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LA DOBLE DOCTRINA DEL OPUS DEI

COMPAQ & BRIAN

 

-Introducción (20-8-2004)
-Sobre los sacerdotes (20-8-2004)
-Sobre la existencia de votos (23-8-2004)
-Sobre los hijos adoptivos (27-8-2004)
-Sobre el cariño a los padres (19-9-2004)
-Sobre el ecumenismo -y otra profecía fallida- (28-11-2004)
-Sobre los testamentos (28.1.2005)
-Sobre hacer públicos los nombres de los miembros (2-3-2005)

Introducción

Quienes hemos pertenecido al Opus Dei sabemos que hay un doble lenguaje en el mensaje y en la doctrina. Una doctrina es la que se da a conocer en la publicaciones “externas”: libros que todos pueden leer (De Escrivá: Camino, Surco, Forja, Amigos de Dios, Amar a la Iglesia, Es Cristo que pasa, Conversaciones, Santo Rosario y Vía Crucis. También entrevistas y escritos de D. Alvaro del Portillo y de D. Javier Echeverría). La otra doctrina es la que se da en las publicaciones “internas” (Glosas, Vademecums, Cartas del Fundador, Instrucciones, Catecismo de la Obra, Meditaciones, Cartas de D. Alvaro, Crónica, Noticias...), a las que sólo tienen acceso los miembros de la Obra –y según qué publicaciones, no todos-.

Tanto a los que nos fuimos de la institución como a los que siguen dentro, se nos atrae a la Obra por esa primera doctrina o lenguaje “externo” -en principio, la doctrina de la Iglesia Católica-, sin saber que una vez dentro, se nos dará a conocer otra doctrina en bastantes casos, muy diferente y contradictoria a la que se nos dio como la propia del Opus Dei e incluso de la Iglesia y donde abundan las medias verdades -"la peor de las mentiras", que decía Escrivá.

Cuando empezamos a conocer “en serio y de verdad” la doctrina propia del Opus Dei, ante cualquier duda sobre lo nuevo, desconocido y contradictorio que se nos enseñaba ahora, éramos conminados a recordar nuestro compromiso de obediencia o bien, a rechazar las dudas “como tentaciones del demonio”, o se nos sugería que la culpa de no entenderlo provenían de nuestra soberbia, espíritu crítico, falta de docilidad o falta de humildad o falta de sencillez.

Esta doble doctrina es la base de la esquizofrenia del “espíritu” de la Obra-, que tanto daño hace a la salud mental, psíquica y espiritual de los miembros.




Comenzamos la exposición de esa doble doctrina tratando el tema del sacerdocio (el tema del sacerdocio no se acaba aquí, ya iremos comentando otros aspectos relacionados).

Sobre el sacerdocio

Doctrina externa: Del libro: “Amar a la Iglesia”. Autor: José María Escrivá de Balaguer. Punto 38:

"El sacerdocio lleva a servir a Dios en un estado que no es, en sí, ni mejor, ni peor que otros: es distinto. Pero la vocación de sacerdote aparece revestida de una dignidad y de una grandeza que nada en la tierra supera. Santa Catalina de Siena pone en boca de Jesucristo estas palabras: “no quiero que mengüe la reverencia que se debe profesar a los sacerdotes, porque la reverencia y el respeto que se les manifiesta, no se dirige a ellos, sino a Mí, en virtud de la Sangre que yo les he dado para que la administren. Si no fuera por esto, deberíais dedicarles la misma reverencia que a los seglares, y no más... No se les ha de ofender: ofendiéndolos, se me ofende a Mí, y no a ellos. Por eso lo he prohibido, y he dispuesto que no admito que sean tocados mis Cristos” (Santa Catalina de Siena, El Dialogo cap. 116; Cfr. Ps CIV, 15).

Algunos se afanan por buscar, como dicen, la identidad del sacerdote. ¡Qué claras resultan esas palabras de la Santa de Siena! ¿Cuál es la identidad del sacerdote? La de Cristo. Todos los cristianos podemos y debemos ser no ya alter Christus sino ipse Christus otros Cristos, ¡el mismo Cristo! Pero en el sacerdote esto se da inmediatamente, de forma sacramental."

Doctrina externa: Entrevista a D. Javier Echeverría, publicada en el diario 'La Repubblica', con motivo del Centenario del nacimiento de Josemaría Escrivá. Roma, Italia (10-I-2002). Recogido en Romana N° 34 • Enero - Junio 2002 • Pág. 99.

Pregunta: Durante mucho tiempo han llovido críticas de que se hace un proselitismo excesivo, también entre menores de edad, o de coacción psicológica para confesarse sólo con sacerdotes del Opus Dei.

Respuesta de D. Javier Echeverría, actual Presidente General del Opus Dei: "Francamente me parece que las críticas a las que alude, que por otra parte nunca se han demostrado, están ya superadas. En cuanto a la obligación de confesarse debo decirle que no responde a la verdad. Una disposición de este tipo sería contraria a la libertad que la Iglesia reconoce a todos los cristianos. Que después los fieles de la Prelatura prefieran confesarse con un sacerdote que les puede ayudar mejor porque vive su mismo espíritu, me parece del todo lógico y normal. Sin embargo, tienen siempre entera libertad para confesarse con cualquier sacerdote católico."

Doctrina interna: Del Fundador, de la Carta 28-III-1955.

"QUIERO ahora, hijas e hijos queridísimos, deciros una vez más cuál es nuestro espíritu al usar de ese medio hermosísimo de santificación, instituido por Jesucristo, que es el sacramento de la Penitencia: y que, como una manifestación de cariño materno de la Obra, para nosotros es también al mismo tiempo medio de dirección espiritual.

"Quiso el Señor como Pastor de estas ovejas a vuestro Padre, y a quienes del Padre reciban esa misión: los Directores y los sacerdotes de la Obra, porque no se le da ordinariamente a nadie que no sea del Opus Dei. Los que no son de nuestra familia, no son buenos pastores de mis ovejas, aunque sean muy buenos pastores de las suyas, de las de su grey. Sólo es Buen Pastor el que, conociendo y viviendo nuestro espíritu, recibe esa misión de quien puede dársela: a éste abre el portero, y las ovejas escuchan su voz, y él llama por su nombre a las ovejas propias y las saca fuera. Y, cuando ha hecho salir a sus propias ovejas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz (Ioann. X, 3-4). Por eso, los miembros del Opus Dei, si de verdad quieren ser fieles, no siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque no conocen la voz de los extraños (Ioann. X, 5). ¿Y no podrían ir otros a buscar las ovejas, y apacentarlas bien, y volverlas al redil? ¡No! El Señor nos lo dice terminantemente: alienum autem non sequuntur (loann. X, 5), las ovejas no siguen al extraño.

"Los que no tienen misión dada por el Padre o por los Directores Regionales, no pueden ser buenos pastores. Porque el sacerdote que recibe la confesión no es solamente juez, sino también maestro, médico, pastor. ¿Cómo podría ejercer bien esas funciones quien ignorase lo que Dios quiere de nosotros, según la vocación que nos ha dado? ¿Cómo, si no tiene nuestro espíritu? ¿Cómo, si carece del mandato legítimo, y por tanto de la gracia especial para ejercer bien su misión?

"Vosotros, hijas e hijos queridísimos, siempre, pero especialmente cada vez que tengáis una enfermedad del alma y necesitéis de un médico, iréis a vuestros hermanos. Les abriréis el corazón de par en par, con sinceridad, con verdadero deseo de curaros; y esto, en la Confidencia, con el Director laico —mis hijas, con la Directora—, y en la confesión con los sacerdotes designados por el Consiliario.

