Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

HUMILDAD

Punto 589. Cuando percibas los aplausos del triunfo, que suenen también en tus oídos las risas que provocaste con tus fracasos.

Contrapunto. Resiste serenamente la humillación de los fracasos y recuerda que mientras te aplaude la gente te ensalza también más de la cuenta.


Punto 590. No quieras ser como aquella veleta dorada del gran edificio: por mucho que brille y por alta que esté, no importa para la solidez de la obra. -Ojalá seas como un viejo sillar oculto en los cimientos, bajo tierra, donde nadie te vea: por ti no se derrumbará la casa.

Contrapunto. No querer ser como una veleta dorada de un gran edificio y sí un viejo sillar oculto en los cimientos, que nadie ve, es tan malo como todo lo contrario.


Punto 591. Cuanto más me exalten, Jesús mío, humíllame más en mi corazón, haciéndome saber lo que he sido y lo que seré, si tú me dejas.

Contrapunto. No hagas caso de los aplausos de la gente; no saben lo que hacen; son como aquellos ignorantes que clavaron a Cristo en la cruz; tampoco sabían lo que hacían. Ríete de todo esto y haz lo que tengas que hacer.


Punto 592. No olvides que eres... el depósito de la basura. -Por eso, si acaso el Jardinero divino echa mano de ti, y te friega y te limpia... y te llena de magníficas flores..., ni el aroma ni el color, que embellecen tu fealdad, han de ponerte orgulloso. -Humíllate: ¿no sabes que eres el cacharro de los desperdicios?

Contrapunto. No creas a quienes, dispuestos a descubrir cómo eres, afirman redondamente que te pareces a un depósito de basuras y que el destino mejor de tus valores es servir de estiércol para abono de las flores. ¡Algo importante debe de haber en nosotros, pobres hombres, para que hayamos merecido la Encarnación del Hijo del Hombre!


Punto 593. Cuando te veas como eres, ha de parecerte natural que te desprecien.

Contrapunto. Cuando te veas cómo eres, no nublado por algún fracaso momentáneo, ha de parecerte antinatural que te desprecien.


Punto 594. No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo.

Contrapunto. Ni eres humilde cuando te humillas -podrías hacerlo con orgullo-, ni lo eres necesariamente cuando te humillan -podrías rebelarte-. Las apariencias ni son ni hacen la cosa.


Punto 595. Si te conocieras, te gozarías en el desprecio, y lloraría tu corazón ante la exaltación y la alabanza.

Contrapunto. Si un día llegas a conocerte de veras, descubrirás que es anormal llorar de gozo ante el desprecio. ¡Ni tanto ni tan calvo!


Punto 596. No te duela que vean tus faltas; la ofensa de Dios y la desedificación que puedas ocasionar, eso te ha de doler. -Por lo demás, que sepan cómo eres y te desprecien. -No te cause pena ser nada, porque así Jesús tiene que ponerlo todo en ti.

Contrapunto. No está bien disimular tus faltas ni ocultar tampoco tus cualidades. Si la gente te conoce cómo realmente eres, no te despreciará; te estimará como quiere ella misma ser estimada, a pesar de todo.


Punto 597. Si obraras conforme a los impulsos que sientes en tu corazón y a los que la razón te dicta, estarías de continuo con la boca en tierra, en postración, como un gusano sucio, feo y despreciable... delante de ese Dios!, que tanto te va aguantando.

Contrapunto. El hombre no es un gusano sucio, feo y despreciable, como dicen algunos maestros (?) de espiritualidad tradicional. ¡Tiene también sus grandezas y sus heroísmos, caramba!


Punto 598. Qué grande es el valor de la humildad! -"Quia respexit humilitatem..." Por encima de la fe, de la caridad, de la pureza inmaculada, reza el himno gozoso de nuestra Madre en la casa de Zacarías: "Porque vio mi humildad, he aquí que, por esto, me llamarán bienaventurada todas las generaciones".

Contrapunto. La humildad es una palabra y un concepto desacreditados por el mal uso que se ha hecho de ellos. Ser humilde no es rebajarse por debajo del valor real, sino afirmar serenamente su propia valía, sin pizca de agresividad. "La humildad es la verdad", lo dijo nada menos que santa Teresa.


Punto 599. Eres polvo sucio y caído. -Aunque el soplo del Espíritu Santo te levante sobre las cosas todas de la tierra y haga que brille como oro, al reflejar en las alturas con tu miseria los rayos soberanos del Sol de Justicia, no olvides la pobreza de tu condición. Un instante de soberbia te volvería al suelo, y dejarías de ser luz para ser lodo.

Contrapunto. Un instante de soberbia no echa por tierra la vida de un hombre, como un acto de virtud no lo salva definitivamente. Bien lo sabe Dios, y cada uno de nosotros lo ha experimentado hartas veces. Lo triste es que después levantamos monumentos a los que fueron héroes un solo instante y perseguimos a muerte a los que tuvieron un mal momento. ¡Qué inconsecuencia!


Punto 600. ¿Tú..., soberbia? -¿De qué?

