Gracias a Dios, ¡nos fuimos!
Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

LUCHA INTERIOR

Punto 707. No te turbes si al considerar las maravillas del mundo sobrenatural sientes la otra voz -íntima, insinuante- del hombre viejo. Es "el cuerpo de muerte", que clama por sus fueros perdidos... Te basta la gracia: sé fiel y vencerás.

Contrapunto. No simplifiques infantilmente las tensiones entre el "hombre viejo" y las maravillas del mundo sobrenatural. Ya sabes que nos encontramos sumergidos en un proceso de secularización y esto quiere decir también la voz íntima, insinuante, de lo que se creía "hombre viejo", son derechos indestructibles del hombre nuevo. La gracia no lo es todo, amigo.


Punto 708. El mundo, el demonio y la carne son unos aventureros que, aprovechándose de la debilidad del salvaje que llevas dentro, quieren que, a cambio del pobre espejuelo de un placer -que nada vale-, les entregues el oro fino y las perlas y los brillantes y rubíes empapados en la sangre viva y redentora de tu Dios, que son el precio y el tesoro de tu eternidad.

Contrapunto. Es una simplificación infantil creer que el mundo, el demonio y la carne, como seres vivos, pretenden invadir nuestro interior. "No es lo que viene de fuera lo que mancha al hombre -lo dijo claramente Cristo-, sino lo que sale del hombre". La maldad no está fuera ni lejos de nosotros: somos nosotros mismos. No creas en aventureros extraños que te quieren engañar. Eres tú mismo el que te engañas cuando traicionas tu fe.


Punto 709. ¿Oyes? -En otro estado, en otro lugar, en otro grado y oficio harías mucho mayor bien. - Para hacer lo que haces no hace falta talento!... Pues yo te digo: donde te han puesto agradas a Dios..., y eso que venías pensando es claramente sugestión infernal.

Contrapunto. ¿Que hace tiempo piensas que en otro estado, en otro lugar, en otro grado y oficio harías mucho mayor bien? Piénsalo detenidamente y mide el riesgo que afrontas. Si crees que todavía estás a tiempo, lánzate a él. No siempre donde te han puesto tus padres o tus superiores está el lugar que Dios te tenía previsto. Más vale tarde que nunca.


Punto 710. Te apuras y entristeces porque tus Comuniones son frías, llenas de aridez. -Cuando vas al Sacramento, dime: ¿te buscas a ti o buscas a Jesús? -Si te buscas a ti, motivo tienes para entristecerte... Pero si -como debes- buscas a Cristo, ¿quieres señal más segura que la Cruz para saber que le has encontrado?

Contrapunto. ¿Te apuras y entristeces porque tus comuniones son frías y llenas de aridez? Me jugaría cualquier cosa a que piensas que la comunión sacramental es un encuentro entre Cristo y tú solo. ¿Cómo quieres vibrar humanamente si te falta el cuerpo de la comunidad viva, íntimamente unida, con la que compartir fraternalmente la vida de Dios? ¿No sabes que la comunión, al margen de la reunión de fe, no tiene sentido alguno? La vida del cristiano o es comunitaria o no es nada. Tu sequedad espiritual puede ser muy bien una prueba de tu aislamiento y de tu individualismo.


Punto 711. Otra caída... y qué caída!... ¿Desesperarte?... No: humillarte y acudir, por María, tu Madre, al Amor Misericordioso de Jesús. -Un "miserere" y arriba ese corazón! -A comenzar de nuevo.

Contrapunto. ¿Has caído más hondo que nunca? A veces hay que llegar hasta el fondo -como en la piscina- para remontarse hasta la superficie. Lo que importa es sentir que Cristo nos salva mucho más de lo que el pecado nos destroza. ¿No recuerdas aquello de san Agustín: "Feliz culpa..."?


Punto 712. Muy honda es tu caída! -Comienza los cimientos desde ahí abajo. -Sé humilde. -"Cor contritum et humiliatum, Deus, non despicies". -No despreciará Dios un corazón contrito y humillado.

Contrapunto. ¿No te ha dado nunca qué pensar el hecho de que muchos de los grandes santos han sido primero unos granujas redomados? ¡Es tan difícil saber si lo que nos sucede nos perjudica o nos favorece! No se trata de comenzar de nuevo sino de continuar.


Punto 713. Tú no vas contra Dios. -Tus caídas son de fragilidad. -Conforme: pero son tan frecuentes esas fragilidades! -no sabes evitarlas- que, si no quieres que te tenga por malo, habré de tenerte por malo y por tonto.

Contrapunto. Tienes que ver claro: no sólo existe el pecado en lo que consideras una caída, sino en lo que tienes como acto de virtud. El pecado lo llevamos dentro y dejamos rastro de él por todas partes. De la misma manera es muy ingenuo no querer admitir culpa alguna en las caídas que provienen de nuestra fragilidad. ¿Quién es el guapo que se tiene por bueno en esta situación?


Punto 714. Un querer sin querer es el tuyo, mientras no quites decididamente la ocasión. -No te quieras engañar diciéndome que eres débil. Eres... cobarde, que no es lo mismo.