"Si obráis de este modo, con esa amorosa delicadeza que se ha vivido en la Obra desde el comienzo, la dirección espiritual se da eficazmente, y las almas se santifican y trabajan: son y hacen el Opus Dei con alegría y con paz."

Premisas de la doctrina externa (en concordancia con la doctrina de la Iglesia):

-El sacerdote, por el sacramento del Orden, es otro Cristo.
-Los miembros del Opus Dei son libres para confesarse con cualquier sacerdote.


Premisas de la doctrina interna (doctrina que practican los miembros):

-El Señor nos dice que las ovejas no siguen a un extraño (a un sacerdote que no sea de la Obra).
-Un miembro de la obra sólo debe confesarse con un sacerdote de la obra.

Conclusión: La doble doctrina del Opus Dei: la primera, para la galería; la segunda, la real de la prelatura.


Sobre la existencia de votos.

Dice el libro "Conversaciones" en su sinopsis: El libro “Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer” recoge siete entrevistas que concedió san Josemaría, entre 1966 y 1968, a Le Figaro, The New York Times, Time, L'Osservatore della Domenica y a varias revistas españolas (Telva, Gaceta Universitaria y Palabra).

En el punto 62, se le formulan dos preguntas al fundador; la segunda es:

-¿Qué compromisos asume cada socio para realizar los fines del Opus Dei?

Respuesta del fundador (doctrina externa o respuesta de cara a la galería o medias verdades):

-"La perfección —que busca el socio del Opus Dei— es la perfección propia del cristiano, sin más: es decir, aquella a la que todo cristiano está llamado y que supone vivir íntegramente las exigencias de la fe. No nos interesa “la perfección evangélica”, que se considera propia de los religiosos y de algunas instituciones asimiladas a los religiosos; y mucho menos nos interesa la llamada vida “de perfección evangélica”, que se refiere canónicamente al “estado religioso”.

"El camino de la vocación religiosa me parece bendito y necesario en la Iglesia, y no tendría el espíritu de la Obra el que no lo estimara. Pero ese camino no es el mío, ni el de los socios del Opus Dei. Se puede decir que, al venir al Opus Dei, todos y cada uno de sus socios lo han hecho con “la condición explícita de no cambiar de estado”. La característica específica nuestra, es santificar el propio estado en el mundo, y santificarse cada uno de los socios en el lugar de “su encuentro” con Cristo: éste es el compromiso que asume cada socio, para realizar los fines del Opus Dei." (Conversaciones, punto 62).

-Del Fundador, transmisión oral, frase reproducida por D. Severino Monzón, meditación para chicas de San Rafael en el Colegio Mayor Zurbarán, noviembre 1970. Frase que se repetía muy a menudo en la Obra cuando se preguntaba el tema de los votos:

“En el Opus Dei no hay votos, ni botas, ni botines, ni botones”.

El fundador murió en 1975. Cuando Escrivá realizó la entrevista -entre 1966 y 1968-, la obra era y fue un un Instituto Secular desde 1947 a 1982 y no podemos dudar de que él desconociera la figura jurídica a la que el Opus Dei pertenecía. Murió siendo el presidente de un Instituto Secular: el Opus Dei.

¿Qué dice la Iglesia sobre los Institutos seculares?

INSTITUTOS SECULARES
Los precedentes históricos de estos Institutos se remontan a finales del s. XVI, aunque el reconocimiento jurídico y el propio encuadramiento entre los estados de vida consagrada aprobados por la Iglesia ha tenido lugar solamente el 2 de febrero de 1947, con la Constitución Apostólica “Provida Mater Ecclesia”.

Los fieles consagrados a Dios en los Institutos seculares practican la "sequela Christi", mediante la profesión de los tres consejos evangélicos [pobreza, obediencia y castidad] obligatorios por un vínculo sagrado, y entregan la propia vida a Cristo y a la Iglesia, comprometiéndose en la santificación del mundo sobre todo trabajando desde dentro de él (can. 710).

Con el apelativo de seculares se ha querido subrayar que la persona que profesa este estado de vida consagrada no modifica la condición que tiene en el siglo y que continúa viviendo y actuando en medio del pueblo de Dios sin salir del propio ambiente social (can. 711; can. 713 § 2) según el modo de vida secular que les es propio. (Congregación de los Institutos de Vida Consagrada)

Se nos decía a los miembros que el 'vestido jurídico' de los Institutos Seculares no era el apropiado para el Opus Dei (a pesar de haber sido el primero en ser reconocido como tal gracias a la Constitución Apostólica "Provida Mater Ecclesia"). Cuando otras asociaciones recibieron el mismo vestido jurídico, por ejemplo, las Teresianas -su fundador, el padre Poveda, ha sido beatificado recientemente-, el Opus se molestó y decidió que tendría que buscar otro status jurídico 'exclusivo'. Veremos lo que sucede cuando otro movimiento o asociación sea promovido también a "Prelatura personal". Conociendo medianamente al Opus Dei, se puede intuir que buscarán otro "vestido jurídico" porque ellos no son como los demás y lo de "Prelatura" también se les habrá quedado pequeño.

Pero si en el Opus Dei no había votos y los miembros no adquirían el status de religiosos porque no se buscaba "la perfección evangélica", -al venir al Opus Dei, todos y cada uno de sus socios lo han hecho con “la condición explícita de no cambiar de estado” (sic)- se podría haber reflejado este deseo en las Constituciones propias, "santas, inviolables y perpetuas". (Del Articulo IV. De la observancia de las Constituciones. 172. Estas Constituciones son el cimiento de nuestro Instituto: por tanto, téngase por santas, inviolables y perpétuas (...)).

Las Constituciones de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y Opus Dei, vigentes desde 1950 a 1982, vigentes por tanto mientras Escrivá respondía a las preguntas del periodista, dicen lo siguiente:

Capítulo II. De las obligaciones comunes.

Artículo 1. De la Obediencia.

148. La incorporación al Instituto exige un voto privado comunitario reconocido de obediencia. En virtud de este voto, todos los miembros del Instituto, Numerarios y Oblatos, profesan una obediencia plena y en todos los aspectos al Presidente General y a los propios Superiores; y el Presidente General, al que todos conocen y veneran como Padre, usa libremente de ellos para los fines del Instituto según la norma de las Constituciones.

149. El Superior puede imponer a los socios Numerarios y Oblatos, de acuerdo con el voto de obediencia y empleándose una fórmula en la que este voto se invoque implícitamente, preceptos o encargos en conciencia, basados en la fuerza del temor religioso, que, supuesta la gravedad del asunto, obliguen incluso bajo pena grave, referentes a todo aquello que pertenezca a la finalidad del Instituto. Los preceptos o encargos hechos en virtud del voto han de pronunciarse siempre por escrito o delante de dos testigos. Para que cualesquiera preceptos, una vez anulado el derecho del que los imponía, conserven su validez, han de ser siempre formulados de ese modo.

Artículo 2. De la castidad

156. El voto de castidad, que se pronuncia para la incorporación de los Numerarios y Oblatos al Instituto, lleva consigo, aparte de la profesión del celibato, la obligación bajo nuevo título de carácter religioso de abstenerse de cualquier acto, sea interno sea externo, contra el sexto precepto del Decálogo.

