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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA


19-2-2004

 

Estimadas Marie Curie y Frida:

Aunque vuestras respuestas del 17-2 y 18-2 son para José Carlos, noto alguna mención de mi Homenaje a Claudia. Recuerdo haber sido yo el primero en decir que Claudia era una gran persona, y sigo sosteniéndolo.

También he dicho más de una vez, en una sala de chat, que Frida es una gran persona, acrisolada por el dolor. Frida estaba presente, y tal vez lo recuerde. Y no tengo motivos para cambiar de opinión.

Me cuesta mucho entender cómo es posible que elogiar las buenas cualidades de alguien -Claudia, Frida o quien sea- signifique dividir la web en buenos y malos, y negar las virtudes de los demás.

Sigo pensando que cuando procuramos respetarnos mutuamente, nos enriquecemos todos y ganamos en credibilidad.

Un cordial saludo a todos,

Crítico constructivo.


Querido Jose Carlos:

Te entiendo muy bien, a pesar (Grrrrrrr: voy a acabar escribiendo como Claudia a quien tantos echamos de menos, asm por lo menos nos quedara alguna expresión suya) que no estoy de acuerdo con todo lo que nos has contado hasta la fecha. Pero sí, de acuerdo que haría falta respetarte más, como hace falta respetar a cada quién que escribe en esta web. Por lo menos así lo veo yo.

Por eso, quiero también agradecerte públicamente (aunque ya lo hice en privado) por tu correo privado de hace dos días donde me aportabas tu apoyo en estos momentos tan peculiares de mi vida.

Pero, amigo, como ya sabes de sobra que hay mucha gente que no están para nada de acuerdo contigo sobre la visión de la Obra que tienes (y que tienes el derecho de tener, aunque creo que algun día cambiara-; ¿has leido el testimonio de R. el Brasileiro? ¿concuerda con tu visión de lo que es el Opus Dei?). Quizá sería mejor que nos unamos sobre todo para mirar hacia el futuro, para tratar de ayudar a tanta gente que lo pasan mal. Eso es para mí también el legado con el cual me quedo después de la despedida de nuestra amiga mexicanita.

Un abrazo,

Alfredo


Quiero agregar algo a lo escrito por Maquina Reparadora sobre libertad profesional. Siempre me pareció curioso el modo en que la obra actua, no solo influyendo positivamente en las decisiones de carrera, sino haciendo lo posible para evitar el exito profesional de sus miembros.

Las experiencias personales pueden ser diversas, pero todos coincidirán en que triunfar profesionalmente, cuando no se cuenta con recursos extraordinarios en términos de dinero o contactos familiares, es una tarea ardua. El mismo paso por la universidad requiere unidad de propósito, disciplina y sobre todo mucha concentración. Y luego, aun la solvencia profesional es condición necesaria pero no suficiente.

Es de vital importancia cumplir con ciertas etapas en las edades adecuadas, y cultivar un circulo de relaciones que nos enriquecen y son fuente de oportunidades. Un profesional debe tener la cabeza clara y ahorros que le permiten tomar ciertos riesgos, con el afán de progresar. Y por ultimo hace falta mucha, pero mucha suerte, que es en cierto modo estar en el lugar correcto en el momento oportuno, y para eso hace falta libertad de movimiento. Asi descripto y generalizando, la condición de numerario no favorece el desarrollo profesional, y hasta casi puede decirse que es incompatible con el mismo. El problema es que uno llega a la obra atraido por una idea muy distinta, y esto en sí mismo constituye uno de los grandes fraudes de la obra.

Pero esto no es todo. A los obstaculos que presenta la condicion de numerario se une el esfuerzo positivo, metódico y premeditado de los directores por desbaratar cualquier posibilidad de éxito. En mi pais había, y creo que todavía hay, un solo Centro de Estudios. Con lo cual, la mayoría de los numerarios cambiaban de universidad para venir a la gran ciudad, estudiaban dos años, y luego eran redistribuidos por todo el país, con especial cuidado de no enviarlos a su lugar de orígen. Pasar por tres universidades para estudiar una carrera, haciendo eso compatible con las exigencias de tiempo de la vocación y con encargos internos, se imaginan que los retrasos eran enormes, de años, y el resultado en la mayoría de los casos desastroso.

