Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Miércoles, 08 de Marzo de 2017



Mentiras y engaños.- Maria MR

¡Hola a todos! Me gustaría aportar mi granito de arena a la página. Aunque mi historia es muy poca cosa en comparación con lo que hay por aquí. Me conformo con que le sirva a una sola persona.

 

Si os digo la verdad tengo que excavar en mi memoria, pues cuando salí, construí un muro al que sólo de vez en cuando me asomo. Calculo que fue desde el 1999 hasta el 2001, cuando yo tenía entre 15 y 17 años, que formé parte del Opus Dei.

 

Antes de "pitar", mis primeros recuerdos en relación a la Obra son de engaño. De pequeña un día acompañé a mi hermana al club. Ella en seguida se fue con las de su edad y a mí me dejaron con las pequeñas, que no conocía. Me dijeron que tenía que actuar en un show para final de curso, yo dije que no quería, la numeraria de turno me dijo que vale, que sólo íbamos a ver Blancanieves (de lo que iba el show) así que miré tranquila la peli. Cuando acabó, dijo: "tú harás de enanito tal" y yo, que pensé que no se debía acordar de lo que le dije antes, repetí que ni hablar. No sé qué edad tendría pero yo creo que 8 o así. ¿Puede ser? No volví al club hasta la adolescencia...



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El futuro ya pasó.- zartan

Estaba yo leyendo a Fueraborda "Unos supernumerarios muy de casa" y se me fue haciendo un nudo en la garganta. ¿Como hemos podido ser tan ciegos? Yo también me sumo al grupo de esos cretinos que fuimos poco a poco dejando de lado a nuestra verdadera familia. Ahora -tengo la impresión- que no están las cosas tan duras y hay un poco mas de sentido común al respecto.

Pero no voy por esos lados, voy más bien por los recuerdos que Fueraborda me ha despertado. Calculo que somos mas o menos de la misma generación, de aquellos que pasábamos todo por el corazón y la cabeza de alguien más y todo lo que no pasaba por esos canales era diabólico aunque fuera la gramática de Lebrija. Lógicamente pasaba por la cabeza y el corazón pero luego se distribuía por medio de una sucesión de conductos donde, en mi opinión, cada uno aportaba su propio chorrito...

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Solo decir ¡gracias!.- Aquilina

Como aconsejado por Agustina en la última puesta al día, volví a leer “Mi vida en el Opus Dei” de Fueraborda. He vuelto a emocionarme y a remozar sensaciones y emociones que todos compartimos, por acá. Recientemente había vuelto a leer la historia de la salida de Novaliolapena, e igualmente he vuelto a decir por mis adentros “Gracias a Dios, nos fuimos!”. También, leyendo estos relatos, me consuela ver como es posible que también en quien estuvo con encargos de dirección es posible encontrar rectitud de intención y honradez.

Muchas veces damos por sobreentendido nuestro agradecimiento, y esto no es bueno: hoy escribo sólo por esta razón, para volver a agradecer a todos aquellos que ha compartido aquí sus vivencias, y a Agustina por mantener viva y pujante esta página.

Aquilina





10 años después...- Rosanna

Hace ya más de 10 años que dejé de ser numeraria del Opus Dei. Mi salida fue relativamente fácil, en poco tiempo ellas también vieron que yo no tenía vocación después de pasar 3 años en la Obra (hice la oblación, viví en el centro pero sin la fidelidad hecha). Pero fui testigo de muchísimas cosas porque creían fielmente en mí y en mi capacidad de ser líder en el Opus Dei (pitaron muchísimas conmigo, pero todas lo dejaron, aunque después de mí la mayoría). Había muchas cosas que no me parecían bien pero no pude verbalizarlo. Solo tenía 19 años cuando me fui pero era bastante perspicaz para mi edad, sabiendo que me he criado en un ambiente completamente opusino.

La primera cosa que no me gustaba y me creaba desconfianza era que cuando yo pité no vi nada divino y lo dejé clarísimo. “Me meto en el Opus Dei para ver si tengo vocación porqué sé que puedo y por la presión que me ejercían, pero eso no era para mí recibir una llamada divina". Y ya dentro de la obra sutilmente me querían hacer creer que yo había recibido una llamada clarísima de Dios que era eterna y no podía cuestionar porque era el demonio que me hacía dudar. Y la segunda cosa es que yo había visto cosas que se habían hecho muy mal ya en tiempos de mis padres (pitajes de gente muy honradas que provocaron incluso trastornos de personalidades graves en personas que quería mucho que luego no tenían vocación, pero sí un trastorno grave de por vida provocado por la numeraria de turno que se obsesionada con niñas de 14 años para que pitaran) y cuando yo lo seguía viendo en mi colegio con mis amigas que iban a otro centro, me decían que eran errores individuales.