Artículo 3. De la pobreza

161.1 A fin de que los miembros puedan ejercitar mejor la pobreza evangélica, está aneja también a la incorporación la pronunciación de un voto privado o comunitario de pobreza. Por la fuerza de este voto, los Numerarios y Oblatos renuncian:

1. A la facultad de disponer lícitamente de cualquier bien temporal, valorable en precio, sin licencia legítima de sus Superiores;

2. A la facultad de adquirir para sí bienes, cualesquiera que sean, de los que adquieren por su propia industria y trabajo o que, según la organización del Instituto, se les entregan o vienen a sus manos.

Se hace referencia a que no se quiere asemejar a los religiosos en:

Capítulo III. Del Espíritu del Instituto

182. Aún cuando los miembros del Opus Dei profesan plenamente la perfección evangélica sujetándose por una perpetua y definitiva entrega a servidumbre de Cristo Nuestro Señor, sin embargo el Instituto externamente no presenta en sus casas propias ningún signo que huela a casa religiosa.

Si íbamos a ser religiosos -aunque en la obra nos decían que no-, ¿por qué no se nos dieron a leer las Constituciones antes de pedir la admisión? Es cierto que no sabíamos ni que existían así que no podíamos pedirlas, nos fiábamos de lo que nos decía en la charla con el amigo que "nos trataba" o el sacerdote numerario en el confesionario: "como dice el Padre, en el Opus Dei no hay votos ni botas ni botines ni botones". Aunque si hubiéramos sabido que las Constituciones existían, no nos las hubieran dejado leer porque,

Capítulo III. Del espíritu del Instituto

193. Estas Constituciones, las instrucciones publicadas y las que puedan en el futuro publicarse, así como los demás documentos no han de divulgarse; más aún sin licencia del Padre, aquellos de dichos documentos que estuvieren escritos en lengua latina ni siquiera han de traducirse a las lenguas vulgares.

Conclusión: Escrivá no dijo la verdad al periodista (¡ah, las medias verdades!). Esa respuesta no se ha retirado de un libro del que la prelatura presume: "Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer fue publicado por primera vez en el último trimestre de 1968 en castellano, inglés, italiano y portugués. Después ha aparecido también en francés, alemán, catalán, neerlandés, polaco y chino. En total, del libro se han publicado, hasta la fecha, 350.000 ejemplares". Pues una mentira repetida 350.000 veces, hasta en chino, sigue siendo una mentira. ¿No hubiera sido más honesto por parte del fundador –hoy santo, entonces ya lo era en vida-, decir la verdad? Podría haber dicho: “somos un Instituto secular y tenemos que hacer votos pero nuestra idea es no tener que hacerlos”, por ejemplo y sin romperse la cabeza.

También el periodista -no sé si pertenecía a la Obra pero es de imaginar que sí-, podría haberle informado: "Padre, aunque usted diga que "no nos interesa “la perfección evangélica”, que se considera propia de los religiosos y de algunas instituciones asimiladas a los religiosos", un servidor que es numerario (o agregado) ya ha hecho incluso los votos perpetuos (la fidelidad), como verá por este anillo..." ("Los Numerarios y Agregados que vayan a hacer la Fidelidad, deben adquirir un anillo de oro —o de otro material, si hay una razón importante que lo aconseje—, en cuyo interior se inscribirá la fecha de la Fidelidad.” Vademecum de los Consejos Locales, página 37) Pero hubiera sido ciencia ficcion sólo imaginar llevar la contraria al Padre, aparte de que no se hubiera podido reproducir la réplica del fundador sin taparse los oídos y el periodista habría sido enviado a Siberia bajo pretexto de iniciar la labor gracias al buen plan en que se encontraba la Unión Soviética en aquellos años de la guerra fría.

A nosotros también nos mintieron al decirnos, antes de 'pitar', que no había votos. Una vez dentro, por la teoría del plano inclinado -"Dios no pide las cosas de golpe, las va pidiendo poco a poco"-, había respuestas de todo tipo cuando llegaba el momento de hacer los votos.

A mí (Brian), en concreto me dijo el director del centro de estudios cuando me explicó la ceremonia de la Oblación que incluían los votos de pobreza, obediencia y castidad y al ver mi cara de extrañeza, me animó: "si ya has entregado tu vida al Señor, ¿qué más te da hacer unos votos?" Con 17 años e imbuído ya en los medios de "formación" que había recibido sobre la fidelidad y el miedo a dejar la Obra, bajé la cabeza y callé. Pero me habían mentido y esa mentira, que no era la primera ni iba a ser la última, me ponía en el camino de "ver", años más tarde, las dos doctrinas o mensajes, contradictorios, que existen en el Opus Dei y que empezaban a poner en grave peligro mi estabilidad mental. Y, por supuesto, la pregunta: "¿será Dios al que no le importa decir un día una cosa y al siguiente, la contraria?, o ¿será el fundador y los directores los que me quieren volver loco?".

A mí –soy Compaq-, me dijeron cuando era un chico de San Rafael y pregunté si era verdad que había que hacer votos –mi hermano mayor, ajeno a la obra, había oído hablar de ello y me aseguró que los tendría que hacer-. Pregunté a mi amigo numerario, el que “me trataba” y me dijo que eso era una tontería. Cuando volví a mi casa, en el argot de la obra ‘casa de mis padres’, llamé a mi hermano mentiroso, me peleé con él y hasta llegamos a las manos. A los dos años, el día de San José, hacía yo mis primeros votos de pobreza, obediencia y castidad. No llamé a mi hermano para darle la razón, que hubiera sido lo más noble (y lo más cristiano: reconocer los errores y decirle que sí, que sí se hacían votos), porque no hubiera sido de "buen espíritu" reconocer la verdad.

¿Por qué el "buen espíritu" del Opus Dei tiene tantas veces tan poco de cristiano? Buena pregunta para intentar contestarla en una próxima entrega.


Sobre los hijos adoptivos

Doctrina externa:

Hay algo que no me acaba de gustar en el título de padre putativo, con el que a veces se designa a José, porque tiene el peligro de hacer pensar que las relaciones entre José y Jesús eran frías y exteriores. Ciertamente nuestra fe nos dice que no era padre según la carne, pero no es ésa la única paternidad. José amó a Jesús como un padre ama a su hijo, le trató dándole todo lo mejor que tenía. José, cuidando de aquel Niño, como le había sido ordenado, hizo de Jesús un artesano: le transmitió su oficio. Por eso los vecinos de Nazaret hablarán de Jesús, llamándole indistintamente faber y fabri filius (Marc. VI, 3; Matth. XIII, 55): artesano e hijo del artesano. Jesús trabajó en el taller de José y junto a José. ¿Cómo sería José, cómo habría obrado en él la gracia, para ser capaz de llevar a cabo la tarea de sacar adelante en lo humano al Hijo de Dios?