La carrera profesional de los numerarios era una ficción, y si alguno, por excepción, levantaba cabeza los directores se las ingeniaban para cambiarlo de ciudad o le daban un trabajo interno. En fin, deprimente, injusto y cruél. Y los directores, esa banda de burocratas, amparados en las comodidades de la institución, que nunca pisaron la calle, ni estuvieron en una cola de empleos... en fin, prefiero dejar acá.

Paz a todos.

Otaluto.


Un parrafo de la ultima carta del inefable Josecar me ha traido a la mente un tema que para mi es importante. Dice: "ya no sé cómo mostrar humanidad, porque o "doy demasiados abrazos", o me sale "pánfilo y melifluo", o intento decir algo puramente positivo sin decir nada malo de nadie y se tergiversa".

El tema que quiero tratar está expresado en la famosa frase "si no puedes alabar, calla". Detrás de esta pequeña frase se esconde todo un programa para el control de la conciencia. En la obra se callan las cosas, nunca se discuten a plena luz. Existe una prohibición estricta de hablar acerca de los directores y sus acciones de modo negativo. Ahora bien, como el responsable de todo lo que existe en la obra es el padre, que actua a través de los directores, la prohibición se extiende implicitamente hacia casi todo. Pronto uno aprende que criticar cualquier cosa, aunque sea el color de una habitacion, puede ser peligroso. "Es que el color lo eligió D. Mernabo, que comenzó la labor en la región y era uno de los primeros..." Y de este modo un comentario dicho inocentemente, se convierte en una muestra de "mal espiritu", materia de corrección fraterna. Por ejemplo, a mi me tocó vivir en un centro horrible, una casa antigua y sin luz, pero claro, allí habia estado durmiendo "nuestro padre" una semana, con lo cual la casa y todas sus pertenencias estaban bendecidas y a aguantarse.

Pero el "si no puedes alabar, calla" va mucho más allá.

En la obra, lo único que realmente vale alabar en la gente es su predisposición a aceptar el mensaje del opus dei, con lo que queda excluída de la conversación toda referencia a aquellos que no son "amigos" o no "van por la labor". En la obra se habla poco de la gente, de la familia o de lo que uno hace en el trabajo (se excluyen obras corporativas), y como solo se puede hablar en términos positivos lo que se dice es la mitad de la verdad, anodino y carente de significado. Se pierde la sal y la picardia del diálogo y se cae en la repetición de formulas comunes y "seguras". Recuerdo que una vez, ya con varios años fuera, me invitó a almorzar un director de alto cargo con el que mantenía algun contacto. Yo estaba poco dispuesto a "hacer la charla", por cortesía no tocabamos el tema de la obra, y cada vez que el diálogo se animaba recordando cosas de la gente, llegaba un punto en que se mencionaba algun detalle no del todo positivo, y este buen amigo cambiaba de tema. El resultado fue un desastre, nada para hablar, salvo del tiempo y la situación del país.

El problema de Josecarlos, del que parece no darse cuenta aunque le pase un tren por encima, es justamente ese, solo dice cosas "puramente positivas". Y la vida tiene lo bueno y lo malo, tambien el opus dei y tambien cada uno de nosotros. Y un discurso sin claroscuro, donde no se muestran los defectos de lo que se habla, ni se trasparentan los defectos del que habla, repele. Es inhumano, porque simplemente no es humano, pese a que adopte formas educadas y melifluas. Nadie tergiversa, no solo es importante lo que se dice, sino lo que queda sin decir. Ojalá este tema lo desarrolle alguien como E.B.E. o algun otro pensador profundo de la red, yo lo he dicho como me salía.

Paz a todos.

Otaluto.


Querida Pilar (18-02-2004):

Sí, mujer, por supuesto que te podría contestar, como preguntas literalmente, "por qué hemos estado tantísimos años dentro de del Opus y luego al salir hablamos pestes". La cuestión, de todos modos, cansa un poco. Quiero decir que si haces esa pregunta, es que no te has leído en demasiado detalle ni los mensajes ni los escritos de la gente que mandamos textos aquí, porque lo cierto es que no hablan de otra cosa. ¿Por qué no te los lees un poquito más atenta?