Contrapunto. No juegues con palabras diciendo que más que débil eres cobarde. ¿No es acaso el cobarde débil? Huir de la ocasión es una pura situación de emergencia, pero no resuelve el problema. Hay que vencer la ocasión, que éste es el objetivo.


Punto 715. Esa trepidación de tu espíritu, la tentación, que te envuelve, es como una venda sobre los ojos de tu alma. Estás a oscuras. -No te empeñes en andar solo, porque, solo, caerás. -Ve a tu Director -a tu superior- y él hará que oigas aquellas palabras de Rafael Arcángel a Tobías: "Forti animo esto, in proximo est ut a Deo cureris" -Ten ánimo, que pronto te curará Dios. -Sé obediente, y caerán las escamas, caerá la venda de tus ojos, y Dios te llenará de gracia y de paz.

Contrapunto. Cuando la tentación te ronda por dentro es como si te cerrasen los ventanales y te quedases a oscuras. El calor de la amistad y la confidencia te pueden traer de nuevo la luz y alejarte la obsesión. ¿Ves cómo es necesaria la comunión fraternal para mantenernos fieles? En cambio, el superior o el director, que te aconsejan por oficio, tienen el inconveniente de la distancia o del desnivel, y demasiadas veces no pueden quitarte la sensación y la realidad de tu soledad.


Punto 716. No sé vencerme!, me escribes con desaliento. -Y te contesto: Pero, ¿acaso has intentado poner los medios?

Contrapunto. La gracia salva, lo que no quiere decir que lo pueda todo. En ocasiones no consigue que el hombre escape de la culpa. De otro modo habría santos químicamente puros, y no sé si hay muchos de éstos.


Punto 717. Bienaventuradas malaventuras de la tierra! -Pobreza, lágrimas, odios, injusticia, deshonra... Todo lo podrás en Aquel que te confortará.

Contrapunto. Sentirse identificado con el espíritu de Cristo, o muy cercano de él, nos ayuda a soportar las injusticias, las calumnias, los odios y las persecuciones. Pero de esto a calificar de bienaventuradas estas malaventuras de la Tierra hay una distancia insalvable. Las cosas son como son. Y las malas no pueden ser buenas jamás.


Punto 718. Sufres... y no querrías quejarte. -No importa que te quejes -es la reacción natural de la pobre carne nuestra-, mientras tu voluntad quiere en ti, ahora y siempre, lo que quiera Dios.

Contrapunto. Quejarse mucho del sufrimiento es una reacción estéril ante los hombres y ante Dios. No lo hagas en tu vida. Es un modo de alejarse del prójimo y de rechazar la voluntad de Dios.


Punto 719. Nunca te desesperes. Muerto y corrompido estaba Lázaro: "jam foetet, quatriduanus est enim" -hiede, porque hace cuatro días que está enterrado, dice Marta a Jesús. Si oyes la inspiración de Dios y la sigues -"Lazare, veni foras!" - Lázaro, sal afuera!-, volverás a la Vida.

Contrapunto. Nuestra fe nos obliga a desechar la desesperación radicalmente. Pero esto no significa que un día salgas de tu situación miserable. La resurrección de Lázaro no se repite "ahora", se repetirá "después". Y este "después" nos impide desesperarnos "ahora".


Punto 720. Que cuesta! -Ya lo sé. Pero, adelante!: nadie será premiado -y qué premio!- sino el que pelee con bravura.

Contrapunto. Nadie ha dicho que ser fieles a la fe sea cosa de coser y cantar, pero haz el favor, no busques la fuerza en la compensación de la otra vida como si fuera un premio; búscala en el interior de la misma honradez, que tiene bastante peso específico para mantenerte dentro del camino recto. De lo contrario, cualquier no creyente nos llevaría ventaja.


Punto 721. Si se tambalea tu edificio espiritual, si todo te parece estar en el aire..., apóyate en la confianza filial en Jesús y en María, piedra firme y segura sobre la que debiste edificar desde el principio.

Contrapunto. Cuando se tambalee tu edificio espiritual, no hagas como el niño muerto de miedo, que se esconde bajo las sábanas para huir de los fantasmas. En estos casos apoyarse en la confianza filial en Jesús y María es más un subterfugio que un refugio verdadero. Revisa tus fundamentos de fe, que aquí está la causa de tu tambaleo.


Punto 722. La prueba esta vez es larga. -Quizá -y sin quizá- no la llevaste bien hasta aquí... porque aún buscabas consuelos humanos. -Y tu Padre-Dios los arrancó de cuajo para que no tengas más asidero que El.

Contrapunto. Cuando la verdad se te pone por delante y te bloquea el paso de modo que no tienes dónde ocultar tus consuelos humanos y tus intereses secretos, no es que tu Padre Dios te juegue la mala pasada de espiarte y de cogerte in fraganti como los desconfiados, sino que tu sinceridad ha decidido terminar de una vez con los disimulos y los juegos sucios.


