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OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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¿SANTA SEGUN EL OPUSDEI? ¡NO, GRACIAS!

EMEVÉ

 

1. Propósito de enmienda (20.10.04)
2. Sobre lo de amar al mundo apasionadamente (27.10.04)
3. Visto desde el punto de vista egoísta... (29.10.04)
4. De pelearse con la obra (3.11.04)
5. Nostalgias (10.11.04)
6. Sobre la guarda de la intimidad (29.11.04)

 

Propósito de enmienda

"Hay una tercera cualidad de la santidad: no puede ser deseada. Si deseas la felicidad, estarás ansioso por obtenerla y te sentirás constantemente insatisfecho; y la insatisfacción y la ansiedad matan la misma felicidad que pretenden conseguir. Si deseas para ti la santidad, estarás alimentando la misma ansia y ambición que te hacen ser tan egoísta, tan engreído y tan impío.

Hay algo que debes comprender: existen dentro de ti dos distintos "motores" para el cambio. Uno de ellos es la astucia de tu propio ego, que te incita a hacer esfuerzos para ser distinto de lo que se supone que debes ser, de modo que dicho ego pueda reforzarse y autoensalzarse. El otro "motor" es la sabiduría de la naturaleza, gracias a la cual te haces consciente y capaz de comprender. Eso es todo cuanto tú haces: dejar el cambio -el tipo, la modalidad concreta, la velocidad y la oportunidad del cambio- en manos de la realidad y de la naturaleza. El ego es un estupendo técnico. Eso sí, no es creativo. Lo que hace es coleccionar métodos y técnicas y "producir" personas supuestamente santas: personas rígidas, consecuentes, "mecánicas" y faltas de vida, tan intolerantes para con los demás como para consigo mismas; personas violentas, que son lo más opuesto que pueda imaginarse a la santidad y al amor; esa clase de personas "espirituales" que, conscientes de su espiritualidad, son capaces de crucificar al Mesías."

(Extracto de Meditación 12, en Una Llamada al Amor de Anthony de Mello, publicado en "Recursos para seguir adelante"?

Estaba leyendo por pedazos este libro que cito y que me gusta tanto, cuando de pronto me vi reflejada a mi misma, a la "yo" de hace más de 7 años, a los curas que me confesaban, a las ex directoras y a varias con las que coincidí... pero para que se grafique, transcribo algunas de las palabras de San Txemita quien era nuestro "profeta iluminado" (para muestra, tres botoncitos):

1. "(...) Aparte de que los santos no han sido de madera, tener madera no basta. Se precisa mucha obediencia al Director y mucha docilidad a la gracia.- Porque, si no se deja a la gracia de Dios y al Director que hagan su obra, jamás aparecerá la escultura, imagen de Jesús, en que se convierte el hombre santo" (punto 56 de Camino).

- En buen romance: hay que forzar la voluntad, el entendimiento, los sentimientos y todo lo demás (¿hay algo más?) en obedecer, porque en la obediencia está el camino a la santidad: esfuérzate en obedecer y abandónate en manos del Director es el consejo que viene del sétimo cielo (y no pongo aquí los puntos del alfarero, que me dan vergüenza ajena).

2. (...) Me duele ver el peligro de tibieza en que te encuentras cuando no te veo ir seriamente a la perfección dentro de tu estado (...) (punto 326 de Camino)

- En este punto (cortado por razones de pereza mía) nos dice el Fundator que si no nos esmeramos en ser perfectos, seremos tibios: y a los tibios los vomitará Dios: pide más esfuerzo y encima nos mete miedo y asco (a que no).

3. "El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza". (punto 387 de Camino)

- Aquí no solo nos pide esfuerzo, sino que nos da la receta de la santidad (receta que en otros puntos es otra, dependiendo del humor del santo y del pobre interlocutor- objeto del deseo de pitaje).

- Si la santidad es imitar a Cristo, entonces los hijos del iluminado deberán imitar a Cristo el intransigente, el coaccionador y el desvergonzado (o sin vergüenza).

- ¿Cuándo Jesús es intransigente? ¿Cuando no soporta a los fariseos que se dicen santos y no tienen caridad? Yo no lo llamaría intransigente, pero en todo caso mejor no ser fariseo, ¿no?; ¿cuándo coacciona? No se han reportado casos: "mi yugo es suave y mi carga ligera", o "quien quiera venir conmigo" (es un "ven si quieres", Jesús invita, no coacciona); y, ¿cuándo es santamente sin vergüenza? Creo que cuando se "junta" con los que los demás llaman pecadores, porque son los enfermos los que necesitan médico, no los sanos...¿alguien conoce a algún prelatureitor que actúe así?

- Los que yo conozco: ¿Cuándo son santamente intransigentes?, cuando (sin tilde) no soportan que escribamos nuestras vivencias y nos llaman odiadores, calumniadores y yo qué sé, o montan un show contra el aborto repitiendo como loros medias - verdades científicas para que su conciencia se quede tranquila pensando que "algo hacen", pero ni se les ocurre ayudar a los niños que mueren de frío y de hambre, por decir algo; ¿cuándo coaccionan?, cuando (sin tilde de nuevo) le piden a niños de 14 años y medio que entren a su organización, o cuando te dicen que aunque no tuvieras vocación, por tu generosidad Dios te la daría y que pites no mas, o cuando Javi escribe "500 vocaciones por región" como quien dice ¡500 o la muerte!, sabiendo lo que sabe del índice de perseverancia. Y la que más me gusta ¿cuándo son santamente sinvergüenzas?, cuando van con Ignacio y los suyos a comer gratis a casa de otro, o cuando te dicen que fíjate que no tienes vocación porque tus papis no tienen plata o porque estás enferma o porque trabajas todo el día y das mal ejemplo, o cuando te exprimen como un limón, se quedaron con lo que ganaste honradamente por años y te dejan ir con las manos vacías y sin despedirte y encima te inventan historias, más ejemplos se me ocurren, pero ya basta por hoy.