Como opinión personal, cada vez tengo más claro que decir verdades no es hablar pestes, aunque sean cosas "de familia", que "no tiene por qué saber la gente", y que por tanto parece molestar mucho a la gente de la Obra (no sé si tú lo eres) que se difundan aquí.

Creo que el que se acerca al Opus Dei con la sana intención de trabajar por Cristo en medio del mundo, tiene derecho a saber que si pita, en seis meses puede estar haciendo cosas que ni siquiera imaginó, porque se las han colado de manera tan hábil (en setenta y seis años se ha alcanzado un virtuosismo alucinante) que o bien las ve como la cosa más natural del mundo, o las asume como un ¿mal? ¿rareza? necesario. Me sabe mal volverme a citar a mí mismo por segunda vez, como si fuera un catedrático de universidad creídillo, pero, en fin ..., sois vosotros los que os repetís de un tiempo a esta parte dando "caña" con cartas como la tuya. Esto es lo que escribí hace unas semanas sobre este mismo tema. En cualquier caso, no seremos tan borreguitos, cuando el "índice de perseverancia" está por debajo de la mitad (por lo menos tomando como muestra los que "éramos" durante los años siguientes a pitar yo, y que ya no queda casi nadie). Pero como en el Opus Dei "no se hacen estadísticas" ... Si se hicieran, te recomiendo que hables con alguna amiga tuya que lo haya dejado, que seguro que alguna conocerás (o veinte...), seas o no de la Obra. Ella te podrá contestar de primera mano, no a través de cartas burdamente socarronas como la mía.

Y, mira por dónde, con eso de "si el opus es un engaño, ¿por qué no se acaba?" me he acordado de cuánto gusta esa línea argumental a la gente de la Obra, como cuando Nuestro Padre decía: "Si el Opus Dei no es para tu gloria, destrúyelo" o, sin citar literalmente, si en la Obra no se respetara la libertad de sus miembros -espera que me da la risa- él sería el primero en pedir su destrucción. Bueno, ¿y qué? ¿es que porque una persona / institución / costumbre sea o tenga cosas malas va a hacer ¡POF! y se va a esfumar? Pues anda que no llevamos tiempo viendo cosas malas malísimas, en contra de la Ley Natural, de los Mandamientos, de las opiniones del portavoz de la Conferencia Episcopal, y ¡oye tú!, que se empeñan en perdurar... ¿Acaso de repente se va a esfumar todo el mal del mundo? Eso sí que es confundir la velocidad con el tocino.

Y que conste que esa simplificación de que el Opus Dei es un engaño, la estás sugiriendo tú. Algún compañero de esta página seguramente sí opina así sin paliativos. Por mi parte, yo veo lo bueno y lo malo muy mezclado en la Obra tanto en la doctrina escrita, como en la práctica de las costumbres ... ¿y las personas? Pues cada uno es cada uno. Muchos de los que escriben aquí se apresuran, tras la crítica, a decir: "se salvan las personas". Por mi parte, he conocido a gente muy, muy buena, a nadie muy, muy malo, a otros muy, muy endiosados (con endiosamiento "del malo", lo siento, pero es así), a muy poquitos muy, muy sencillos, o muy, muy naturales y a un buen ramillete de muy, muy cascarrabias, que aunque parezca anecdótico pueden llegar a hacerte insufrible la vida en un Centro. A lo mejor tus palabras demoledoras iban dirigidas a los que, tras su salida, consideran el Opus como el mal absoluto (habrá que ver cual ha sido su experiencia ¿no crees?). Pero pienso que muchos estamos en esta situación intermedia que, para la Obra, en su infalibilidad como institución, nos pone en el mismo extremo que a los primeros.

Un saludo: J.M.

