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 Tus escritos: Reacciones ante la actual crisis del Opus Dei.- Gervasio

115. Aspectos históricos
Gervasio :

 

Reacciones ante la actual crisis del Opus Dei

Gervasio, 22/09/2023

Sísifo (Tiziano) 

            Al Opus Dei no le han faltado crisis de identidad. La actual se caracteriza por estar produciéndose a la vista de todos y estar en la boca de todos, tanto de gentes del Opus Dei como de gentes totalmente ajenas a él. ¿Qué está pasando con el Opus Dei?, me peguntaba un amigo, como consecuencia de leer los periódicos. Suponía que yo, por haber sido del Opus Dei, sabría más. Le respondí con cuatro vaguedades anodinas, procurando que el tema le aburriese, para que no preguntara más...



            Ciertos próceres del Opus Dei se han sentido obligados a lanzarse a la palestra de la letra impresa —e incluso audiovisual— a opinar sobre las últimas noticias relativas al Opus Dei. Uno de ellos alegaba que, puesto que el Opus Dei es la única prelatura personal existente, el papa Francisco debería haber tenido más en cuenta la idiosincrasia el Opus Dei al redactar los motuproprios de 14 de julio de 2022 y de 8 de agosto de 2023. Le parecía que había tenido en perspectiva más a unas futuras posibles prelaturas personales que a la Obra. Otro, o ese mismo, afirmaba que el papa Francisco se había dejado arrastrar por una opinión estadísticamente minoritaria. Eso decía. Otro insistía en que ser “prelatura personal” es sólo un ropaje exterior que no afecta a lo que el Opus Dei es en sí mismo y por sí mismo. Igual da. Un tercero o un cuarto apuntaban a la necesidad, o al menos la posibilidad, de ir a la busca de una ulterior “solución jurídica” distinta tanto de la figura “instituto secular” como de la figura “prelatura personal”.

Esto último, después de todo —todo ponderado—, no está completamente mal pensado. A quien es de natural inconformista no se le puede privar de sentirse incomprendido, no se le puede despojar de esa pose que le hace disfrutar del placer de considerarse víctima. Es que no nos comprenden. Quizá sea ese el destino perpetuo del Opus Dei: convertirse en una especie de Sísifo en perenne búsqueda de una “solución jurídica definitiva” que nunca logra alcanzar, porque una vez alcanzada la “solución jurídica definitiva”, se viene ladera abajo y vuelta a empezar. 

Decía Zartán hace poco (13-IX-2023), con esa gracia tan suya, refiriéndose por supuesto al Rvdo Ocáriz: Querido Fernando, tus chicos se han desmadrado. Creo que sería bueno ordenar un poco el gallinero, es una simple sugerencia. Ahora algunos están actuando de manera que yo diría que es lo más parecido a intentar llevar una piara de gatos por carretera. Me imagino que habrá convocado a sus vicarios —a sus subordinados de comisiones y delegaciones— para algo más que para rezar el Trium Puerorum juntos o para hablar de fútbol. Es muy del Opus convocar reuniones para aleccionar acerca de lo que debe decirse sobre determinados temas cara a “los demás”. De paso y sobre todo también se les alecciona sobre lo que deben pensar y sentir ellos mismos. Lo propio sucederá con los responsables de la a.o.p. —una oficina del Opus Dei— que más que influir en la opinión pública, pretende influir en la opinión de los del Opus Dei de a pie. Hay que estar atento con lo que aparece en revistas como Nuestro Tiempo o similares.

Como reacción ante el Motu Propio de 8-VIII-2023, el Rvdo Ocáriz ha escrito, con fecha dos días posterior: acogemos con sincera obediencia filial esas disposiciones del Santo Padre, y para pediros que también en esto permanezcamos todas y todos muy unidos. No me parece suficiente. No se trata de alardear de obediencia filial, sino de retractarse.

Recientemente un columnista del diario español “ABC”, Sostres, tras poner verde al Santo Padre y calificarlo de mal teólogo y no sé cuántas cosas más y tras acusarlo de maltratar injustamente al Opus Dei, en un escrito posterior, se disculpa por su anterior escrito sobre el papa y el Opus Dei. Pero no se retracta. No se desdice de lo dicho, sino que lamenta haberlo dicho. Algo así como disculparse por haber llamado a una señora “fea”, pero sin rectificar que sea fea, sino bonita. Lamenta simplemente la falta de educación de decir lo que considera verdad. Como consecuencia lo de considerarla “fea” queda todavía más resaltado con las disculpas.