Yo sentí que era mi deber terminar con esos errores individuales que se repetían y se repetían. Y cuando quería hacer una corrección fraterna interdelegaciones tuve que hablar con el vicario (creo que era él) que se enfadó conmigo: me dijo que no podía dudar de sus hijas que hacían las cosas completamente rectas, se levantó y se largó sin decirme adiós. Yo vi que no podía vivir en una institución con tan poco sentido autocritico. La autocritica es fundamental para evolucionar y mejorar, me desilusioné mucho porque no iba a ser capaz de vivir así. No obstante no era capaz, por mi inmadurez intelectual, de dudar de la santidad del Opus Dei ni del Padre Escribá. Algo no encajaba en el Opus Dei, pero cualquiera que decía que el problema no eran las personas sino la estructura interna, que no era perfecta ni divina, no le hubiera dado la razón.

Vengo de una familia muy influyente en el seno del Opus Dei y esto ha marcado mi educación profundamente. Estos 10 años he vivido unos años alejado del Opus Dei, aunque teniendo a mi gente muy cercana y me entero de las cosas dentro. Y después de tantos años, por seguir oyendo cosas mal hechas en la obra, me he dado cuenta leyendo “Opuslibros” y “Opus-info” y sumando todos esos testimonios de mis ex compañeras/os del la obra que lo han ido dejando con los años (los que más tiempo aguantan, peores cosas cuentan del funcionamiento real del OD, manipulación conciencias etc.), he podido verbalizar lo que ya en esos tiempos veía pero era incapaz de decir en palabras.

Las cosas funcionan igual en el Opus Dei, comiendo la cabeza a los niños de 15 años con los mismos argumentos que lo hicieron a mi madre y a mis amigas hace tantos años. En su tiempo, cuando lo criticaba en mi charla fraterna me decían que era un error, pero individual, de esas personas. Si fuera individual cómo es que se perciben en tiempos, países y circunstancias y personas tan diferentes. Lo siento pero estamos hablando de errores de estructura y para no ensuciar las manos de la obra, dicen que es individual cuando desde arriba se tolera incluso me atrevo a confirmar que lo fomenten.

Escribiré más artículos, porque hay muchas cosas que necesito soltar para liberarme de ello y por compromiso moral, pero por ahora solo quiero decir que tenéis el apoyo de otra ex numeraria para presionar a la iglesia católica que tiene que corregir el Opus Dei.

Rosanna





El Papa reorienta la pastoral fijada por el Congreso del Opus Dei.- Orange

En un comunicado de la web oficial del Opus Dei se describe muy sucintamente -se podría intuir que con cierta "frialdad"-, la primera audiencia que el Papa ha concedido al nuevo Prelado del Opus Dei, a la que acudió con el Vicario General, el 3 de Marzo de 2017. Aparte de los consabidos e inevitables comentarios protocolarios, se puede leer: "... Mons. Ocáriz...  le ilustró (al Papa), sobre las prioridades pastorales que el Congreso ha definido para los próximos años: familia, juventud y sensibilidad activa por las personas más necesitadas... El Papa Francisco... animó al Prelado a dar prioridad a una “periferia”: las clases medias y el mundo profesional e intelectual que se encuentran alejados de Dios."

Es decir, que el Prelado se dedicó a "ilustrar" al Papa (como si el Papa no estuviera suficientemente "ilustrado"), sobre las tres prioridades pastorales que ha marcado el Congreso del Opus Dei para los próximos años y que son: 1) La familia. Esta es una prioridad amplísima, sobre la que cabría desarrollar una gran variedad de actividades pastorales. Es una vaguedad sin concretar. 2) La juventud. Pasa como con el punto 1: otra vaguedad sin concretar. 3) "sensibilidad activa por las personas más necesitadas". Esta prioridad pastoral es curiosa. Puede dar a entender que hasta ahora en la Obra no había sensibilidad por las personas más necesitadas, o si la había, estaba en cierto modo "inactiva", o vaya usted a saber lo que había en las cabezas de los congresistas. Lo cierto es que constituye otra vaguedad inconcreta como las dos anteriores.

Las tres prioridades pastorales marcadas por el Congreso son de suyo buenas y admirables. Pero pertenecen al acerbo común de toda la Iglesia (como es natural, todas las organizaciones de la Iglesia están por el bien de la familia, de la juventud y de los más necesitados, faltaría más); no son especificas del espíritu y el carisma propios del Opus Dei, que es el marco dentro del cual el Congreso debe definirse.

A la vista de esto, la respuesta del Papa parece totalmente lógica, razonable y llena de sentido común: anima al Prelado a dirigir la pastoral hacia lo que él llama "la periferia de las clases medias y el mundo profesional e intelectual, que se encuentran alejados de Dios". En resumen, que el Papa le dice al Prelado del Opus Dei que su pastoral debe dirigirse PRIORITARIAMENTE a lo que es propio del espíritu del Opus Dei y no a las generalidades inconcretas emanadas del Congreso. Así que, queridos Mons. Ocariz, y Mons. Fazio:el Papa les ha mandado a hacer los deberes. Les toca a vds. aplicarse a ellos y quizás guardar en un cajón las vaporosas e inconcretas actas del Congreso.

Orange




 

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