(Postdata: Pilar: te has olvidado darnos caña por lo del anonimato)


Respuesta a Pilar

En primer lugar, no todos los que escriben aquí han estado “tantísimos“ años en el Opus Dei. Si te lees los mensajes, verás que hay de todo. Pero, lógicamente, los que más tiempo han estado son los que más cosas conocen y los que más tienen que contar. De hecho, está muy claro que la gran estampida de miembros del Opus Dei se produce cuando no llevan demasiado tiempo. Los que superan esos primeros años, luego van marchándose en un goteo continuo a lo largo de los años. Confundes, Pilar, personalidad con información. No por tener una personalidad fuerte uno está mejor informado. Más aún, si uno tiene una personalidad fuerte y cree en valores como el compromiso, el dar la vida por los demás, el arreglar el mundo... y no tiene información, porque no se la han dado y a su escasa edad no la ha podido conseguir... entonces es fácil meterse de bruces y perseverar con la ilusión de la inexperiencia y la juventud.

Viene enseguida la formación tendenciosa, sin pizca de libertad que te dan en los medios de formación. Repiten muchísimo los peligros de dejar la obra (recuerda lo que decía el Fundador: “no doy ni cinco céntimos por el alma de los que dejan la Obra”). En el caso de los numerarios, además suelen enviarte a vivir donde no tengas familia para que estés más atado. Muchos de ellos trabajan en obras corporativas o de Fomento, lo cual implica una dependencia laboral y económica.

Llevados de su buenísima intención, se van acostumbrando desde el comienzo a tragar carros y carretas, atribuyendo las cosas menos buenas que ven a errores personales. Cuando realmente la gente comienza a tener experiencia de la vida y tiene personalidad, es entonces cuando comienzan sus problemas y el comienzo de su salida.

Estas páginas están llenas de relatos de gente que explica, a su modo, este mismo argumento. Deberías leerlas.... si te dejan tus directores de la Obra. Y si te interesa mi propia historia la puedes encontrar en “Mis escritos” “Las inmoralidades del Opus Dei” y sobre todo “Historia de una desilusión” . Si no te crees que a tanta gente se le pueda comer el coco, deberías pensar en los ejemplos del nazismo o del estalinismo: las mentiras repetidas mil veces, sin posibilidad de contraste, acaban aceptándose como verdad. ¿Tampoco te crees que haya tantas mujeres en el mundo musulmán que están totalmente convencidas de la bondad de su vida tras el burka, sometidas y anuladas?. Y mírate a ti misma, Pilar, ejemplo de persona con el coco comido y en total ignorancia de ello. Te deseo que despiertes.

La única conclusión que puede extraer una persona normal de la lectura de tantas historias, tan distintas y tan iguales, es asombrarse de la buenísima intención de tanta gente que ha sufrido tanto debido a su buena intención. Creo que calificarles de “borreguitos”, además de notoriamente injusto, es una estupidez y una notable falta de caridad. Y eso, fíjate tú, es muy carácterístico de muchos miembros sectarios del Opus Dei. Por la boca muere el pez.

Ñam-ñam


Querido José Carlos:

Estoy deseoso de que cuentes las fomas "realistas, constructivas y fructíferas" de que mejoren algunas cosas en la Obra (a que hacías referencia en tu correo de 28 de enero). Ahí hay mucha tela donde cortar.

Un saludo cordial,

Espíritu crítico


El sigilo, la confidencia, y el canon 240.-

A lo largo de los últimos meses se ha escrito bastante en la web sobre la cuestión del sigilo sacramental y del 'aireamiento' del contenido de la confidencia.

Creo que existe una opinión más o menos generalizada de que si bien posiblemente no se dé habitualmente una violación en sentido estricto del sigilo sacramental, sí se promueve la utilización de ciertos mecanismos (se busca que se cuente todo lo posible en la charla previa o posterior al acto estricto de la confesión, de forma que 'se libere' al sacerdote de la obligación de sigilo...

(El correo completo de Javier está en Tus escritos y se titula "El sigilo, la confidencia y el canon 240")


Creo que José Carlos tiene toda la razón: últimamente (por decir algo) se le ataca diga lo que diga, por sistema. Creo que es injusto ese trato y que es agotador para muchos. Rogaría a quien tenga intención de seguir practicando el tiro al blanco que se lo piense dos veces antes de volver a atacarle. Aunque sólo sea pensando en los demás.

fede


A ver, Pilar, mujer, ¿qué es lo que te extraña?. Mira que no pensaba contestarte, pero un ratillo que tengo libre te lo voy a dedicar.