Vemos dos conceptos diversos, nos dice De Mello, que la Santidad no puede ser deseada, sino que tiene que brotar naturalmente, que si es forzada sólo es producto del ego y en lugar de seres santos nos volveremos como los fariseos del evangelio, y de otro lado, nos dice Chemita el Santo, que nos esforcemos en buscar la santidad con todas nuestras fuerzas, y a todo coste, rindiendo nuestro ser por entero al "alfarero - director".

¿A quién le hago caso? Dice Jesús "por sus frutos le conoceréis", así que eso hay que ver: frutos de santidad. Desde que conozco la Opus, sé que hay 80,000 miembros (no crecen, no decrecen, siempre 80 mil) y ¿cuántos miembros "de a pie" -laicos, corrientes, in the middle of- son santos en los casi 80 años oficiales de la organización o que al menos están en proceso de serlo por haber vivido al pie de la letra las recetas de Chemita?: ninguno, none, cero (Montse e Isidoro se enfermaron y llevar con alegría y abandono esa enfermedad se supone que los santificó, aunque sus procesos están abandonadillos, así que no los cuento). ¿Cuántos fariseos se conocen en la Opus? A mi mente vienen varios nombres que no puedo transcribir por puros "respetos humanos" que me honro en tener. Por otro lado, a Thony de Mello no lo conozco ni sé nada de él, pero ya que la idea que se le opone es mala (lleva a quien la sigue al fariseismo espiritual y a nadie conocido a la santidad), se me ocurre que quizá tiene razón, no lo afirmo, solo me surge la duda y la duda ya es un beneficio...

Propósito de enmienda: tratar de borrar del disco duro los conceptos de santidad que me grabaron cual virus maligno y a leer más libros como el de Mello que al menos tienen el beneficio de la duda, ¡gracias Orejas por darnos los medios para librarnos del mal!

Emevé (a secas, porque renuncio al camino de santidad propuesto por Chemita, no sea que al final se me chamusque mi blonda cabellera).


SOBRE LO DE AMAR AL MUNDO APASIONADAMENTE


Bueno, el tema de amar el mundo apasionadamente, como decía nuestro santo ex–pater (lo de santo no sé, pero ex SÍ que SÍ y con mayúsculas), es crucial en el espíritu que nos quisieron vender al darnos gato por liebre. A mi me atrajo precisamente eso “Emevé, vas a seguir siendo la misma, haciendo las mismas cosas, pero no como un farol apagado sino como un farol encendido”, uy qué emoción, sobretodo por la idea de ser luz que alumbra a los demás, muy así como “glamoroso”, dije, “sí quiero”. Y resulta que a la semana de empezar a amar al mundo apasionadamente, Emevé que adoraba el teatro y no lo hacía mal, lo tiene que dejar, porque “eso no es para nosotras” y nada, pues a dejar el teatro y los amigos y amigas artistas, que eran (y mucha) parte del mundo que yo tanto amaba, luego fue la guerra del “coro”, que gané porque el coro, además de ser un curso, cantaba canciones en la misa y en las romerías del mes de mayo, y afines, que si no, también la perdía, pero eso sí, luego de la Oblación, adiós coro.

Ni se diga nada del grupote de amigos que tenía y con quienes solía conversar de “nada” disfrutando nuestra juventud. Adiós chicos (a los varoncitos ni los mires) y a las chicas que había que perseguir (esa es la palabra) era solo a las pitables, y nada de conversaciones sobre “nada”, a hablar de Dios, con mucho “celo apostólico”, de sobra está decir que desde ese día dejé no solo de perder el tiempo, sino de tener amigotas y razones de alegrías propias de la juventud, vivía mirando al cielo (no sé cómo no me he torcido un tobillo, yo que tengo esa tendencia) y sin perder tiempo con nadie, solo a lo mío y que no me vayan a ver por ahí conversando en los pasillos, que eso no es santidad.

Una amiga mía (fue mi amiga luego que me sacaron, porque antes era una de las que huían de mí) me dijo que una vez yo había quedado con ella para hacer un trabajo (se eligieron los grupos al azar, me parece, porque yo no la habría elegido de compañera, elitista que era una) y que quedé a las 3 de la tarde, y ella y otra más aparecieron a las 3 y media y solo pudieron alcanzar a ver mi espalda yéndome y diciéndoles que me habían hecho perder el tiempo y que el trabajo lo haría sola. Y me odiaron un minuto y se quedaron muertas de risa porque era fijo que yo tenía todo hecho y a ver qué iban a hacer ellas ahora (del trabajo ni de la anécdota me acordaba yo, para que vean lo insignificante que fue eso, pero a ellas se les quedó grabada mi actitud robótica y anormalísima)... ¿cómo iba a saber la pobre Emevé que a las 2 de la tarde ellas almorzaron en su casa y se quedaron un rato riéndose y viendo la novela en la tele, hablando con su mamá, y luego encontrarse para hacer el trabajo, que da lo mismo media hora después si la cosa es hacerlo en grupo, de eso se trataba, de trabajar en equipo, pero Santa Emevé no entendía eso, era ¡media hora!, que me pude pasar en el oratorio haciendo la oración por el apostolado de amistad y confidencia... ¿amar el mundo y a los seres normales que viven en él? I don’t think so...

