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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

Contrapuntos al camino del Opus Dei
Índice del libro
Prólogo
Carácter
Dirección
Oración
Pureza
Corazón
Mortificación
Penitencia
Examen
Propósitos
Escrúpulos
Presencia de Dios
Vida sobrenatural
Más de vida interior
Tibieza
Estudio
Formación
El plano de tu santidad
Amor de Dios
Caridad
Los medios
La Virgen
La Iglesia
Santa Misa
Comunión de los Santos
Devociones
Fe
Humildad
Obediencia
Pobreza
Discreción
Alegría
Otras virtudes
Tribulaciones
Lucha interior
Postrimerías
La voluntad de Dios
La gloria de Dios
Proselitismo
Cosas pequeñas
Táctica
Infancia espiritual
Vida de infancia
Llamamiento
El apóstol
El apostolado
Perseverancia
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CONTRAPUNTOS AL CAMINO DEL OPUS DEI
Autor: Mosén Josep Dalmau

EXAMEN

Punto 235. Examen. -Labor diaria. -Contabilidad que no descuida nunca quien lleva un negocio. ¿Y hay negocio que valga más que el negocio de la vida eterna?

Contrapunto. Quien anda revisando minucias, hace tal vez piezas de artesanía. Pero en nuestro mundo la artesanía no cuenta ya mucho. Hoy se hacen planes quinquenales, hay dos terceras partes de personas que pasan hambre, millones de hombres sin cultura, etc., y todo esto no necesita examen de detalles. Las cifras son demasiado grandes como para perder d tiempo en pequeñas contabilidades. Hay que revisar la actitud general más que los pequeños fallos en la marcha. Hoy la vida eterna ya no es un negocio. Si no te pierdes como todo el mundo, no te salvarás. Lo dijo Cristo.


Punto 236. A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.

Contrapunto. Este dichoso demonio mudo, ¿no querrá decir que el examen particular es un callejón sin muchas salidas?


Punto 237. Examínate: despacio, con valentía. -¿No es cierto que tu mal humor y tu tristeza inmotivados -inmotivados, aparentemente- proceden de tu falta de decisión para romper los lazos sutiles, pero "concretos", que te tendió -arteramente, con paliativos- tu concupiscencia?

Contrapunto. Examina si tu mal humor y tu tristeza inmotivados no son fruto de no saber dónde estás situado históricamente. Quien está como un hueso mal encajado en el cuerpo social, presionando en sentido contrario, acaba por ser víctima de las concupiscencias más primarias. No es tanto la carne la que ahoga al espíritu como la falta de espíritu y de orientación lo que empuja a la carne.


Punto 238. El examen general parece defensa. -El particular, ataque. -El primero es la armadura. El segundo, espada toledana.

Contrapunto. Lo que se entiende por examen general no es, ni más ni menos, que un examen personal, cosa que es hoy harto particular. Y visto el condicionamiento sociopolítico, tal examen ni ataca ni se defiende.


Punto 239. Una mirada al pasado. Y... ¿lamentarte? No: que es estéril. -Aprender: que es fecundo.

Contrapunto. Hemos resuelto tan de mala manera nuestro pasado histórico, que no hace más que confundirnos. Mira hacia atrás y... laméntalo. Si lamentas debidamente el pasado, no podrás continuar testarudamente en el mismo pecado y en el mismo error.


Punto 240. Pide luces. -Insiste: hasta dar con la raíz para aplicarle esa arma de combate que es el examen particular.

Contrapunto. Preocúpate, pregunta y lee hasta descubrir que hay un tipo de hombre que supera de lejos el que se conforma con el examen particular: el que se esfuerza por abrir amplios caminos, por los que todos los hombres, sin exclusivismos ni privilegios, puedan ir hacia Dios. Importa más el camino que los pequeños tropezones.


Punto 241. Con el examen particular has de ir derechamente a adquirir una virtud determinada o a arrancar el defecto que te domina.

Contrapunto. El examen particular no es un dogma, ni siquiera doctrina católica. Es sólo un instrumento. Ha habido muchos santos y hay cristianos excelentes que no lo han practicado jamás, y no obstante, se han arrancado defectos dominantes y han adquirido virtudes determinadas.


Punto 242. "Lo que debo a Dios, por cristiano: mi falta de correspondencia, ante esa deuda, me ha hecho llorar de dolor: de dolor de Amor. "Mea culpa!"" -Bueno es que vayas reconociendo tus deudas: pero no olvides cómo se pagan: con lágrimas... y con obras.

Contrapunto. No eres ya un crío y no voy a engañarte. Hay defectos que posiblemente no te los quitarás nunca de encima. Esfuérzate con toda tu alma por disminuidos y llóralos de vez en cuando. Es todo lo que puedes y debes hacer. Hacer algo directamente en contra... se te hará imposible. Pero Cristo conoce estas situaciones y las valora. ¿No es un buen alivio?


Punto 243. "Qui fidelis est in minimo et in majori fidelis est" -quien es fiel en lo poco también lo es en lo mucho. -Son palabras de San Lucas que te señalan -haz examen- la raíz de tus descaminos.

Contrapunto. A menudo los que practican las pequeñas caridades son incapaces de hacer justicia. Busca el Reino de Dios y su Justicia, y lo demás -las cosas pequeñas- vendrá por añadidura.


Punto 244. Reacciona. -Oye lo que te dice el Espíritu Santo: "Si inimicus meus maledixisset mihi, sustinuissem utique" -si mi enemigo me ofende, no es extraño, y es más tolerable. Pero, tú... "tu vero homo unanimis, dux meus, et notus meus, qui simul mecum dulces capiebas cibos" - tú, mi amigo, mi apóstol, que te asientas a mi mesa y comes conmigo dulces manjares!

Contrapunto. No creas mucho en esas divisiones simplistas de los hombres en buenos y malos como en las películas del Oeste. Y sobre todo no seas tan ingenuo de creer que eres del grupito de los buenos o de los escogidos. Eres un pobre diablo como todo hijo de vecino, que has necesitado que Cristo te salvase. "Ha hecho más bien a la Iglesia la Revolución francesa que el Concilio Vaticano I", se ha llegado a decir. ¡Para que te enteres!


Punto 245. En días de retiro tu examen debe tener más hondura y más extensión que el tiempo habitual nocturno. -Si no, pierdes una gran ocasión de rectificar.

Contrapunto. Profundizamos mucho más, sumergidos en las realidades y en las situaciones conflictivas de cada día, que en un día de retiro, alejados cómodamente de lo que la vida nos pone entre manos.


Punto 246. Acaba siempre tu examen con un acto de Amor -dolor de Amor-: por ti, por todos los pecados de los hombres... -Y considera el cuidado paternal de Dios, que te quitó los obstáculos para que no tropezases.

Contrapunto. Cuando termines tu revisión o tu examen, detente; no añadas en balde cosas que no tienen nada que ver, con lo que te habías propuesto, aunque sean tan estupendas como un acto de amor. y piensa que Dios, paternal y solícito, no se entretiene en quitarte del medio los obstáculos para que no tropieces, sino más bien en fortalecer tu voluntad para superados.

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