La muestra palpable, más bien visible, de que a tanta gente se le puede comer el coco eres tú misma. Escribes en la línea opus: dentro, bueno, fuera, malo. Los que nos hemos ido mentimos o somos gente sin personalidad o borreguitos (me pido de ovejita de Norit, con lazito rojo y todo). Evidentemente tu forma de pensar es totalmente lógica con los datos que tienes, que, por cierto, apuesto el cuello (el del lazo rojo) a que son más bien pocos.

No te cabe en la cabeza. Desde luego que no, porque si te hubiera cabido estarías en este lado de la línea. Pero no descartes ninguna posibilidad. Me extrañaría mucho que el adoctrinamiento-opus te hubiera dejado un lugar libre en tu cerebro para que nos hubieras hecho la siguiente pregunta: “En vista de que habéis sido mis hermanos y nuestro santo fundador no ha dicho que hemos de querer a los que se han ido ¿cómo os encontráis ahora?. Os recuerdo como os recuerda la Obra, con añoranza, porque... ¿se puede olvidar una madre del fruto de sus entrañas?. Porque sois hijos de Dios y me gusta ver en el centro al que voy, o en el que vivo, que habitualmente se recibe a la gente que estuvo en el opus y ya no está. Es lo habitual. Se os quiere, y se os sigue tratando. Yo conozco a tantas, trato a tantas... Siempre tienen un lugar en nuestra familia”

Así debería haber sido tu carta si realmente en el opus “no se comiese el coco”. Pilar, ¿tratas a mucha gente que se ha ido del opus? ¿te cuentan que hay más gente que se ha ido que la que está dentro?, ¿ves que las ex se acerquen a tu centro con naturalidad? ¿se habla de ellas con esa misma naturalidad o se corre el tupido velo de la ignorancia, si no de la muerte civil? ¿En cuantas tertulias de los sucesivos “padres” has visto que se levante alguien y diga “yo he sido del opus dei...”?

Por cierto, ¿qué nos decías de comeduras de coco y de falta de personalidad?

A tu pregunta de por qué no se acaba el opus si es un engaño, te diría que el opus como institución espiritual probablemente se hubiera acabado hace tiempo si no fuese un gigante con pies de oro.

Un saludo,
Brisas


Para Jose Carlos,

no creo que se te ataque como persona sino que muchos no estamos de acuerdo con lo que dices. Yo llevo leyendo la web un par de meses y es la primeravez que escribo porque me parece que lo tuyo es de un victimismo que llega un momento en que si no hablo, reviento. Llevarte la contraria o pensar que has vivido en otro planeta, no es meterse contigo personalmente, sino con lo quieres que 'traguemos'. Eres ex miembro del opus e intentas dar más doctrina que si fueras el prelado de turno. Te has ido pero nunca has contado por qué y eso que eras tan feliz. Comprende que si se te lleva la contraria y a veces aburres es porque no eres claro ni sincero. La sensación al leerte es la de cuando uno hacía la charla o confidencia. Sólo se sinceraba el que hacía la charla pero el que la recibía ni se sinceraba, ni te contaba sus problemas. Eso sí, te daba una serie de fórmulas 'magistrales' (es un decir, claro) de la extensa farmacopea; repetía como un loro lo aprendido, pero ahí no había sinceridad ni se hacía cargo de nada, ni te entendía. Oía como quien oye llover. Algo así es lo que tú haces en la web para terminar imponiendo tus ideas (que no son tuyas sino que son el 'espíritu' de la obra, tan nefasto para muchos de nosotros). Y ahora encima te quieres hacer la víctima. Pues háztela, a mí no me das ninguna pena.

Saludos a todos y gracias por haber hecho la web,

Davis


¿Porqué no se acaba el Opus?