Una de las cosas que más amaba Emevé en el mundo, eran los veranos familiares en la playa, todos los primos y tíos reunidos allí, riéndonos, pescando, cantando, comiendo rico, y jugando cartas por la noche haciéndonos trampas todos... es mi idea de la felicidad hasta el día de hoy... ¿y adivinan? Pues sí, desde que Emevé pitó, chau parientes, nunca más esos veranos maravillosos, sino a trabajar en una obra corporativita dando clases en verano (donde lo de menos era la calidad de las clases sino a las chicas “estupendas” que se podían conocer) y juntar plata para ir con un montón de extrañas a las Convivencias de Vocaciones recientes o Semestres (dependiendo de la etapa de la vida numeraril) en donde solo tenía una hora de “recreo” que pasaba en el patio de la casa, o el sótano dándole a un viejo piano, pero las tardes de playa, las risas, los juegos y trampas con las cartas quedaron en el recuerdo.

De la playa tengo una anécdota muy curiosa de cuando estaba “dentro”. Fuimos todas las de la convivencia a pasar un día en una playa solitaria (no desierta, gracias a Dios), y nos sentábamos juntas y a pasar el día entre cosas normales como arreglárnoslas para que no se nos vieran las marcas del cilicio, no recostarnos en la arena, y leyendo libros y si tenías suerte, una Telva, así como separarnos a caminar en pequeños grupos de dos o tres a rezar el rosario y elegir un buen sitio para hacer oración, cosas de todos los días, qué diré, de gentes normalitas.

El hecho es que entramos 5 ó 6 al mar a bañarnos, estábamos de lo más felices, sobretodo yo que me fascina el agua, y me da por saltar y reírme como loca, aunque no sé nadar; en un momento de descuido, el agua nos “traicionó” y nos dio un jalón hacia dentro, las que estaban más cerca de la orilla caminaron y salieron, y en el agua quedaron Emevé y Numerarita, pero la pobre hermana mía se empezó a desesperar, y se hundía cada vez más, así que la valiente Emevé la jaló con todas sus fuerzas, de modo que Numerarita pudo alcanzar piso y salir corriendo, pero la fuerza que hice me puso un poco más al fondo de modo que las hermanitas se veían como pulguitas en la orilla, muy asustadas queriendo entrar a salvarme y algunas llorando y rezando para que no me muera, pero ninguna sabía nadar, así que fueron sensatas y no entraron.

La directora de la convivencia, a sazón directora de San Miguel de la Región, estaba sentada en la orilla, absorta en su lectura sin enterarse del percance. Gracias a Dios el cuento terminó en que un atlético joven que estaba por allí con un grupo de la parroquia, entró y me rescató, y salí viva de allí, pero llegué agotada a donde estaba la HiperSantaDirectora-Crack que ni se había enterado que casi entierra a la primera N peruana (y la primera N peruana en morir era mi tocaya, pues se llamaba Emevé igual que yo, era cosa del destino)... pues nada, esta Emevé no podía con su cuerpo y se cayó extenuada en la toalla, en horizontal!!!!!!!!!!! Y allí sí que saltó la HiperSantaDirectora!!! Me miró con una mirada de “así arderás en el infierno, zoqueta”, y Emevé con mucho terror se sentó. Luego las otras le explicaban que casi me muero si no fuera por el chico de allí (atlético salvavidas mío) y lo único que vio la HiperDirectrizSanMiguelina fue que era un chico joven!!!! Y me había tocado! en fin, que nunca pudimos conmoverla con mi acto heroico de arriesgar mi vida para salvar a Numerarita que por su desesperación fijo que perecía. No hubo modo, así que cambiamos de tema a cosas más “del mundo” como qué es lo que dijo el “Padre” (Alvaro en ese entonces) en una tertulia en Roma... En medio del mundo, como siempre...

Bueno, ya basta de anécdotas playeras, y a dar gracias a Dios por el atlético salvavidas mío, y a ver si algun@ de los lectores se anima a jugarse su sueldo en un juego de cartas conmigo y mi familia...


Visto desde el punto de vista egoísta...

Me cuenta una persona querida, que recibió un mail de un sujeto de cuyo nombre no queremos acordarnos en el que decía algo parecido a que hoy se tropezó con residuosdelalimentoquedespuésdehechaladigestióndespideel cuerpo; y pensó en todos los escasosderazón que vistamos y escribimos en opuslibros.org y que nos quería decir que todititititos semos unos tonnntooosss...

A los visitantes recientes, les explico, este sujeto a quien me refiero, es uno que alguna vez se hizo pasar por un numerario haciendo el centro de estudios con un padre moribundo a quien no le dejaban ir a visitarle, y que escribió a la web fingiendo pedir ayuda. En respuesta a su escrito, y sin sospechar que mentía, muchos le ayudaron (incluso queriéndole mandar dinero o llevarlo en su auto) y otros del otro lado del océano le enviamos nuestro apoyo moral, además de nuestras oraciones y/o energías positivas (dependiendo de las creencias porque aquí habemos gente pa' todo), y a pesar de ello dijo que nadie le ayudó y que éramos una farsa. A algunos les picó con mucha justicia y con Frida lo mandaron "a paseo" en términos más o menos similares y publicables, y a otros simplemente nos dio una profunda pena; pero creo que todos lo hemos superado, y hasta olvidado... y yo lo tengo totalmente perdonado, porque una no está para andar guardándole rencor a nadie, ¡qué pereza!...

