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REFLEXIÓN SOBRE LAS CRÍTICAS A ESTA WEB

EMEVÉ, 20 de julio de 2005

 

Me parece que uno de los puntos recurrentes de los últimos días es (además de nuestros buenos deseos a quienes se acaban de ir del opus) el de criticar a la web. Y yo no creo, como dice Pablo en su nota al final del correo de S.Y., que todas las críticas sean teledirigidas (y a mí, adorado Pablo, no me vas a decir que yo soy teledirigida ni que no te quiero porque tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero). Yo creo que todos los que escribimos más o menos frecuentemente aquí nos tenemos que preguntar qué hacemos aquí. Es básico, es vital, es impensable que no lo hayamos pensado, porque (modestia aparte) somos bastante listillos algunos casi todos.

Y sí, hay gente que destila rencor y odio, y hay gente (a quien yo no puedo entender) que aconseja a otros que se vayan, yo no podría decir eso, no podría, porque coaccioné a gente a que entre al Opus, y no soporto la idea de coaccionar a nadie pero ni para comprarme tickets de la rifa de la Hermandad de Santa Emevé. No puedo entenderlos, pero están, porque existen. Yo misma, muchas veces he destilado ira, tristeza y dolor, sí, no lo puedo negar, esta web me sirve de desfogue miles de veces, pero sólo respecto al tema Opus, yo no soy de los que creen que el Opus ha sido el más grande problema de mi vida y que me ha marcado para siempre, lo siento, sólo lo considero una experiencia HORRIBLE de la que no podía hablar con nadie porque cuando me echaron me dijeron que no hable mal de la opus porque me condenaría y que debería estar agradecida por la maravillosa formación que me dieron, y yo me lo creí. Tan así que cuando por casualidad (esa sí fue casualidad porque yo no quería hablar ni bien ni mal del opus, sólo quería olvidar y hacer como si no pasó nada nunca) me encontré hace varios años, con un foro de ex miembros del opus dei, lo leí a la volada, y dije para mis adentros “son unos venenosos heridos, infieles, resentidos” y muchas de las lindezas que nos dicen ahora, pero lo que no hice fue escribirles, porque me pareció que escribirles significaba hacerles el juego, darles importancia y sobretodo (SOBRETOOODO) explorar una parte de mi vida que quería ignorar, y lo “peor” es que una parte de mi sospechaba que la Opus no era tan maravillosa y que esos “resentidos” traían algo de razón, y rechacé esa idea como si de pecado se tratase.

Años después, un amigo me mandó un link diciéndome que leyó el “Código Da Vinci”, que allí ponían la web ODAN y que en ODAN ponían Opuslibros, que le dé una leída a ver si algo de lo que aquí se decía era cierto. Habían pasado 6 años (¿o más?) de mi salida del Opus, y algo en mí empezó a darse cuenta que no era una institución tan buena, así que leí sin prejuicios, me reí con Satur y lloré con R. Luego escribí a la web, y aquí estoy, casi un año después, mucho mejor y bastante desfogada.

No me acuerdo quién, dice que esta web hay que leerla con cuidado porque hay cosas que hacen daño. Yo lo que le puedo decir es que esta web tiene varias secciones, la de los libros me ha ayudado, pero no he leído mucho, a mi lo que me “van” son los testimonios, y así, cada quien busca lo suyo. ¿He llorado? Sí, a mares. Pero dolor no siempre significa daño, muchas veces el dolor es el inicio de la cura (hombre, si no, las inyecciones no dolerían y los traumatólogos no acomodarían de un tirón los huesos salidos haciéndome chillar como gata herida), en mi caso, mis lágrimas eran las del herido de muchos años a quien se le acerca un alma buena y cura sus yagas podridas, con alcohol y algo de yodo, y claro, duele, pero cura.

Que yo sí creo que haya gente que se indigne con la web, y que no necesariamente sean todos teledirigidos, sí, porque yo me indigné con una iniciativa anterior, así que doy fe de que los primeros años fuera, muchos nos quedamos algo confundidos y con un director dentro de nuestra alma que nos impide ver la realidad, así que quizá algunos de ellos sean sinceros en sus cartas. Aunque claro, no nos quedemos sin responderles y sin advertir que invariablemente ellos no vuelven más (lo que no significa que sean opusinos, sino que quizá pasen lo que pasé yo: una etapa de cuestionamientos y descubrimientos), sólo espero que si alguno de ellos, con el paso de los años y a fuerza de rezar “Domine ut videam, Domina ut sit”, como hice yo, vean caer las escamas de sus ojos e inicien su recuperación y encuentren gente que les de la mano, como he encontrado yo.

Dicen los “críticos” que lo mejor es olvidar y pasar la página, pues les digo con base en mi experiencia, que no es cierto, que en ese intento (falacia) de ignorar algo que late y duele, se le termina dando más importancia de la que tiene y de ser sólo una experiencia en la vida, termina siendo el problema que impide seguir viviendo. Así que no, mi experiencia grita: no voltees la página sin más, enfrenta tus miedos, desfógate, llora, grita, recuerda, ríe, y finalmente el olvido viene por sí mismo, la página pasará, cuando termines de leerla completa.

Esto está un poco desordenado, pero les explico, traigo una gripe endemoniada y he tomado 3 pastillas a la vez que me hacen “volar volar sin miedo”, y así y todo me he sentado a escribir (¿o será a causa de mi estado mental que me he animado a poner esto? En fin, es la historia del huevo y la gallina). Sólo quería que queden claros algunos puntos: que no todos los ataques a esta web son teleridirigidos, que no todos los ataques o críticas son mentira, que muchos de ellos tienen su origen en el lavado del cerebro que la opus nos hizo y que para muchos de nosotros el dudar de la “inmaculidad” de la opus ha sido un proceso de muchos años y de mucho dolor, ah, y que sí que reconozco algunos de los ataques como característicos de AOP, pero esos sí son ridículos y no merecen comentarios.

Finalmente, quiero decir una cosa que es elemental, que no se puede atacar al todo, por las partes, es lo que pregonan los opusianos, y les doy la razón, y me la deben dar ellos a mí, porque es el mismo principio. En resumen, no podemos tildar a “opuslibros” de una “panda de resentidos” sólo porque un par de los que colaboran estén así, mucho menos teniendo en cuenta que la sección de “opinión” (se llaman correspondencia y testimonios) es sólo una parte y los que escriben (imos) con el hígado y el corazón (los viscerales) semos pocos, así que si van a criticar a la web, que sea por sus ideas fundacionales, o en todo caso, con argumentos que demuestren que son o fueron parte de la “aristocracia de la inteligencia”, como hacen los que escriben aquí (EBE!!! I love you!!!! Fuerza Sudacia!!!!).

 

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