Querida Pilar:

Aunque yo sólo estuve 3 años -y no los “tantísimos” que tú mencionas-, voy a intentar darte las contestaciones que pedías en tu correo de ayer (18-2):

1.- Dices que cuando nos vamos hablamos “pestes” del opus. Esto habría que matizarlo y entenderlo en sus justos términos. En realidad lo que hacemos es contar las malas experiencias que tuvimos la desgracia de vivir cuando pertenecíamos al opus.

Y no las contamos por hacer daño al opus, sino para ayudar a otras personas a que no caigan donde nosotros caímos, o a que se levanten si ya cayeron. Si yo hubiera podido leer ésta página web, ten por seguro que me habría mantenido tan lejos del opus que les habría sido imposible engañarme.

A la gran mayoría de nosotros nos engañaron, pero, Pilar, no nos subestimes, no nos engañaron de una manera burda o grosera, apreciable por cualquier persona de nuestra corta edad; el engaño fue muy fino, muy elaborado intelectualmente, muy disimulado bajo una apariencia de veracidad, y utilizando -como amparo argumental y parapeto de posibles objeciones críticas-, la fe católica y el servicio a Dios y a la Iglesia.

Nosotros, que éramos creyentes (muchos seguimos siéndolo, a pesar de haber pasado por el Opus), estábamos indefensos y desprevenidos frente a un ataque de esa naturaleza. ¿Por qué?. Porque teníamos fe, creíamos en Dios y en la Iglesia, y confiábamos en los sacerdotes. ¿Por qué íbamos a dudar de una institución de la Iglesia?. ¿Por qué íbamos a pensar que esa institución nos tenía preparado un montaje para captarnos?. ¿Porqué íbamos a pensar que esa institución, que nos hablaba de Dios y de la Iglesia, nos engañaría?. ¿Por qué íbamos a pensar que el sacerdote a cuya meditación asistíamos no tenía vocación de sacerdote? ¿Porqué íbamos a pensar que ese sacerdote era cómplice de los directores del centro en el acoso de nuestra alma? Todo eso era impensable para nosotros. Pero, como dice E.B.E. en su libro sobre “las redes de la barca del opus dei”, lo impensable resultó ser cierto.

¿Y por qué permanecimos años en el Opus antes de irnos? Pues porque se necesitan años para darse cuenta de la realidad. Las redes del Opus están tan bien tejidas que se necesitan años para ser conscientes del inmenso engaño en el que uno está atrapado. No olvides que en el engaño se ha implicado al mismísimo Dios y una supuesta llamada divina (vocación) que los directores nos habían comunicado en nombre de Dios. Y uno, que de natural es bienpensante, se resiste a admitir que le hayan engañado en nombre de Dios, mayormente por aquello del “no tomarás el nombre de Dios en vano”. Pero al final, con el paso de los años, se impone la realidad, y entonces se da cuenta de <<la trampa de la vocación>> (te remito al escrito que lleva ese título, en la página principal).

2.- La gran mayoría fuimos captados siendo menores de edad –entre los 14 y los 17 años- cuando aún no teníamos “personalidad” (estás en lo cierto), ni madurez, ni suficiente experiencia de la vida. De haberlos tenido habríamos podido defendernos de los métodos de captación y adoctrinamiento del Opus.

Eso explica que pudieran “comernos el coco” (como tú dices), pues no teníamos <<juicio crítico>> que nos permitiera discernir entre <<lo auténtico>> (el espíritu del evangelio) y el <<el auténtico montaje>> que el opus desplegó para captarnos.

Te explico lo del montaje:

* No sé si sabes que el opus tiene guías (o guiones) de captación y adoctrinamiento perfectamente elaborados, en los que se indica desde el tipo de personas que hay que captar hasta los modos de abordarlas, y los argumentos que deben utilizarse. Incluso los recursos oratorios o las referencias literarias a utilizar. En éste sentido te puedo decir que, unos diez años después de irme yo del opus, publicó María del Carmen Tapia su libro –Tras el Umbral- y cuenta, en su crisis vocacional, que le plantearon los mismos recursos literarios que yo le escuché al sacerdote de mi centro muchos años después (yo soy bastante más joven). Lógicamente, cuando yo tenía 17 años ignoraba la realidad del Opus y escuché la meditación del sacerdote con admiración hacia su persona, su sensibilidad y su erudición, sin sospechar que –en realidad- ese sacerdote estaba recitando un guión preestablecido con la finalidad de ocasionar crisis vocacionales. Menudo montaje.