Porque Jesús debía parecerse a José: en el modo de trabajar, en rasgos de su carácter, en la manera de hablar. En el realismo de Jesús, en su espíritu de observación, en su modo de sentarse a la mesa y de partir el pan, en su gusto por exponer la doctrina de una manera concreta, tomando ejemplo de las cosas de la vida ordinaria, se refleja lo que ha sido la infancia y la juventud de Jesús y, por tanto, su trato con José. [En Es Cristo que pasa, n. 55]

San José es realmente Padre y Señor, que protege y acompaña en su camino terreno a quienes le veneran, como protegió y acompañó a Jesús mientras crecía y se hacía hombre. (...) San José nos da esas lecciones siendo, como fue, un hombre corriente, un padre de familia, un trabajador que se ganaba la vida con el esfuerzo de sus manos. [En Es Cristo que pasa n. 39]

Doctrina interna:

Para dejar que un hijo ilegítimo solicite la Admisión como Numerario o Agregado, siempre que reúna las demás condiciones, se necesita permiso de la Comisión Regional. Esta indicación se aplica también a los hijos adoptivos, a no ser que se trate de hijos legítimos y naturales de un matrimonio, adoptados por otro; y siempre que se conozca bien a los padres naturales. [Vademécum de los Consejos Locales, I Incorporación a la Obra. 1. Discernimiento de la vocación pág. 15 y 16]

Reflexión: Muy bonita la meditación de Escrivá sobre San José pero ¿por qué no se aplica en el Opus Dei a los hijos adoptados? ¿qué tiene de malo, a los ojos de Dios o a los ojos de la sociedad, ser adoptado? Se puede aprender y recibir mucho de un padre adoptivo como Jesús aprendió de José. Si Jesucristo quisiera pedir la admisión en el Opus Dei, el Consejo Local no tendría facultades para admitirlo y su caso tendría que ser elevado a la deliberación de la Comisión Regional. ¿Qué habría dicho la Comisión Regional de un caso con las circunstancias familiares de Jesús? ¿Cómo demostrar que se es hijo del Espíritu Santo?

Conclusión: Si Jesucristo hubiera pedido la admisión en la Obra de Dios, no hubiera sido considerado idoneo.


Sobre el cariño a los padres

A veces nos hemos preguntado por qué hay tantos numerari@s y agregad@s con problemas psíquicos o que sin tenerlos, notan y sienten que algo no funciona, que por mucho que lleven las cosas a la oración, no acaba de encajar lo que viven con lo que se les predica o enseña. Incluso muchos, después de irnos de la obra, no sabíamos dónde radicaba el problema. No hemos sido conscientes de esa dicotomía entre lo que oías en charlas, meditaciones, confidencias, etc., y entre lo que luego tenías que vivir Pensábamos que el problema era nuestro: falta de generosidad, soberbia, espíritu crítico, poca predisposición, consentir en dudas sobre la vocación... Lleva mucho tiempo descubrir qué es lo que propiciaba ese desasosiego, ese desconcierto, porque cuando creíamos que estábamos haciendo las cosas bien, en la charla o en la corrección fraterna nos recriminaban y nos dejaban más desconcertados aún.

Sin embargo, una vez que vamos teniendo acceso a las Meditaciones internas y a escritos internos del fundador (muy a pesar del opusdei) no es difícil encontrar el motivo de por qué nuestra vida, en muchas ocasiones, conducía a la esquizofrenia. La razón es porque la doctrina recibida no es única y no sirve para todos. O bien, porque la doctrina debía estar menos normalizada y reglamentada para dejar libertad de espíritu a cada uno para obrar en conciencia. Sobre un mismo tema, se predica una cosa y la contraria, y ambas son consideradas de "buen espíritu", según cuando convenga una o la otra. De modo que al intentar ponerlas en práctica, era difícil acertar puesto que siempre podías y solías equivocarte creyendo, en cambo, que hacías lo que debías.

El tema a tratar hoy es el cariño a los padres. Merece la pena analizar lo que hemos oído al respecto (una pequeña parte) y de lo que hemos oído, cuánta disparidad sobre "El dulcísimo precepto".

Además, están los múltiples criterios con los que los directores aplican el "buen espíritu", que supuestamente debería ser el mismo para todos. Pero no. Si los padres son supernumerarios, es distinto a que los padres no lo sean o no quieran saber nada de la obra. Si los padres no son supernumerarios pero tienen nombre conocido y buena posición económica, el trato también es favorable hacia ellos y hacia sus hijos porque la obra puede recibir beneficios de distinto tipo, generalmente económicos. Es decir, se olvida el hecho de que son padres y se pone por encima y como opción preferente para actuar de una u otra forma cómo son esos padres, en qué plan están y si pueden beneficiar o no a la obra. Como si los padres que no son de la obra no tuvieran cariño por sus hijos o "no merecieran" que los vayan a visitar o sus hijos, los que no tienen pedigree opusdeístico o posibles económicos, tuvieran poco menos que despreciarlos y despreciarse.

Añadimos unos ejemplos reales de cómo la doctrina del opusdei, la que escuchamos en los medios de formación, se contradice sobre un mismo tema. En esta ocasión, sobre "El cariño a los padres".

-La Obra entera es un hogar: un solo hogar, con un solo puchero. Con toda delicadeza ; hacemos que los padres de los Numerarios y los de los Agregados -cuando lo necesitan - metan también su cuchara en ese pobre puchero familiar, aunque no imagináis cuántos apuros económicos pasamos continuamente, para poder desarrollar en todo el mundo nuestra labor apostólica. (Del fundador, Carta, 31-V-1954, n. 8.)

-La Prelatura está siempre dispuesta a ofrecer gustosamente la asistencia, en la parte que por piedad filial corresponda a cada Numerario o Agregado. Pero, al menos de la misma manera, han de contribuir los otros hijos; y, en su caso, otros parientes con posibilidades económicas, aunque no tengan una estricta obligación legal. Por esto, cuando los padres de un Numerario o Agregado necesitan para su sustentación ayuda económica de sus hijos, el Consejo local, a través de ese miembro de la Obra, se entera de todo lo necesario, para informar con rapidez a la Comisión Regional -según el cuestionario del Anexo*-, sin comprometerse a nada -ni el Consejo local, ni el miembro de la Obra interesado-, ni firmar ningún documento, durante esas gestiones preliminares. (Glosas sobre la obra de San Miguel, páginas 67 y 68)

*ANEXO -Datos para el estudio de la concesión de ayudas familiares

Se indican a continuación los datos que es oportuno que el Consejo local recoja, para que se pueda proceder con conocimiento de causa al estudio de la concesión de ayudas familiares.

1. a) Fechas de incorporación temporal (definitiva);
b) encargo apostólico;
c) trabajo profesional;
d) ingresos personales con que cuenta;
e) cálculo medio de sus gastos mensuales.
2. a) Situación social y económica de la familia antes de necesitar la ayuda;
b) situación económica actual;
c) si tienen ayuda por seguros sociales, pensiones, etc.;
d) personas que componen la familia: profesión de cada una, estado, etc.;
e) relaciones de la familia con la Obra;
f) personas de la familia que pertenecen a la Obra.
3. Quiénes han tratado con la familia -y cuándo-, para recoger esta información.
4. a) Quiénes han de recibir la ayuda;
b) edad y estado de salud;
c) ayuda que les prestan o se comprometen a prestar las otras personas de la familia.
5. Motivos para conceder la pensión.
6. Cuantía y periodicidad.
7. Observaciones.

(Glosas sobre la obra de san Miguel, página 114)

-Como esta ayuda es una manifestación de caridad, y la caridad debe ser ordenada, significaría una falta de justicia que gravasen indebidamente sobre la Prelatura cargas que no tendría por qué asumir o que -siempre a título de caridad- podría asumir sólo en parte. (Glosas sobre la obra de san Miguel, páginas 66 y 67)

PERO...

-Si lo nuestro es santificar todo lo humano, no podemos descuidar lo que es tan próximo a cada uno y tan noble, como las relaciones familiares. La irrupción de lo divino en nuestra vida no puede restar calor humano a esas relaciones; al contrario, lo natural es que lo aumente. Hemos de querer cada día más a nuestros padres y hermanos, y dar muestras efectivas de ese cariño. (Meditaciones. Tomo I, página 241)

AUNQUE...