Punto 723. ¿Que te da todo igual? -No quieras engañarte. Ahora mismo, si yo te preguntara por personas y por empresas, en las que por Dios metiste tu alma, habrías de contestarme, briosamente!, con el interés de quien habla de cosa propia. No te da todo igual: es que no eres incansable..., y necesitas más tiempo para ti: tiempo que será también para tus obras, porque, a última hora, tú eres el instrumento.

Contrapunto. Dices que todo te da igual, y lo creo. Hay momentos en nuestra vida en los que estamos tan desengañados de las personas y de las cosas que habíamos considerado como nuestros, que recomenzar la vida en la Patagonia sería para nosotros un aliciente y una esperanza. Así de desprestigiados nos sentimos. ¡Somos incansables en huir de nosotros mismos! Todo lo nuevo nos encandila porque nos lleva de cara afuera y es un buen pretexto para distraernos y aplazar el enfrentamiento con nuestra propia condición. El hombre no es un puro instrumento, es objetivo principal de todas las actividades y de todos los compromisos.


Punto 724. Me dices que tienes en tu pecho fuego y agua, frío y calor, pasioncillas y Dios...: una vela encendida a San Miguel, y otra al diablo. Tranquilízate: mientras quieras luchar no hay dos velas encendidas en tu pecho, sino una, la del Arcángel.

Contrapunto. ¿Que tienes una vela encendida a Dios y otra al diablo en tu pecho, y que esto te intranquiliza? Tienes que aceptar este desgarramiento. La condición del hombre es como la del vietnamita, que nace en la guerra y en ella muere de viejo. Ignorar o perder de vista esta tensión entre el pecado y la gracia es propio de panolis.


Punto 725. El enemigo casi siempre procede así con las almas que le van a resistir: hipócritamente, suavemente: motivos... espirituales!: no llamar la atención... -Y luego, cuando parece no haber remedio (lo hay), descaradamente..., por si logra una desesperación a lo Judas, sin arrepentimiento.

Contrapunto. Importa mucho que entiendas que el arrepentimiento de nuestros malos pasos regenera nuestro espíritu, y para esto siempre estamos a tiempo. Casi te diría que la desesperación del mismo Judas fue más un arrepentimiento -desencajado, claro- que un suicidio.


Punto 726. Al perder aquellos consuelos humanos te has quedado con una sensación de soledad, como pendiente de un hilillo sobre el vacío de negro abismo. -Y tu clamor, tus gritos de auxilio, parece que no los escucha nadie. Bien merecido tienes ese desamparo. -Sé humilde, no te busques a ti, ni busques tu comodidad: ama la Cruz -soportarla es poco- y el Señor oirá tu oración. -Y se encalmarán tus sentidos. -Y tu corazón volverá a cerrarse. -Y tendrás paz.

Contrapunto. Cuando el hombre se encuentra solo a causa de sus fidelidades interiores es cuando más acompañado está por la Verdad. Se hace uno cruces viendo la fuerza que llega a darnos. Claro que son dolorosos los esguinces. Pero no les hagas demasiado caso. Se curan solos. Bastante tenemos con soportados. Amarlos sería aberrante.


Punto 727. En carne viva. -Así te encuentras. Todo te hace sufrir en las potencias y en los sentidos. Y todo te es tentación... Sé humilde -insisto-: verás qué pronto te sacan de ese estado: y el dolor se trocará en gozo: y la tentación, en segura firmeza. Pero, mientras, aviva tu fe; llénate de esperanza; y haz continuos actos de Amor, aunque pienses que son sólo de boca.

Contrapunto. Estás abierto como una llaga viva frente a las inclemencias del tiempo. Te engañaría diciéndote que muy pronto te arrancarán de este estado y que el dolor se convertirá en gozo. Los procesos de maduración son lentos, como lo es el remontar niveles de conciencia. Se trata de resistir por un lado: El hombre es un animal de costumbres y acaba por acostumbrarse al mismo mal. Persiste en el bien a pesar de todo. Deja que el bien haga de molde y te estructure. Un día te sentirás maduro.


Punto 728. Toda nuestra fortaleza es prestada.

Contrapunto. Toda nuestra fortaleza nos viene de dentro. La tenemos que construir nosotros mismos.


Punto 729. Oh, Dios mío: cada día estoy menos seguro de mí y más seguro de Ti!

Contrapunto. ¡Dios mío!, me doy cuenta que cuanto más seguro estoy de mí, más seguro me siento de Ti.


Punto 730. Si no le dejas, El no te dejará.

Contrapunto. Si tú le dejas, El no te dejará jamás.


Punto 731. Espéralo todo de Jesús: tú no tienes nada, no vales nada, no puedes nada. -El obrará, si en El te abandonas.

Contrapunto. No está bien esperarlo todo de la salvación de Jesucristo. Cristo nos salva de la culpa. ¿Te parece poco? Los otros problemas tienen ya sus propios medios de solución. Al César lo que es del César.


Punto 732. Oh, Jesús! -Descanso en Ti.

Contrapunto. ¡Jesús, que no descanse en tu costado!


Punto 733. Confía siempre en tu Dios. -El no pierde batallas.

Contrapunto. Confía siempre en los hombres. Es el único camino de tener confianza en Dios. Dios aislado no resiste.

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