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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
FIN DEL LIBRO
 
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

ALEGRÍA

Punto 657. La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre.

Contrapunto. La alegría del virtuoso oficial es antipática. La auténtica virtud es ilegal muchas veces y no está definida precisamente por la alegría.


Punto 658. Si salen las cosas bien, alegrémonos, bendiciendo a Dios que pone el incremento. -¿Salen mal? -Alegrémonos, bendiciendo a Dios que nos hace participar de su dulce Cruz.

Contrapunto. Está bien que no pierdas la alegría por nada. Pero tampoco has de provocada para participar de la cruz de Cristo, que no tiene, por cierto, nada de dulce. Riámonos de nuestra fatalidad o de nuestra seriedad, simplemente, sin buscar demasiados pies al gato.


Punto 659. La alegría que debes tener no es esa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, sino otra sobrenatural, que procede de abandonar todo y abandonarte en los brazos amorosos de nuestro Padre-Dios.

Contrapunto. La alegría que debes tener no es esa que llaman sobrenatural, y que se conoce por la sonrisita de conejo. La alegría de verdad es esa que podríamos llamar fisiológica, de animal sano, que resuena por todo tu interior y ahuyenta las sombras y las seriedades del hombre vanamente respetable.


Punto 660. Nunca te desanimes si eres apóstol. -No hay contradicción que no puedas superar. -¿Por qué estás triste?

Contrapunto. Claro que hay caminos que desaniman porque no llevan a lugar alguno. Es triste haber perdido el tiempo. Pero siempre se puede cambiar de ruta, aun siendo apóstol.


Punto 661. Caras largas..., modales bruscos..., facha ridícula..., aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?

Contrapunto. No esperes animar a nadie con estos aires de simpaticón, con estas atenciones amaneradas y engañosas y con sonrisitas frívolas. La risa es una cosa muy seria.


Punto 662. ¿No hay alegría? -Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. -Casi siempre acertarás.

Contrapunto. ¿No tienes alegría? A menudo no es que haya algún obstáculo entre Dios y tú, sino simplemente que vas por un camino falso en tu trabajo o en tu compromiso apostólicos. Revisa tu eficacia.


Punto 663. Para poner remedio a tu tristeza me pides un consejo. -Voy a darte una receta que viene de buena mano: del apóstol Santiago. -"Tristatur aliquis vestrum?" -¿Estás triste, hijo mío? -"Oret!" - Haz oración! -Prueba a ver.

Contrapunto. ¿Estás triste? La tristeza no es falta de oración, como el cáncer no es una enfermedad psicológica. Debes de tener alguna frustración de por medio cuando la sonrisa no asoma a tus labios en tu trabajo. Analízate un poco.


Punto 664. No estés triste. -Ten una visión más... "nuestra" -más cristiana- de las cosas.

Contrapunto. Pareces un tontorrón con esta risita colgada de la nariz, que la tienes por fruto de tu religiosidad. ¡No seas ridículo!


Punto 665. Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino. -Pide esa misma alegría sobrenatural para todos.

Contrapunto. Quien está siempre "feliz" ha debido de perder el verdadero camino de la vida. El hombre está condenado sin remedio a situaciones dolorosas, que tampoco se han de vivir, entendámonos, trágicamente.


Punto 666. "Laetetur cor quaerentium Dominum" -Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. -Luz, para que investigues en los motivos de tu tristeza.

Contrapunto. ¿No quedamos en que no hay coca-cola católica? ¿Y va a existir alegría sobrenatural, cuando la sobrenaturalidad es por definición insensible? Los motivos de tu tristeza no pueden ser de naturaleza sobrenatural. No saquemos de quicio las cosas. Es una tristeza humana, tal vez natural o propia de un cristiano, pero nada más.

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