giovanna :
Mi más sincera
felicitación se dirige a Marcus
Tank por su inapreciable aportación, con pruebas documentales, de los
deseos y hechos de Josemaría Escrivá en orden a ser ordenado obispo a partir del
año 1942. Las intrigas que Escrivá y del Portillo llevaron a cabo en aquellos
años para lograr ese fin han sido durante mucho tiempo ocultadas –y siguen
siendo ocultadas– por los directores y directoras del Opus Dei a todos sus
miembros y a toda la opinión pública. Así han difundido una manipulada
idealización de la santidad del fundador del Opus.
Dos cosas me
preocupan en todo este asunto.
1. El rigor de los
procesos de beatificación y canonización en la Iglesia Católica. ¿Por qué la
Congregación para las Causas de los Santos asume tan ingenuamente la
información oficial que las instituciones eclesiásticas –en este caso el Opus
Dei– le presentan para los procesos? Está claro que el proceso de Escrivá y el
del Portillo no se han hecho bien porque se ocultó información y así se
desfiguró la vida de los personajes. ¿Se harán bien los demás procesos? La duda
es razonable a la vista de los documentos aportados por Marcus Tank. Por otra
parte, la diplomacia vaticana, con muchos siglos de experiencia, se jacta de
que está muy bien informada de los acontecimientos que pasan en el mundo. Pero
me permito preguntar: ¿por qué tardó tantos años la Santa Sede en enterarse de
quién era realmente el padre Marcel Maciel? ¿Cómo fue posible que los servicios
diplomáticos del Vaticano, supuestamente tan eficaces, no averiguaran a su
debido tiempo la doble vida del fundador de la Legión de Cristo? Me planteo,
pues, otra duda: si la diplomacia vaticana falló de manera tan estrepitosa en
un caso referente a un asunto interno de la propia institución, ¿nos podemos
fiar de su labor cuando se trata de las relaciones exteriores con Estados
distintos de la Ciudad del Vaticano? También es una duda razonable. Entiéndanse
bien mis reflexiones: no prejuzgo que todo se haga mal en la Santa Sede, pero
sí constato y compruebo experimentalmente que no todo se hace bien.
2. La integridad de
los documentos conservados en el Archivo Secreto Vaticano referentes a la vida
de Josemaría Escrivá. Marcus Tank ha obtenido documentación
en el archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de España
y en la Fundación Francisco Franco. No ha podido tener acceso a los archivos
vaticanos porque, como anoté en un
envío del 01/10/2012, los años referentes al período fundacional del
Opus Dei todavía están clasificados y son inaccesibles al público. Mi
preocupación se circunscribe, como digo, a la integridad de los documentos
referentes a la persona de Escrivá. No dudo de la honradez ni de la categoría
profesional de los bibliotecarios que custodian el Archivo Secreto Vaticano.
Pero tampoco dudo de la capacidad de pergeñar artimañas de los directores del
Opus para presionar en el Vaticano y salirse con las suyas. Temo que
desaparezca la documentación más comprometida o, en el mejor de los casos, que
el Opus logre que esa documentación no sea accesible durante largo tiempo a los
historiadores aunque oficialmente se desclasifique.
Mis dos
preocupaciones se explican porque el Opus Dei actúa en la Santa Sede como grupo
de presión, como también lo fue la Legión de Cristo largo tiempo (y quizás aún
lo siga siendo). Y en asuntos tan delicados como el que Marcus Tank ha
destapado no tengo la más mínima duda de que el lobby del Opus va a
desplegar esa presión con toda su fuerza, esto es, con toda la “santa intransigencia”,
con toda la “santa coacción”, con toda la “santa desvergüenza” ... y con todos
los santos tentáculos. Al fin y al cabo aquí se juega toda su “santidad”.
Giovanna Reale
Publicado el Monday, 17 March 2014
|