giovanna :
Tiene
razón Pepito.
También a mí las
entregas de Jaume me están decepcionando algo. No acabo de ver la
gravedad de las denuncias. ¿Qué importancia o trascendencia tienen los amaños
que hizo Álvaro del Portillo acerca de quien fuera confesor de Josemaría
Escrivá en el año 1930? Es cierto que ha habido disimulos o incongruencias en
la narración histórica de este asunto por parte de los historiadores
oficialistas del Opus Dei; pero ese tipo de amaños no niegan la santidad de una
persona ni desmontan la validez de todo un proceso de beatificación. Escrivá
puede haber tenido motivos personales correctos para ocultar su vieja relación
de amistad con don Manuel González. Me parece desproporcionado calificar de “mentira”
(como hace Doserra)
el hecho de que Escrivá diga haber conocido al P. Sánchez unos meses antes de
cuando en realidad lo conoció. No veo que esa “mentira” sea tan grave. Las
personas, a lo largo de nuestras vidas, mantenemos amistades, como la de Escrivá
con el obispo Manuel González, que con el tiempo se enfrían y, pasados los
años, nos puede legítimamente interesar no darlas a conocer. Esta
circunstancia, tan normal como nimia, no afecta para nada a la santidad
personal de un cristiano.
Giovanna
Reale
Publicado el Friday, 17 May 2013
|