-Los Numerarios y, según sus circunstancias, los Agregados no llaman por conferencia para felicitar por el santo de la madre o del padre, o por acontecimientos semejantes: para evitar ese gasto, procuran escribirles con antelación suficiente. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 49)

-De ordinario, los Numerarios no abandonan sus tareas apostólicas o su lugar de trabajo -sobre todo si el lugar es lejano-, para participar en determinados acontecimientos o sucesos familiares -el matrimonio de un pariente, una primera Misa, etc.-, que ocasionan gastos de tiempo y de dinero que un padre de familia numerosa y pobre no se puede permitir. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 79)

PERO...

-MUCHO es lo que debemos a nuestros padres y, en lo humano, imposible de pagar. Nuestra vida proviene de ellos, y frecuentemente el primer germen de la fe, de la piedad y de la vocación, lo han puesto ellos en nuestros corazones (De nuestro Padre, Crónica VII-60, p. 12.). Es sobradamente justo que vean que hay correspondencia por nuestra parte a todo el desvelo, a la preocupación y al sacrificio que han tenido por nosotros. (Del fundador, Meditaciones. Tomo I página 242)

AUNQUE...

-Como regla general, no se hacen invitaciones a almorzar ni a cenar en la sede de un Centro: es preferible llevar a los amigos o a los parientes a un restaurante. (Vademécum de las Sedes de los centros, página 28)

-Con el fin de no alterar el normal desenvolvimiento de la vida en familia, no se invita a los parientes de los miembros de la Obra a comer o a cenar en un Centro. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 27)

PERO...

-MUCHAS veces preguntábamos a nuestro Padre cómo debíamos comportarnos con nuestras familias, para aplicar su consejo a nuestra vida y enseñárselo a nuestros hermanos. Y con frecuencia, nuestro Fundador nos repetía las mismas palabras: "con cariño, ¡con mucho cariño! Dadles motivos de alegría, que estén contentos de vosotros, que puedan decir: este hijo es el que más nos quiere, el que más se preocupa de nosotros y de nuestra felicidad" (Medtaciones. Tomo III, página 618)

AUNQUE...

-Sería poco comprensible -contrario al ordinario modo de actuar de cualquier persona- que alguno, al disponer de sus bienes de modo inmediato o en su testamento, se dejara llevar por una preocupación sobre el futuro económico de sus hermanos o de otros parientes, como si se tratara de un hermano soltero que quizá previera especiales obligaciones hacia ellos. Nadie actúa así: cualquiera que ha constituido un hogar, piensa fundamentalmente -no puede ser de otro modo, es ley de vida, obligación de amor y de justicia- en los suyos; y dentro de la Obra, cada uno piensa en esta familia sobrenatural, muy numerosa y con grandes necesidades, a la que se debe y a la que se da por entero. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 43 y 44)

PERO...

-Nuestro Padre nos enseñó a tener este gran cariño con nuestras familias. Yo quiero mucho a vuestros padres, y les encomiendo por lo menos dos veces al día (De nuestro Padre n. 118. Y nos demostró ese cariño en tantas ocasiones, a través de una pregunta, de un recuerdo, de la delicadeza que nos enseñaba a tener cuando nuestras familias pasaban por alguna circunstancia extraordinaria, dolorosa o alegre. (Meditaciones. Tomo I. Página 243).

AUNQUE...

-Como en todo hogar, en los Centros se colocan fotografías de familia: de nuestro Padre y del Padre, de los Abuelos y de Tía Carmen. [...] En cambio, como manifestación patente de que su familia es la Obra, los Numerarios no dejan a la vista fotografías o retratos de sus parientes, en las habitaciones personales de los Centros. Conservan estas fotos en la intimidad, si lo desean. (Vademécum de las sedes de los centros, páginas 17 y 18)

PERO...

-El cariño a vuestros padres se purifica, se engrandece, se mejora, porque entre vosotros y vuestros padres sólo está Dios. En cambio, los que se han casado, los que han formado un hogar, tienen mujer e hijos, y esto -es ley de naturaleza- les separa de una manera o de otra de los padres (Del fundador).

AUNQUE...

-Puede suceder que algunas personas -porque no conocen las exigencias de la vocación de un Numerario o un Agregado- tiendan a considerar su situación, con respecto a su familia, como la del hijo soltero, al que atribuyen el deber de atender a las necesidades de los padres en mayor medida que a otros hijos, que han constituido su propia familia. Este razonamiento es equivocado, porque también quienes se entregan a Dios en el Opus Dei forman parte de una nueva familia numerosa y pobre, con muchas obligaciones que cumplir y continuas necesidades que atender. (Glosas sobre la obra de san Miguel, página 67).

-No se puede olvidar que los Numerarios tienen unas obligaciones con la Obra, tan exigentes al menos como las de una familia, que no deben ser descuidadas por ligereza o por un cariño mal entendido: es ley de vida que comprenden bien -con sentido positivo- quienes han dejado a sus padres para formar otro hogar. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 80).

-Es preciso transmitir este espíritu a todos, para que sigan viviendo estos aspectos -que nuestro Padre nos enseñó con su propia vida desde el principio-, con mucha visión sobrenatural y generosidad, y con la responsabilidad de un padre de familia numerosa y pobre, que no dejaría a su mujer ni a sus hijos, ni su trabajo, gastando dinero y tiempo, para realizar un viaje, con el fin de estar con sus padres, especialmente cuando hay otras personas de la familia que los atienden. (Glosas sobre la obra de San Miguel página 81)

PERO...

-De ningún modo podemos sentirnos espiritualmente apartados, ni pueden sernos ajenas, indiferentes, sus penas y alegrías. El cuarto mandamiento del decálogo -honra a tu padre y a tu madre, como Yavé, tu Dios, te ha mandado - sigue en pie para nosotros; es más, al venir a la Obra, nos hemos obligado a vivir esmeradamente todas las virtudes, y, por tanto, también la virtud de la piedad. Una obligación de la que no podemos desentendernos nunca. (Meditaciones. Tomo I. Página 245)

AUNQUE...

-Los Numerarios han de recibir, desde el principio, la formación necesaria para comprender que su dedicación al servicio de Dios en la Obra es plena y les pide un efectivo desprendimiento de su familia de sangre. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 78)

PERO...

-A los que son nuevos en nuestra familia -porque fácilmente les entra un amor clamoroso y un desprendimiento, que después tiene sus quiebras si no se les prepara-, debéis aconsejarles que, especialmente en el examen del retiro mensual, se hagan alguna pregunta sobre el comportamiento que tienen con su familia de sangre. Es preciso que se porten bien con sus familias: que no olviden que, cuando los padres necesitan algo que no se opone a nuestra vocación, nos apresuramos a dárselo: porque los tenemos como parte muy amada del Opus Déi. (Instrucción del fundador, Instrucción, 8-XII-1941, n. 33).

-Honra de todo corazón a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre. Acuérdate de que les debes la vida, dice la Sagrada Escritura. Corresponde a lo que hicieron por ti (Eccli. VII, 29-30.). Un deber de gratitud nos obliga a esto. En la Obra nos lo hicieron comprender desde el primer momento, y aprendimos a reservar para nuestros padres un lugar principal en nuestra vida, y a quererles aún más. (Meditaciones. Tomo I. Página 246)

AUNQUE...