* No sé si sabes que en los centros del opus se diseñan periódicamente planes específicos de captación, orquestados en reuniones secretas de los directores del centro, con la complicidad de sacerdotes sin vocación que se ordenaron por indicación de los que mandaban.

* No sé si sabes que las meditaciones y los círculos pretendidamente formativos para gente de fuera, están dirigidos realmente a la captación de personal, con complicidades inconfesables que hacen que el que habla conozca intimidades del que escucha, sin que éste lo sepa ni lo sospeche.

En éste contexto creo que cabe admitir que fuimos como “borreguitos” (según dices), o más bien <<como ovejas en medio de lobos>>, según expresión evangélica. Y esos lobos vestían piel de cordero (algunos, desgraciadamente, encima de la sotana), pues se amparaban en nuestra fe, en nuestro Dios, en nuestra Iglesia, en nuestra buena fe y en nuestra generosidad, para entrar a saco en nuestra alma con métodos propios de una secta.

3.- No te quepa duda que es cierto todo lo que contamos. Podrá haber algún matiz que añadir o que quitar en algún caso, pero la coincidencia sustancial de casi todos los testimonios no deja lugar a dudas.

Por último voy a intentar responder a tu última pregunta: ¿Por qué no se acaba el opus, si es un engaño?

Quizás habría que señalar que el opus no es un engaño, sino que practica el engaño (la ocultación, el secreto, la falta de transparencia, etc.)...

Y, centrándonos en la pregunta: ¿por qué no se acaba el opus?. A mí la respuesta me parece muy sencilla: Porque Dios normalmente no interviene en los asuntos de los hombres.

Por esa misma razón tampoco se acaba el hambre en el mundo, ni las guerras, ni la enfermedad, ni el dolor, ni la muerte, ni los asesinos en serie, ni las madres que abandonan a sus hijos recién nacidos. ¿Es eso una señal de que son cosas buenas?. Evidentemente no.

Recibe un abrazo, y no permitas que te engañen a ti.

José Antonio.


Una respuesta a Pilar

Pilar, en primer lugar, creo que podrías haber preguntado con más respeto hacia las personas de este foro, que son quienes se suponen te van a contestar. Insultarnos llamándonos "borrreguitos sin personalidad" no parece buena forma de empezar (salvo que no tengas el menor interés por la respuesta y sólo quieras afirmar tu supuesta superioridad moral e intelectual sobre nosotros).

Ahora que ya podemos entendernos, pasemos a la respuesta. Por utilizar un par de términos que tú misma empleas, te sugiero que busques en la nueva web "engaño" (y "engañada"/"engañado") y "(comedura de) coco". Saldrán decenas de mensajes y escritos del sitio que responden bastante bien a tu pregunta. Seguro que alguien más te contestará dándote ya referencias concretas.

Por mi parte, y para que no digas que no te lo hemos querido explicar, te voy a responder de una forma que espero podrás entender, tanto si sabes mucho como si sabes menos de la Obra. Lo que no entiendas, después de haberlo intentado averiguar por ti misma, que en este sitio hay mucha información si te molestas en buscarla, puedes preguntarlo y te intentaré responder en otra ocasión. Eso sí: por favor, no confundas en el futuro preguntas con insolencias, porque por ahí no vamos a ninguna parte.

La Obra, antes de estar extendida por tropecientos mil países...

[...]

¿Me he explicado, Pilar? Si no, dirige por favor tu pregunta y petición de explicación a los fieles de la Prelatura o al Prelado mismo (pues en Bruno Buozzi y esos sitios romanos deberían saber algo de por qué nos fuimos realmente los que nos fuimos). A ver qué te dicen, y luego me lo cuentas.

fede

(fede hace una interesante exposición sobre la evolución o el devenir de la Obra que va más allá de una respuesta a un correo concreto, y que creemos debe estar en los libros silenciados. Se titula "Opus Dei: cómo y por qué perdió el rumbo")



NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.


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