Pero resulta que a este "señor" no le gusta ser olvidado, y envía mensajes personales a quienes por correo privado le ofrecieron ayuda, diciéndoles lo que dije que dijo... ¿qué le pasa? Y esto motiva que escriba hoy, no a él, sino sobre él.

Este sujeto, como ya dije, es una persona que no me merece rencor, sino una profunda lástima, y esa lástima me hace referirme a su penosa situación preguntándome ¿qué le pasa? ¿cómo alguien que perdió la vida y quemó las naves por un Amor, que se entregó del todo al Amor que pasa, y rompió cantar porque con hablar no bastaba, alguien a quien las murmuraciones de los demás le daba lo mismo porque su alegría era esa locura suya de tener a Jesús en su caminar, ese que entregó el corazón entero porque Aquel no quiere corazones partidos? ¿cómo un amor y una generosidad tan grandes se han convertido en una locura, mezquindad, miseria y afán de protagonismo que raya en lo patético? ¿es que de verdad se cumple que al salir nos espera sin remedio el infierno? ¿semos todos los exes asín como el del que hablo?.. vamos al grano, como dice el pollo.

Por observación, lectura paciente, mails privados y chateo casi frecuente, he descubierto que los exes que andamos por aquí, tenemos cada uno nuestro rollo, algunos estamos un poco locos (sobretodo yo), tenemos cada uno nuestra vida y nos va más o menos bien dentro de los esquemas de la gente normal (ahora sí) en medio del mundo (ahora sí) que es de donde nunca quisimos salir, pero no conozco el caso de algún escritor o visitante asiduo que me haga sospechar que en un momento de su vida no quiso quemarse el pellejo por un ideal, ninguno dijo "no" cuando le plantearon entrega total, sino que con pasión intentó en algún momento ser "opusdei siendo uno mismo opusdei". Y si luego de sus propias historias, tuvo que salir de allí y empezar una nueva vida, no indica que haya perdido esa capacidad, esas virtudes que le hicieron "pitable" en su momento, y que le hicieron "gancho de pesca" o, mejor dicho, "arpón para la pesca submarina", es gente que se le nota generosa, con corazón grande que sabe amar (a su familia, a sus amigos y a sus parejas si las tienen). ¿Por qué siguen siendo los mismos? Pues porque esas virtudes son de uno (no nos las enseñaron en la opus, vinimos a la opus con ellas) y tampoco se pierden al salir (a tiempo) de "allí" en donde todos estuvimos... por eso esa actitud a que me refiero no es un mal común en todos los exes, ¿entonces? ¿qué le pasa a esa hombre? ¿guats grong güif dis gai?

¿Cómo se pasa de tener esas virtudes a esa locura de egoísmo y mezquindad de la que hace gala ese sujeto? No es la primera vez que me hago esa pregunta, mejor dicho, me la hice desde que pité, porque pité en un centro en el que vivía Catalina, uy... Catalina era casi la versión femenina de aquel a quien, apropósitamente, no menciono, con el agravante que ella sigue siendo de la opus, claro, "a esa edad a dónde más va a ir" (va entrecomillas porque es la expresión de una "hermana" suya), pero lo que es peor es que ella cree que es opusdei, vaya obritadedios que resulta la pobre mujer. En el centro, todas le teníamos terror terrorífico, porque sus bromas no es que rayaran en la falta de caridad sino que ella abría la boca sólo para decir cosas horribles, y lo único bueno que sabía decir (lo que la hacía santa) era que ella había vivido en Roma con el santofundator. Era muy difícil pillarla de buenas (aunque cuando le tocaba dar una charla en algún retiro mensual, lo hacía muy gracioso, pero poco creíble). Lo que nos dijeron es que la ignoráramos. Tenía un cargo en una obra corporativa y en un consejo local, pero sus propias hermanitas la sacaron de allí porque las quejas sobre ella eran muchas. Una vez hice esa pregunta en la charla: "¿qué le pasa a Catalina? ¿cómo una mujer que dejó a un novio en el altar por entregarse al amor de Dios se ha convertido en este monstruo del que todas huimos?" No recuerdo la respuesta.

Una vez decidí hacerle una corrección fraterna (porque yo creía en eso), y al ir a la directora, para consultarla (era una cosa concreta: el día anterior en la tertulia había tratado muy mal a otra numeraria mayor que es un pan de Dios y casi la había hecho llorar sin motivo alguno), aunque en realidad pensé que alguien más ya habría consultado eso (porque yo no vivía en el Centro y quizá se me habían adelantado), pero no, nadie había pedido hacerle esa corrección a la señorita. Así que me la autorizaron, y recé, me mortifiqué, me examiné en la virtud de la caridad con mis hermanas, y salí a buscar a Catalina, pero no estaba en casa. La encontré, creo que al día siguiente, en su sitio de trabajo, por pura coincidencia, así que como no había nadie cerca, le dije "Catalina, puedo hablar un minuto contigo?" y Catalina empezó a caminar, cada vez más rápido, diciéndome "sí, claro" y yo terca cual mula, la seguí y en el camino... "zás", se la solté ("corrección fraterna al paso"), porque se veía que no pensaba pararse a oír una corrección fraterna de una vocación reciente como yo, pero se la dije, no me dejó otra opción (además que su actitud me picó un poco, qué caramba, yo sí me paraba a escuchar correcciones de lo más estúpidas con fingida atención y esforzada humildad, ¡no es justo!), esbozó la sonrisa característica y dijo el "gracias" respectivo. No sé cómo se lo tomó, en pocos días vino una Jefota a llevársela a otra ciudad, y me dijeron que ella no cambiaba más... que así era...

