pensé que sería alguien importante. En esas llego otra señora, a la cual yo conocía, con un gran maletón. Le dijo a la superiora que tal y como le había encargado le habían comprado de todo a la que iba a entrar, ropa interior, zapatillas, zapatos, vestidos, un abrigo y ahí me perdí: no debía de ser tan importante la señora que iba a entrar.

 

Nos despedimos y por la tarde me encontré con mi conocida y ante mi curiosidad, me contó que a quien esperaban era una religiosa que dejó la orden después de muchos años para cuidar a su madre y a su abuela, que habían muerto con 106 y 108 años respectivamente. Ahora ella no tenía absolutamente nada, ni casa, ni familia, nada. Las religiosas al enterarse la localizaron y rápidamente le facilitaron con gran cariño todo lo que pudiera necesitar el resto de su vida. Al que tenga ojos para ver que vea y al que tenga oídos para oír que oiga.

 

Julia





Sorprendente happy end: el Opus no es tan fuerte como años antes.- Josef Knecht

Me ha sorprendido el “happy end” o final feliz con que un numerario se marchó de su centro hace poco tiempo y se desvinculó de la prelatura, según nos cuenta otro numerario anónimo, amigo suyo, a través de Mediterráneo. Al igual que el numerario anónimo, también yo puedo afirmar que nunca vi ni viví algo semejante. Las desvinculaciones del Opus Dei acostumbraban a ser en mi época bastante traumáticas.

Si es verdad lo que el numerario anónimo nos ha hecho saber, además de darle las gracias por su información, quisiera hacer un breve comentario a lo que él nos narra.

 

Una desvinculación tan aparentemente feliz debe de responder a circunstancias muy concretas del interesado, el cual probablemente dispondrá de un soporte económico o profesional del que la mayoría de los miembros del Opus no disponen cuando deciden desvincularse. Un caso semejante de “happy end” debió de ser también el del político español Vicente M.P., que desde su juventud militó muchos años como numerario del Opus hasta el verano de 2012; no creo que los directores de la prelatura se atrevieran a oponer demasiada resistencia a los deseos de este señor de contraer matrimonio con una compañera de partido político. Pero, al margen de estas circunstancias personales, el comentario que deseo hacer engarza con mi escrito del 21.06.2013 que titulé Reflexiones sobre la actual crisis de la mediación institucional.

 

El hecho de que los directores apenas se hayan enfrentado a la rápida salida de ese ex numerario puede ser una consecuencia de las circunstancias socio-culturales del mundo actual. Si ese ex numerario está bien situado profesional y socialmente, los directores del Opus entienden que oponer resistencia a su decisión de desvincularse puede resultar a la corta o a la larga contraproducente para la institución, ya que ese ex miembro tiene a favor suyo no sólo la rápida comunicación que proporcionan las nuevas tecnologías, sino también un entorno socio-cultural que lo beneficia y sopla en su misma dirección.

 

En mi escrito citado me referí a la época de Franco que le tocó vivir a don Antonio Pérez-Tenessa, muy distinta del momento histórico presente. En atención a la actual “crisis de la mediación institucional”, que Pérez-Tenessa y la sociedad española de entonces no conocieron ni de lejos, puede suceder a día de hoy que un numerario se marche del Opus de una manera muy distinta a como lo hizo –es decir, lo pudo hacer– el señor Pérez-Tenessa en su momento, a trancas y barrancas. En la España del período franquista, el Opus Dei se sentía muy fuerte, casi todopoderoso; en cambio, en las circunstancias contemporáneas, los directores del Opus –mal que les pese– no tienen más remedio que reconocer con realismo que el prestigio de su institución no es ni de lejos el que fue en los años de la dictadura. A finales del siglo XX y a comienzos del XXI, la humanidad está experimentado una tremenda “crisis de la mediación institucional” como nunca antes había sucedido en la historia, de lo que se deriva un enorme desprestigio, a veces descalabro, de todo tipo de instituciones. Y guste o no a los directores del Opus, esta realidad tiene consecuencias prácticas cuando un numerario desea desvincularse: lo tiene ahora algo más fácil que antes, y no merece la pena oponerle gran resistencia creando en torno suyo adversidades en las que tenga que sobrevivir a trancas y barrancas. En caso de que los gerifaltes del Opus prefirieran adoptar esta segunda opción, el tiro podría salirles por la culata.