-A MI me da mucha pena decir esto, pero... ¡en cuántas ocasiones es la familia, son los amigos, son los parientes los que se oponen a la vocación de una manera desconsiderada, porque no entienden, porque no quieren entender, porque no quieren recibir las luces del Señor! Y se oponen a todas las cosas nobles de una vida entregada a Dios. Y se atreven ¡a probar! la vocación de su hijo, de sus hermanos, de sus amigos, de sus parientes, y hacen una labor de tercería, sucia. Os digo esto, no para escandalizaros, sino para que andéis prevenidos: porque esa actitud la hacen incluso compatible con un ambiente de familia que llaman cristiano.¡Qué pena! (Del fundador)

-Las quejas de los padres, cuando se dan, son sensiblerías que merecen comprensión y cariño, pero hay que ponerles límites porque, si no, esa sensiblería llegará a ser enfermiza: a veces parece como si los padres quisieran que sus hijos fueran siempre niños pequeños. [...] Cuando el hijo es ya mayor, los padres no tienen derecho a imponer nada; lo contrario es un abuso. No tienen derecho a escoger por su cuenta el camino de nuestra vida; pueden aconsejar, rezar... y dejarnos en paz. Ciertamente los padres tienen unos derechos encantadores, pero tienen también unos deberes correspondientes, también encantadores, y pretender dominar sobre los hijos adultos es contrario a esos deberes, es desconocer la dignidad humana. Son restos de feudalismo. (De nuestro Padre, Tertulia, 19-XII-1968)

PERO...

-CONSIDERAD un poco el cariño inmenso con que nos han tratado nuestros padres cuando todavía no habíamos nacido, ¡cómo nos cuidaban ya nuestras madres!, ¡cuántos desvelos humanos, naturales, santos, les debemos!: no los olvidéis. (Del fundador, Tertulia, 29-VIII-1971.)

AUNQUE...

-Cuando resulta justificado obsequiar a quienes vienen de visita -por la ayuda que prestan a las labores apostólicas, o para corresponder a sus atenciones-, se les puede ofrecer un desayuno, un té, un café, etc. (Vademécum de las sedes de los centros, página 28)

Los Numerarios han evitado siempre cualquier manifestación de falta de orden en la caridad hacia los parientes: el primer lugar en los afectos lo ocupa Dios y todo lo que se refiere inmediatamente al servicio del Señor y de las almas. Si, excepcionalmente, después de ponderarlo con detenimiento, se ve preciso realizar un viaje para atender en una necesidad a alguna persona de la familia -estaría fuera de lugar, de modo particular si se vive en otro país, que la finalidad del viaje fuera sólo ir a visitarles-, se concreta el plan -reduciendo al tiempo estrictamente necesario la estancia en el lugar de destino-, y se informa a la Comisión Regional correspondiente del motivo, de la duración de la estancia y de cualquier otro dato de interés. (Glosas sobre la obra de San Miguel, página 81)

PERO...

-Tenemos que querer mucho a nuestros padres; si no, no tenemos el espíritu del Opus Dei. Contad con vuestros padres. Los quiero mucho. Es necesario acercarles a la Obra, que es acercarles a Dios. Procurad que vuestros padres amen a la Obra. Que sepan que les queremos. ¿Cómo vamos a hacer una cosa agradable a Dios, si abandonamos las almas de los que nos han querido tanto en la tierra, y tanto han contribuido -a veces, sin darse mucha cuenta- a nuestra vocación? (De nuestro Padre, Crónica, 1968, p. 1116.)

Conclusión: intentar asimilar las diferentes teorías -contradictorias- para cómo hay que querer a los padres, es altamente peligroso para la salud mental del hijo. Los padres, a no ser que sean supernumerarios y a veces tampoco, no entenderán el cacao mental que tiene el hijo en su relación con ellos. Y la realidad: el distanciamiento cada vez mayor entre un numerari@ y su familia.


Sobre el ecumenismo -y otra profecía fallida-

Demetrio pregunta en su correo del 26-XI.:

(...) había un texto en uno de los libros de “Meditaciones” en el cual se reproducían palabras de S. Escrivá según las cuales existía una conspiración de judíos y masones contra la Iglesia. Aunque me extrañaba aquella acusación a los judíos en general, y pensé que aquello tal vez reflejaba una antigua opinión de S. Escrivá contra la que él había luchado al percibir que de ella se derivaba un prejuicio. Pensaba, en mi inocencia, que siendo S. Escrivá un hombre como los demás, podía equivocarse y cambiar de opinión cuando se diera cuenta de que estaba equivocado. Y que el hecho de haber alimentado prejuicios contra los judíos u otros, sería una actitud frecuente en una persona que hubiera vivido en la España franquista.

Alguno de los orejas podría decirme si ese texto de “Meditaciones”, al que me he referido anteriormente está publicado? Y en caso afirmativo, ¿dónde está el texto relativo a los judíos y masones? Y con relación al antisemitismo de S. Escrivá, hay otros texto, expurgados o no, que lo evidencien?

Las Meditaciones fueron reeditas en 1987, así que las anteriores desaparecieron. Como dice D. Alvaro en el prólogo a la nueva edición, en el tomo I:

"Se notaba desde hace tiempo la necesidad de una nueva edición, porque en estos años la Obra ha crecido vigorosamente en todo el mundo, y eran muchos los hermanos y hermanas vuestros —las hijas y los hijos míos— que no podían utilizar estas MEDITACIONES, por haberse agotado la edición primera. Además, había que realizar pequeñas correcciones de estilo, como indicó en su momento nuestro Padre; ajustarlas a los textos litúrgicos vigentes, e incluir las fiestas de la Prelatura que han ido enriqueciendo el camino sobrenatural y humano del Opus Dei, en el curso de estos años". [el texto en negrita ha sido resaltado por mí].

O sea, que esas pequeñas correcciones de estilo, ya sabemos de qué se trata: expurgar lo no conveniente. Lo de ajustarlas a los textos litúrgicos vigentes, también choca porque ¿a qué textos se ajustaban antes que ya no tienen vigencia?. Pero se les escapó una cita importante de San Escrivá, al respecto de lo que menciona Demetrio. Hay una larga cita del fundador en el tomo III, páginas 562 y 563, de su Carta, 30-IV-1946, nn. 37-38., donde dice:

"Decidme cuántos grandes periódicos —de éstos que tienen millones de lectores, y hacen y deshacen la opinión pública mundial— conocéis vosotros, que estén llevados por católicos practicantes: no hay ninguno. En cambio, esa prensa está dirigida por protestantes, por judíos, por masones o por marxistas practicantes.

Pensad en las cuatro o cinco grandes agencias internacionales de noticias, que monopolizan actualmente la información diaria de todo el mundo: apenas hay gente católica, que influya allí. Pensad en las grandes productoras de películas, en las distribuidoras internacionales, en las agencias publicitarias, en las cadenas de salas cinematográficas..., y veréis que tampoco allí están presentes los católicos.

En todas partes se han dejado preceder los católicos. Si los enemigos de Dios no han ocupado todos los puestos, no es porque hayan encontrado en algún sitio a los católicos trabajando ya con eficacia, sino porque no les estorba en lo más mínimo que haya otros en posiciones periféricas. Ellos han concentrado el esfuerzo en conquistar los puntos neurálgicos, y desde allí lo controlan todo, dejando que los demás se muevan sólo lo imprescindible para dar una apariencia de variedad, para disimular el monopolio." [el texto en negrita ha sido resaltado por mí. En el original, todo 'ello' está en negrita puesto que se trata de una cita textual del fundador].