¿Qué le hace la opus de dei a la gente? ¿cómo en lugar de convertir en santos a gente con virtudes humanas atractivas, los convierte en monstruos? Se explicaría que sea un error si solo le pasara a este sujeto de quien hablo al inicio de mi escrito (e incluso cabe la duda de si en realidad es ex, o es solo un triste psicópata que no tiene nada que hacer en la vida y quiere desesperadamente llamar la atención), pero cómo se explica con gente que sigue dentro como Catalina, y otras que padecen de la misma enfermedad pero en dosis más moderadas que yo conozco. Y con Catalina sólo añado un nombre más a la larga lista de gente "inolvidable" de quienes hablan ya muchas veces Satur, Nachof, Dionisio, Tapatio, y Amapola (entre otros).

Visto desde el punto de vista egoísta, qué bien que salimos, qué alegría me da que no me amargaron la vida tanto y no me convirtieron en un monstruo a quien se tiene que encerrar porque por la edad que tiene no se le puede echar, gracias a Dios que todos los que estamos rondando por aquí parece que tenemos las mismas virtudes que tuvimos al "pitar" o las hemos recuperado una vez fuera, y que la vida en medio del mundo con gente corriente como nosotros nos ha cimentado otras más (a veces a golpes), pero algo deberíamos poder hacer por esa pobre gente que sin darse cuenta se termina convirtiendo en robots sin corazón, sin santidad (no hay santo sin caridad, que no se les olvide) y sin nadie que los quiera de verdad ¿a alguien se le ocurre qué podemos hacer por ellos? Porque lo que la opus se llevó no se los va a devolver..., a no ser que Javi lleve a la "oración" nuestros escritos y empiece a leer las cartas de sus "hijos", cosa, que en términos muy optimistas calificaría como "un poquito difícil"...

La Opus les llevó la vida, les llevó el amor y las virtudes que tenían al pitar, por lo que les debe una explicación, les debe unas disculpas, y les debe hacer unas correcciones fraternas sinceras, consideradas ante el Sagrario, con mucha oración, mortificación y mucho amor (señoritas, cambiar a la "loca" cada cierto tiempo de casa, no le hace bien, la hace más loca y más amargada, ¿no se dan cuenta?).

Bueno, todo esto es lo que me hizo pensar el triste remitente de ese mail que transcribí al inicio (cambiando ciertas palabras por otras más "publicables", por cierto), y debo darle las gracias, porque me había olvidado de Catalina y su suerte me tenía sin cuidado, pero ahora siento nuevamente una gran compasión, una virtud que, gracias a Dios, la Opus no se llevó...


De pelearse con la obra.

Cuando me dicen que "fulanito" es mi enemigo, yo suelo decir a mis adentros, "no es digno de serlo, para ser mi enemigo tiene que estar a mi mismo nivel y sus bajezas no se lo permiten, es sólo un pobrecito que lanza basura hacia arriba, allí donde me ve, y la basura le cae en la cara, a mi no me puede afectar". Eso suena elitista, ya lo sé, y mi de-formación opusina me dice que hasta "hiede a" soberbia, pero mi lógica razón no me permite acatar los escrúpulos sembrados en mi conciencia y me dice a gritos que tengo razón, y no hay tús ni mús que me convenzan de lo contrario (se ruega no insistir).

Esto viene a que JoseD (01.11) dice que "a diferencia de otros", él no está peleado con la Obra, y la frasecita por más que trato de olvidarla no se me sale de la cabeza. ¿Peleada con la Obra? ¿querida Emevecita (así me digo de cariño) estás tú peleada con tu amiguita la Obra del Dei Altísimo? Hago hincapié que la intención del autor de la frase no está siendo cuestionada, porque las intenciones las mide el dueño del bien y del mal (y claro, sus interlocutores válidos en la tierra, los profetas del siglo XX, Javier y los directoreitors de la prelatureitor, pero esos son harina de otro costal) y que además el chico busca novia, y no lo quiero espantar, ya que soy candidata fija para todo aquel visitante que busque novia bonita y buena... y modesta, muy modesta.

Vamos a ver, dijo el ciego, ¿para pelearme con la Obra qué se necesita? ¿un poco de gracia y una escalera grande y otra chiquita? Que yo sepa, sólo me peleo con mis amigos y sólo quienes son dignos de ser mis amigos, son dignos de ser mis enemigos (pocos, muy pocos, amigos tengo aunque "yo quiero tener un millón de amigos"). ¿Es la Opus del Bien Supremo digna de ser mi amiga y por ende de ser mi enemiga? ¿en alguna ocasión fue mi amiga?, amos, puestos a razonar, me pregunto, ¿en alguna de las veces el amor, la entrega y la generosidad que le di fueron recíprocas? Aquí hago otro paréntesis, y no es que Emevecita (ustedes pueden decirme Emevé con tilde en la é, si no les brota el cariño que a mí sí), pida que le degüelvan los años mozos de la juvenil juventud perdida, eso sería como proponerle al Congreso de mi país solicitar a España todo el oro que se llevaron en galeones de aquí p'allá, con eso ya tendríamos para pagar la deuda externa y para ser primer mundo, no se diga nada que hundiríamos a la "Metrópoli" en el cuartomundismo de la pura pobreza (y no va con segundas, Brian, :), pero eso no se puede, eso "ya fue", muchas aguas corrieron bajo el puente, y no nos queda sino bromear con el temita...