Contrapunto. ¿Tú... no tienes soberbia? ¿Quién te lo ha dicho?


Punto 601. ¿Soberbia? -¿Por qué?... Dentro de poco -años, días- serás un montón de carroña hedionda: gusanos, licores malolientes, trapos sucios de la mortaja..., y nadie, en la tierra, se acordará de ti.

Contrapunto. ¿Soberbia? ¿Por qué? ¿No podría ser un gesto a tientas de nuestra indeclinable grandeza?


Punto 602. Tú, sabio, renombrado, elocuente, poderoso: si no eres humilde, nada vales. -Corta, arranca ese "yo", que tienes en grado superlativo -Dios te ayudará- y entonces podrás comenzar a trabajar por Cristo, en el último lugar de su ejército de apóstoles.

Contrapunto. Tú..., sabio, renombrado, elocuente, poderoso, malgastas tus valores si los ensalzas más de la cuenta y te haces valer por encima de todo. Ponlos en juego al servicio de los hombres y de Dios, ofreciéndolos simplemente, sin imponerlos.


Punto 603. Esa falsa humildad es comodidad: así, tan humildico, vas haciendo dejación de derechos... que son deberes.

Contrapunto. El verdadero humilde no sólo cumple sus deberes; ejercita también todos sus derechos.


Punto 604. Reconoce humildemente tu flaqueza para poder decir con el Apóstol: "cum enim infirmor, tunc potens sum" -porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Contrapunto. Reconocer nuestros puntos flacos no nos hace más fuertes, pero puede hacernos menos vulnerables. La fuerza de la divinidad, más que suplir lo que nos falta, refuerza lo que ya poseemos.


Punto 605. Padre: ¿cómo puede usted aguantar esta basura? -me dijiste, luego de una confesión contrita. -Callé, pensando que si tu humildad te lleva a sentirte eso -basura: un montón de basura!-, aún podremos hacer de toda tu miseria algo grande.

Contrapunto. Cuando alguien me dice que está hecho una porquería, pienso que es un hombre obsesionado por una sola de sus faltas. Debe de tener muchas más, añadidas a sus virtudes. Lo que sucede es que no valoramos la salud hasta que estamos enfermos.


Punto 606. Mira qué humilde es nuestro Jesús, un borrico fue su trono en Jerusalén!...

Contrapunto. Cristo entró en Jerusalén a lomos de un borrico, que venía a ser como un coche de nuestros días. Fue el centro de un manifestación pacífica no autorizada. Y no por eso dejó de ser humilde.


Punto 607. La humildad es otro buen camino para llegar a la paz interior. -"El" lo ha dicho: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón... y encontraréis paz para vuestras almas".

Contrapunto. Vive en paz consigo mismo el que no se deja impresionar ni por alabanzas ni por menosprecios. Ni se siente derrotado ante un fracaso ni victorioso ante un éxito.


Punto 608. No es falta de humildad que conozcas el adelanto de tu alma. -Así lo puedes agradecer a Dios. -Pero no olvides que eres un pobrecito, que viste un buen traje... prestado.

Contrapunto. La humildad no va unida a la ignorancia ni a la ciencia. Es del todo independiente.


Punto 609. El propio conocimiento nos lleva como de la mano a la humildad.

Contrapunto. El propio conocimiento no nos lleva a ninguna parte; la humildad, sí.


Punto 610. Tu reciedumbre, para defender el espíritu y las normas del apostolado en que trabajas, no debe flaquear por falsa humildad. -Esa reciedumbre no es soberbia: es virtud cardinal de fortaleza.

Contrapunto. Cuando defiendes encarnizadamente el espíritu y las normas del apostolado das la impresión de que te defiendes más a ti mismo que a Dios. Va tantas veces mezclado el interés personal con los ideales nobles, que somos capaces de convertir el propio pecado en virtud.


Punto 611. Por soberbia. -Ya te ibas creyendo capaz de todo, tú solo. -Te dejó un instante, y fuiste de cabeza. -Sé humilde y su apoyo extraordinario no te faltará.

Contrapunto. El hombre no va de cabeza porque Dios lo deje de la mano; entre otras razones, porque DIOS no deja a nadie de la mano.


Punto 612. Ya puedes desechar esos pensamientos de orgullo: eres lo que el pincel en manos del artista. -Y nada más. -Dime para qué sirve un pincel, si no deja hacer al pintor.

Contrapunto. El hombre no es un puro instrumento en manos de Dios. Esto lo dicen sólo los que se pasan de rosca en sus apreciaciones y convierten la religión en un sistema totalitario.


Punto 613. Para que seas humilde, tú, tan vacío y tan pagado de ti mismo, te basta considerar aquellas palabras de Isaías: eres "gota de agua o de rocío que cae en la tierra, y apenas se echa de ver".

Contrapunto. Para que no te rebajes más allá de tus fuerzas, recuerda aquel pensamiento del hombre que ha hecho el mayor esfuerzo de promoción humana y social en nuestros días: "el hombre no tiene bastante con contemplar el mundo que Dios ha hecho; ha de transformarlo y crear uno nuevo".

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