La cita continúa, pero es para no aburrir. Lo que nos llama la atención es que los miembros de la obra sigan meditando esos textos en la actualidad. No sabemos si los masones son enemigos de Dios ni si lo son los marxistas practicantes, pero que sepamos, ni protestantes ni judíos lo son.

Pero si para san Escrivá, los protestantes y los judíos son enemigos de Dios, ¿a qué se refiere el fundador cuando habla del ecumenismo de la obra?:

"Tengo también muy grabado el encanto afable y paterno de Juan XXIII, todas las veces que tuve ocasión de visitarle. Una vez le dije: "en nuestra Obra siempre han encontrado todos los hombres, católicos o no, un lugar amable: no he aprendido el ecumenismo de Su Santidad..." Y el Santo Padre Juan se reía, emocionado." (Conversaciones. Entrevista realizada por Jacques Guilleme–Brulon. Publicada en Le Figaro (París), el 16–V–1966.)

Ahora le toca el turno a los ateos, masones y protestantes y "las pequeñas correcciones de estilo". En este caso se trata de Camino. Veamos lo que decía el punto 115 en la edición de 1950:

Camino

En la edición de Camino de 1955, se seguía considerando que el best seller no necesitaba ninguna "pequeña corrección de estilo":

Camino, 1955
Camino, punto 115

Y veamos ahora "la pequeña corrección de estilo" que ha sufrido el Camino actual:

Camino actual
Punto 115, cambiado, de Camino

Como se ve, han desaparecido los ateos, masones y protestantes, que al parecer, a partir de los años 60/70, dejaron de tener el corazón seco. ¿Quizá porque la obra se quería implantar en algunos países con mayoría protestante y ese punto no les facilitaba la entrada? Siempre hay un fin que, para el opusdei, justifica los medios (y las incongruencias y la doble doctrina). No pensamos que se rectificara este punto de Camino porque no se ajustara al "ecumenismo", sino porque "convenía".

Y para terminar, una pequeña anécdota en la línea de las profecías fallidas de San Escrivá. Se equivocó cuando predijo el día de su muerte -según relatan, entre otros, Antonio Pérez-Tenessa- y en otras cosas de menor importancia. A saber:

Escribía el entonces sólo llamado y apellidado José María Escrivá, como nota de autor, en Camino de 1950:

Nota a la séptima edición de Camino

O sea, que en 1950, pensaba entregar dentro de 'pocos meses' otro libro suyo: Surco.

¿Cuándo apareció Surco? Según lo escrito en el prólogo del libro:

Surco"Lo que en estas páginas aparece es la vida misma del cristiano, en la que -al paso de Cristo- lo divino y lo humano se entrelazan sin confusión, pero sin solución de continuidad" (Mons. Álvaro del Portillo, Presentación).

Al igual que Camino, Surco es fruto de la oración personal y de la experiencia de almas de san Josemaría Escrivá. Compuesto también por puntos de meditación, presenta una atractiva visión de las virtudes humanas. "Surco quiere alcanzar la persona entera del cristiano -cuerpo y alma, naturaleza y gracia-, y no sólo la inteligencia", escribió Mons. Álvaro del Portillo en una nota de presentación del libro.

San Josemaría había dejado preparado el libro para su publicación a falta sólo de la revisión final, que no tuvo tiempo de hacer. La primera edición apareció, póstuma, en 1986. Desde entonces se han publicado cerca de 500.000 ejemplares en numerosos idiomas.

Los 'pocos meses' se convirtieron en 36 años. Si faltaba sólo la revisión final, ¿no tuvo tiempo para hacerla desde 1950 a 1975? ¿Tardó D. Alvaro 11 años -del 75 al 86 en hacer él la revisión final, siendo un libro tan esperado y deseado como eran los libros -escasos- del fundador?... Lo que de verdad sería interesante descubrir es quién o quienes escribieron Surco.


Sobre los Testamentos

En el caso de la Oblación y de la Fidelidad, el delegado se asegura de que el interesado tiene la decisión de obligarse del modo establecido en los Estatutos; y recordará a los Numerarios y Agregados que -como exigencia de la virtud de la pobreza y del desprendimiento- si poseen bienes patrimoniales, han de ceder libremente la administración y disponer del uso y usufructo a favor de quienes prefieran; y que, antes de hacer la Fidelidad, han de haber otorgado testamento, también con completa libertad, de sus bienes patrimoniales presentes y futuros. (páginas 31 y 32 del Vademécum de los Consejos Locales)

Las letras en negrita son nuestras.

"Completa libertad", "a quienes prefieran"... Siempre el doble lenguaje que no es más que una mentira, porque ni numerarios ni agregados hacen su testamento "a quienes prefieran" ni en "completa libertad".

Adjuntamos dos modelos (numerario sacerdote y numeraria) de testamentos de una notaría de Bilbao (España), de los que tenemos los originales y que ponemos a disposición de opuslibros. En ellos figura el nombre del notario, su número de colegiado y la localidad donde han sido firmados, por si fuera necesario demostrar que no se han inventado. Se publican en la web sin estos datos, pero si algún notario supernumerario se da por aludido, que sepa que constan en nuestro poder y en el de la web.

El numerario sacerdote hace testamento a favor de la Fundación Horizonte (no encontramos su página web pero sí se puede comprobar que es la entidad fundadora del Colegio Mayor Castilla y del Colegio Mayor Albalat entre otros muchos Colegios Mayores pertenecientes al Opus Dei).

Pero "en el supuesto de que la Fundación Horizonte no pueda o no quiera aceptar la herencia, queda desde ahora y para entonces sustituida por la institución a favor de la Universidad de Navarra, con la condición de que en todo tiempo, desde que se produzca la delación sucesoria, hasta la entrega de los bienes o sus precios o valores por los Albaceas Contadores Partidores, subsista el hecho de que la dirección espiritual esté encomendada a la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei."

Ahí denotamos cierto temor por si la Universidad de Navarra fuera "expropiada" -como por ejemplo lo fue la gran empresa RUMASA propiedad del supernumerario Ruíz-Mateos-, y "la dirección espiritual" ya no estuviera encomendada al Opus Dei. ¡Como si la Universidad de Navarra no fuera toda ella del Opus Dei y sólo lo fuera la dirección espiritual!. En ese desgraciado caso, el beneficiario sería "el Colegio Mayor Bidealde con la misma condición que en el caso anterior." ¿Y qué es Bidealde? En su web parece que no dice nada sobre su relación con el Opus Dei, pero con sus links, ya no hay duda.

El otro testamento es el de una numeraria. Sus herederos son, nuevamente entidades del Opus Dei, en este caso la primera y la tercera, dirigidas por la Sección de Mujeres, y en segundo lugar, de nuevo la Universidad de Navarra.

¿Y quiénes son los albaceas? No aparecen. ¿Se ponen sus nombres el día del fallecimiento, no fuera a ser que si se escribieran en el momento de firmar el testamento, pasado un tiempo, algunos de esos albaceas, ya no pertenecieran al Opus Dei?

Y para terminar, a destacar cómo finalizan ambos testamentos: "Tal es el testamento que otorga el compareciente, ante mí; se lo leo íntegramente y en alta voz, rehusando a su derecho de lectura, de que le advierto, y, enterado de su contenido, lo aprueba expresamente el testador considerándolo fiel expresión de su voluntad, y firma." (La letra en negrita es nuestra).

O sea, rehúso a mi derecho de lectura. Obediencia ciega, sorda y muda: obedecer o marcharse. ¡Viva la libertad de los hijos de Dios en el Opus Dei!