 

Josef Knecht





Minorías y guarderías.- Daneel

Estimada Giovanna, 

Estimo mucho tus escritos, pero me gustaría hacerte una breve observación en relación con el último, y tampoco quiero que este comentario sea por mero perfeccionismo. No soy competente para juzgar si Ratzinger ha cambiado de forma tan radical como dices. Personalmente no he visto que el contraste fuera tan grande entre Introducción al Cristianismo (1968) y Jesús de Nazaret (2007), que son las obras suyas que más he leído y disfrutado. Puede ser que tú conozcas mejor que yo su trayectoria.

No obstante, creo que te excedes cuando escribes: frente al Ratzinger que en 1969 criticaba los “ghettos” de católicos conservadores, encontramos al Ratzinger tardío elogiando a las comunidades cristianas como “minorías creativas” capaces, según él, de transformar el mundo como el fermento en la masa (…). Con todos mis respetos por Benedicto XVI constato, cuando palpo la realidad, que de “minorías creativas” no tienen nada de nada las actuales “guarderías de adultos” de la Iglesia católica. Creo que cometes un error cuando asumes que ambos términos significan lo mismo en Ratzinger. Cuando él elogia a las minorías creativas, ¿por qué pensar que se refiere a las mismas que en esta web se han dado en llamar guarderías de adultos?

De hecho, leyendo el discurso que citas no creo que pueda inferirse ninguna relación entre guetos, minorías y guarderías. Dice Ratzinger concluyendo su discurso: En esto hace falta darle la razón a Toynbee: el destino de una sociedad depende siempre de minorías creativas. Los cristianos creyentes deberían concebirse a sí mismos como tal minoría creativa y contribuir a que Europa recobre nuevamente lo mejor de su herencia y esté así al servicio de toda la humanidad. En todo el discurso no veo una sola palabra de Ratzinger que pueda dar pie a entender que se está refiriendo a movimientos neoconservadores como el Opus o los Legionarios. Por ejemplo, la expresión “fermento en la masa”, que siendo evangélica a nosotros, por motivos obvios, nos suena muy opusina, no está en el discurso de Ratzinger.

Así pues, me parece una identificación injusta, en primer lugar para Raztinger, y en segundo lugar para muchos otros lectores que quizás forman parte actualmente de una “minoría creativa”. Tras mi salida del Opus desarrollé, imagino que como muchos otros, una fuerte “alergia” a todo tipo de movimientos y asociaciones católicas. Quería ser un simple católico “de a pie”, de parroquia (que no es poco). Algunos movimientos que conocí confirmaron mi primera impresión. No obstante, con el tiempo llegué a conocer otros movimientos, familias, comunidades de base, “minorías”, o como se les quiera llamar, que no responden al patrón de “guarderías de adultos”, y sí encajarían en cambio en la idea de Toynbee/Ratzinger.

Recibe un abrazo,

Daneel





¿Alguien me puede responder?.- Eatm

Al preguntar a una persona que escribe por aquí sobre el la necesidad que tengo de "encontrar mi sitio, el lugar donde realizar mi afectividad". Me respondió:

"Dentro de ti. No digo que dentro de ti esté encontrar como llenarla. Sino que dentro de ti, está la clave para asumir la situación y para aceptarla. Y una vez aceptada y asumida, si surge otra variante, si de repente aparece una posibilidad, pues fenomenal, pero no variará la situación de aceptación que tienes dentro y que te da la paz y la serenidad para afrontar cualquier cosa de fuera. Cuando digo que dentro de nosotros están las soluciones no digo que todas las cosas se resuelvan: a veces se resuelven y a veces no, pero lo importante y básico es ACEPTAR y ASUMIR con todas las letras ya sea la situación, ya sea la resolución, ya sea que no tiene solución".

Como ya expresé en mi primer escrito, el principio del cambio está dentro de nosotros. Pero no el conformismo. Se que las cosas no se resuelven siempre y que muchas no tienen solución. ¿Pero si ello te lastra demasiado y es un foco de conflicto interior...?

Puede que suene un poco duro lo que voy a decir, pero estas palabras me han sonado a "chica eres numeraria, eso es lo que hay. Más vale que lo asumas porque no tiene remedio".

Mulan preguntaba el otro día si llegaba el amor y Luciana le respondió que sí, con ciertas condiciones. Desde aquí le pregunto a Luciana, ¿puedo tener alguna esperanza de llenar mis necesidades afectivas en el Opus Dei ?

Ya escribió ampliamente unocomocualquiera sobre el tema y no quisiera se protagonista de estas palabras suyas:

"Y aunque en el plano intelectual puedan saber que otros los aman profundamente, son incapaces de experimentar la expansiva calidez interior que logra quien se permite a sí mismo abrirse de verdad y dejar que el amor de otra persona penetre en lo más hondo de su ser. El numerari@ termina ser un experto en antropología, pero un desadaptado en el plano emocional".