Entonces, retomemos, ¿fue la opus del Uno, Bueno, Verdadero y Bello alguna vez en los 4 añitos de mi hermosa juventud, mi amiga? ¿es acaso digna de ser mi enemiga? ¿estoy peleada con ella? Para responder este asunto no es fácil hacerlo con la idea de la Opus como un ente sin cuerpo, la Opus es un ente abstracto, con personería jurídica en Derecho Canónico, una sarta de normas con una barbaridad de excepciones, pero yo (y tú amiga, amigo, que lees este escrito.. ¿a que te suena a meditación, eh?) la conocí y la traté de hacer vida a través de charlas, lecturas, indicaciones, correcciones fraternas, y, obvio, direcciones espirituales de gente de carne y hueso, como semos los que estamos aquí... es decir, yo conocí, amé y me alejé de la opus a través de las directoras y los curas (esto para quien dice "la opus es buena, algunos directores la hacen ver mala"... ¿algunos???? y ¿esos no tienen quién les haga correcciones fraternas??? ¿qué dice Javi cuando lee las cartas con quejas de sus hijos y de terceros? Pues nada... lo de "no es la opus, son algunos" me lo creo tanto, como lo de que la rosa de rialp fue milagro... o sea nada de nada... y he dicho).

Entonces, en mi experiencia, la Opus de Dei fueron Directorita y Don Cura (y allí entran todos los curas y las directoras que tuve, porque son iguales). Directorita, cuando yo aún no pitaba era mi "amiga del alma", me invitaba, me llamaba, me avisaba de todo y yo iba a todo, luego cuando pedí la admisión, fue la que me dictó la carta y me dijo "pax", luego me enseñó el "Espíritu" que yo podía entender (como en un plano inclinado), en fin, todo lo que vivimos y ya he ido contando... y lo decía de buenas maneras, super simpática es Directorita. (Resulta que Emevecita pensaba que todo lo que le contaba a Directorita quedaba entre las dos, y se acaba de enterar que todo eso estaba en los papelitos que mandaba en "correo" a la mano a la casa de las Jefotas, bueno, una perla más, no hace diferencia). Aparte de aquello, Directorita me dejó muy en claro que no era mi amiga, que era mi "hermana", pero "nada más", que cuando no le tocaba ser Directorita, poco le interesaba y no debía saber lo que me pasaba, es decir, mi "hermana" era en realidad la Directorita de turno, porque las mujeres que encarnaron esos roles, no fueron nunca mis amigas, fue como cosa de teatro, te sacas la máscara o se baja el telón y el personaje se queda allí, no pasa de eso. Así que, en resumen, Directorita no fue (y no quiso, y no podría aunque hubiera querido) mi amiga. Y con la misma soltura con que me dijo solicita la admisión como "numeraria", me dijo vete, que estando enferma no nos sirves, ambas cosas sin pestañear, ni conmoverse, la misma mirada y la misma sonrisa (lo de escribir la carta fue con mucha más alegría, porque vocaciones no habían muchas, pero lo de que me vaya no le dio nada de pena, porque en esos días estaban pitando varias, así que una menos qué más daba) y una vez fuera, me hice parte de su pasado que olvidó pronto.

Don Cura, uy, don Cura era otra historia, se sabia todo de mí, y ni siquiera me miraba cuando me lo cruzaba, sólo me hablaba con "cariño" detrás de la malla (con doble soldadura, por ambos lados, por si alguno de los dos en un rapto de pasión arrancaba la malla y nos fundíamos en un descontrolado beso ¿les habrá pasado eso?) y sólo me hablaba cuando le tocaba el rol de Don Cura, nunca cuando no le tocaba, y si alguno se apropió de ese rol porque lo puse en la coyuntura, uy, pobrecita de mi con lo de los apegos. Hay una anécdota que cristaliza todo lo que yo podría opinar: antes de pitar, Emevecita le dijo "Don Cura, me hace muy feliz tenerlo como amigo" y Don Cura cortó en seco "Emevé, yo soy más que un amigo, yo soy tu Director Espiritual". ¿Qué cosa??????? Así mismo, como se lee, resulta que para "ellos" los directores (mientras vivan ese rol) son más que amigos, están por encima de la amistad, opino que eso se lo tendrían que haber advertido a Aquel que "dio la vida por sus amigos", porque si eso hizo por los amigos, qué no haría por sus directores... es una lástima que Jesusito no conoció la Opus de Dei, sino, habría dejado expreso testimonio de lo que era capaz de hacer por el amor "predilecto" a los Directoreitors de la Opus, en fin, seguro que cuando Cipriani sea Papa, hará una edición especial del Nuevo Testamento editada por la Universidad de Navarra, en donde se explique lo que Jesús hubiera hecho por los directores, no va a ser.

En resumen, la Opus que yo conocí no fue mi amiga, solo interpretó el papel de "simpatiquísima y cariñosísima amiga" para que yo pite, y luego de pitada, se esmeró en decirme y hacerme sentir que de amiga mía nada, que ni se me ocurra, sólo era una "Madre Guapa" institucional, sin corazón humano, sin apegos ni "vanalidades". Si nunca fue mi amiga, sigue sin serlo ahora. ¿Peleada con ella? ¿cómo se puede pelear con alguien para quien no existes? con alguien tan lleno de soberbia y mentalidad institucional, para quien incluso las cosas más íntimas de tu alma y de tu relación con Dios, son claves y símbolos escritos a máquina en varios papeles y remitidos en un sobre, para ser reenviados en un sobre más grande a Roma, para que se archiven junto con las cartas "al Padre" sin leer. Cómo un cura que no te dice que todo lo que le dices después de la absolución (que te la da veloz) lo va a contar a Directorita para que lo escriba en los referidos papelitos, y que te dice que no es amigo, va a ser amigo mío.... Nada, si la Opus no fue nunca mi amiga, no es mi enemiga ahora, y no estoy peleada con ella.