Es de esperar que el Rvdo Ocáriz no sólo alardee de obediencia filial, sino que se retracte. Le sería fácil argumentar y difundir ideas tales como que el fundador nunca pretendió que su fundación fuese considerada parte de la jerarquía eclesiástica, que eso fue un invento de alguno de sus hijos en su afán de posicionar lo mejor posible al Opus Dei dentro de la Iglesia. Cosas así.

Personalmente creo que así sucedió. Fue Amadeo de Fuenmayor el que —tras recibir el palo del Código de 1983 promulgado por el bienamado Juan Pablo II, en el que las prelaturas personales y con ellas el Opus Dei quedan excluidas de la jerarquía eclesiástica— intentó que lo de que las prelaturas personales forman parte de la jerarquía eclesiástica fuese considerado al menos una “opinión” canónica y teológica legítima, lícita, válida. Sin embargo, después de los motuproprios del papa Francisco y sobre todo después de la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la tal “opinión” ya no puede considerarse ni legítima, ni lícita, ni válida. La situación es distinta. La situación es similar a las herejías adopcionistas y arrianas —pongamos por caso—, según las cuales Jesucristo no es de la misma naturaleza que el Padre. Ciertamente es una “opinión teológica”, en el sentido de que es una opinión referente a la divinidad, pero ni legítima, ni lícita ni válida. En fin que es una “opinión” que no cabe sostener.

Luego está el tema de los llamados “Catecismos de la Obra”. Desbarran desde hace tiempo. Pero hay que tener en cuenta que los Catecismos que desbarran son sólo los posteriores al fallecimiento del Fundador. El fundador nunca aprobó tal cosa. Todo hay que atribuirlo a un exceso de celo de sus hijos mayores. Pasa lo mismito que con lo de las aspiraciones del fundador a ser obispo: de San Sebastián, de Vitoria, del ejército, de donde fuese. Él no quería ser obispo, pero don Álvaro, a sus espaldas, maquinaba para que lo hiciesen obispo y lo introducía en todas las propuestas de episcopables que podía. Pues lo mismo. Eso de querer ser jerarquía eclesiástica hay que atribuirlo a un exceso de celo, eso sí, bienintencionado, fruto de una devoción filial, aunque mal encaminada, etc., etc. Largar cosas de esas.

En cualquier caso se echa en falta una toma de posición explícita sobre el particular. La institución tiene fama de poner en práctica una política consistente en “ceder, sin conceder con ánimo de recuperar”, por lo que no basta afirmar que nosotros decimos “amén” a todo lo que diga el papa y que lo obedecemos en todo. Hay que explicitarlo más. Es necesario amarrar bien los cabos y atarse los machos. Hay que retractarse.

Pero no sólo hay que retractarse. A raíz de la configuración del Opus Dei como instituto secular se sucedieron loas y ditirambos hacia la nueva figura jurídica “instituto secular”. El propio fundador pronunció y editó una conferencia en 1948 sosteniendo que la creación de esa figura constituía un hito en la historia la Iglesia y de los estados de perfección. Lo mismo pasó con la figura “prelatura personal”. Pasó a ser una figura jurídica muy celebrada, a raíz de la erección del Opus Dei como prelatura personal.

Ha llegado el momento de celebrar la figura “asociación clerical de Derecho pontificio con facultad de incardinar clérigos”. Hay que cantar sus ventajas y maravillas que son innumerables. La primera que se me ocurre hace referencia a la posición de las mujeres dentro de la Obra. Mandan poco porque no pueden ser clérigos, lo cual no es culpa del Opus Dei. Además, permite al Padre no tener que vestirse de pontífice, lo cual había hecho por sentido del deber y no por lujo, capricho, vanidad comodidad etc. personales. Ahora tiene como tratamiento el de Reverendo, mucho más conforme con su natural modestia. Etc., etc. Habría que erigir en día de fiesta, por lo menos B, el 8 de agosto, en recuerdo del famoso Motu Propio en que se equipara el Opus Dei a otras asociaciones clericales. Celebremos que por fin se haya resuelto la crisis de identidad.

Gervasio




Publicado el Friday, 22 September 2023



 
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