¿Qué tendría de malo decir la verdad? Algo así como "los fieles del Opus Dei dejan sus bienes y los bienes que puedan heredar al Opus Dei? Pues no tendría nada de malo, sería una norma o una costumbre más de una institución que no esconde nada. Pero ¿qué esconde el opusdei para que sea tan retorcido y no pueda, abiertamente, decir cómo son las cosas dentro de la institución?


Sobre hacer públicos los nombres de los miembros

Dedicamos esta entrega a Serpa, al que entre pedrada y pedrada, un compañero de clase le gritaba: ¡¿Eres o no eres el Opus?!

Una de las preguntas que se recogen en las FAQ de las webs de miembros, cooperadores, simpatizantes, obras corporativas, etc., del opusdei, es la siguiente:

-¿Es secreta la pertenencia al Opus Dei?
-No. Cualquier tipo de secreto está expresamente prohibido por los estatutos que regulan el Opus Dei. En la práctica, los colegas, amigos y conocidos de los miembros siempre sabrán su pertenencia porque ellos mismos lo dan a conocer, especialmente por el sentido apostólico que procuran dar a todas las cosas que hacen. Sin embargo, los fieles de la Prelatura no tienen ninguna razón para destacar o hacer pública su pertenencia, porque la búsqueda de la santidad en el Opus Dei es personal, un rasgo de su vida privada.
"

Leemos en el libro 'Opus Dei. Una investigación', de Vittorio Messori:

"Queda claro que el Opus Dei hace públicos los nombres de los vicarios, de los consejeros, de los sacerdotes y de los directores de los Centros. Pero nada se dice de los demás miembros de la Prelatura. ¿No serán entonces "encubiertos", "reservados"? ¿O incluso "secretos", como dicen algunos?

Anticipemos la respuesta, basándonos en el testimonio de Rafael Gómez Pérez: "La Prelatura del Opus Dei tiene la obligación de respetar la intimidad de sus miembros, es decir, no tiene derecho a comunicar la condición de miembro, a no ser que el interesado esté de acuerdo".

Sería inútil tratar de disimular que semejante negativa sorprende y parece incluso confirmar las sospechas de tantos. Según el Opus Dei, en cambio, todo se comprende si este "respeto por la intimidad de los miembros" (como lo llaman) se enmarca en el contexto del espíritu de la Institución, y si se compara con el comportamiento de otras entidades con rasgos comunes.

Acudimos al documento interno "Del Espíritu y de las Costumbres":

"Nuestro Fundador escribió en 1945 que la llamada divina a la Obra sólo afecta a la conciencia de cada uno, sin resonancias públicas ni oficiales, porque la vocación no nos saca de nuestro sitio, de aquella condición social que tenemos en el mundo. Ni ante la Iglesia ni ante el mundo hacemos otra profesión que la que hacen nuestros iguales, los fieles cristianos, cumpliendo todos los deberes de católicos responsables y ejercitando los deberes y los derechos de los ciudadanos corrientes". (página 86)

A continuación de las anteriores palabras del fundador, se lee en el mismo documento interno:

"Esta característica esencial de la vocación al Opus Dei alcanza a muchos detalles, incluso pequeños, en la vida de sus miembros: por ejemplo, los fieles laicos no hacen constar en su curriculum vitae su pertenencia a la Obra". (pág. 87 De Espiritus).

Queda claro que un fiel de la prelatura no tiene que hacer pública su pertenencia al Opus Dei si no quiere. Al ser un cosa privada, no hay obligación de hacerla pública. La literatura oficialista de la institución, recuerda que la prelatura del Opus Dei no tiene derecho a comunicar la condición de miembro. Es el miembro o "fiel de la prelatura" quien decide manifestarlo o no, por lo que es fácil deducir que habrá una personas a las que se lo comunique y a otras, no. El propio fundador de la Obra, insiste en que "la llamada divina a la Obra sólo afecta a la conciencia de cada uno, sin resonancias públicas ni oficiales". Los laicos no incluyen en el curriculum el dato de su pertenencia a la Obra, puesto que no tiene relevancia para los demás. Sigue siendo una cuestión privada. Nunca, por parte de la prelatura, se aireará la pertenencia al Opus Dei de ningún miembro.

Si eso es así, ¿por qué la publicación oficial de la prelatura "Romana", en la sección "In pace" publica los nombres y apellidos de los 264 "fieles de la prelatura" que han fallecido en el primer semestre de 2004 (última actualización de Romana)?.


-¿Será que para el opusdei los muertos ya no tienen privacidad, ni currículo, ni derechos?

-¿Será que los muertos ya no pueden pedir explicaciones al opusdei por haber faltado la institución al deber de guardar un secreto que tenían en común?

- ¿Será que los muertos ?(tampoco los vivos, pero eso da para otro tema)- no pueden demostrar con papeles y documentos- que pertenecieron o no al opusdei?

-¿Por qué la prelatura no respeta el compromiso que adquiere con sus "fieles" aunque estos sean fieles difuntos?

Conclusión: De nuevo la doble doctrina y la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre la teoría y la práctica. Hacer pública la pertenencia al opusdei no es un asunto de la propia conciencia, ni privado, ni la prelatura cumple con su deber de abstenerse de divulgar públicamente los nombres y apellidos de sus "fieles".

* * * * * *

Una vez incumplido el compromiso por parte de la prelatura, ésta cae además, en una falta de caridad muy notable: en la relación de fallecidos, la prelatura distingue entre sus muertos "de primera categoría" y los muertos "de segunda".

Los muertos "de primera" son los 27 primeros de la lista porque han merecido por parte de la prelatura un comentario elogioso (en ocasiones curioso) de lo que fueron sus vidas ejemplares. Los 237 restantes son la clase de tropa o muertos "de segunda" ya que no han encontrado nada que destacar de ellos. Los Coleccionadores de Datos, los Adictos a los Informes Internos, los Burócratas de la Dirección Espiritual... no pierden el tiempo buscando unas palabras cariñosas de despedida. Para la obra, pues, pasaron por ella sin pena ni gloria. Qué triste ¿verdad?. Revelan el secreto de su pertenencia al opus y además, por el silencio colocado al lado de su nombre, revelan también que la obra no considera que su vida fuera como para tirar cohetes.


Antes de terminar, para darle un toque de humor al tema, se recomienda leer el escrito de Satur: "Eso de la muerte".

Y un chiste:

Un sujeto regresa a casa después de visitar al médico y le informa a su esposa que sólo le quedan 24 horas de vida. La esposa recibe la noticia afligida, y pregunta al marido qué puede hacer por él.

El hombre contesta que dado que sólo le restan 24 horas de vida, quisiera pasarlas muy bien en un ambiente romántico.

La esposa accede a la petición de su esposo, y hacen el amor apasionadamente hasta quedarse dormidos.

Pasado un buen rato el hombre mira su reloj y se da cuenta de que sólo le quedan 18 horas de vida.

Despierta a la mujer y le pide que lo complazca nuevamente, a lo que ella accede.

Más tarde el hombre echa un vistazo a su reloj y puede ver que ya únicamente cuenta con 12 horas de vida.

Vuelve a despertar a su mujer y de nuevo se entregan a la pasión.

Entrada la madrugada, el hombre mira nuevamente su reloj y calcula que ya sólo le quedan 4 horas de vida. Toca el hombro de su mujer para despertarla, ella se da la vuelta y ya muy enfadada le dice: "Joerrrrrr, ¡cómo se nota que tú no tienes que levantarte mañana!"


 

(continuará)

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OPUS DEI: ¿un CAMINO a ninguna parte?