Entonces, ¿por qué escribo en opuslibros.org? ¿sería acaso con la secreta intención de "destruir a mi enemiga"? A que suena a los que a veces, por encargo de sus Directores, escriben aquí, ¿eh? (y me parto de risa). Pues no, la intención de escribir aquí no es destruir a nadie ni a nada, me daría mucha pereza, no sirvo para eso. Escribí la primera vez porque me hacía bien contar mi historia, me hacía bien A MI (yo sí soy mi amiga) porque me ayudó a encarar una realidad que estaba negando y que me hacía mucho daño: yo amé y no fui correspondida, y eso dolió (aunque el amor no correspondido no es amor, sino mera ilusión, y lastima un poco despertar del mal sueño, pero una se despierta a fin de cuentas)... y ahora sigo escribiendo porque me sirve para recomponerme, y de paso hay más gente que pasa por lo que yo pasé y leer mis experiencias les anima a decir las suyas (si yo escribo, cualquiera puede) o a decírselas a sí mismos, y recuperarse de una cosa de la que muchos no nos podemos recuperar solos.

Así que no, no estoy peleada con la Obra, estoy, gracias a Dios, lejos de gente que no me quiere, que no me quiso, y que no me querrá nunca, y por quien yo no siento nada, más que una profunda lástima, que no es pelea, ni enojo, sino puro sentimiento de compasión que cualquier buena persona siente, sobretodo sabiendo lo que sé de ellos, viven como duques, sí, pero bien lejos de la santidad que claman a gritos querer alcanzar.

Se necesita dar mucho más que lo que me dio la Opus de dei, para que ocupe en mi corazón lugar alguno. Directorita y Don Cura me dan pena.. pero apenas recapaciten, y si se dejan de institucionalismos estúpidos, podrían ser mis amigos, si ellos quieren, y recién allí, podrían aspirar a ser mis enemigos, ahora no, ahora no son nada, ni para mi, ni para millones de seres en el planeta que vivimos felices sin cruzárnoslos por el camino ni para bien ni para mal... y ya me quedo tranquila.


Nostalgias

Hoy pienso relatarles un hecho en mi vida, de esos pocos que me hacen desear “estar en Casa”, ¿qué suchede?? Pues lo relato. Hay una compañera de trabajo en mi oficina a quien llamo íntimamente “La Poltergueist”, pues nada, la famosa ha decidido hacer uso de mis servicios profesionales de la manera más fácil, fue donde mi jefe y le pidió un favor, y mi jefe me la endosó, y resulté trabajando G R A T I S para la angelita esta.... y no sólo eso! Si no que encima yo la estaba postergando porque la pereza me mataba, pero nada, me llama mi Jefe y zas me suelta la de “ama a tus enemigos” y me dice que ya que la Poltegueist no me simpatiza, termine su trabajo primero, y pataplinpataplan los maderos de San Juan.

Emevecita dejó de lado su verdadero trabajo (por el que le pagan) para “hacerle el favor” que pidió la Poltergueist! ... y me puse nostálgica con los recuerdos de la vida “allá dentro”, en principio porque esas cosas no se ven en la Opus de Dei, ¿qué es eso de trabajar profesionalmente gratis? No se han reportado casos (salvo la admón a la que no pertenecí), si hasta por ir a “hacer la finta” de dar clases (no soy profesora de profesión) en una obra corporativa en el verano (cara adentro labor de San Rafael “a forro”) me pagaban lo que necesitaba para los pasajes y el curso anual y encima alguito quedaba para el Centro!!!!

Para colmo de males, la Poltergueist es una que no pitaría ni en 100 millones de años ni de agregada viuda ni de Auxiliar mayor de 40 que atienda portería en centros de varones (es fea, pero coquetona, así que provocaría revuelo), así que de yo seguir en la Opus ¿qué interés apostólico tendría en hacerle un favor a alguien que no me reportaría ningún beneficio?? Uy, en días como hoy cómo extraño la Opus de Dei, cuando ni taxi tenía que tomar porque siempre había alguna agregada o supernumeraria que me llevara, y en donde ninguna numerarita (salvo a las que “eligieron” para que se dediquen a la Administración... las elegiriría Dios desde toda la eternidad seguro, porque son las Directoras quienes dicen “tu tú y tú”, en fin) tiene trabajos tan duros y mal pagados como el mío, y viven como duquesas sin tener que hacer cosas GRATIS para mujeres que te recuerdan la cara de los monstruos de las pelis de terror, y encima el buen humor de una aparición fantasmal a media noche...

Pero nada, a mi me toca no sólo apechugar con el trabajito que ya hice GRATIS.. sino que más encima, con el sermón de mi jefe de “hay que hacer favores a todas las personas, no solo a los amigos, sino sobretodo a aquellos que no lo son tanto, porque el mundo da vueltas y hay que ser buenos con todos” (esto me recordó a algo que leí en alguna parte que decía que si amas a los que te aman qué mérito tiene, si el chiste está en amar a los que no te aman, ¿a alguien le suena?) ... definitivamente mi Jefe no ha conocido en su vida la Opus del Uno. ¿Qué habré hecho yo para llegar aquí en manos de un seguidor ad peddem literae de aquel que es la Luz, la Verdad y la Vida? ¡Ay cómo extraño la Opus, allá no te exigían caridad, habrase visto, eso se arreglaba acusándose de su falta en el Círculo Breve, ya se habría enterado la Poltergueist de lo que es la vida!!!!!!!!