Por eso me resisto al conformismo. Tiene que existir una posibilidad para la alcanzar esa plenitud afectiva. Estos días una persona me preguntaba ¿Entiendo que ser numeraria ha permitido que tu afectividad haya sido cubierta? Y le he respondido, ser numeraria no te da eso.

¿Alguien me puede responder? 

Eatm enjoyatthemoment@gmail.com





A vueltas con los nazis.- curial

He de discrepar con Franco y volver a repetir aquí que me parece simplista el acercamiento entre el Opus y el nacionalsocialismo, reserva que hago extensiva, con mayor razón, otras entidades tildadas abusiva e injustamente de nazis. No trato de defender a nadie, pero esta asimilación de colectivos variopintos al nazismo se está convertido en un tópico, por definición, manido. El sentido común consiste, a mi entender, en considerar al nacional-socialismo como un "unicum" infame y criticar, por lo tanto, a los demás colectivos según sus propias torpezas.

curial





Mis aventuras en el Opus Dei (II).- Pepgrass

ANDANZAS Y DESVENTURAS DE UN “NUME” POR TIERRAS CASTELLANAS Y SUS ALEDAÑOS (2)

Estaba yo muy feliz por esos mundos de Dios, muy convencido de ser un “elegido divino”, tanto que hasta tuve que ir dejando las cosillas a las que me había aficionado, deporte, cine, cañas con los amigos, porque no me daba tiempo a hacer otra cosa que ir al cole, estudiar y por supuesto pasar por el centro –everyday-, que era lo más “chic” y a mí me gustaba mucho. Eso de estudiar en una sala de estudio en la que se estudiaba solo por el hecho de estar allí…, tanto me gustaba todo que un día me dediqué a leerme varios capítulos del auténtico “bestseller” de la historia “Camino”, poco después me comentarían, -si ya sabíamos nosotros que ibas a “pitar” cuando te veíamos leer y releer ese librito-, y yo que pensaba que nadie me miraba… qué ingenuos somos a veces los hombres, sí los hombres, lo he escrito bien porque me refiero al género masculino. Otra cosa que no me resisto a contar es la del misterio del armario cerrado...



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Requisitos para marcharse del Opus Dei.- nicanor

Revisando los Estatutos de la Obra de 1982, la dimisión no está considerada como un hecho de común acuerdo de ambas partes sino solamente de una: la Prelatura. De hecho, todos los artículos del 28 al 31 vinculan la dimisión como una acción de la Prelatura de no aceptar al que desea incorporarse (porque carece de talento, carácter y posición) o echarlo por alguna causa grave.

Esto deja un gran vacío en cuanto a los que desean marcharse libremente ya que supedita esta decisión al periodo de la Oblación y no al de la Fidelidad. Es decir, para marcharse libremente del Opus Dei después de la Fidelidad hay que cometer cosas como:

- Dejar embarazada a una chica
- Ser un escándalo mediático
- Extraer documentos internos y publicarlos
- Querer fundar un “Opus Dei reformado” y recibir la “maldición de Don Álvaro”
- Querer ser religioso o religiosa
- Dejar de cumplir las normas y costumbres a propósito.

 Inclusive se ha llegado al extremo de tomar la actitud de comentar, de personas de la aristocracia del Opus Dei que abandonan sus filas, que sufren de demencia o alguna enfermedad psiquiátrica. En otras, para no perder “números en las estadísticas” conceden licencias especiales para vivir parte de la vocación con tal que no se marchen ya sea dentro o fuera de un centro.

Esta estrechez de mente y corazón hacen de la Obra una especie de cárcel para el que piensa, por un momento, en abandonarla salvo casos en que el dimitente sea tan poca cosa en carácter, talento y posición que ni fu ni fa con que se marche y quede como cooperador.

Nicanor nicanor.wong@gmail.com  





Valor para dar marcha atrás.- Aloevera

Del artículo de El Mundo “El papa fue portero de discoteca”, 4/12/2013

(…)

También fue chocante y poco convencional la respuesta que el Papa le dio a una mujer que le preguntó cómo podía rezar para ayudar a una familiar que estaba a punto de convertirse en monje franciscano. El Pontífice, con su desarmante normalidad, le respondió diciendo que debía rezar para que el aspirante a monje "encontrara la fuerza y la constancia necesarias para poder avanzar, pero también el valor para poder dar marcha atrás en caso de que entendiera que ése no era su camino".

(…)




 

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