Bueno, las cosas volverán a su lugar, pero que tire la primera piedra (no la de Satur sino la de la mujer adúltera) quien a veces no le da por extrañar aquellos tiempos en los éramos de la aristocracia... ¡eh!

Saludos a todos los que dejaron de ser aristócratas y que sufren el día a día de la gente normalita, de carne y hueso... como yo... y a los otros también qué caray…


SOBRE LA GUARDA DE LA INTIMIDAD

Qué vaina, mi intimidad es algo que defiendo con uñas y dientes, desde muy chica. Mi primera confesión en un colegio de monjas fue con un sacerdote redentorista a quien adorábamos todas las niñas, pero resultaba que en el colegio no habían confesionarios y los pecados se decían cara a cara, así que no me atreví, dije un par de bobadas y sin saberlo muy bien (las monjas no eran especialmente proselitistas ni daban mucha doctrina) añadí un nuevo pecado a mi lista.

Una de las cosas que más me atrajeron de la opus fue el confesionario, y la idea de que el cura a quien le hablaba se quedaba con todo, ni siquiera me miraba a la cara y ni siquiera me saludaba cuando salía, como que todo lo que yo decía quedaba allí, como en el wc, botas lo que no sirve, jalas la palanquita y san se acabó.

De mi primera confesión en el centro en el que terminé pitando y donde viví algunos días debo decir que el compelle intrare fue vivido a rajatabla. Yo tenía 16 años (casi cumpliría 17), y mi primer contacto había sido una convivencia de semana santa en una ciudad cercana, que me había parecido extraordinaria y allí viví mi "primera confesión" real, en un confesionario con almohadillas y doble rejita para no ver ni ser vista, una belleza para alguien tan recelosa de su intimidad como yo... A las dos semanas de insistencia, terminé yendo al "Centro" de mi ciudad y allí una agregada muy graciosa me dijo "Emevecita, entra a confesarte", le dije "ay no te pases, ya me confesé hace dos semanas cuando fui a la convivencia" y patatín patatán, la santa me toma del brazo, y entre risas y fuerzas, zas! me zampó en el confesionario, y una que es muy polite, se puso a hablar con el santo varón que vio mi vocación meses después... ¿eso es libertad de coacción agregadil o qué? la palabrita la deben haber inventado ellos...

Cuando me empezaron a tratar (en esos días) a mi "amiga numeraria", le contaba solo lo que yo quería, sin ir más lejos, y por eso ni me enteré de que se entraba tan joven en la secta, sino que pensaba que era cosa de viejas porque solo conocía numerarias mayores (a esa edad una de 30 años me parecía vieja... y pensar que yo tengo casi esa edad ahora, jejeje), pero bueno, de poco me enteré, porque aparte de ser muy reservada, no soy muy preguntona, eso de "no hagas con otro lo que no quieres que hagan contigo" me lo tomo muy en serio... no me gusta que se metan en mis cosas, no me meto en las cosas de nadie, a menos que ya luego de mucha amistad o de un cierto grado de confianza que puede ser por el tiempo o por las circunstancias alguien me cuente algo o yo cuente algunas partecitas de mi (no todos a todos...), en fin. ¿Se imaginan lo que me costó la charla? yo quería vivir todo bien, porque yo entré porque me creía que Jesús me llamaba y me creía que cada cosa que hacía la hacía por Él y por amor a él.

En fin, las primeras charlas salieron con lágrimas, porque decir mi intimidad me duele hasta físicamente (hasta el día de hoy) y casi siempre lloraba no por sentimentalismo sino porque me estaba violentando a mi misma al hablar MIS cosas a una a quien no conocía... pero lo hacía porque pensaba que tenía "gracia de estado", me diría algunos consejos, que carecían de sentido (pensaba que debido a mi soberbia), que anotaba en la agenda y llevaba a la oración. Y la confidencia, era como con la confesión (eso me dijeron), y yo creía en el secreto profesional... y pensaba que era lo mismo, echar la basura al tacho, y quemarla y desaparecerla.

Me lo habían dicho, lo había leído en testimonios, pero la indignación no me deja ni respirar al leer el documento que publica Marlies el 21.11 (asumo que no será la Marlies que todas conocemos en foto y temíamos con veneración, ¿eh?).. ¿Así quedan mis intimidades? ¿Así ponen que lloraba y me violentaba a mi misma para ser salvajemente sincera? Eso sí que es salvajada.. estoy indignada.

Y encima, días atrás, había discutido con mi amigo más querido, y le había dicho "son mis cosas y no te metas tanto" y se puso triste, porque no lo hacía con afán de saberlo para contarlo, sino para darme una mano... ay amigo, ¿cómo puedo ser tan cerrada contigo y al mismo tiempo saber que todo todo todo lo que dije, está escrito en papeluchos como aquel, y que yo misma llevé en los "correos a mano" a la Asesoría Regional!!!!!!!?? Yo las veía tipeando los papelitos, pero no me lo imaginé sino hasta cuando salí, y no lo leí sino gracias a Marlies (la Marlies buena, no la "otra")... ahora estoy indignada y me convenzo cada día de que la opus no puede tener nada bueno, ni el olor...

Ahora me despido, renovando mi derecho humano a proteger mi intimidad, y pidiéndoles disculpas, porque en mi afán de proteger mi intimidad a veces me voy por la tangente y hago bromas que nada tienen que ver con lo que en verdad siento. Poco a poco me iré abriendo seguramente, pero no pidamos milagros... Saludos a todos, y disculpas, es que estoy fastidiada.


(continuará)

 

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Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?